Había pasado un par de días desde la última vez que Adele se encontró con Joel, más bien, cuando Joel encontró a Adele. Ella había podido avanzar solo un poco desde ese día ¿No era extraño?
—He comenzado a pensar que Joel es mi fuente de inspiración, sé que es extraño, pero el tenerlo cerca me da nuevas ideas ¿Tendría que ir por él?— hizo una pausa sorprendiéndose a sí misma por sus palabras —No, no lo haré.
Justo después de pensar en eso, el timbre comenzó a sonar —¿Serán ellos?— Se preguntó. Bueno, realmente ellos eran los únicos que tocaban a su puerta —¿Qué necesitarán esta vez? Sé que quiero ir a abrirles, pero debo mostrarme un poco difícil así no sentirán que pueden molestarme todo el tiempo y cada vez que quieran— se cuestionaba y respondía constantemente. Esperó un par de minutos más y decidió abrirles.
—¿Necesitan algo?— preguntó apoyándose en el marco de la puerta y cruzando sus brazos.
Una sonrisa algo nerviosa se formó en el rostro del Cabello de Maíz, sí, esa era la misma sonrisa de la última vez que había pedido que cuidara de Joel.
—Sí, necesitamos tu ayuda— sonrió de una manera más amplia.
—No, papá la necesita, no yo— susurró el niño con una pequeña sonrisa.
—¿Necesita ayuda? ¿Está bien?— preguntó un poco nerviosa mientras daba unos pasos en su dirección y revisaba a cada uno.
Claro que se preocupaba por sus vecinos, era más, no sabía si el Cabeza de maíz podía cocinar ¿Y si era el responsable de un accidente? ¿Si provocaba un incendio? Ella sacudió su cabeza repetidas veces mientras intentaba sacar de su mente aquellas ideas. Eso era una de las cosas negativas de tener mente de escritora, te imaginas lo peor en la mayoría de los casos.
—Necesito ayuda y estoy bien, pero… ¡Ah es difícil decirlo!— jugó con sus manos.
—Papá le tiene terror a salir y mucho menos andar en autos, yo… también le temo un poquito a los automóviles y esa es la razón por la que no me deja salir, así que pensamos que podrías ayudarnos, mamá— explicó Joel.
Vaya que ese niño era más maduro de lo que parecía y además podría dar un poquito de miedo.
—No estoy segura ¿Qué tan grave es?— llevó Adele su mano a la barbilla.
—Me desmayo antes de subirme a alguno— desvió la mirada.
Al parecer el caso de Thoma era un poco más grave que el de Adele. En su caso, las manos comenzaban a temblar y a sudar, su corazón se aceleraba y aunque podía viajar en ellos, sentía que se iba a morir. «Quizá no deba aceptar para ayudarle a él, sino para ayudarme a mí misma, ha de ser un poco egoísta de mi parte, pero es algo que me servirá bastante, tendré que mantenerme fuerte para poder que él no se muera en el proceso» Pensó ella lanzando un pesado suspiro.
—Está bien, lo haré… ¡Pero no será gratis!— aclaró.
—Recuerdo que me dijiste que no necesitabas el dinero— rodó los ojos.
—No es eso, pero tendrás que hacer algo por mí sin que te niegues— ladeó la cabeza con una media sonrisa en el rostro —Además, con esto serían dos cosas— recordó.
—Sí, sabía que no podría sacar nada gratis de ti— lanzó un profundo suspiro —¿Cuándo comenzamos?— añadió.
—Podríamos comenzar ya mismo— respondió ella corriendo a tomar su bolso.
—¿Para dónde quieres ir Joel?— preguntó Thoma.
—¡Al parque de diversiones!— exclamó bastante alegre.
—Ya llegué— cerró la puerta —¿Vamos al parque?— preguntó con una sonrisa.
La última vez que Adele había ido al parque de diversiones había sido hace un año, había ido con su hermana la cual quería animarla un poco.
|Flashback de Adele|
—¡Vamos Adele Marcela! ¡No tenemos todo el día!— me jalaba del brazo con demasiada energía.
—¿Por qué estamos exactamente aquí?— ladeé la cabeza.
Ella me ignoró y me obligó a subir a muchas atracciones, desde que éramos pequeñas disfrutamos jugar en ellas, solo que con el paso del tiempo, dejé de disfrutarlo como antes, quizá esa era la razón por la que ella me «Lanzaba» a hacerlo, había perdido el interés en las cosas.
—¿Sabes?— dijo mientras nos sentábamos —siento que de cierta manera te he perdido. Con la muerte de tus padres y ese… olvídalo, siento que has cambiado. No es que te odie por eso, pero siento que no estás disfrutando de verdad lo que está a tu alrededor, cuando seas mayor, al ver atrás vas a lamentarte por no haber disfrutado mientras tenías la posibilidad— tomó mi mano.
—No te preocupes hermana, eso no va a pasar, estoy bien así— sonreí de manera chica.
—Eso es lo que más me asusta, que cuando recapacites sea demasiado tarde— su mirada era algo triste.
|Fin Flashback|
Ella tenía razón de preocuparse por Adele, su manera de ser ahora a comparación de antes de la muerte de sus padres era separada por un gran abismo. Ella aún era así, pero en esta ocasión, Adele se había encontrado con un par de personas que muy seguramente la haría salir de su zona de confort.
Habían comenzado con lo primordial, tomarían un autobús y de regreso los harían en un taxi, «Espero que Tomás no vaya a desmayarse» pensó ella mientras lo observaba. Ya en él, estaban respirando profundamente mientras Adele se había resuelto de cargar a Joel. La chica no tenía necesidad de salir, cuando era realmente necesario salir a pagar las facturas y cosas así las cuales eran mínimas, partía caminando sin importar lo lejos que fuera.
—Tomás… no esté nervioso, todo estará bien— susurró mientras lo observaba, segundos después, pudo sentir cómo él tomó su mano.
La mirada de Adele se posó sobre él, estaba temblando, demasiado a decir verdad, era algo nuevo para todos ellos, y Adele trataba de mantener la calma por los demás, si ella perdía la calma, sería mucho más difícil para los que la acompañaban. Joel estaba aferrado con fuerza a Adele.—Lo siento— alejó su mano.—No es necesario, si está nervioso puede tomarla— respondió ella tomando su mano, una sonrisa se posó en sus labios, una bastante nerviosa.—Es la primera vez en años que uso un autobús— confesó —cuando voy al trabajo, suelo caminar, esa es la razón por la que nos mudamos aquí, bueno, casi no tengo que salir de casa, es algo un poco raro— solt&oa
Mientras Adele servía su taza de medio litro de café, posó su mirada sobre el armario. En él se podía percibir una pequeña y colorida caja, esta la había traído Mónica el día en el que se mudaron a la casa de los fallecidos padres de Adele.—¿Qué tendrá dentro?— preguntó ella en un tono bajo.No esperó más y la tomó, al revisar lo que contenía una sonrisa se formó en sus labios. Eran los álbumes de su infancia. Comenzó a verlos con un sentimiento de melancolía, había muchas fotos con sus padres biológicos, lentamente el álbum comenzó a llenarse de sus lágrimas, ellos le hacían tanta falta.—Adele&hel
Así que esa era la razón por la que Joel pudo recordar a Adele durante estos tres años, aun en Thoma estaba la esperanza de que ella recordara todo lo que había pasado. Gracias a ella no había perdido a su hijo junto con su esposa, estaba seguro de que el momento en el que ella recobraría sus recuerdos se estaba acercando, no sabían qué consecuencias traerá en su salud, pero, todo se dará a su tiempo.—Es hora de que duermas, Joel— dijo Thoma con una leve sonrisa en su rostro.—Pero papá… ¿Crees que mamá quiera ver mis fotitos? Es que estaba sin pelo— se mostró algo preocupado.El mayor no pudo contener la risa, en ese entonces tuvieron un «Accidente» con su cabello y tuvieron
Al día siguiente, bastante de mañana Adele decidió salir en busca de sus padres, un poco de sus recuerdos se estaban haciendo más claros y ellos, eran los únicos que podrían despejar las dudas que ella tenía.—¡Adele!— Exclamó su madre mientras la envolvía en un muy apretado abrazo.—¿Viniste en auto?— preguntó extrañado su padre, que mostraba un gesto de confusión y asombro.—Sí, bueno, estoy intentando superar el miedo, eso es un poco difícil, pero no puedo temerle a algo siempre ¿No es así? Además… Tengo unas grandes razones para venir— su tono de voz era un poco más serio.—&i
—Pero…— lanzó un pesado suspiro, era cierto que hoy había tenido demasiado y no debía sobrecargarse, hacerlo no ayudaba a nadie, era más, si continuaba exigiéndose recordar algo que estaba lejos de su alcance, podría hacer que sus recuerdos se cerraran y no pudiera recuperarlos en un largo tiempo.—¿Quieres dormir?— preguntó Thoma con una serena sonrisa.—Yo… ¿Les gustaría ver una película? Así distraeré un poco mi mente— propuso Adele observando al pequeño Joel.—¡Sí mamá! ¡Yo quiero! ¿Podemos papá?— lo observó con mucha expectativa.Los ojitos de Joel estaban tan br
—Yo… no sé… estoy confundida— susurró inclinando su cabeza.—No te presiones, Adele, respira con calma y permite que tu cabeza se enfríe, si te presionas no llegarás a ningún lugar— susurró acariciando el cabello de la menor.Adele se sentía mal, no podía distinguir si eso era un mal sueño o era parte de sus recuerdos. La presión que tenía en el pecho era cada vez mayor, las respuestas que obtenía generaban más preguntas ¿Qué pasó después de la explosión del auto?«¿Por qué no ayudé a la mujer a salir, su hijo creció sin madre? Pero… si no hubiese escapado ninguno de nosotros estaríamos con vida
—¡Mamá!— Exclamó Adele ruborizada y cruzándose de brazos.—No será necesario, señora… tengo otro método— sonrió de lado.Al alejarse la menor intentaba descubrir a lo que Thoma se refería al decir que tenía «otro método» ¿Ya lo habría usado en ella o solo fue una manera de dejar la chancla en casa? La verdad era que no lo sabría, porque su mayor no parecía tener ganas de decir nada.—¿A dónde quieres ir?— cuestionó mientras se detenía frente a Adele.—No sé… que sea un lugar tranquilo para hablar adecuadamente— sugirió la menor con un poco de duda e
—Es algo que no te corresponde saber, Federic— respondió Adele observándolo con detenimiento.—¿Aún sigues disgustada conmigo? Solo fue una pequeña broma— se defendió.La mirada fija de Thoma estaba reposando sobre él, Adele no había llegado a presenciar ese tipo de mirada por su parte, eso le estaba dando escalofríos, sin embargo, otra parte de ella estaba ansiosa por ver lo que sucedería a continuación.—Tu existencia me es indiferente, si te soy honesta— replicó rodando los ojos.—Yo venía para intentar hacer las paces ¿Qué dices? ¿Podemos ser amigos como antes?— Insistió.Último capítulo