Los siguientes meses fueron intensos, había mucho que no conocía y que forzadamente necesitaba aprender, jamás habría creído que existía un mundo así justo frente a nuestros ojos. Los primeros que hicieron Saya fue contextualizar nuestra realidad actual, no somos las únicas, existe una sociedad completa de seres de las sombras, los vampiros son a penas una minoría. Existen diferentes tipos de vampiros de acuerdo a su legado, incluso respecto a quién los inicia y su propio potencial, son muy quisquillosos a la hora de admitir nuevos iniciados en la comunidad, nadie puede decidir libremente a quién convierte. A Saya la convertida en amante sin previo consentimiento, como ella a mi, con la diferencia en que su vida no estaba en riesgo, pero por sus antecedentes sanguíneos había sido escogida por "el consejo" y sus órdenes son ley. "El consejo" se trata de un grupo de vampiros mayores junto a especialistas en diferentes áreas que ayudan a mantener la sociedad en orden ya salvo, un áre
Una noche noté como se deslizaba un sobre debajo de la puerta. Llevaba demasiado tiempo sin hablar con Saya y me esperaba este tipo de interacción, ella no dejaría que siguiera ignorandola.Tome el sobre y me acomodé para leer su contenido con paciencia, tenía claro que necesitaría digerir sus palabras con cuidado, todo lo que provenía de ella era siempre intenso."Te vi. Yo te vi. Envuelta en aquellas cautivadoras llamas, consumiéndote en tu propio infierno artificial, queriendo dejar de respirar de una vez.Sola, perdida, vagando en las profundidades de una eterna noche. La gente habla sin saber, piden sin conocer en profundidad sus deseos, la codicia les impide ver y desean con avaricia la 'vida eterna'; Sin saber que existen almas con este don, almas sin lugar en este mundo, perdidas, sin vida, sin muerte, tan solo observando como todo se destruye... Lo cual nos causa el placer que perdimos al convertirnos en lo que somos.Pero aún sin sentir dolor, ver a la persona amada envuelta
Había pasado un año desde la última vez que vi a Xavier, recordar todo lo vivido a su lado era una constante tortura. En aquel tiempo creíamos, ciegos a lo perverso, que íbamos a estar por siempre unidos, todo eran recuerdos que de apoco carcomían mi interior. Sin saberlo ni pensarlo planeamos de a poco nuestra destrucción mientras somos mortales y en la inmortalidad sufriremos una eternidad.Somos culpables de todo y aun así disfrutamos inconscientemente culpando a alguien más. Perdemos, ganamos, caímos, nos levantamos... Y algunos, vivimos por siempre, culpándonos una y otra vez de los errores cometidos y de los besos no entregados, de las caricias que se quedaron guardadas y de los versos sin redactar. Deseamos volver a plantear aquellas conversaciones que nunca terminamos, pero aquella persona ya no existe, no está a tu alcance y no puedes volver atrás por muy grande que sea el dolor. Porque el reloj corre y no se detiene, no se devuelve.Jamás podrás entregar el beso que no di
Estábamos en los niveles más bajos de la mansión, cerca de las habitaciones del personal y los esclavos.Ella se mantuvo seria y cautelosa hasta llegar a una puerta con una gran tranca de madera. La movió y entré, la puerta se cerró fuertemente tras de mi.Él estaba esperando, sonreía hermoso, pasivo, como siempre. A torso desnudo se acercó a mí, me sentí envuelta en una hipnosis que ahora es solo una excusa. Dejé resbalar mi vestido quedando completamente desnuda ante él, me imitó, desnudos, solos, tan solo escuchando la melódica música de su palpitar... Se acercó aún más, hasta lograr besar con fuerza mis pálidos labios. Nuestros cuerpos se juntaron. Pero aquel olor me tentó, sentí la tensión de mis músculos y con una mirada pregunté mil cosas. Ingenioso, tan solo moviendo la cabeza, sin decir palabra alguna me invitó a probar de su ser. Entonces me acerque a su cuello, inhale, propague aquel dulce aroma en todo mi ser, lamí con delicadeza y aquellos cuchillos volvieron a florece
No sé si me dormí o simplemente permanecí inmersa en la miseria de mi realidad demasiado tiempo. Reaccioné al frío tacto de una mano en mi cabeza, di un salto retrocediendo en el suelo.-¿Elizabeth? No tengas miedo, soy yo- aunque seguía siendo su voz algo había cambiado y podía notarlo. -Xavier...- tiré lentamente de la tela que cubría mi cabeza y se reveló ante mi como una brillante visión su bello rostro. -Oh, mi amor, qué hicimos- me temblaba la voz, las manos y el alma.-Tranquila, tranquila mi niña- Se abalanzó a abrazarme con fuerza, acurrucando mi cabeza en su pecho. -Ahora estamos juntos y todo es perfecto, jamás moriré- había una alegría en su voz que me producía escalofríos.Permanecimos abrazados en un rincón de una habitación oscura, fría y húmeda. Las paredes de piedra raspaban la espalda de Xavier mientras a él parecía no perturbarle el hecho de estar ahí abajo.Podía ver la sombra de pisadas por una rendija sobre nuestras cabezas, muy arriba en el techo, por lo que sa
Cuando una persona desaparece se organizan búsquedas, se cubre el territorio y se difunde su rostro, la sociedad cumple con tareas de apoyo pero lo que finalmente mueve todo es el dinero. Cuando no hay recursos las búsquedas son más cortas, los rostros se olvidan y la sociedad pasa al siguiente desgraciado.No podía dejar que eso sucediera cuando Saya desapareció, ya pesar del apoyo de amigos y familiares, no utilizó los recursos reales para extender las búsquedas e investigaciones.Así recurrí a infinitas maneras de recolectar recursos de forma rápida y efectiva. Por esos años la moda de las clínicas invitro de la mano con la alta taza de infertilidad brindaron dividendos sustanciosos a quien estaba dispuesto a ser estudiado y conservado en frascos de cristal. No dudé un instante y le pedí a Xavier que lo hiciera conmigo. Así nuestros genes, junto con los de miles de personas, estarían para siempre resguardados en pro de la humanidad y yo podría seguir buscando a Saya.No pasó mucho
Cuando Xavier volvió tenía una sonrisa radiante iluminando su hermoso rostro, me tomó por los hombros y me besó la frente.-He hecho justicia por nosotros, mi amor- Agitó las manos haciendo una reverencia exagerada. -Ya no hay nada de lo que debamos preocuparnos, incluso he consiguió una ocupación- Sonaba tan convencido y feliz que no podía evitar sonreír a pesar de la confusión.-No estoy entendiendo nada, creo que necesitas explicarme qué ocurre- Le tomé las manos con suavidad buscando su atención, ya que parecía absolutamente envuelto en sus propios elogios.-ah, claro, claro- Nos sentamos frente a frente en un pequeño sillón de tela. -No hemos hecho nada malo, todo ya sido un plan de Saya para castigarte- Puso sus delicados dedos en su entrecejo con irritación -He puesto las cosas en orden, todo estará bien para nosotros, tendremos donde vivir en compensación por lo sucedido.- Apretó mis manos con fuerza.Su vaga respuesta y su sonrisa segura no me dejaban tranquila, menos el solo
Anastasia, Felisa y Romina componían el grupo de amigas que había conocido, los novios de Felisa y Romina y el hermano de Anastasia también nos acompañaban, Roman, Marcial y André. Siendo ambos hermanos los únicos solteros del grupo.Cada tarde nos reuniríamos en mi casa, había destinado un salón precisamente a esto, los chicos eran letrados abogados y doctores, las chicas estudiosas filosóficas e investigadoras del comportamiento de las especies. André era médico, de él aprendí más sobre nuestro nuevo mundo, licántropos, brujos y elfos eran solo algunas de las especies con las que compartiamos territorio. También aprendí que el lugar en donde estábamos no existían en realidad para el mundo humano, los brujos habían construido un sólido sigilo en todo nuestro entorno, siendo así un gran territorio escondido del mundo. Pero la mayoría, como Saya, vivían en cercanía de los humanos, inclusive entre ellos.Todo lo que escuchaba era como volver a los cuentos de antaño y llenaban mi alma d