Raúl peña cuando apareció su colega Dámaso Martínez, ya se había tomado algunos tequilas de más y la emoción de estar compartiendo con Kathlyn, la chica que desde hace tiempo le estaba robando el sueño, hizo que olvidara la palabra empeñada al colega recién llegado, y este lo mira arrepentido de haberle confiado algo tan importante para él. Así y todo, Peña astutamente, trata de desviar el tema para confundirlo todo.—¿De qué hablas Peña, yo no entiendo lo que estás diciendo, como que tú estás un poco pasado de tragos?—¡Pero no te quedes parado allí siéntate acá con nosotros Dámaso!—insiste Raúl.—¡Yo me puedo sentar pero si te vas a poner a hablar disparates y cosas sin sentido alguno, creo que es más prudente que me vaya!—¡No, no exageres amigo, Kathlyn está aquí con nosotros disfrutando la velada, ella se merece ser tratada con honestidad!La reacción de Kathlyn no se hizo esperar...—¡¿Cómo?!, no comprendo nada, ¿de qué, de qué hablan,¿qué tengo que saber?...¡Ya no hay ma
La cara de Kathlyn era una explosión de sorpresas. Al oír las palabras de su amigo, el abogado Peña, le buscaba la mirada para poder comprender lo que acababa de oír.—¿Disculpa escuché que dijiste que mi papá...?—Sí, eso es, lo que te quería decir y que mi colega Dámaso se empeñó en evadir pero él lo sabe todo, es asi como escuchaste, tu papá está aquí en el país y su principal interés era hacer ese testamento, porque quiere estar en paz con esa hija que abandonó.Kathlyn se llena de más amargura y ahora la odia muchísimo más...—¡Desgraciada hasta cuando me amargas la vida!, yo que pensé... —¿Qué pensaste?— exclama Peña.—Es una larga historia, y sí, es cierto, mi papá tiene una hija que abandonó pequeña y por cosas de la vida la conocí...¡en mala hora!. Y precisamente ella es mi gran dolor de cabeza... Por muchos motivos, ¿sabes?...—¡¿Ahora que piensas hacer?!—¡Claro que no voy a dejar que mi padre, cometa esa estupidez, todo lo de mi padre es de Román y mío, de nadie mas!...
¡Truena fuerte!, aguas abajo, está lloviendo a cántaros y parece que no escampará, sin embargo, nada puede detener el torrencial aguacero; como tampoco la campal discusión tan estruendosa como la tormenta, que azota la casa humilde de una abnegada mujer compungida por la batalla emocional que tiene con el que fue y ha sido el amor de su vida; en estos momentos la acaba de sorprender la vida…no puede ser posible…no puede ser posible lo que está viviendo…. Fred Limver mira hacia atrás por última vez, con los ojos llenos de pesar. Su hija, Reishel, lo observaba con lágrimas en los ojos, sin comprender por qué su padre se iba. Fred gira, retrocede para acercarse a ella y acarició su cabello pelirrojo con ternura. —¡Papito!...¿Estás enojado?...¿Porque dices que te vas? —Reishel, cariño, ¡no llores!. Papá tiene que irse, porque tengo mucho trabajo, pero te prometo que volveré para leerte tus cuentos favoritos antes de dormir!,— susurró Fred, sintiéndose cobarde más que nunca, hablando
Mauricio Villacastín al entrar en contacto con Reishel olvidó muchas cosas, no solo el mal momento que acababa de pasar, sino muchas otras situaciones que lo agobiaban y de las que escapa con facilidad. Está casado con una persona realmente difícil pero a la que le tiene mucho que agradecer. Alguien que es mejor no permita Dios nunca se le cruce alguno, en ningún camino. Reishel está en peligro, pero está acostumbrada a el, pero no tiene idea de la amenaza que corre precisamente hoy, que acaba de conocer a Mauricio. Un hombre no solo bello de físico, sino interesante y terriblemente atractivo y que no pierde ninguna oportunidad de pasarla bien. Así vive la vida, sin desaprovechar las buenas oportunidades, como ahora que tuvo la gran suerte que alguien saliera en su defensa, una mujer joven, guapa y realmente hermosa…. El camino se hizo muy ameno, Mauricio ponía música de los artistas que él estaba patrocinando y Reishel se sorprendía de saber que por él, ese artista ahora era famoso.
Mauricio está frente a Reishel mirándola y enternecido con la expresión que le devolvió su mirada, cuando salió de sus labios que el quería que trabajara para el, y que podría ser una guardaespaldas; Reishel retira su mano con suavidad pero se mantiene incorporada y firme… —¿Una guardaespaldas? —¡Tu Reishel eres ideal! Reishel bajo el efecto de la sorpresa y tratando de asimilar tal proposición… —¡Pero yo soy médico veterinario! —¡Y que!...para todo hay tiempo, eres muy inteligente y sabes organizarte, y me lo demostraste, tienes una agenda! —¡No, no puedes estar hablando en serio!...¡ un momento! —¡Y te pagaré muy bien! Eres una maestra de las artes marciales, peleas como una fiera, ¡tienes unas piernas de acero! y me encantaría tener una modelo estilo agente 007, garantizando mi seguridad. —¡Gracias por el halago!...Entonces es en serio! —¡Lo dije como me nació, estoy siempre muy asediado, y si, te conocí hoy, pero no sé, ahora siento que te conozco de toda la vid
Mauricio Villacastín está llegando a su apartamento, dónde comparte con su esposa Úrsula, una empresaria que conoció cuando era más joven y que con sus buenas relaciones lo ayudó a escalar y a trabajar con destreza en el mundo del espectáculo. —¡Ah,!... ¡buenas noches mi amor! no te veía bien en la oscuridad!...¿Cómo te sientes hoy? —¡No lo sé!, ¡no quiero ni mirarme al espejo!, por eso apagué todas las luces, y…entonces,… ¡estoy esperando tu respuesta!, no me has dicho nada…¿dónde estuviste hoy?, ¡si se puede saber! —¡¡Tu quieres saber!!, —Mauricio alza la voz—bueno no solo te diré cómo me fué, sino que te voy a contar, "cómo la pasé", y la respuesta es… ¡mitad y mitad! —¿Qué? ¿Cómo es eso, que mitad y mitad? —¡No te altera Úrsula, deja ese mal humor; eso no es recomendable, acuérdate de las indicaciones del médico! —¡Bueno!... ¡dime!…¡no me parece ni tu respuesta ni tu actitud! dime… —Ursula eso quiere decir,…¡mitad mal y mitad bien!, ¡eso quiere decir!—Mauricio prosiguió— Úr
Reishel está con su madre Amapola, sentada en la mesa de su casa e intenta decirle algo… —¡Bueno mami, hoy, le salve la vida a un hombre muy rico! ¡Un millonario, que está en el mundo de los artistas de la música! —¿Tú le salvaste la vida? —¡Si ma' lo tenían apuntado así…contra el carro en la cabeza!...¡ay cuando los ví!, me les fui encima, y a patada limpia los saqué de la acera. —¡Dios bendito! ¡Qué va a ser de nuestras vidas!—¿y a ti no te pasó nada?—Busca revisar con su vista. —¡No, nada, solo me sirvieron para poner en práctica un par de movimientos de defensa personal que cada vez los mejoro más! —¡Dios bendito! —¡El se llama Mauricio y como estaba agradecido me invitó a almorzar, al principio yo no quería, pero él me dijo que le había quedado doliendo la cabeza y que le manejara el carro que necesitaba asistencia! —¡Y que! ¡Debe tener familia y tener hijos,!...¿es un viejo rico o un hombre joven? —¡Mami pero eso qué importa!, bueno… ¿Te digo, la verdad? —¡Si es casado!
Después de salir de la oficina…….—Reishel…¡¿Qué te pareció el ambiente de trabajo?!...Reishel responde con la voz dulce y ronquita…—¡Muy agradable!...si noté alguna, que otra mirada pesada, pero nada relevante, en términos generales me pareció muy bueno!—¡Que bien!, quería conversar contigo para que estés al tanto del sitio donde te vas a desenvolver y para ello vamos a comer juntos en un lugar muy sencillo y así poder conversar con calma.—¡Okey!...—con una sonrisa— ¿ahora como te digo?…licenciado, jefe, tu, usted, ya tengo que tomar mi lugar, ¡ya eres mi jefe!.Mauricio iba manejando con prudencia y hablando con Reishel.—¡Bueno, me estabas tuteando y llamando por mi nombre, y me sentí de lo mejor, pero para el ambiente de trabajo y el tipo de personas con la que vamos a estar interactuando, vamos a elegir licenciado, así se transmite respeto y establecemos la línea de relación.—¡Okey licenciado!Mauricio se empieza a estacionar y se propara frente a una venta de comida rápida.L