Se escucharon pasos y dos hombretones, con muy malas pintas, se pararon cerca de ellos. Steve tuvo una premonición siniestra en su corazón.— ¿Recuerdan lo que les dije que podían hacer más tarde? Eso de desahogarse con la mujer. Toda suya – Amaia señaló a Emma con la cabeza como si fuese solo estiércol.— ¡No, no! ¡¿qué está haciendo Amaia?! ¡Deja a Emma en paz, estoy dispuesto a firmar lo que quieras, a hacer lo que desees, pero déjala tranquila, ya la has torturado lo suficiente!Steve comenzó a forcejear destrozándose las muñecas, intentando liberarse para ayudar a Emma, que ya estaba siendo desatada de la silla por esos tipos asquerosos.—¡Tú también eres mujer, cómo puedes hacerle eso, firmaré lo que quieras, golpéame a mí, a mí!, ¡¡yo fui quien te dejó desgraciada!!— ¡¿Ahora te diste cuenta de que soy mujer?! ¡Cuando tu perra me sacó desnuda de tu empresa, por qué no pensaste en la humillación que pasé, en cuantos hombres me vieron desnuda! Amaia le gritó mientras golpeaba c
— Es cierto, los mataré, pero puede ser rápido o lento. Ya que elegiste el peor camino, entonces te lo concederé. Viólenla primero delante de él. — No la maten todavía, necesitaremos más sesiones para que Steve se motive – les dijo a sus hombres y a pesar de las ofensas, súplicas e insultos de Steve, Amaia hizo caso omiso y salió de ese agujero mohoso. No se quedaría a ver esa asquerosa escena, con que la viera Steve y esa hija de puta sufriera, bastaba y sobraba. Caminó por entre los pasillos más adelante, a donde tenían montada una base improvisada. — ¿Firmó los papeles? – el real jefe de los hombres que su padre había dispuesto bajo sus órdenes le preguntó, sentado tranquilo en un muro de una pared derrumbada, jugando a las cartas con otro maleante. — No, pero pronto lo hará, me encargaré de doblegar su voluntad – Amaia le respondió entre dientes, quedándose de pie en la pared frente a ellos y un poco alejada. Odiaba estar escondida como una rata en este agujero de mala muerte
— ¡Algo me está hiriendo en la mano, me está quemando! ¡Ayúdame, ayúdame o no podré firmar nada con la mano inutilizada! – de repente un grito de ayuda de Steve los sacó de su conversación. — Por todos los cielos calla a ese imbécil que ya no sabe que inventarse, métele un calcetín apestoso tuyo o lo sea en la boca. ¡Se me baja todo de solo de escucharlo! Le ordenó el que estaba entre las piernas de Emma al otro, que con fastidio, dejó de aguantarla y caminó hacia Steve. El magnate suspiró aliviado al ver que su plan surtía efecto. Lo único que se le había ocurrido para separarlos, era esa estúpida excusa. El corazón de Steve le latía con alegría y esperanza, ¡Vladímir, era Vladímir que se había asomado a la salida de uno de los túneles que conectaban con este y le había hecho señales de que se callara! Steve pensó que separar a los dos tipos favorecería el ataque sorpresa, para evitar que uno de los dos diera la alarma o escapara. — Revisa mi mano, me duele, parece que una rat
— ¡Maldit0s desgraciados! ¿Cómo fue que dieron con nosotros? ¡Me aseguraste que ese dispositivo de bloqueo de señal era infalible! ¡No había pasado ni una hora y nos descubrieron! Amaia estaba chillando como loca dentro del auto, ahora que ya había pasado el peligro.— ¡No pude hacerlo firmar y todo fue por sus incompetencias! ¡Mi padre…! – pero no pudo terminar su frase porque el auto dio un fuerte frenazo que la hizo casi estrellar la cara contra el parabrisas.— ¡¿Qué estás haciendo?! ¡¿te volviste loco?!Le gritaba al hombre que se bajó de repente dando un portazo y Amaia comenzó a tener miedo. Miró a su alrededor y estaban en las afueras de unos almacenes del puerto, sin embargo, no había ni un alma a la vista, ¡este lugar estaba desolado!— ¡Sale del auto! – el hombre le intentó abrir la puerta de su lado, pero Amaia la agarró con fuerza, halándola hacia ella, con sus dos manos.Por alguna razón todas sus alarmas se encendieron, ¡este hombre era peligroso y estaba extremadamen
— Contesta Steve, por favor, contéstame amor, esta vez contesta – murmuraba con los ojos rojos, pero nadie le aceptaba la llamada y Emma ya estaba al borde del llanto, no podía creer que vivía esta angustia de nuevo. Tenía hasta hace un momento a su hijo en los brazos, solo se distrajo un momento hablando con Vladímir y lo dejó mirando unas figuras de payasos en la entrada, ¡solo un segundo y lo perdió! ¡Rriiinng, Riiingg! De repente, el sonido del tono de un móvil cerca de ella, la sacó de su agonía mental. Emma corrió hacia el sitio donde vio un celular sobre una banca de madera. ¡Era el móvil de Steve!, ¿qué hacía aquí sonando solo?, ¿qué tipo de película de terror era esta? Antes de encontrar la respuesta, de un momento a otro, todas las luces del parque se prendieron, sorprendiendo a Emma. Al mirar al frente de ella, había una enorme noria llena de luces brillantes, con un enorme cartel en neón que decía: “Querida Emma, ¿te quieres casar conmigo?” Ahora sí, las lágrimas q
— ¡No puedo creer que me esté haciendo esto a mí! – Steve dio un fuerte golpe en su escritorio con frustración y enojo. — Cálmate Steve, debe haber una solución, algo que podamos hacer … — Leo, tú mejor que nadie sabes lo que significa este capricho de mi padre y las graves consecuencias que me va a traer – Steve se pellizcó el puente de la nariz con cansancio. — Perderé mi puesto de CEO, el puesto que tanto trabajo me ha costado conseguir, ¡y ese imbécil, que nunca ha hecho nada, tendrá más acciones que yo! ¡Se convertirá en mi puto jefe! — Pienso que deberías reconsiderar lo del examen de fertilidad. Steve hay muchos adelantos en la ciencia, nuevas técnicas. — Lo que era imposible hace unos años, ahora se puede lograr. — Hay diversas mujeres dispuestas a alquilar su vientre como madres sustitutas o subrogadas— Leo, como cirujano capacitado, sabía muy bien de lo que hablaba. — Tu padre solo quiere un nieto biológico, de la madre que sea no debe tener importancia, supongo. — ¡J
— ¡¿Cómo que desaparecieron?! – Steve le gritó a Leo a través del celular. Todo el asunto del hijo y la empresa, lo tenían con un mal carácter de perro y el verle la sonrisita estúpida de suficiencia, en la cara de su hermanastro, no ayudaba en nada a su pésimo humor. Ahora, peores noticias. — Llamé al laboratorio y según ellos buscaron tus muestras por todos lados, pero con mucha vergüenza me comunicaron, que desaparecieron – Leo le dijo, imaginando el cabreo de Steve, aunque no era para menos. — ¡Me importa un comino su vergüenza! — ¡Sabes que todos los meses aún me llega la factura de su laboratorio, cobrándome por mantener mis muestras almacenadas en sus confiables instituciones! – Steve le dijo con sarcasmo, intentando calmarse. — Quiero una explicación Leo, a dónde fue a parar mi esperma, porque eso es algo serio y sirva o no, tampoco se puede desaparecer, así como así. — Ya les exigí una explicación, no te preocupes, se abrirá una investigación – respondió, intentando ap
— Dígame – Steve recogió el celular de la mesita de noche y respondió medio adormilado. — ¿Sr. Brown? – una voz femenina preguntó y Steve confirmó que era el Sr. Brown. — Señor, le hablo del laboratorio donde usted había dejado a nuestro cuidado sus muestras personales. — Disculpe si lo molestamos tan temprano, es un asunto un poco delicado y sabemos que usted necesita respuestas lo más pronto posible— comenzó a explicarle, captando la atención de Steve, que se sentó en la cama esperando las próximas palabras. — Todo parece indicar que su muestra fue utilizada por error en la inseminación de otra de nuestras pacientes. — ¡¿Qué?! – Steve ahora sí espabiló de una - ¿Cómo puede ser posible que algo así suceda en un sitio tan costoso e importante como su laboratorio? — ¡Me dieron toda la garantía de que mis muestras permanecerían bien almacenadas! La pobre señorita, que le había tocado la mala suerte de ser quien diera la noticia a este valioso cliente, quería que le salieran mil b