La junta terminó, mi abuelo comenzó a tenderle la mano a cada directivo para despedirlo, al tiempo que cada uno pasaba a mi lado para felicitarme por mi próximo matrimonio. Mientras que yo, había comprobado finalmente que todo esto, no era un sueño, sino que estaba en una situación muy real.¿Cómo? Pues, luego de todos los anuncios hechos por mi abuelo, cuando me recuperaba de la pálida y la perdida de aliento, escondiendo las manos debajo de la mesa, comencé a pellizcar varias veces mis rollitos de grasa, justo en esos puntos que es donde más duele un pellizco, ¡Y sí que resultó doloroso! Lo que, para mi desgracia, confirmaba lo que temía, no se trataba de un sueño sino de una horrible realidad.Las despedidas se extendieron y yo necesitaba salir de allí, terminar con ese suplicio, debía hablar seriamente con mi abuelo, tenía que aclarar todo lo más pronto posible, a solas. No sería capaz de decirle la verdad frente a todos los socios, sería humillante.Porque ahora, no se trataba
Me removía entre los brazos de Alex, mientras que él me apretaba más, su cálida respiración sobre mi cuello me hacía erizar la piel, no entendía muy bien lo que él pretendía hacer, quizás desviar mi atención sobre lo que decían las dos mujeres al otro lado de la cabina, cosa que resultó imposible.—Ah, sí, gracias a eso, al menos no se muere virgen. El dinero y las influencias de su familia la salvaron.—No, virgen no se quedará. Aunque quien sabe si soltera, sí.—¿Qué dices? Si ella es la novia de Mike, te apuesto que ese se casa con ella para asegurarse la buena vida.—Pues estás muy equivocada.—¿Por qué?.—Escucha, nadie lo sabe. — Bajaron un poco el tono de voz, aunque desde donde estábamos, era muy audible. — Pero Lisa me dijo esta mañana que finalmente logró que Mike terminara con Ava.—¡¿Qué?! ¡No te creo!.—¡Sí! Eso fue ayer y Lisa me lo contó hoy, incluso, ella estuvo presente y contempló toda la escena.—¿Cómo puede ser?.—Fue una de las condiciones que
Corrí hacia mi bolso, necesitaba algo de maquillaje para encubrir mi llanto y malestar. Aunque realmente la resaca no me había ayudado para nada a mejorar el semblante, por lo menos debía disimular.Me apresuré, porque si yo misma había escuchado sobre mi rompimiento de las secretarias tan rápido, sería cuestión de días para que el chisme se expandiera y llegase hasta los oídos de mi abuelo, debía cortarlo lo más rápido posible. Desde ese mismo momento, esa era mi prioridad.Salí de mi oficina, erguida, con el rostro en alto, tratando de ignorar el jodido dolor de cabeza que cada vez se acrecentaba y apresurando el paso hacia la oficina de Mike.Afuera de la oficina, sentada tras su escritorio, estaba Lisa, la secretaria y amante de Mike. ¡Pero que descaro! Esa mujer tuvo el atrevimiento de venir a trabajar como si nada, luego de presentarse como la amante de mi novio el día anterior. Yo siempre había sido amable con ella y resultó tan hipócrita que ella me trataba con una sonrisa.
Me levanté algo aturdida, no había logrado descansar mucho en la noche. Con todo lo que me había pasado el día anterior en la junta y con lo cansada que estaba por el es trasnocho y la resaca, cualquiera pensaría que caería como un bloque, sin embargo, no pude dejar de soñar con esos intensos ojos azules.¡Valla que ese hombre me había afectado! Y el solo recordar que a partir de ese día, trabajaría de la mano con Alex, me ponía de los nervios.Pero por el momento, debía dejar eso de lado, ese día, aunque ni yo misma me lo creía, mi prioridad era mi exnovio infiel, Mike. Definitivamente, tenía que convencerlo de que simulara nuestro noviazgo por unos días para luego anunciar públicamente un rompimiento. No estaría fácil explicarle las razones de esta mentira, pero igual debía intentarlo.Conduje hacia el trabajo, sabiendo que mi abuelo, seguramente ya estaría en su oficina porque solía salir muy temprano de casa para trabajar.Llegué a la empresa y entrando, me encontré con mis
Muy eficientemente, comencé por dejar algunos informes y resúmenes sobre el escritorio de Alex, explicándole de que se trataba cada uno para que los revisara y me fui a sentar en mi lugar, frente a mi escritorio.Cuando levantaba el teléfono, dispuesta a llamar a recepción para preguntar si había llegado Mike, Alex se levantó de su sitio, tomó los informes y la silla y se acomodó a mi lado, tras mi escritorio.—Pero, ¿Qué haces?. — Pregunté completamente atónita.—Debes guiarme y si tengo alguna duda, es más fácil así. — Murmuró sin mirarme, acomodando los papeles sobre la mesa.Voltee, tratando de concentrarme, intentando ignorarlo, tratando de entender lo que pretendía.Era muy difícil que su presencia pasara desapercibida, sobre todo, considerando su tamaño, su ancha y musculosa espalda, su aroma varonil… Cerré los ojos con fuerza, «¡Ava! ¡No le hagas caso! Omítelo, bórralo, ignóralo. ¡Ni se te ocurra enamorarte de nuevo, te lo prometiste!», me regañe mentalmente.Pero res
Sonó la alarma, llamándome para el inicio de un nuevo día, no quería levantarme, ¿Para qué? Ese día Mike destaparía toda la verdad, ¿Sería capaz de soportar la humillación? ¿Qué sentido tenía?.Suspiré pesadamente. ¿Qué iba a hacer? ¿Esconderme? Lo mejor era salir de esto de una vez, enfrentar la vergüenza y asumir la responsabilidad, Mike tenía razón, después de todo, fue por mi culpa que se creó todo este enredo.Me levanté con desgana cuando escuché el toque en mi puerta.—¿Ava? ¿Ya estás despierta?. — Era mi abuelo.—Sí, ¿Ocurre algo?. — Abrí la puerta de mi habitación.—Disculpa que te moleste tan temprano, pero Alex me llamó y me insistió en que necesita que llegues temprano a la empresa, me explicó que ayer se le presentó un contratiempo y me dijo que quería adelantar trabajo hoy.—Ah, bueno, yo… —¿Podrías apresurarte? Sabes que me gusta llegar temprano.—Eh… Claro, claro.Fui a arreglarme, confundida con la actitud de Alex. Pero ni siquiera me sentía con áni
Mike seguía gritando que lo dejaran pasar, la recepcionista, Samanta, que se notaba asustada, le insistía en que debía esperar autorización, esas eran las órdenes que había recibido, los guardias de seguridad estaban ocupados tratando de contener a la prensa en la entrada de la empresa y los trabajadores observaban toda la escena, consternados. ¿Cómo es que todo esto se había salido de control a tal medida?.Alex me llevaba del brazo, iba abriéndonos paso entre la gente, podría jurar que botaba humo por la nariz, se notaba fúrico. Por un instante, Mike volteó y nos vio llegar entre la gente. Su expresión pareció haberse iluminado, como si hubiera llegado la presa que tanto ansiaba y sin pudor alguno me señaló, delante de todos.—¡TÚ! ¡TODO ESTO ES TU CULPA!. — Rugió con fuerza.—¿Qu…? ¿Qué…?. — Musite, temblorosa, en un quejido ahogado, aferrándome a la chaqueta de Alex.—¡SÍ! ¡NO TE HAGAS LA INOCENTE! ¡TODO ESTO ES TÚ CULPA, GORDA FOFA Y MANIPULADORA! ¡NO LO RESISTISTE! ¡¿VE
Alex iba muy serio y concentrado mientras conducía, llevábamos un rato en la vía desde que habíamos salido de la empresa y ambos nos habíamos mantenido en silencio. Lo cual me sirvió como un buen momento para reflexionar sobre lo sucedido.Todo había salido mejor de lo que esperé, sin embargo, había algunos detalles que no podía sacarme de la cabeza y tenía que aprovechar que Alex y yo estábamos a solas para aclarar.—Alex… — Llame su atención y aunque él contestó, no volteó hacia mí. — Escucha, sé que probablemente tuviste una buena intención al querer aclarar todo con la prensa y te lo agradezco mucho, pero creo que no debiste decir que había roto con Mike hace algunos días…—¿Por qué?. — Me interrumpió ceñudo. —Porque cuando mi abuelo se entere, se enojará conmigo por no haberle contado y…—Tranquila, lo tengo cubierto.—¿Qué? ¿Qué quieres decir?. — Insistí acercándome ligeramente hacia él, hasta donde el cinturón de seguridad me lo permitía.—Simplemente, le diré al