REFUERZOS
Luego el desayuno, acompañé a Eleanor a la universidad con el propósito de que me adentrara en todo lo referente a las clases que dictaba.
Grande fue mi decepción al darme cuenta de que aquella niña no se encontraba en el listado de alumnos de Eleanor. Sin embargo, no me daría por vencido tan fácilmente.
Presencié la última clase que dictó mi prometida en la cátedra que necesitaba la reemplazara, absolutamente frustrado por no coincidir con mi presa. Al final de todo, fui presentado como el reemplazo a partir de la siguiente clase.
Al marcharnos, ya en el coche, hice algunas preguntas.
—¿Esa es en la única clase que necesitas reemplazo, cielo? ¿Qué pasa con las demás?
—Una compañera se ofreció hace tiempo, cuando mencioné la intención de buscar reemplazo, por lo que
SIGUIENDO SUS PASOS—Ahora, ¿me dirás de una vez como lo harás? —preguntó impaciente—. Recuerda que tienes una vida… y con esto, estarás prácticamente creándote otra que será difícil de sobrellevar.—No venderé mi apartamento como le hice creer a Eleanor y será una gran ventaja para mí. Sin embargo —suspiré—, deberé esperar hasta después de la boda para dar marcha a mi plan y debo saber todos los movimientos de esa muchacha antes de dar el primer paso. Debo entrar en su mente, hacerle creer cosas en las que nunca ha creído… lograr que piense que conmigo, nada malo ocurrirá jamás. Enseñarle cosas nunca antes vistas, vividas y experimentadas… hasta que todo su mundo se gire en tono a mí y luego hacerla sufrir tanto, al punto de que conozca la locura…
UNA NUEVA VIDA EN TODOS LOS SENTIDOSFaltaba una semana para la boda y el departamento se encontraba completamente desmantelado.Necesitaba muebles nuevos, electrodomésticos y utensilios que hicieran parecer que vivía allí como un hombre soltero.Además, debía cambiar por completo el color de las paredes que sin duda tenían el toque femenino de Eleanor, quien estaba segura de que el departamento ya había sido vendido.Mientras ella se encontraba completamente sumida en los preparativos de la boda y la luna de miel, yo me encontraba abocado completamente en cumplir con lo que le juré a la memoria de mi hermano. Seguía siempre los pasos de aquella muchacha y al parecer, tenía todo fríamente calculado en relación a mi plan. Nada podía fallar.Luego de dejar a Eleanor para su última prueba de vestido, busqué por la zona comercial un
6 meses antes de la boda de Henry y Camile…EL PRIMER ENCUENTRONi bien regresamos de la luna de miel, me puse en campaña para iniciar mis planes. El piso quedó perfecto; parecía un lugar distinto y quedé bastante conforme. Prácticamente todo era en tono blanco y un poco de gris, que le daba un aire sobrio y masculino al sitio.Había madrugado ese día con la excusa de ir al bufete a revisar unos pendientes urgentes y estaba fuera del St. James's Park, recostado en la puerta de la todoterreno negra que conducía.Faltando treinta minutos para que llegara, comencé a caminar haciendo el mismo recorrido que aquella chiquilla, hasta llegar a la fuente donde siempre se detenía a quitarse la sudadera para anudársela a la cintura. Tomé asiento en el borde la misma, mirando el reloj deportivo que portaba en mi mu&ntild
SORPRESA—¿Ha iniciado la cacería? —dijo Brandon mientras nos servían café, en el mismo sitio de siempre, a unas calles del bufete.—Hoy fue nuestro primer encuentro. La llevé a mi piso y se dejó arrastrar sin protestas —respondí confundido y él enarcó una ceja.—¿Se te antoja demasiado fácil como para que sea real?—Exacto.—Eres atractivo y no es extraño que una mujer de su edad se deje arrastrar por la pasión del momento y que al día siguiente, ni siquiera lo recuerde —bromeó y negué. Esa muchacha nunca había visto un tipo desnudo a juzgar por su reacción.—¿Quieres decir que he perdido habilidades? —bromeé de todos modos y Brandon se encogió de hombros.—Desde el momento en que asumiste que Eleanor ser&ia
Un año y medio después de la Boda de Henry y Camile…HENRYMoví la cabeza despacio, intentando recobrar el conocimiento, parpadeando y arrugando la nariz por el olor nauseabundo que aturdía a mis fosas nasales.Intenté moverme pero mis manos estaban sujetas hacia atrás, amarradas a la madera de una silla vieja que rechinaba con mis movimientos. Abrí los ojos al recordar todo lo que había pasado antes de recibir aquel golpe que me dejó inconsciente y sentí temor por Camile y mis hijos.Miré a mi alrededor pero todo estaba oscuro, solo el olor a putrefacción reinaba allí y a mis oídos llegó el sonido del recorrido del agua: estaba en el interior de una alcantarilla.Forcejeé mis muñecas, intentando deshacerme de las cuerdas que tenía atadas alrededor, sin éxito alguno.&la
UN EXTRAÑO ENCUENTRO EMMA ROSS Como todas las mañanas, había salido temprano para correr. Aún no me había acostumbrado al ambiente húmedo y fresco de Londres, a pesar de estar viviendo aquí por casi seis meses. Llevaba una camiseta blanca y una sudadera roja que sabía, en algún momento me la quitaría para amarrarla a mi cintura. Mi conjunto culminaba con unos leggins negros y calzado de correr. El pelo castaño oscuro, me lo sujeté en una coleta alta, poniendo música en mi ipod y comencé mi recorrido habitual caminando de manera ligera hasta St. James's Park. Una vez en el parque, aumenté de ritmo mientras en mis oídos explotaba la voz de Fred de Palma. Además de que me gustaba su música, ayudaba bastante a mis clases de italiano. El tío Frederick se había empecinado en que todos aprendiéramos su idioma de una o de otra manera, y aunque mi música lo horrorizaba, no decía nada con tal de que siguiera
9 meses antes de la boda de Henry y Camile…Londres, Salónde gala del Rosewood London HotelJAMES WILLIAMS—Eres la mujer perfecta para mí, Eleanor. Gracias por decir que sí.Suspiré complacido al recibir una sonrisa cómplice por parte de quien a partir de hoy, se convertía en mi prometida y futura esposa.Era de esperarse que después de cinco años de relación, le hubiera propuesto matrimonio y que ella aceptara. Hacíamos un gran equipo juntos; ambos abogados, aunque la pasión por la psicología me había llevado a estudiar ambas carreras, luego de formar parte de una familia demente e inescrupulosa, que dejé en el pasado apenas cumplí la mayoría de edad.A Eleanor no le resultaba extraño que ninguno de ellos estuviera acompañ&
¿QUÉ OCURRIÓ?—¿Quién trajo esto, Eleanor? —pregunté aturdido por aquella información que acababa de descubrir.—Se lo entregaron al conserje sin decir nada más, y me lo dio a mí. No sé quién pudo haber dejado el paquete aquí.—Debe ser una broma de mal gusto… —tragué con fuerza, volviendo a coger la fotografía que le tomaron a Cristopher y la nota.—Entonces… ¿dejarás las cosas así? —preguntó apenas, con la voz saliéndole en un hilo por el temor.—¿Crees que sea falsa la información? —respondí con otra pregunta—. Como abogada y amiga; ¿crees que ésta información es irrelevante y que la persona que lo envió se tomó demasiadas molestias solo para fastidiarme?El