— Creo, que ya terminaron allá al lado – refrescó también su mente, sabiendo que estaba cometiendo una locura y le dijo a Steve, para calmar la situación.Steve respiró profundo y se acomodó un poco el pico doloroso en sus pantalones, para mirar al otro lado del espejo y ver que la función había terminado.— Bien, ¿en la salida de la carretera B1? Ok, ¡pero no llegues tarde que la otra vez me dejaste esperando! ¡6 am, ni un segundo más! – el hombre se había puesto el pantalón y estaba respondiendo una llamada telefónica.Emma y Steve aguzaron el oído porque al final no habían podido encontrar nada relevante en este sitio, ya estaban siendo buscados y este hombre era su única pista.Pero la mujer tocó algo en la pared que canceló la transmisión de cualquier sonido al lado de ellos, sin dejarlos escuchar el resto de sus palabras.El hombre se despidió de la rubia que ya se había tapado con un vestido sexy de encajes en negro y salió por la puerta.Al pasar frente a la pared de vista uni
Acabando de entrar por la puerta de la habitación, Steve ni siquiera dejó hablar a Emma.Si se ponían a analizar todos los malentendidos y reclamos que se tenían, todo el momento de pasión se perdería.La pegó contra la pared al lado de la puerta que cerró de golpe y comenzó a comerse su boca, enredando su lengua y chupando sus labios.Emma se dejó hacer, mientras se desnudaban con manos apresuradas y anhelantes.Steve la dejó en una tanga de encaje negro a juego con el sujetador, él, con la camisa abierta y el fuerte pecho expuesto, los pantalones abiertos donde una furiosa erección se marcaba por encima del bóxer.Las manos de Steve toquetearon sus sensibles pechos por encima de la tela y pellizcaron el duro pezón que ya sobresalía, mientras besuqueaba su cuello y bajaba sus besos.— Emma, juro que hoy no tengo paciencia para muchos preliminares, no te imaginas cuanto te deseo – gimió contra cuello y al percibir que ella se estaba entregando a él sin resistir, Steve no se contuvo má
Emma se sentía poderosa y especial, solo porque él se había aguantado todo este tiempo esperando por ella.Ya después se sacarían los trapos sucios y reclamos, pero ahora, tocaba placer.Se giró, apoyando las manos en el respaldar del sofá, mirando hacia la noche nocturna de la ciudad.Sus piernas abiertas y su coñ0 más que disponible para ser penetrado hasta el fondo y Steve no lo iba a desaprovechar cuando estaba que se venía sin siquiera moverse.¡Paf, paf, paf! Varias bofetadas cayeron sobre su sensible trasero, haciendo a Emma sobresaltarse por la excitante sorpresa.— Veamos de verdad cuánto me quieres dentro de ti, ábrete más para mí – Steve le susurró al oído, oscuro, dominante, y Emma dudó un segundo en entender lo que le pedía, pero luego llevó sus manos hacia atrás de su cuerpo y ella mismo se abrió las nalgas de par en par, dejando toda su vulva vulnerable.— ¡Más! – Steve la estaba torturando, pero ella no diría que no le estaba poniendo caliente a más no poder, esta veta
— Espera, Emma, explícame muy bien esa historia de que tú viniste personalmente a ver a Gabriel, porque te juro por mi hijo, que es lo más sagrado que tengo, que jamás te hubiese negado el verlo si hubiese venido en persona.— Es más, confieso que todo lo que hice, de negárselo a tus abogados, fue solo para verte de frente, para que regresaras a nosotros— Steve sacó todas las cosas de su pecho.Era el momento de la confesión.Emma se quedó mirándolo un poco confundida. Se bajó de encima de su cuerpo y se envolvió en las sábanas, acomodándose luego a su lado y organizando las ideas.— Steve, después de que mis abogados no pudieron hacerte ceder para llevarme los seis meses que me correspondían a Gabriel, yo dejé a mi jefe medio moribundo y vine solo a buscar a mi hijo – Emma comenzó a explicarle sin dejar de mirarlo.Como viera solo un ápice de mentira y falsedad en los ojos del magnate, hasta aquí habían llegado en serio.— Llegué a la reja de tu mansión y el guardia de seguridad ni
A pesar de todo, no le tenía malos sentimientos a Amalia, solo pensaba que era una chiquilla caprichosa que se había empecinado con él, porque nadie nunca le había dicho que no.Incluso sentía que la había utilizado este tiempo y herido sus sentimientos juveniles, pero la poca buena fe que pudiese tenerle, se borró de un plumazo.— ¿Emma, por qué no seguiste insistiendo, por qué no viniste en otra ocasión?— ¡No pude!, ese día tuve que regresarme en otro vuelo, con todo y mi rabia. Víktor se había puesto mal de la noche a la mañana, no solo de su enfermedad, sino también de la cabeza.— El psiquiatra dijo que había desarrollado un Síndrome de Dependencia Afectiva, tenía terror a morirse solo de un momento a otro y a pesar de contar con sirvientes y enfermeros acompañantes, se obsesionó conmigo.— Tenía que verme a su lado en cada momento. Para estudiar, para aprender todo lo que me enseñó, tenía que ser a su lado, él mirándome todo el tiempo.— Fue una etapa difícil y el psiquiatra me
La salida de la carretera B1, era un sitio un poco desolado y apartado de la autopista, rodeado por bosques y caminos de tierras, alejado de la ciudad.El lugar perfecto para hacer ilegalidades e incluso, para jugar a ser espías.Steve y Emma llevaban tiempo estacionados cerca del punto de encuentro que el hombre acordó en la llamada del móvil.Se habían salido de la carretera y escondieron el auto entre los arbustos y malezas de un bosquecito que daba a las vistas que le interesaban.La niebla nocturna de frío y las pocas luces del reciente amanecer también eran sus aliadas.— ¿Héctor pudo conseguirlo todo? – Emma le preguntó al magnate, porque a esta distancia no se veía mucho y eran necesarios algunos accesorios como binoculares.— Sí, todo está listo, Sra. Spencer – fue Héctor quien le respondió desde el asiento de chofer.Era un soldado retirado y tenía todo tipo de equipos útiles para que sus jefes jugaran a los detectives.— ¿La cámara?— Todo está listo, Emma, me lo has pregun
Hoy era el día de la lectura del testamento de Augusto Brown.Había pasado un año desde que el antiguo patriarca habló con Steve y le dio sus condiciones para heredar.En el despacho del abogado, también estaba la viuda Brown y el otro hijo menor y supuesto heredero, Andrew Brown.Desde la muerte de su padre, Steve prácticamente ni los había vuelto a ver. La última ocasión fue en el entierro de Augusto, donde Eloísa hizo todo un show, como la mujer de bajo mundo que en fondo era.Seguían viviendo en la mansión y aparentando darse la vida de señorones. Steve no los había podido sacar sin saber lo estipulado en el testamento a ciencia cierta, pero a quien sí echó enseguida de forma humillante de la compañía, fue a su querido hermanito.Ya bastaba con tener a los Regio, para también mantener a otra víbora a su lado, listo para estarlo espiando y fastidiarle sus buenos negocios, como hizo con el de Víktor.Steve llegó, ni los miró y se sentó tranquilo en uno de los sillones frente al ab
— Mmm… qué rico papi… dame más… así me gusta… me encanta tu polla— ¿Te gusta putica, te gusta más que la de tu marido, el gran Andrew Brown?— ¡Aahhh! Me gusta… Andrew tiene una mini polla de como 5 cm si acaso… no como la tuya papi, dame más duro… más…De repente, en el tercer piso del resort lleno de cafeterías, tiendas, Spas y todo tipo de servicios, comenzó a escucharse este excitante diálogo, con gemidos y todo incluidos.Por suerte, este edificio tenía prohibida la entrada a menores de edad por las instalaciones de ocio que no eran aptas para ellos.La pared acristalada del Spa Mix quedó al descubierto cuando las ventanas interiores eléctricas comenzaron a separarse y abrirse.Todas las personas que iban pasando por los pasillos e incluso los que habían salido curiosos por los gemidos que se transmitían a través de las bocinas del piso, se quedaron en shock.Bueno, todos menos la dueña del Spa del frente, que tomaba té en una mesita de la cafetería vecina, muy tranquila y con c