Ayse llegó al apartamento, pálida y sin aliento, Zeynep ya estaba en la puerta, sosteniéndose el vientre y respirando entrecortadamente.—Vamos, no hay tiempo que perder —dijo Ayse, pasando un brazo alrededor de su amiga para ayudarla a caminar hacia el taxi que esperaba en la acera— Al hospital, ¡Rápido! —indicó al conductor, en su voz se notaba la urgencia.El trayecto fue una pesadilla de tráfico y frenazos, con cada movimiento brusco arrancando un quejido de los labios de Zeynep. Ayse la sostenía con fuerza, murmurando palabras de aliento que apenas lograba escuchar en medio del dolor.Y entonces, sucedió. Con un grito ahogado, Zeynep sintió como si algo se rompiera en su interior, y un torrente de líquido empapó el asiento bajo ella.—¡Oh, Dios mío! —Ayse se llevó una mano a la boca, abrió sus ojos enormemente con horror— ¡Ha roto fuente! ¡Apresúrese, por favor! —le suplicó al conductor, que pisó el acelerador.Cuando por fin llegaron al hospital, Zeynep era un manojo de nervios
La enfermera se acercó a Ayse y, con voz suave pero firme, le pidió que saliera de la sala de partos.—Lo siento, señorita, pero solo puede quedarse una persona acompañando a la madre durante el parto, tendrá que esperar afuera.Ayse miró a Zeynep con preocupación, no quería dejarla sola en un momento tan especial, pero sabía que Kerem merecía estar allí, ser el primero en ver a su hijo venir al mundo. Con un asentimiento resignado, soltó la mano de su amiga y se dirigió hacia la puerta.—Estaré justo afuera, Zeynep —prometió con una sonrisa alentadora— todo saldrá bien, ya lo verás.Zeynep apenas pudo corresponder a la sonrisa, pues en ese momento, otra contracción la golpeó con fuerza, arrancándole un grito de dolor. Kerem se apresuró a tomar su mano, sus ojos estaban llenos de preocupación.—Respira, mi amor —susurró, acariciando su frente empapada de sudor— estoy aquí contigo, no te dejaré.El doctor, que había estado monitoreando el progreso de Zeynep, se colocó en posición al pie
En Diyat, Mehmet recibía informes frustrantes de sus hombres en Estados Unidos. A pesar de sus esfuerzos, no lograban dar con el paradero exacto de Zeynep y Ayse en Miami, que era hasta donde los había llevado la última pista, la ciudad era enorme y las personas desconfiaban de tantas preguntas.—¡Esto es inaceptable! —gruñó Mehmet, golpeando su puño sobre el escritorio— ¿Cómo es posible que no puedan encontrar a dos mujeres en una sola ciudad?Sus hombres permanecieron en silencio, temiendo provocar más la ira de su líder, Mehmet se paseó por la habitación.—Zeynep debe estar por dar a luz —murmuró para sí mismo— enfoquen su búsqueda en hospitales de maternidad, ¡Es la única manera!Dio órdenes precisas a sus hombres, exigiendo que no descansaran hasta encontrarlas, estaba obsesionado, decidido, nada lo detendría hasta tener a Zeynep de vuelta a su lado.Neylan y Elif observaban a Mehmet con amargura, ambas deseaban que Zeynep fuera encontrada para recibir su castigo, aunque por razo
Unos meses después de su llegada a Nueva York, Kerem se sentó a conversar con Zeynep, ahora se llamaría Sophia, tenían que acostumbrarse a usar sus nuevas identidades, por lo que debería llamarlo Burak de ahí en adelante.Sabía que su esposa tenía un espíritu activo e independiente, y quería ofrecerle la oportunidad de sentirse útil y productiva en su nueva vida.—Sophia, mi amor —comenzó, tomando sus manos entre las suyas— sé que estos últimos meses han sido difíciles para ti, adaptándote a nuestra nueva vida aquí en Nueva York, pero quiero que sepas que deseo que te sientas plena y realizada, no solo como madre, sino también como mujer.Sophia lo miró con curiosidad, sus ojos brillaron con emoción al escucharlo.—Dime, Burak, ¿Qué tienes en mente?Él esbozó una cálida sonrisa, acariciando su mejilla con ternura.—Cuando nuestro pequeño Noah cumpla algunos meses más, me encantaría que trabajaras conmigo en la empresa, eres una mujer brillante e inteligente, y estoy seguro de que tus
En los días siguientes, una nueva etapa de su vida juntos comenzó cuando Sophia se incorporó al trabajo en el corporativo de Burak como su secretaria personal. Era la manera perfecta de permanecer juntos.Burak quería estar con ella el mayor tiempo posible, no sabía si su felicidad sería duradera, pero quería aprovecharla al máximo.La mañana de su primer día, Sophia se vistió con esmero, ansiosa por causar una buena impresión, Burak la observaba con ojos brillantes mientras se preparaba.—Te ves absolutamente deslumbrante, mi amor —elogió, acercándose por detrás para envolverla en un abrazo— aunque debo advertirte, puede que cause algunos problemas en la oficina.Sophia se rió suavemente, girando entre sus brazos para mirarlo.—¿Oh? ¿Y por qué sería eso, señor Demir?Él le dedicó una sonrisa pícara, sus ojos se oscurecieron con deseo.—Porque no creo que pueda quitarte las manos de encima cuando te vea en ese atuendo de oficina —Burak no estaba mintiendo, su esposa despertaba en el u
En los meses siguientes, Burak y Sophia comenzaron a hacer los preparativos para su boda. Aunque ya estaban casados bajo las antiguas tradiciones de Diyat, deseaban sellar su unión de acuerdo con las leyes estadounidenses y la nueva vida que habían forjado juntos en Nueva York.—Mi amor, sé que nuestro matrimonio en Diyat fue válido y sagrado para nosotros —dijo Burak una tarde mientras revisaban algunos detalles de la boda— pero quiero que el mundo entero sepa que eres mi esposa, mi compañera de vida.Sophia asintió, tomando su mano con una sonrisa cálida.—Y yo quiero gritar a los cuatro vientos que tú eres mi único amor, Burak. Deseo sellar nuestra unión aquí, en nuestro nuevo hogar, de acuerdo con las leyes de este país que siempre he sentido como mío.Sin embargo, debido a la religión que Burak profesaba y que Sophia había aceptado como propia desde su matrimonio en Diyat, decidieron no celebrar una ceremonia religiosa tradicional. Su boda sería solo un evento civil, pero no por
En los días posteriores a la prueba del vestido de novia, Sophia y Nur se sumergieron en los preparativos finales para la boda, sin imaginar la sorpresa que les esperaba. De pronto, las ventas de su línea de moda comenzaron a aumentar, con pedidos llegando de todo el país.—— ¡Mira esto, Sophia! —exclamó Nur una mañana, agitando una hoja de pedidos frente a su amiga— ¡Tenemos encargos de boutiques exclusivas en California, Florida y hasta Hawái!Sophia dejó escapar una risa emocionada, tomando la hoja entre sus manos, sus ojos se abrieron con asombro al ver las cifras.—— ¡Es increíble! Nunca imaginé que nuestros diseños tendrían tanta demanda, todas esas noches en vela, bordando hasta que nos dolían los dedos, valieron la pena.Se abrazaron, compartiendo una mirada cómplice cargada de orgullo y satisfacción, habían construido este sueño desde cero, y verlo florecer de esta manera era una recompensa invaluable.—— ¿Pero cómo es posible este repentino auge? —preguntó Nur, frunciendo el
Mehmet salió de la mansión con una enorme sonrisa de satisfacción en los labios, saboreando el caos que había desatado con su inesperada aparición. No podía creer su buena fortuna cuando sus hombres le informaron que habían encontrado a Zeynep y Kerem gracias a la publicación imprudente de una fotografía de la novia vestida de blanco.—La modista fue una tonta al compartir esa imagen —murmuró Mehmet mientras se dirigía a su automóvil, con sus ojos brillando con malicia— pero su descuido ha sido mi salvación. Gracias a ella, ahora sé dónde encontrar a mi hermano y a Zeynep.Al parecer, la modista no tan solo presumió su creación en las redes sociales, sino que debajo de la fotografía, estaba escrita toda la información sobre la ubicación donde se realizaría la ceremonia de Zeynep y Kerem.—Qué conveniente para mí —se regodeó Mehmet, dejando escapar una risa grave— debo admitir que me sorprendieron al esconderse tan bien durante todo este tiempo. Pero su felicidad y su descuido han sido