Inicio de semana y Kathlyn Santillano dentro de su maletín personal, lleva una bomba de tiempo. Las pruebas que comprometen a su propio padre Rubén Santillano el hombre que la asumió y crio como a una hija desde que tenía aproximadamente un año de edad. Pero hoy ese pequeño detalle no tiene ninguna importancia para ella, en comparación con sus deseos de codicia y de poder. Ella quiere ser la figura, la principal estrella en todo, ese ego que tiene lo exige porque su padre lo cultivo haciéndole creer que ser su hija era algo de gran prestigio e importancia. Su mayor sueño: Mauricio y en el mismo nivel sus anhelos de ocupar el cargo que cree que le corresponde por dignidad, el puesto de su padre, no puede ni debe haber ninguna otra persona que lo merezca tanto como ella, porque él es su padre así sea como haya sido.

La actitud de Kathlyn ahora es algo diferente, y aunque piensa que luce natural como todos los días no es así, unos lo atribuyen a sus nuevas funciones, ahora es la secretar