—¿Por qué pensaste que nos secuestrarían? ¡Estás loco! Solo nos divertimos un poco— respondió la menor en un intento ineficaz de contener su risa.
Joel, el cual estaba abrazado a la pierna de Adele, asomó su cabecita mientras su mirada viajaba a cada uno de sus mayores, Adele con suavidad acariciaba el cabello del niño.
—Soy papá, es normal exagerar— se justificó Thoma viendo directo a los ojos de Adele.
—No con esa magnitud, pero… ¡Me has dado una idea para el padre de Austin!— dijo la menor bastante emocionada. Esa era una de las más notorias características de Adele, en cualquier conversación o acontecimiento sacaba por lo menos una idea para sus historias, no era de extraño que tuviera una libreta colapsada de ideas que, según ella «Me servirán después» o también «Es mi cerebro trabajando gratis»
—¿Austin?— preguntó confundido.
—Soy escritora, Austin es el protagonista de mi nueva historia— explicó y añadió —gracias a usted, Austin no será huérfano.
—Gracias por hoy Adele— dijo Joel abrazándola con fuerza —me divertí mucho— sonrió.
—Yo también me divertí bastante, debemos volverlo a hacer, eso me recuerda… — Posó su mirada sobre el cabello de maíz —¿Cómo es que mantiene encerrado a Joel? ¡Solo es un niño! Él debe estudiar, hacer amigos, jugar, correr y crecer— cuestiono ofendida cruzándose de brazos.
La mirada del Cabello de maíz se posó sobre Joel, el niño sonrió nervioso y se escondió detrás de la mayor una vez más.
—Yo… yo no hago eso con Joel, soy un buen padre— sonrió de manera amplia tratando de excusarse.
—Sí, claro, eso explica por qué escapó la última vez y terminó en mi casa— se escuchó la risita de Joel detrás de Adele.
—¡Eso puede explicarse!— exclamó el cabello de maíz mientras mostraba las palmas de sus manos.
—Lo escucho— Expuso Adele cruzándose una vez más de brazos, era una posición cómoda.
—Espere… ¿Por qué le estoy dando explicaciones? Es mi hijo— posó sus manos en su cadera —¿Por qué llegan tan tarde?— le regresó la pregunta.
—Porque su papá lo mantiene cautivo en casa, no lo deja salir, a menos que escape— sonrió ella con aires de victoria.
—¡No lo mantengo cautivo!— exclamó algo frustrado.
—Cómo digas viejo— rio —por cierto ¿cómo se llama? Es algo agotador decirle Cabello de Maíz— desvió la mirada.
—Mi nombre es Thoma— llevó su mano a la frente —¡¿Cabeza de maíz?! ¿Es un insulto?
—Lindo nombre, Tomás— sonrió la menor tratando de memorizarlo —Es hora que vuelva a casa— se despidió de Joel y entró a su cálido, amado y apreciado hogar.
«Austin, un chico bastante astuto que conseguía lo que quería, excepto una cosa, la libertad de su padre, el cual lo encerraba en su casa a causa de ese terrible accidente»
«Jane, era una adolescente bastante alegre, su vida cambió después del accidente que tiene en común con Austin, sus caminos se separaron, pero ella sin saberlo, anhelaba el momento en que se reencontraran»
—Me gustan bastante estos personajes. Pero tienen que tener ese «Algo negativo» que haga que la historia pueda desarrollarse y sus personajes maduren en la historia— se dijo ella misma mientras daba vueltas en su silla —¿Y si Jane se vuelve ermitaña a causa de eso sin saber exactamente la razón? Quizá me cueste en un futuro unir los puntos, pero dejemos que mis manos escriban lo que quieran, que se unan en esa armonía y creen una bella coreografía.
Adele continuó escribiendo, pero su mente viajó a un lugar muy diferente —el cabello de maíz… ¿Por qué no deja que Joel salga? No es que esté de acuerdo con que un niño salga solo, pero Joel podría salir con alguien y podrían pasar más tiempo juntos— se preguntaba mientras masticaba su bolígrafo —creo que me estoy preocupando mucho por ellos. Normalmente no me preocupo por personas fuera de mi círculo cercano de contactos, lancé un profundo suspiro. Seguiré escribiendo.
Thoma y Joel ya estaban en casa, en medio de la cena la preocupación de Thoma era bastante evidente. Joel lo observaba mientras comía, pero no decía nada.
—Joel, ¿Le dijiste a Adele que te mantenía en cautiverio?— soltó de una vez por todas.
—Sí, pero no dije más ¡Solo quería que me llevara al parque!— hizo un diminuto y muy tierno puchero.
«Austin buscará la manera de salir del encierro de su padre, aunque en el proceso ve a lo lejos a Jane. A causa de su salida, las cosas con su padre, en lugar de complicarse, llegarán a un acuerdo para salir juntos, superando el trauma que el señor cargaba dentro de él al haber perdido a su esposa en ese fatídico accidente»
—¿No le dijiste nada del accidente y que esa es la razón por la que no dejo que salgas?— cuestionó el padre de Joel colocándose de pie, para después sentarse al lado de su hijo.
Él negó con su cabecita, Thoma tenía miedo que pasara lo mismo que hace tres años, Adele salvó a su hijo en medio del accidente y lo mantuvo consigo todo el tiempo, debía agradecerle por todo, pero, ella no recordaba nada de lo sucedido en ese momento.
—Hijo, entiendo que quieras salir, yo intentaré superar ese miedo por ti, pero ten paciencia— sonrió el mayor con un poco de miedo en sus ojos, a pesar de lo que podía sentir, sabía que era lo mejor para todos. Además, si estaban cerca de Adele, habría más posibilidades de que ella los recordara.
—¡Podemos decirle a mami que nos ayude!— exclamó contento.
Algo que Thoma no había entendido hasta entonces era la razón que tenía su hijo para llamar «Mamá» a Adele. No se lo había llegado a preguntar, pero quizá obtendría las respuestas sin necesidad de hacerlo o por lo menos eso esperaba.
«El camino de ellos dos sería un poco largo, Jane encontrará la manera de ayudarlos a pesar de tener que enfrentar su pasado, le llevará tiempo descubrir la verdad, pero por la insistencia de ambos decide sumarse a esa aventura»
—No estoy seguro de eso, ya la hemos molestado demasiado— desvió Thoma la mirada, dudó un momento —está bien, intentémoslo— sonrió siendo abrazado por su hijo.
Había pasado un par de días desde la última vez que Adele se encontró con Joel, más bien, cuando Joel encontró a Adele. Ella había podido avanzar solo un poco desde ese día ¿No era extraño?—He comenzado a pensar que Joel es mi fuente de inspiración, sé que es extraño, pero el tenerlo cerca me da nuevas ideas ¿Tendría que ir por él?— hizo una pausa sorprendiéndose a sí misma por sus palabras —No, no lo haré.Justo después de pensar en eso, el timbre comenzó a sonar —¿Serán ellos?— Se preguntó. Bueno, realmente ellos eran los únicos que tocaban a su puerta —¿Qué necesitarán esta vez? Sé que quiero ir a abrirles, per
La mirada de Adele se posó sobre él, estaba temblando, demasiado a decir verdad, era algo nuevo para todos ellos, y Adele trataba de mantener la calma por los demás, si ella perdía la calma, sería mucho más difícil para los que la acompañaban. Joel estaba aferrado con fuerza a Adele.—Lo siento— alejó su mano.—No es necesario, si está nervioso puede tomarla— respondió ella tomando su mano, una sonrisa se posó en sus labios, una bastante nerviosa.—Es la primera vez en años que uso un autobús— confesó —cuando voy al trabajo, suelo caminar, esa es la razón por la que nos mudamos aquí, bueno, casi no tengo que salir de casa, es algo un poco raro— solt&oa
Mientras Adele servía su taza de medio litro de café, posó su mirada sobre el armario. En él se podía percibir una pequeña y colorida caja, esta la había traído Mónica el día en el que se mudaron a la casa de los fallecidos padres de Adele.—¿Qué tendrá dentro?— preguntó ella en un tono bajo.No esperó más y la tomó, al revisar lo que contenía una sonrisa se formó en sus labios. Eran los álbumes de su infancia. Comenzó a verlos con un sentimiento de melancolía, había muchas fotos con sus padres biológicos, lentamente el álbum comenzó a llenarse de sus lágrimas, ellos le hacían tanta falta.—Adele&hel
Así que esa era la razón por la que Joel pudo recordar a Adele durante estos tres años, aun en Thoma estaba la esperanza de que ella recordara todo lo que había pasado. Gracias a ella no había perdido a su hijo junto con su esposa, estaba seguro de que el momento en el que ella recobraría sus recuerdos se estaba acercando, no sabían qué consecuencias traerá en su salud, pero, todo se dará a su tiempo.—Es hora de que duermas, Joel— dijo Thoma con una leve sonrisa en su rostro.—Pero papá… ¿Crees que mamá quiera ver mis fotitos? Es que estaba sin pelo— se mostró algo preocupado.El mayor no pudo contener la risa, en ese entonces tuvieron un «Accidente» con su cabello y tuvieron
Al día siguiente, bastante de mañana Adele decidió salir en busca de sus padres, un poco de sus recuerdos se estaban haciendo más claros y ellos, eran los únicos que podrían despejar las dudas que ella tenía.—¡Adele!— Exclamó su madre mientras la envolvía en un muy apretado abrazo.—¿Viniste en auto?— preguntó extrañado su padre, que mostraba un gesto de confusión y asombro.—Sí, bueno, estoy intentando superar el miedo, eso es un poco difícil, pero no puedo temerle a algo siempre ¿No es así? Además… Tengo unas grandes razones para venir— su tono de voz era un poco más serio.—&i
—Pero…— lanzó un pesado suspiro, era cierto que hoy había tenido demasiado y no debía sobrecargarse, hacerlo no ayudaba a nadie, era más, si continuaba exigiéndose recordar algo que estaba lejos de su alcance, podría hacer que sus recuerdos se cerraran y no pudiera recuperarlos en un largo tiempo.—¿Quieres dormir?— preguntó Thoma con una serena sonrisa.—Yo… ¿Les gustaría ver una película? Así distraeré un poco mi mente— propuso Adele observando al pequeño Joel.—¡Sí mamá! ¡Yo quiero! ¿Podemos papá?— lo observó con mucha expectativa.Los ojitos de Joel estaban tan br
—Yo… no sé… estoy confundida— susurró inclinando su cabeza.—No te presiones, Adele, respira con calma y permite que tu cabeza se enfríe, si te presionas no llegarás a ningún lugar— susurró acariciando el cabello de la menor.Adele se sentía mal, no podía distinguir si eso era un mal sueño o era parte de sus recuerdos. La presión que tenía en el pecho era cada vez mayor, las respuestas que obtenía generaban más preguntas ¿Qué pasó después de la explosión del auto?«¿Por qué no ayudé a la mujer a salir, su hijo creció sin madre? Pero… si no hubiese escapado ninguno de nosotros estaríamos con vida
—¡Mamá!— Exclamó Adele ruborizada y cruzándose de brazos.—No será necesario, señora… tengo otro método— sonrió de lado.Al alejarse la menor intentaba descubrir a lo que Thoma se refería al decir que tenía «otro método» ¿Ya lo habría usado en ella o solo fue una manera de dejar la chancla en casa? La verdad era que no lo sabría, porque su mayor no parecía tener ganas de decir nada.—¿A dónde quieres ir?— cuestionó mientras se detenía frente a Adele.—No sé… que sea un lugar tranquilo para hablar adecuadamente— sugirió la menor con un poco de duda e