La mirada de Adele se posó sobre él, estaba temblando, demasiado a decir verdad, era algo nuevo para todos ellos, y Adele trataba de mantener la calma por los demás, si ella perdía la calma, sería mucho más difícil para los que la acompañaban. Joel estaba aferrado con fuerza a Adele.
—Lo siento— alejó su mano.
—No es necesario, si está nervioso puede tomarla— respondió ella tomando su mano, una sonrisa se posó en sus labios, una bastante nerviosa.
—Es la primera vez en años que uso un autobús— confesó —cuando voy al trabajo, suelo caminar, esa es la razón por la que nos mudamos aquí, bueno, casi no tengo que salir de casa, es algo un poco raro— soltó un suspiro.
—Pensé que era la única que detestaba salir— confesó sonriendo de manera chica —la verdad, es que desde hace mucho prefiero estar en casa, no sé exactamente el por qué — su voz estaba algo apagada.
Llegaron al famoso lugar, Joel pareció despertar de ese profundo sueño, al bajarse del taxi corrió en círculos, estaba bastante animado, Thoma y Adele simplemente lo miraban con una sonrisa.
—¿Cómo te sientes Tomás? ¿Qué tal el viaje?— preguntó la menor mientras estiraba sus brazos.
—Adele, mi nombre es Thoma, no Tomás— sonrió de lado, por un momento ella se quedó repitiendo su nombre y asintió.
Ese lugar me llenaba de recuerdos de su niñez, cuando venía con su padre después de que él terminara con su trabajo y ella recibiera buenas calificaciones. También lo hacían si no las obtenía para levantarle el ánimo, era su rutina de domingos, la cual cada día esperaba con ansias. No le importaba el lugar, le importaba estar con ellos, con sus padres, los ojos de Adele se habían llenado de lágrimas, las enjugó bastante rápido para evitar que cayeran y continuó con normalidad. «Eso… es algo del pasado, no tiene por qué afectarme, simplemente seguiré adelante» sonrió para mí misma.
«Cuando seas mayor, al ver atrás vas a lamentarte por no haber disfrutado mientras tenías la posibilidad» Quizá su hermana estaba en lo cierto, debía valorar el presente y disfrutarlo. En tanto Adele reflexionaba acerca de lo que su hermana le había dicho en aquel entonces, Joel llegó con una sonrisa y la arrastró al carrusel.
—¡Vamos mamá! ¡Vamos juntos!— su sonrisa era muy radiante, sí, la hacía sentir mucho mejor.
«¿Qué relación tendré con ese niño? ¿Qué tan estrecha es?» Esas preguntas se apoderaban de sus pensamientos, quería respuestas, pero ellas no aparecían, debía buscar por su propia cuenta, pero ¿Por dónde tendría que hacerlo?
Estaban de camino a casa, Joel estaba recostado en las piernas de la mayor y Thoma tenía su mano. Él estaba temblando un poco menos y eso era demasiado bueno. «Agradezco que no se desmayó, se veía muy pesado para poderlo cargar» con su mano libre acariciaba el cabello de Joel, era tan suave y delgado que se sentía como acariciar algodón de azúcar.
—Ustedes parecen ser una familia bastante feliz— dijo el taxista con una enorme sonrisa.
La vez que Adele estuvo en el parque, la madre del nuevo amigo de Joel la había confundido con la madre del niño. Adele sabía que no era necesario responder ese tipo de situaciones, cada persona entiende lo que quiere entender.
—Muchas gracias— sonrió ella achicando sus ojos a causa de la sonrisa.
Ella podía sentir la mirada extrañada de Thoma sobre ella. Con sus ojos le explicó que no era necesario preocuparse por eso, era un poco extraño, pero su madre le enseñó a que no debían prestarle atención a algunas cosas. Si pensaban que ellos eran una familia feliz, pues entonces, lo serían para ellos, la menor no se llenaría la cabeza con estas cosas. Ya habían llegado, el pequeño aún seguía durmiendo.
—Mamá ¿No te irás otra vez? ¿Lo prometes?— una pequeña sonrisa preocupada estaba en su rostro.
Adele lo observó detenidamente, estaba soñando ¿Qué estará soñando? Nuevamente esas preguntas.
—Adele, gracias por hoy, realmente nos fuiste de mucha ayuda y Joel corrió tanto que se ha quedado dormido antes de la hora— sonrió.
—Tomás, hay algo que me gustaría preguntarle— jugó con sus manos, estaba un poco nerviosa.
—Mi nombre es Thoma, no Tomás, Adelaida— la menor rodó sus ojos.
—¿Qué pasó con la mamá de Joel?— soltó de repente mientras la vista de Thoma se clavaba en ella.
—Bueno, creo que… tienes derecho a saberlo, ya que eres la «nueva mamá de Joel»— titubeó un poco.
—Espera, no creo que debamos hablar de esto cerca del niño, puede que nos escuche— intervino algo preocupada.
—Vamos a nuestra casa, así podré dejarlo en su cama— sonrió de manera chica.
Minutos después estaban cara a cara, él, al parecer no tenía idea de cómo comenzar la plática lo cual le parecía a Adele bastante normal. No era un tema fácil, era uno que además de haber pasado hace algún tiempo, le afectaba visiblemente, eso dijeron sus ojos cuando perdieron su característico brillo.
—Hace tres años viajábamos a una casa de campo, el día estaba un poco oscuro, me detuve a comprar algunos víveres para el camino. Joel tenía tan solo dos añitos y estaba en su silla, se armó un tiroteo en la zona, llegaron los agentes especiales los cuales comenzaron a atacar con bombas de olor. Intenté salir del lugar en busca de ellos, pero una bomba explotó en ese instante… Me sentía completamente destrozado, había muchos desaparecidos en ese momento, incluido mi hijo. Días después lo encontramos algo lejos del lugar, estaba bien… quien lo ayudó se quedó a su lado por todo ese tiempo— sonrió de manera melancólica —Ella falleció en el auto, su cuerpo fue encontrado en él, había señales de haber intentado salir— miró a la menor.
Los ojos de Adele estaban llenos de lágrimas, perder a un ser querido era horrible y más de esta manera tan abrupta.
—Yo… lo siento mucho, quizá no debí haber preguntado— lanzó un suspiro mientras secaba su rostro.
—No, Adele… es la primera vez que hablo de esto con alguien, gracias… por ayudarnos y preocuparte por Joel, estoy seguro de que tus padres han de estar orgullosos de ti— sonrió.
—Mis padres fallecieron— jugó con mis manos.
—¿Hace cuánto murieron tus padres?— la miró bastante entristecido.
—Hace cinco años, en un accidente provocado— lo miré directo a los ojos.
—¿Cómo sabes que fue provocado?— ladeó la cabeza.
—Mi padre… él— se detuvo al pensar bien lo que diría —es mejor que no lo sepan, podrían estar en problemas— sonrió débilmente —él tenía enemigos, demasiados— aclaró.
Thoma asintió mientras parecía entender lo que le había dicho. El trabajo del padre de Adele era algo arriesgado, él era fiscal, con su trabajo ganó amigos y el doble de enemigos, eso era normal en esa clase de empleos, pero… su hija no pensó que se irían de esa manera y no la llevarían con ellos.
—Entonces, ¿tu hermana es tu única familia?— ladeó la cabeza.
—Realmente, ella es mi hermanastra, es hija de mis padres adoptivos los cuales cuidaron de mí después de la muerte de mis padres biológicos, ellos fueron sus amigos y como unos segundos padres para mí— respondió ella con tranquilidad.
—Eso explica el por qué ustedes dos lucen tan diferentes— susurró algo pensativo.
—Así es— el lugar había sido inundado por un silencio completamente incómodo —es tarde, lo mejor es que vuelva a casa— sonrió mientras se colocaba de pie.
—Sí, te acompaño— la siguió.
Al llegar a casa Adele pudo saber que lo que se preguntaba había recibido respuesta, pero… ¡Le generaban cada vez más y más preguntas! «¿Dónde había estado Joel en ese momento? Si es un niño… ¿Cómo podía salir?» Su cabeza comenzó a doler, no había tomado café hoy ¿Habrá sido eso? Mejor iría por una taza.
Mientras Adele servía su taza de medio litro de café, posó su mirada sobre el armario. En él se podía percibir una pequeña y colorida caja, esta la había traído Mónica el día en el que se mudaron a la casa de los fallecidos padres de Adele.—¿Qué tendrá dentro?— preguntó ella en un tono bajo.No esperó más y la tomó, al revisar lo que contenía una sonrisa se formó en sus labios. Eran los álbumes de su infancia. Comenzó a verlos con un sentimiento de melancolía, había muchas fotos con sus padres biológicos, lentamente el álbum comenzó a llenarse de sus lágrimas, ellos le hacían tanta falta.—Adele&hel
Así que esa era la razón por la que Joel pudo recordar a Adele durante estos tres años, aun en Thoma estaba la esperanza de que ella recordara todo lo que había pasado. Gracias a ella no había perdido a su hijo junto con su esposa, estaba seguro de que el momento en el que ella recobraría sus recuerdos se estaba acercando, no sabían qué consecuencias traerá en su salud, pero, todo se dará a su tiempo.—Es hora de que duermas, Joel— dijo Thoma con una leve sonrisa en su rostro.—Pero papá… ¿Crees que mamá quiera ver mis fotitos? Es que estaba sin pelo— se mostró algo preocupado.El mayor no pudo contener la risa, en ese entonces tuvieron un «Accidente» con su cabello y tuvieron
Al día siguiente, bastante de mañana Adele decidió salir en busca de sus padres, un poco de sus recuerdos se estaban haciendo más claros y ellos, eran los únicos que podrían despejar las dudas que ella tenía.—¡Adele!— Exclamó su madre mientras la envolvía en un muy apretado abrazo.—¿Viniste en auto?— preguntó extrañado su padre, que mostraba un gesto de confusión y asombro.—Sí, bueno, estoy intentando superar el miedo, eso es un poco difícil, pero no puedo temerle a algo siempre ¿No es así? Además… Tengo unas grandes razones para venir— su tono de voz era un poco más serio.—&i
—Pero…— lanzó un pesado suspiro, era cierto que hoy había tenido demasiado y no debía sobrecargarse, hacerlo no ayudaba a nadie, era más, si continuaba exigiéndose recordar algo que estaba lejos de su alcance, podría hacer que sus recuerdos se cerraran y no pudiera recuperarlos en un largo tiempo.—¿Quieres dormir?— preguntó Thoma con una serena sonrisa.—Yo… ¿Les gustaría ver una película? Así distraeré un poco mi mente— propuso Adele observando al pequeño Joel.—¡Sí mamá! ¡Yo quiero! ¿Podemos papá?— lo observó con mucha expectativa.Los ojitos de Joel estaban tan br
—Yo… no sé… estoy confundida— susurró inclinando su cabeza.—No te presiones, Adele, respira con calma y permite que tu cabeza se enfríe, si te presionas no llegarás a ningún lugar— susurró acariciando el cabello de la menor.Adele se sentía mal, no podía distinguir si eso era un mal sueño o era parte de sus recuerdos. La presión que tenía en el pecho era cada vez mayor, las respuestas que obtenía generaban más preguntas ¿Qué pasó después de la explosión del auto?«¿Por qué no ayudé a la mujer a salir, su hijo creció sin madre? Pero… si no hubiese escapado ninguno de nosotros estaríamos con vida
—¡Mamá!— Exclamó Adele ruborizada y cruzándose de brazos.—No será necesario, señora… tengo otro método— sonrió de lado.Al alejarse la menor intentaba descubrir a lo que Thoma se refería al decir que tenía «otro método» ¿Ya lo habría usado en ella o solo fue una manera de dejar la chancla en casa? La verdad era que no lo sabría, porque su mayor no parecía tener ganas de decir nada.—¿A dónde quieres ir?— cuestionó mientras se detenía frente a Adele.—No sé… que sea un lugar tranquilo para hablar adecuadamente— sugirió la menor con un poco de duda e
—Es algo que no te corresponde saber, Federic— respondió Adele observándolo con detenimiento.—¿Aún sigues disgustada conmigo? Solo fue una pequeña broma— se defendió.La mirada fija de Thoma estaba reposando sobre él, Adele no había llegado a presenciar ese tipo de mirada por su parte, eso le estaba dando escalofríos, sin embargo, otra parte de ella estaba ansiosa por ver lo que sucedería a continuación.—Tu existencia me es indiferente, si te soy honesta— replicó rodando los ojos.—Yo venía para intentar hacer las paces ¿Qué dices? ¿Podemos ser amigos como antes?— Insistió. —Así que el pequeño Joel tiene dos mamás— intervino Thoma al ver que Adele estaba conteniendo su llanto, sí, el sentimentalismo nuevamente la estaba traicionando como las veces anteriores.—¡Sí! Tengo dos mamás, tengo a Adele y a Azuquitar, ella me acompaña en mis sueños junto a Adele— respondió Joel con una expresión de felicidad en su bello rostro.«Azuquitar» Se repitió Adele para sí una vez más. Escuchar eso le hacía tan feliz y triste al mismo tiempo, saber que la mamá de Joel continúa en sus recuerdos y lo acompaña en sus sueños le hacía sentir mucho más tranquila. A pesar de eso también se sentía un poco mal por Thoma, Joel tenía a «Azuquitar&14. Primer día de colegio