- ¿Te has golpeado en la cabeza, hijo?
-No padre…
-Entonces ¿estás enfermo? Aranza dime ¿está enfermo mi hijo? – diciendo muy preocupada
-No Doña Valeria, eso mismo quisiera saber yo…marqués – dejando a los padres de Sebastián en shock – dinos ¿Qué te pasa?
-Nada…solo que me he dado cuenta de la clase de terrible esposo que he sido
-Querida ¿te pasa algo?
- ¿Por qué pregunta Doña Valeria?
-Nunca llamaste a mi hijo…
-Me di cuenta de que no debo perder el tiempo con alguien que no me estima en lo más mínimo
Los padres de Sebastián fulminan a este con la mirada, y el hombre se pone nervioso.
-Aranza…
- ¿Qué pasa marqués? Acaso ¿no estoy diciendo la verdad? Seguramente estás así de afectuoso porque te dije que Xavier heredará el título de Duque del Infantado y no tú, porque por eso te casaste conmigo…por el título de mi padre
- ¡Sebastián Martínez de Irujo, al despacho!
-Sí padre
Así padre e hijo se dirigen hacia el despacho, mientras que Aranza y Valeria quedan en la sala.
-Querida no digas eso…mi hijo…
-Doña Valeria, no tiene caso, su hijo nunca me ha querido…nunca me quiso ni siquiera un poco
-Mi niña…
-Doña Valeria – tomando las manos de la dama – le tengo una buena noticia
- ¿Eh? ¿Qué pasa querida?
-Va a ser abuela – y en el acto los ojos de la mujer se iluminan
- ¿Estás…embarazada? – Aranza con una sonrisa asienta – mi niña – dando un abrazo a Aranza
Mientras…-¡¿Es que acaso eres un idiota?! – abofeteando a su hijo con fuerza – tu madre y Doña Aranza de Arteaga organizaron tu matrimonio ¡¿y te atreves a lastimar a tu esposa?! ¡yo no te críe de ese modo Sebastián!
-Padre…yo…
- ¡¿Quién es la zorra?! ¡¿Quién es la mujerzuela con la que engañas a tu esposa?!
-Yo…
- ¡Y no me mientas!
-Es Lucía Santana – Daniel queda en shock – pero he terminado con ella
Y vuelve a recibir una bofetada.
-¡Bastardo! ¡¿con esa zorra?! ¡¿con esa bastarda?!
-Padre
- ¡Padre nada! ¡¿Cómo te atreves?! ¡Aranza Arteaga es la mejor mujer que pudimos escoger para ti!
-Lo sé y reconozco mi error, por eso quiero arreglar mi matrimonio
-Más te vale que ella no te pida el divorcio, porque de forma inmediata hablaré con su majestad ¡te quitaré el título de marqués! ¡¿entendiste?!
-Perfectamente padre…¿puedo ir con mi esposa?
-Es lo menos que deberías hacer…
Y así ambos hombres salen y ven a Valeria mimando a Aranza pero sobre todo dándole regalos – ¿Qué pasa Valeria?
-Querido…Aranza nos hará abuelos
Daniel se acerca y abraza con fuerza a Aranza, luego se acerca a su hijo y le da un par de palmadas en el hombro – muy bien hijo, hasta que cumpliste con tu deber con la familia Martínez de Irujo
-Padre…
-Nada de padre, cumpliste con tu deber, dinos querida ¿Cómo te sientes?
-Bien, fuera de los ascos mi bebé es tranquilo
-Tranquila – todos se giran a ver a Sebastián – te dije Aranza que el bebé será niña
- ¿Cómo puedes saberlo?
- “Porque vi su cadaver” solo lo sé madre, Aranza me dará una niña
-Bueno sea niño o niña, Dios quiera sea sano…será el heredero de nuestra familia ¿verdad Daniel?
-Claro que sí Valeria – sonriendo – pediré que tengan el mejor almuerzo
-No es necesario Don Daniel
-Nada es menos por garantizar el bienestar de mi nuera y nieto
-Nieta – sus padres apenas voltean sus ojos – papá te puedo apostar mi fortuna personal a que es niña
- ¿Seguro?
-Muy seguro…
-Bien te apuesto los caballos de la familia
-Trato – y así ambos hombres sellan su apuesta con un apretón de manos
Mientras las dos damas apenas los miran con sonrisas en sus rostros.
-Bien pasemos al jardín, tenemos un rico desayuno, ¿deseas algo en especial querida?
-Bueno he tenido antojos de comer huevos de codorniz
-Pediré ahora mismo que te los preparen
-Aranza…
- ¿Qué sucede marqués?
-Nunca me dijiste de tu antojo…
-No hace falta – los padres de Sebastián apenas lo miran – como ni yo ni tu bebé te importamos
Y Daniel vuelve a poner la misma cara asesina de hace unos minutos.
-¡Al despacho!
Dando un suspiro resignado – sí padre…
-¿Eh?
-Daniel no quiere que lo veas perdiendo el control – tomando las manos de Aranza – vamos querida, tienes que alimentarte bien
Y mientras Sebastián vuelve a recibir un regaño de parte de su padre, y mientras Aranza y Valeria toman el desayuno de forma amena, en el centro de Madrid, una mujer se encuentra terminando de acomodar su vestido, para así concluir el pago por el trabajo encargado, dado que necesita desaparecer a su media hermana del mapa, para así tener todo para ella, desde el marqués de Alba, hasta el Ducado del Infantado…pero para eso Aranza y su bebé deben ser borrados del mapa.
-Ya sabes, cuando la zorra esa salga con rumbo hacia un control médico la raptarás
-Lo haré, tranquila…y me encargaré de tu pedido especial
-Quiero que la encuentren desangrada…y con el feto por fuera
-Así será…descuida…
-Bien más te vale no fallar
-No fallaré, tranquila…más te vale tener todo el dinero
-Lo tendré, solo tengo que hablar con mi querido marqués…
-Perfecto, nos vemos Lucía – y así se marcha de la habitación de la mujer
Mientras…
En la mansión de los Martínez de Irujo, Aranza recibe mimos y atenciones de parte de sus suegros mientras que Sebastián apenas mira, y da una sonrisa dado que si logra poner a sus padres de su lado; Aranza simplemente por hacerlos felices, no le dará el divorcio…
Bueno esa es la idea…
-Doña Valeria creo que es demasiado – viendo todos los bellos regalos
-Nada es menos si es por asegurar que mi nieto nazca bien y entre lujos mi niña
-Nieta – haciendo que su madre voltee sus ojos – madre Aranza me dará una niña
-Jovencito faltan meses para saber el sexo…
-Pero algo me lo dice padre
Aranza suspira y apenas da una sonrisa, mientras ve los lindos ropones para su bebé – esto se ve muy costoso doña Valeria
-Claro querida, esos ropones los escogí desde que te casaste con mi hijo – los mencionados se sonrojan de golpe
-Mamá…basta…
Y Valeria apenas da una sonrisa, mientras saca un lindo traje de recién nacida – mira por si es niña
-Gracias Doña Valeria…
-Gracias madre
-Aranza – recibiendo toda la atención de la joven madre – toma – entregando una carpeta con el sello de la familia Martínez de Irujo
- ¿Eh?
Y así Aranza abre la carpeta y se sonroja de golpe, Sebastián se acerca e igualmente se sonroja dado que la carpeta contiene las escrituras del castillo familiar de los marqueses de Alba, un bello palacete cercano a la ciudad de la Alhambra.
-Don Daniel…no debería
-Esta es la propiedad más exclusiva de los Martínez de Irujo, será para mi nieto…
-Nieta
Los marqueses apenas miran a su hijo…y voltean sus ojos. Mismamente Aranza da una sonrisa.
-“¿Qué te parece? Te estás ganando a tus padres”
-¿No puedes ser menos inoportuno? Si mis padres me ven pensarán que estoy hablando solo
-“Tranquilo, ellos no me pueden ver…y además solo estamos hablando entre nosotros, así que para tus padres tú estás como idiota mirando a tu esposa”
-Oh…que inteligente de tu parte…¿Cómo debo llamarte?
-“Como te parezca, si quieres llamarme amiga puedes hacerlo”
-Espera ¿eres mujer? – la silueta asienta antes de desaparecer – vaya…
-Sebastián…
- ¿Qué pasa madre?
-Dinos ¿Cómo se llamará nuestro nieto?
-De ser niña será Alma, de ser niño será Xavier
- ¡¿Xavier?! – diciendo los marqueses a coro
-Hijo tú no soportas a tu cuñado
-Pero es un deseo de Aranza, así que a una embarazada no se debe contradecir
La mencionada se sonroja de golpe.
-Bien pasemos a tomar el almuerzo ¿tienes un antojo en especial querida?
-Quisiera paella…el bebé parece gusta de los mariscos
-Nunca me lo dijiste…
-Supe de mi antojo mientras estaba con mi padre – sonriendo y Sebastián se sonroja de golpe
Los padres de este apenas se quedan mirando al joven y sonrisas cómplices se forman en sus rostros.
El almuerzo termina y el joven matrimonio se dirigen de regreso a su mansión, durante el trayecto hablan del regalo que ha hecho el padre de Sebastián a ellos, y mientras el matrimonio hablan y evitan tocar el tema del divorcio, en su despacho judicial, un joven contempla el retrato del amor de su vida, y se lamenta de que su padre haya hecho tarde la petición de mano de Aranza…
-Bueno, ella está por divorciarse…y podré tenerla…
Dibujando una siniestra sonrisa en su rostro, pero para su cometido necesita que Lucía cumpla con su parte del acuerdo, que Aranza pierda el bebé que espera, porque él un conde no cuidará del hijo de otro hombre, así que espera que esa inútil de Lucía haga bien todo.
-Vamos a ver…si esa estúpida falla, podré usar el embarazo de Aranza para mi beneficio
Y da un suspiro resignado, porque sabe que puede usar el embarazo de Aranza en su beneficio…pero él no quiere tener que ver a la joven con un vientre abultado, la prueba de que ella ya fue de otro hombre.
-M****a – acomodando su cabello
Y al cabo de un par de horas, Aranza y Sebastián llegan a su mansión y como todo un caballero, el marqués decide llevar a la joven hacia su habitación, mientras los empleados cargan las cajas y bolsas con regalos.
-Marqués, marquesa
- ¿Qué pasa Sofía?
-Una llamada del Duque del Infantado…
- ¿Le pasa algo a mi papá?
-Informa que él y el señorito Xavier llegarán en la noche
- ¡¿Enserio, llegarán esta noche?! – diciendo con una enorme sonrisa en su carita
-Así es Marquesa…
- ¡Sofía prepara las mejores habitaciones, la mejor comida…mi hermano ama la carne asada y a mi padre le encantan los mariscos!
-Cómo ordene marquesa – mirando hacia Sebastián
-Prepara todo como ha dicho mi esposa
La mujer hace una reverencia y se dirige a preparar todo.
-Aranza…por favor…
- ¿Qué pasa?
-Tu padre y hermano, ¿saben?
-Claro que saben, son mi familia son el tío y abuelo de mi bebé y es claro que me van a proteger de ti y de Lucía
El mencionado traga grueso – Aranza
-Que no se te olvide, solo estaremos casados; lo que dure mi embarazo
-Aranza, por favor no hagas esto yo no quiero el divorcio
-Solo lo dices por el título de mi padre
- ¡No! ¡lo digo porque te quiero!
-Deja de mentir – dejando que las lágrimas abandonen sus ojitos – tú nunca me has querido, te casaste conmigo por cumplir la palabra de Doña Valeria y Don Daniel
- ¡No, no lo hago por eso…lo hago porque te quiero!
- ¡Basta, basta no me mientas! ¡tú nunca me has querido y la prueba es que no pudiste respetar nuestros votos por un día! – mientras entra en la habitación y cierra la puerta en la cara de Sebastián
-M****a…
-“¿Por qué te gusta hacerla llorar?”
- ¿Por qué no mejor te callas? ¿Qué no ves? La hice llorar
-“Oye…solo digo lo obvio, así que deja de hacerla llorar, está embarazada…¿Qué quieres, que le suceda algo al bebé?” – desvaneciéndose
- ¡Jamás! ¡nada le sucederá a mi hija!
Mientras adentro, Aranza se encuentra llorando, mientras abraza el traje de recién nacida que le diera Sebastián, porque ella no quiere divorciarse, quiere salvar su matrimonio…pero Sebastián se empeñó en arruinar su matrimonio, y hacerla ver a ella como si fuera la culpable del matrimonio, cuando ellos fueron comprometidos.
-Bebé…por favor…perdóname, tu padre no nos quiere, no nos quiere – rompiendo en llanto
Y afuera Sebastián la ha escuchado, y sus ojos lo traicionan.
-Aranza, así tenga que morir dos veces…no permitiré que dudes de mi amor, no dejaré que dudes de mis sentimientos
Y así, dando media vuelta Sebastián se aleja de la habitación, y se dirige a preparar todo para recibir a su suegro y cuñado, mientras que Aranza intenta calmarse, no quiere ver a su padre y hermano molestos o peor, no quiere ver a Xavier masacrando a Sebastián a golpes en su casa, porque sabe del deseo de su hermano mayor por matar a su esposo, ellos nunca se han agradado, desde niños ha sido así y aunque sabe que Xavier se controla por ella, desde que padre e hijo se enteraron de los malos tratos y de la infidelidad de Sebastián, han querido tener la oportunidad de matar al marqués de Alba, por herir a alguien tan bueno y puro como lo es Aranza.A la noche, el Duque del Infantado y Xavier han llegado a la mansión de Sebastián y son recibidos tanto por el marqués como por Aranza y ambos hombres notan que Aranza estuvo llorando, Xavier en el acto se acerca y abraza a Aranza.-¡¿Qué le hiciste a mi hermana?!-Cuñado…- ¿Cuñado? ¿ahora sí me tratas con respeto? ¡¿Qué le hiciste a mi her
-Fue un error, lo siento madre- ¡¿Un error?! ¡eso es no es un error! ¡Doña Aranza de Arteaga y yo arreglamos tu matrimonio! ¡¿Cómo pudiste faltar a mi palabra de ese modo!-Lamento causar disgustos en mi madre, pero he terminado con esa relación- ¡Más te vale! ¡si vuelvo a enterarme de que vuelves a ver a esa mujer me vas a conocer, Sebastián!-Como digas madre, ahora iré con mi esposaY así, para evitar más regaños de parte de su madre; Sebastián se dirige hacia la habitación en donde encuentra a Aranza dulcemente dormida, así que simplemente se acerca y toma asiento en la cama.-“Vaya expectaculo que montaste con Xavier”-Mejor cierra la boca ¿Qué quieres?-“Bueno vine a charlar ¿Qué, eso es malo?”Sebastián apenas da un suspiro – ¿crees que estarán bien?-“Aranza es fuerte, si soportó seis meses encerrada a base de pan y agua”Sebastián en el acto frunce el ceño – ¿tenías que recordármelo?-“Tienes que tener presente eso, marqués…” – y así se desvanece-Mierda…¿Por qué tenía que
Xavier corre y toma a su hermana en brazos, todo un pandemonio se desata en la mansión de Sebastián – ¡busquen a un médico!Xavier corre con su hermana, y la lleva al interior de la mansión, Sebastián intenta seguirlos pero Diego lo frena de un puño al rostro – ¡te quiero lejos de mi hija! ¡hijo de perra! ¡maldita la hora en que te entregué a mi hija!-¡Por favor suegro, ella es mi esposa!- ¡Sólo porque mi esposa orquestó tu matrimonio! ¡arruinaste a mi niña! ¡bastardo!Y así Diego da media vuelta y vuelve a la mansión, Sebastián está por correr pero Carlos lo frena con una orden – ¡un solo paso más…y dejaré a tu familia en la ruina! – y Sebastián frena de golpe-Majestad por favor…mi esposa-Arreglaré todo para que ese matrimonio quede disuelto en el menor tiempo posible ¡Aranza dejará de ser marquesa de Alba y ese niño no cargará con el estigma de ser un bastardo! ¡de eso me encargaré yo!- ¡Por favor no!- ¡Debiste pensar en eso! ¡afronta las consecuencias de tus actos!- ¡Madre,
Sebastián corre detrás de su esposa, cuando llega y la encuentra llorando en su habitación abrazando una almohada.-Aranza, por favor no llores…mi bebé…-A ti no te importa el bebé – levantando su carita – ¡admítelo solo finges porque quieres el título de mi padre!Pero Sebastián toma a Aranza de los hombros y la besa, dejando a la joven en shock – no vuelvas a decir esto…no me importa el título de Duque del Infantado, me importas tú y mi hija-Pero…-Pero nada Marquesa de Alba, serás mi esposa…hasta que la muerte nos separe, no me ensuciaré las manos con ese gilipollas de MiguelAranza se sonroja de golpe.-No hagas eso…sería un escándalo para la familia Martínez de Irujo-Entonces, dile a ese hombre…que se aleje de buena manera de tiAranza apenas mira a su esposo…-Tengo miedo por mi bebé, me duele el vientreY en el acto se activa los instintos protectores de Sebastián – ahora mismo iré a buscar un médicoAl salir de la habitación ve a Diego y a Xavier…y los dos hombres apenas mir
*Mientras en el centro comercial, Aranza disfruta de escoger ropita, juguetes, peluches, libros y demás cositas adorables para su bebé, mientras que Sebastián apenas mira y se dice que su esposa lo dejará en la ruina, pero bueno…mientras ella sea feliz y su bebé sea feliz…el dinero se podrá recuperar. Así que se acerca a ella cuando está escogiendo la cuna del bebé – ¿Qué haces? -Marqués…tengo un conflicto - ¿Qué puede estar agraviando a mi esposa? – Aranza se sonroja de golpe -No sé qué adornos escoger – mirando a Sebastián con ojitos de borrego – me gustan las golondrinas pero mira hay corderitos… Sebastián apenas sonríe antes de acercarse y besar a su esposa dejándola en shock – y si ¿llevas ambos? – Aranza apenas lo observa -¿Eh, ambos? -Sí, ambos son adorables y no quiero seguir viendo como inflas las mejillas – Aranza apenas forma un adorable puchero -Está bien – dando una sonrisa – tenemos que conseguir las telas para su traje de recién nacida -Yo las compraré, ahora ve
Así que su alteza real el príncipe de Asturias se dirige al hospital para ver a Aranza, y al entrar ve a Sebastián dormitando a lado de la joven quien apenas duerme dulcemente.-Felipe ¿Qué haces acá?-Don Diego – dando una sonrisa – supe del ataque a Aranza-Ya veo, supe que estabas en Galicia-Estaba de viaje, disfrutando lo que me queda de soltero – mirando fijamente a Diego-Te diré algo y espero no te moleste-Don Diego, usted es como un segundo padre así que adelante ¿Qué pasa?-No te cases con Camila Sacristán- ¿Eh? ¿Por qué?-Ella es amiga de la bastarda de Lucía…Felipe queda en shock – Don Diego…-Ella no es digna de ser princesa de Asturias, busca a una mujer decente, porque siendo amiga de Lucía, de seguro no es decenteY el hombre frunce el ceño en el acto.-Don Diego, tomaré en cuenta sus palabras…es más Camila Sacristán no me interesa, mi madre es quien quiere casarme con ella…yo estoy enamorado de Isabel Santillana-La Baronesa de Abella-La misma – sonriendo-Entonce
Sebastián se queda frente a aquella puerta, pensando en muchas cosas, pero sobre todo pensando en que Miguel es una verdadera amenaza para su familia, en especial para su bebé, porque sabe que el hombre no tiene intenciones para nada buenas con la criatura.-“¿Qué harás?”-No tengo ni idea…como vez Aranza…-“Como te dijo tu suegro, lucha gilipollas, lucha por ellas…porque si no yo te enviaré al otro mundo” – desvaneciéndoseAsí que Sebastián se dirige de vuelta a la habitación de Aranza, pero simplemente se acerca, besa su frente y le da la espalda, dejando confundidos a la joven y su familia.-¿Eh? ¿Qué pasa marqués?-Vamos a dejar las cosas claras Aranza…si me dejas te quitaré a mi hijaLa joven queda en shock.-¡¿Cómo te atreves bastardo?!-Soy abogado y no por nada dicen que soy el mejor de España – girándose y viendo a la joven con sus ojitos ahogados en llantoY aunque le duele verla así, esa es su última carta, apelar al amor maternal de Aranza – así que ya sabes marquesa, si q
Valeria toma su teléfono y llama a la mansión de su hijo, Sofía atiende la llamada y le informa que el marqués está tomando una ducha, que ahora mismo le informará del parte de salud de Aranza, al irse el médico los abuelos se dirigen a ver a Aranza quien duerme usando una máscara de respiración nasal, y Diego se acerca para tomar la mano de su niña adorada.-Si te viera tu madre…-Don Diego…-Doña Valeria, lo diré solo una vez, usted y mi esposa arrojaron a mi hija al infierno, no debí honrar la palabra de AranzaValeria entiende y asienta con la cabeza – comprendo su sentir Don Diego, y si Aranza desea divorciarse no me opondréDiego asienta mientras mira a su hija dormir – espero que ese desvergonzado-Sebastián no buscará a Lucía, me encargaré de eso – frunciendo el ceño-Doña Valeria ¿en qué falló usted con su hijo?-Lo malcrié, es verdad…Al poco llega Sebastián y se dirige a la habitación de Aranza y la encuentra aún dormida, mientras que sus padres están con ella-Mamá, papá…