Despertar en un sitio extraño siempre es incómodo, despierto antes que Anthony, por lo que me dirijo a ver a mis pequeñines, les doy pecho y cambio sus pañales, los llevo a la cama y me dedico a jugar con ellos hasta que tengo que despertar a Anthony cuando empieza a darse la vuelta.
— ¿Qué? — pregunta, levantando la voz asustado, está de espaldas y totalmente tenso, no puedo evitar reír cuando suspira al sentir las manitas del pequeño Anthony en su espalda — Dios, mujer...casi me matas de un infarto — se mofa dándose la vuelta con cuidado — ¿Qué hacen ustedes dos tan temprano?
— Juegan con mami ¿cierto, mis amores? — Otto se ríe encantado y sostiene mi dedo mientras da pequeñas patadas, Anthony sonríe encantado, toma al pequeño Anthony y lo pone sobre su pecho
— Es increíble cómo están de grandes — murmura besando su frente — son preciosos
— Y tienen tus ojos — añado, sentándome en una posición más erguida, pongo a Otto en su pecho también, ambos peq
Detesta el apartamento, lo sé. No soy un completo idiota, mi propia hija, hermana y madre se han encargado de decirme lo horrible que es mi vivienda, parece la casa de un paranoico al parecer, pero luego de pasar por lo que yo...creo que no lo dicen en voz alta, pero no es necesario, yo mismo me he dado cuenta, pero nunca me avergoncé de ello hasta ver a Adeline apretar los labios y forzar sonrisas. Aunque no puedo evitar sonreír cuando la veo mirar mi mesa de noche como si quisiera incinerarla, en especial porque sin pensarlo dos veces, sacó su neceser de la maleta y se apoderó del baño, la cama era otra historia, había comprado un colchón duro con la esperanza de evitar la urgencia de dormir en el piso, pero no ayudó, ahora ella estará incomoda y con dolor de cuello, pero no dice nada. Sus cosas habían llegado el día anterior y estaban apiladas en cajas que no cabían en mi sótano, la mujer incluso había hecho empacar los adornos de navidad. Son cerca de las
Detesta el apartamento, lo sé. No soy un completo idiota, mi propia hija, hermana y madre se han encargado de decirme lo horrible que es mi vivienda, parece la casa de un paranoico al parecer, pero luego de pasar por lo que yo...creo que no lo dicen en voz alta, pero no es necesario, yo mismo me he dado cuenta, pero nunca me avergoncé de ello hasta ver a Adeline apretar los labios y forzar sonrisas. Aunque no puedo evitar sonreír cuando la veo mirar mi mesa de noche como si quisiera incinerarla, en especial porque sin pensarlo dos veces, sacó su neceser de la maleta y se apoderó del baño, la cama era otra historia, había comprado un colchón duro con la esperanza de evitar la urgencia de dormir en el piso, pero no ayudó, ahora ella estará incomoda y con dolor de cuello, pero no dice nada. Sus cosas habían llegado el día anterior y estaban apiladas en cajas que no cabían en mi sótano, la mujer incluso había hecho empacar los adornos de navidad. Son cerca de las
Luego de salir del restaurante, decido llevarla a dar un paseo por Central Park, Adeline es...refrescante y encantadora, le encanta bromear y sus expresiones eran definitivamente algo a lo que volverse adicto, en cuanto llegamos junto a unos carruajes que dan la vuelta al parque, su emoción me hace sentir como si ganara la lotería— ¿te gusta? — pregunto divertido mientras nos acomodamos en el carruaje, ella asiente emocionada y empieza a besarme el rostro.— Me encanta, siempre quise subir a uno de estos — asegura sonriendo, entrelaza sus dedos con los míos y disfrutamos del camino— Traje aquí a las niñas en su cumpleaños número cuatro — recuerdo — Mi madre había decidido que visitáramos a Anne, y nos aparecimos todos aquí en la ciudad. Fue divertido, recuerdo que esa fue la primera vez que probamos el vodka. Digamos que el ruso se ganó
CAPITULO 51- DAVIDMe estiro en la cama, encantada con la sensación de ardor entre mis piernas y el dolor leve en mi trasero, el sexo con Anthony era impresionante, y la noche finalizó con una excelente recompensa. Pero cuando me estiro a su lado, me encuentro con la cama vacía y fría.Salgo de la cama y me sorprendo al ver que es cerca de medio día y he dormido toda la mañana, por lo que me ducho con rapidez antes de ver una nota en la encimera de la cocina con la letra firme de Anthony."Addie, Estoy con los chicos. Te espero para almorzar en casa de Anne"Tomo una fruta del refrigerador y tomo las llaves del coche sobre la encimera, y aprovecho para sacar algo de ropa para mis hijos.Conducir en América es complicado. Todo está en el lugar equivocado, pero consigo hacerme camino hasta la enorme mansión de la hermana de Anthony.Una vez dentro, una de las niñera
Nunca en mi vida me habían acuchillado tanto en mi vida. Son cortes poco profundos, pero maldición, algunos dejarán cicatrices.Una semana en Tokio y en cada esquina tenemos que correr por nuestras vidas. A demás, descubrimos que teníamos un polizón en medio de un enfrentamiento bastante sangriento.Soy bueno con la lucha cuerpo a cuerpo y mi puntería es genial, pero Alena es una bestia, carga un montón de armas ligeras, incluso sacó una navaja de sus pechos una vez, pero es lista también. A pesar de que probó que su agilidad y forma de atacar es letal, evita la lucha cuerpo a cuerpo. Es peque&
Cuando tuve a Scotty, fue el día más feliz de mi vida. Había dejado atrás mi vida de asesina y cada cargo que tenía había sido retirado. Dejé de arrebatar vidas para hacerme cargo de una. En ese tiempo Scott y yo teníamos solo un año de matrimonio. Él lo estaba haciendo bien con su enfermedad y no era violento. Hasta que descubrí que él fue quien se aseguró de que cada tortura que sufrí en Petak fuera efectuada, le disparé, tomé a mi hijo y me encontré a mí misma volviendo a Vienna, con un niño de dos años y sin dinero real.Tiempo después inicié mi vida con Max, a quien le había roto el corazón, no una, sino dos ve
— Papá — mi hija corre hasta mí y nos fundimos en un abrazo como nunca antes, beso su frente con las lágrimas amenazando de escapar, mi hija, mi nenita. Está pálida y delgada, el cabello empezaba a crecerle rojizo de nuevo — ¿Estás bien? ¿Qué te hicieron? — pregunto con dureza y buscando en su cuerpo señales de abuso o violencia, pero ella niega con la cabeza. — Estoy bien papi — asegura, sus ojos tristes y asustados. — ¿había alguien más contigo? — pregunto, sacando una chaqueta y poniéndola sobre sus hombros, mi nenita niega con vehemencia antes de señalar la puerta por la que había entrado. — es la única puerta, ellos me tomaron en Ámsterdam y me trajeron aquí...— su labio tiembla y me da un último abrazo — Ya papi está aquí — le aseguro. Cargo mi arma y dudo antes de entregarle la de repuesto, mi hija tiembla antes de tomarla. Nunca le ha disparado a una persona, y riego a Dios que ese momento no llegue, pero si se presenta el caso...
Las semanas pasan tan lentamente que empiezo a sentir una especie de remordimiento y a dudar de mis acciones. Decidí venir con Anthony, ansiando una vida sin tener que sufrir las mismas tristezas ansias que hace un par de años. Solo conseguí vivir con Otto a diario durante dos años, dos años luego de veinte de constantes espacios de tiempo en los que esperaba que alguien tocara mi puerta y la noticia de su muerte me acorralara.Ahora Anthony se ha ido y no estoy segura de sí regresará, nuestros bebés crecerían sin su padre y yo me quedaría sola, tal vez era un pensamiento egoísta de mi parte, pero no podía evitar sentirme de