Ignacio llegó a su habitación después de haber estado en la sala pensando qué haría con la situación en qué estaba, una cosa tenía clara y era que la pequeña formaría parte de su vida.Se había dado una ducha y al salir intentó comunicarse con Fermina, le había dejado algunos mensajes, he intentado llamarla, pero la mujer se negó a responder.A Ignacio no le importó la situación por la que estaba pasando, el estrés que estaba sintiendo, decidió hacerle honor al apodo que le precedía.Se sentó en la laptop y como si nada estuviera ocurriendo, revisó y adelantó todo el trabajo que tenía pendiente, el cual había sido enviado por su secretaria mediante correo, al finalizar reclinó la silla y pensó un poco más en la situación, después de haber tomado la decisión de hablar una vez más con Fermina, se fue a la cama.Mientras él intentaba dormir, Salomé, dormía plácidamente al lado de su madre, después de haber sido acostada no se despertó más.La noche había finalizado dándole paso a un nuev
—Muy bien Fermina, sabes que no soy un hombre de rogar. Pero tenía que intentarlo, porque sé que de una u otra manera te estoy fallando, quería remediarme porque sé que teníamos planes.—Los teníamos Ignacio, eso te deja como un hipócrita, pero no lo estás entendiendo. —Me estoy poniendo en tu posición, Fermina y entiendo que estés molesta, por eso estoy aquí, pidiéndote que me des la oportunidad de demostrarte que la presencia de Salomé no afectará lo nuestro, seguiré siendo el mismo hombre que te respeta y te quiere, que te tendrá como su prioridad, pero ahora no solo serás tú, tengo una hija, no la busqué, sé que esto cambia todo lo que teníamos planeado, pero es mi deber hacerme responsable de ella, me conoces por ser un hombre responsable, coherente, sensato, justo aunque no lo parezca, lo que me lleva a decidir que la pequeña merece tener a su padre, no importa cuántas reglas tenga que romper, si el karma lo decidió así, la vida o lo que sea, estoy dispuesto a cambiar. Los camb
Ignacio había finalizado su visita a los diferentes departamentos, había logrado dejar al personal instruido, para la sesión fotográfica de ese día, se dirigió a su oficina, realizó un par de llamadas con la intención de conocer la magnitud del escándalo que se le avecinaba.Violet había organizado a Salomé, Lana al estar lista ingresó para hacerse cargo de ella, Violet procedió a prepararse.Fermina conducía al lugar, en tanto en una llamada con una amiga y colega escuchaba los consejos de como no permitir que le robaran a Ignacio, aquella mujer de decisiones firmes, empezó a tener dudas de haber dejado la relación.«¿Dejártela tan fácil? Eso jamás, tengo lo que tú no tienes, Ignacio me ama, soy la mujer ideal, su tipo, tú no eres más que una aparecida, te haré conocer tu lugar»—Lana estoy lista…—Sí, Violet, estamos esperando por ti.—Las dos están hermosas. Lana, recogeré algunos juguetes, baja por favor, ya el guardaespaldas y el chofer están esperando, ten cuidado.Lana asintió,
Ignacio pretendía salir, pero una llamada a su teléfono lo detuvo, era Simón, Fermina había llamado, diciendo que Violet era una mala mujer, que solo buscaba la fortuna de Ignacio, este quería asegurarse de que Ignacio hiciera bien las cosas.Ignacio lo había escuchado como habitual, teniendo en cuenta sus consejos, aunque a la final nada influía en sus decisiones, dejó la llamada, recibiendo una más de Richard, fue informado el proceso para reconocer legalmente a Salomé, ya estaba tramitado, solo debían presentarse a gestionar.Ignacio caminaba a la salida, en tanto hablaba por teléfono, al llegar dejó la llamada, al ver a Violet descender del auto con Salomé en brazos.Esbozó una sonrisa, y caminó hacia ellas, la pequeña, al verlo, empezó a llamarlo, extendió sus brazos.—Buenos días, Ignacio, lamento haber llegado tarde, se me presentó un inconveniente.—Buenos días, no es problema, Violet, ¿está todo bien con Salomé? ¿El inconveniente fue con ella?Ignacio la sostenía contra su pe
Liana se retiró, Ignacio tomó un poco de agua y se dirigió al área de descanso, donde esperaba Violet ansiosa, quería terminar la sesión, esperaba poder salir a tiempo para recoger a Mariska en el aeropuerto.Salomé se había calmado, estaba jugando, en cuanto lo vio extendió sus brazos.Violet le ayudó a caminar hasta la puerta en donde el hombre esperaba de cuclillas, con una amplia sonrisa, sintiendo había tomado la decisión correcta.Ignacio la sujetó, la levantó y empezó a hacerle mimos, era un hombre diferente cuando estaba con ella.—Hola, Ignacio… Ignacio quisiera saber antes de irme a la sesión de fotos y dejar a mi hija, si el asunto con su esposa, está solucionado.—Ahora soy un hombre soltero, mi tiempo pertenece a la mujercita aquí presente y mi empresa, puede irse usted con seguridad y tranquilidad de que ella estará bien.—¿Está usted seguro? No me gusta el modo en que su esposa trata a mi hija y créame, soy muy decente, pero …—No, no debe preocuparse, ella no volverá a
Liana tocó su cabello, agradeció e indicó donde podía sentarse, en tanto organizaba la agenda, miraba a Violet y le sonreía.«Ojalá que también usted conquiste al igual que la jefecita, al jefe, esa señora era tan …» Los pensamientos de Liana fueron interrumpidos por la salida de Ignacio y compañías de la sala de juntas.Salomé, ya con sueño, le sonrió a Violet.—Hola… mi nena preciosa, ven deja que mami te consienta un poco —extendió los brazos.Salomé sonrió ampliamente y se negó, recostándose contra el pecho de Ignacio.Levantaba su rostro y ante cada intento de Violet se reía, sin aceptar su invitación.—¿Está usted lista para ir a almorzar y ponernos al día con los asuntos de la señorita? —inquirió Ignacio sosteniendo la corbata para que Salomé pudiera jugar con ella.—Si, por supuesto, me gustaría hacerlo cuanto antes, tengo que recoger a mi amiga y manager en el aeropuerto.Ignacio asintió, se acercó a Liana, le dio órdenes con respecto a sus siguientes responsabilidades.—Que
Salomé se quedó mirándola con tanta ternura que incluso Violet se quedó sorprendida, no comprendía, el apego que al hombre le estaba ablandando el corazón de una manera exagerada.Violet había pedido al guardaespaldas y chofer sentarse en la mesa del lado y ordenar.—Ven princesa, te daré yo la comida —extendió Violet los brazos al recibir las órdenes.Salomé no sé negó, pareció estar disfrutando el puré que le daba su madre, en tanto Ignacio, quien disfrutaba de su almuerzo, le hacía mimos, causando la risa de las mujeres.Era malo con el asunto de expresar cariño; sin embargo, lo estaba intentando.Habían pasado un poco más de media hora, Ignacio y Violet había finalmente dejado en orden todo con respecto a Salomé.Ambos irían a cumplir sus labores y antes de finalizar el día, irían a tramitar el asunto del apellido.Ignacio pretendía retirarse para cancelar la cuenta, Salomé extendió los brazos, Violet lo permitió, puesto que debían irse.Al salir Lana se despidió, Violet se ofreci
Le llevó muy poco dar con el lugar, al que llegó atrayendo la mirada confusa de Ignacio al no verla con Salomé.—Hola Ignacio, tengo lo que indicó, ¿podemos darnos prisa?—¿Dónde está mi hija? —preguntó alarmado e ignorando el resto.—Con una amiga.Violet intentó caminar y la sujetó por el brazo.—¿Es de confianza esa persona?Violet lo miró confusa.—Salomé está bien cuidada, ¿vamos a realizar el trámite?—Ok, para la próxima la trae, no veo la necesidad de dejarla si venía a verse conmigo.Violet empezó a reírse.—¿Seguro que no le gustaban los niños, Ignacio? Además, es un trámite rápido, no vi la necesidad, ya la ha visto hoy.El hombre la soltó.—Yo… ah, bueno, solo quiero asegurarme de su bienestar.—Ella estará bien, y podré ir a cerciorarme de eso, si nos damos prisa con el asunto.Ignacio le indicó seguir y en tanto caminaba al lado de la mujer, sintió la necesidad de pedirle un favor.—¿Puedo ir con usted después del trámite? Me gustaría pasar tiempo con ella.Ella lo miró