El disparo, hecho silenciador, solo emite un zumbido, pero el grito de Scotty es suficiente para provocar al resto de los niños, maldiciendo en voz baja, corro escaleras arriba, un rápido vistazo al suelo, Max está en el suelo y un charco de sangre lo rodea, un hombre grita en japonés, los niños lloran y todo es un caos, en cuanto Scotty me ve, hace lo que yo mismo habría hecho, solo que...en lugar de desarmar al hombre con una llave sencilla, el niño da un puño en la ingle del hombre y cuando este reacciona, Scotty le da un cabezazo, uno de los hombres que sostiene a los niños, lo lanza al suelo y me apunta con su arma, pero soy más rápido y disparo, otro de los hombres empieza a correr pero antes de que pueda reaccionar, cae de espaldas, con un enorme cuchillo sobresaliendo del pecho, aparto a Scotty y me hago cargo del hombre, quien maldice en japonés, le doy un golpe en la cabeza y aparto el arma de su m
En el hospital, todo es un caos, pero con los pequeños, Anthony se asegura de tenerme segura en un hotel en el centro, uno de sus hermanos, Kyle, ha venido a ayudar, junto a él vino su esposa Angie y su hijo Trevor, también uno de sus sobrinos decidió venir, Jacobel chico que gritó ¡Vagina! El día de mi parto —¿Se sabe algo de Max? — pregunta Kyle una vez que termino de cambiar a los gemelos y darles pecho, el hermano de Anthony es su viva imagen, pero un par de centímetros más alto, y en lugar de los pantalones militares y playeras, este usa vaqueros y una camisa a cuadros — sigue en cuidados int
Llegar a NY es todo un acontecimiento, en especial cuando al despertar, los gritos de alegría de mis sobrinos despiertan a los gemelos, en cuanto aterrizamos, había varios coches esperando por nosotros. Adeline parecía encantada y eso me hacía sentir tranquilo, a pesar de la preocupación latente en su mirada, la veía disfrutar de las vistas de la ciudad, y al llegar a casa, la bienvenida de los Connors no se hace esperar, mi madre por supuesto, corre directamente hacia mi — Madre, por favor — me quejo cuando la mujer me engancha en un enorme abrazo y me besuquea de la misma forma que cuando era niño, aunque en esta ocasión, Adeline se ríe al ver mi apuro <
Despertar en un sitio extraño siempre es incómodo, despierto antes que Anthony, por lo que me dirijo a ver a mis pequeñines, les doy pecho y cambio sus pañales, los llevo a la cama y me dedico a jugar con ellos hasta que tengo que despertar a Anthony cuando empieza a darse la vuelta. — ¿Qué? — pregunta, levantando la voz asustado, está de espaldas y totalmente tenso, no puedo evitar reír cuando suspira al sentir las manitas del pequeño Anthony en su espalda — Dios, mujer...casi me matas de un infarto — se mofa dándose la vuelta con cuidado — ¿Qué hacen ustedes dos tan temprano? — Juegan con mami ¿cierto, mis amores? — Otto se ríe encantado y sostiene mi dedo mientras da pequeñas patadas, Anthony sonríe encantado, toma al pequeño Anthony y lo pone sobre su pecho — Es increíble cómo están de grandes — murmura besando su frente — son preciosos — Y tienen tus ojos — añado, sentándome en una posición más erguida, pongo a Otto en su pecho también, ambos peq
Detesta el apartamento, lo sé. No soy un completo idiota, mi propia hija, hermana y madre se han encargado de decirme lo horrible que es mi vivienda, parece la casa de un paranoico al parecer, pero luego de pasar por lo que yo...creo que no lo dicen en voz alta, pero no es necesario, yo mismo me he dado cuenta, pero nunca me avergoncé de ello hasta ver a Adeline apretar los labios y forzar sonrisas. Aunque no puedo evitar sonreír cuando la veo mirar mi mesa de noche como si quisiera incinerarla, en especial porque sin pensarlo dos veces, sacó su neceser de la maleta y se apoderó del baño, la cama era otra historia, había comprado un colchón duro con la esperanza de evitar la urgencia de dormir en el piso, pero no ayudó, ahora ella estará incomoda y con dolor de cuello, pero no dice nada. Sus cosas habían llegado el día anterior y estaban apiladas en cajas que no cabían en mi sótano, la mujer incluso había hecho empacar los adornos de navidad. Son cerca de las
Detesta el apartamento, lo sé. No soy un completo idiota, mi propia hija, hermana y madre se han encargado de decirme lo horrible que es mi vivienda, parece la casa de un paranoico al parecer, pero luego de pasar por lo que yo...creo que no lo dicen en voz alta, pero no es necesario, yo mismo me he dado cuenta, pero nunca me avergoncé de ello hasta ver a Adeline apretar los labios y forzar sonrisas. Aunque no puedo evitar sonreír cuando la veo mirar mi mesa de noche como si quisiera incinerarla, en especial porque sin pensarlo dos veces, sacó su neceser de la maleta y se apoderó del baño, la cama era otra historia, había comprado un colchón duro con la esperanza de evitar la urgencia de dormir en el piso, pero no ayudó, ahora ella estará incomoda y con dolor de cuello, pero no dice nada. Sus cosas habían llegado el día anterior y estaban apiladas en cajas que no cabían en mi sótano, la mujer incluso había hecho empacar los adornos de navidad. Son cerca de las
Luego de salir del restaurante, decido llevarla a dar un paseo por Central Park, Adeline es...refrescante y encantadora, le encanta bromear y sus expresiones eran definitivamente algo a lo que volverse adicto, en cuanto llegamos junto a unos carruajes que dan la vuelta al parque, su emoción me hace sentir como si ganara la lotería— ¿te gusta? — pregunto divertido mientras nos acomodamos en el carruaje, ella asiente emocionada y empieza a besarme el rostro.— Me encanta, siempre quise subir a uno de estos — asegura sonriendo, entrelaza sus dedos con los míos y disfrutamos del camino— Traje aquí a las niñas en su cumpleaños número cuatro — recuerdo — Mi madre había decidido que visitáramos a Anne, y nos aparecimos todos aquí en la ciudad. Fue divertido, recuerdo que esa fue la primera vez que probamos el vodka. Digamos que el ruso se ganó
CAPITULO 51- DAVIDMe estiro en la cama, encantada con la sensación de ardor entre mis piernas y el dolor leve en mi trasero, el sexo con Anthony era impresionante, y la noche finalizó con una excelente recompensa. Pero cuando me estiro a su lado, me encuentro con la cama vacía y fría.Salgo de la cama y me sorprendo al ver que es cerca de medio día y he dormido toda la mañana, por lo que me ducho con rapidez antes de ver una nota en la encimera de la cocina con la letra firme de Anthony."Addie, Estoy con los chicos. Te espero para almorzar en casa de Anne"Tomo una fruta del refrigerador y tomo las llaves del coche sobre la encimera, y aprovecho para sacar algo de ropa para mis hijos.Conducir en América es complicado. Todo está en el lugar equivocado, pero consigo hacerme camino hasta la enorme mansión de la hermana de Anthony.Una vez dentro, una de las niñera
Nunca en mi vida me habían acuchillado tanto en mi vida. Son cortes poco profundos, pero maldición, algunos dejarán cicatrices.Una semana en Tokio y en cada esquina tenemos que correr por nuestras vidas. A demás, descubrimos que teníamos un polizón en medio de un enfrentamiento bastante sangriento.Soy bueno con la lucha cuerpo a cuerpo y mi puntería es genial, pero Alena es una bestia, carga un montón de armas ligeras, incluso sacó una navaja de sus pechos una vez, pero es lista también. A pesar de que probó que su agilidad y forma de atacar es letal, evita la lucha cuerpo a cuerpo. Es peque&