A los pocos días, Luisa se dirige a ver a Xavier, aunque este tratara por todos los medios de evitarlo, pero tristemente la joven ha ido a verlo y rompe en llanto al ver a su novio en tan malas condiciones…-¡Xavier! – corriendo hacia los brazos del hombre- ¿Qué haces acá? – mirando a Sebastián…-Es peor de terca que Aranza – suspirando-Luisa, ¿Por qué viniste?- ¿No quieres verme? – mirando con ojitos de cachorro a Xavier-No es eso, este no es lugar para una dama – secando aquellos ojitos-Fue mi culpa, intenté defenderme pero esa mujer…-No fue tu culpa – besando aquella frente…-Perdí al bebé – empezando a llorar-Lo sé…por eso estuve a punto de matar a ese idiota…¿Qué dice tu madre?-Mi mamá no dice nada, quien está furioso y contigo es Don DiegoXavier da una sonrisa nerviosa – lo sé, ya me dio mi castigo…-¿Saldrás de acá?-Claro…y nos casaremos- ¿Eh? ¿no te importa el escándalo?-Claro que no…serás mi esposa – besando suavemente a LuisaY la joven da una sonrisa…-Don Diego
Los meses pasaron, y Aranza se encuentra en el hospital dando a luz a su nuevo par de mellizos, pues en las ecografías se evidenció que los bebés de nuevo son un niño y una niña, así que mientras ella está en una cesárea, Sebastián como buen esposo espera por noticias, siendo observado por su suegro, cuñado, padre y mejor amiga. -Le vas a abrir un hueco al piso, idiota -Jajaja, si cuñado como digas, ya te veré a ti esperando el día que nazca tu hijo – y ve la sonrisa de Luisa mientras esta acaricia su pancita -Sebastián, los niños estarán bien igualmente la marquesa -Pero se están tardando… -Es normal que se tarden, es una cesárea Pero nada calma a Sebastián quien camina como idiota por todo el pasillo de maternidad… Hasta que por fin después de unos cuantos minutos que fueron eternos, un par de enfermeras salen cargando dos adorables bultos en sus brazos, todos se acercan para ver a los bebés, mientras que el niño llora a todo pulmón, la pequeña niña duerme dulcemente mientras
-“¡Por favor…Sebastián déjame salir! ¡por favor, si tanto quieres el divorcio te lo daré, pero déjame salir…deja vivir a mi bebé!”Siempre que cerraba sus ojos siempre recordaba esa súplica, luego recordaba aquella risa burlona que daba a la puerta de roble macizo, para dar media vuelta y marcharse…Debió escucharla, debió dejarla irse…nunca pensó que ella hablaba enserio con lo de su embarazo…es más siempre se pregunta él, ¿Cómo carajos logró mantener oculto el embarazo seis meses? Él juraba que ella lo había perdido después de aquella espantosa golpiza.Pero ya nada de eso tiene razón de preguntar, además recordar cuando regresó a su casa de verse con su cuñada/amante…y ver aquella escena, la ambulancia, el cordón policial, su cuñado llorando y para su horror aquella manta blanca en el suelo.-“¡¿Qué demonios hacen en mi casa?! ¡¿Cómo se atreven?!”Pero no alcanza a decir más pues su cuñado, Xavier se ha lanzado a golpearlo, varios empleados suyos y la policía tienen que alejar al h
Cuando Sebastián vuelve a verla queda encantado, esos ojos verdes, ese cabello rubio como el sol…¿Cómo pudo hacerle tanto daño en el pasado?-Aranza…bienvenida-Es la primera vez que me llamas por mi nombre ¿a qué se debe, marqués?Sebastián queda en shock…-Solo quise ser atento…te he descuidado mucho-Sí, desde que nos casamos para ser exactosTodos los empleados sienten el ambiente tenso.-Aranza…sigue toma asiento y cenemos, pensé que querrías refrescarte antes de…-Tengo algo importante que decirte, así que no tiene importancia si me doy un baño o no-De acuerdo – acercándose y como todo caballero ofrece la silla al lado de la suyaSebastián toma asiento y ordena servir la cena, los platillos son servidos y cuando Aranza ve que todo es la comida que le gusta apenas levanta una ceja, algo le pasa a su esposo, pero bueno esos intentos por ser considerado llegaron tarde, muy tarde…-Aranza – dejando la copa de vino – ¿Qué deseas decirme?-Esto – entregando el sobre – espero firmes…y
-Aranza…-Marqués…quiero presentarte a mi mejor amigo Miguel Fernández de Córdoba…Conde de los Acevedos-Un placer marqués de Alba – colocándose de pie y extiende su mano para saludar a SebastiánPero el hombre no se mueve y mira como si pudiera matar a Miguel.-Marqués ¿esos son los modales que su madre Doña Valeria le ha impartido? – Sebastián queda en shock-Perdón por mis modales – estrechando la mano de Miguel – estaba consternado, no sabía que la marquesa tuviera amigos-Me encontraba en Francia, terminando mi doctorado en leyes en la Universidad de La Sorbona-Entiendo, pero adelante disfrute de su estadía – mirando a Aranza – espero que mi marquesa me conceda unas palabras más adelante-Claro marqués…pero primero hablaré de asuntos legales con Miguel, como te expliqué ayer; él es mi abogadoEl mencionado apenas nota el ambiente tenso, pero lo disfruta porque así tendrá a Aranza para él…como debió haber sido desde un principio.-Marquesa, no quiero ser inoportuno…así que cuando
- ¿Te has golpeado en la cabeza, hijo?-No padre…-Entonces ¿estás enfermo? Aranza dime ¿está enfermo mi hijo? – diciendo muy preocupada-No Doña Valeria, eso mismo quisiera saber yo…marqués – dejando a los padres de Sebastián en shock – dinos ¿Qué te pasa?-Nada…solo que me he dado cuenta de la clase de terrible esposo que he sido-Querida ¿te pasa algo?- ¿Por qué pregunta Doña Valeria?-Nunca llamaste a mi hijo…-Me di cuenta de que no debo perder el tiempo con alguien que no me estima en lo más mínimoLos padres de Sebastián fulminan a este con la mirada, y el hombre se pone nervioso.-Aranza…- ¿Qué pasa marqués? Acaso ¿no estoy diciendo la verdad? Seguramente estás así de afectuoso porque te dije que Xavier heredará el título de Duque del Infantado y no tú, porque por eso te casaste conmigo…por el título de mi padre- ¡Sebastián Martínez de Irujo, al despacho!-Sí padreAsí padre e hijo se dirigen hacia el despacho, mientras que Aranza y Valeria quedan en la sala.-Querida no di
Y así, dando media vuelta Sebastián se aleja de la habitación, y se dirige a preparar todo para recibir a su suegro y cuñado, mientras que Aranza intenta calmarse, no quiere ver a su padre y hermano molestos o peor, no quiere ver a Xavier masacrando a Sebastián a golpes en su casa, porque sabe del deseo de su hermano mayor por matar a su esposo, ellos nunca se han agradado, desde niños ha sido así y aunque sabe que Xavier se controla por ella, desde que padre e hijo se enteraron de los malos tratos y de la infidelidad de Sebastián, han querido tener la oportunidad de matar al marqués de Alba, por herir a alguien tan bueno y puro como lo es Aranza.A la noche, el Duque del Infantado y Xavier han llegado a la mansión de Sebastián y son recibidos tanto por el marqués como por Aranza y ambos hombres notan que Aranza estuvo llorando, Xavier en el acto se acerca y abraza a Aranza.-¡¿Qué le hiciste a mi hermana?!-Cuñado…- ¿Cuñado? ¿ahora sí me tratas con respeto? ¡¿Qué le hiciste a mi her
-Fue un error, lo siento madre- ¡¿Un error?! ¡eso es no es un error! ¡Doña Aranza de Arteaga y yo arreglamos tu matrimonio! ¡¿Cómo pudiste faltar a mi palabra de ese modo!-Lamento causar disgustos en mi madre, pero he terminado con esa relación- ¡Más te vale! ¡si vuelvo a enterarme de que vuelves a ver a esa mujer me vas a conocer, Sebastián!-Como digas madre, ahora iré con mi esposaY así, para evitar más regaños de parte de su madre; Sebastián se dirige hacia la habitación en donde encuentra a Aranza dulcemente dormida, así que simplemente se acerca y toma asiento en la cama.-“Vaya expectaculo que montaste con Xavier”-Mejor cierra la boca ¿Qué quieres?-“Bueno vine a charlar ¿Qué, eso es malo?”Sebastián apenas da un suspiro – ¿crees que estarán bien?-“Aranza es fuerte, si soportó seis meses encerrada a base de pan y agua”Sebastián en el acto frunce el ceño – ¿tenías que recordármelo?-“Tienes que tener presente eso, marqués…” – y así se desvanece-Mierda…¿Por qué tenía que