América se asoma a la puerta de la presidencia, dónde quedaron conversando Reishel y Mauricio.

—¡Estoy saliendo para almorzar, voy a llevar a mi nieto al pediatra, voy a llegar tarde!

—¡Okey América está bien!

Pero…mira, estoy diseñando una invitación, tipo carta, te la hago llegar a la tarde, es una idea que tengo y que la vamos a conversar.

—¡Está bien, a la tarde conversamos…que tenga muy buen provecho!

—¡Gracias América!—responde Reishel—Gracias que estés bien—responde Mauricio,—que prosigue con el mismo tema.

—¡Entonces amor después de explicar todo lo que te acabo de explicar, me entiendes mejor!

—¡Está claro que ella se siente desplazada por mi, ¿sabes?, le dejaría el cargo si ese es el problema, y que sea ella que suplante a Rubén, al fin y al cabo es su papá.

—¿Que?...¡No señor!...La gerente comercial es usted, y aquí se queda, ella puede ser mi secretaria y con una remuneración senior ejecutiva por ser hija de Rubén, y nos va ayudar sobre todo en los procesos creativos.

—¿Tu