Alfa Ace sabe que hoy es el día en que Soraya comienza a trabajar como sirvienta y, honestamente, no sabe cómo se siente al respecto.Quería enviarla de regreso a su manada para que dejara de causarle problemas a Mia, pero Mia insistió en que se quedara, así que la dejó quedarse.Por alguna extraña razón, siente que le gusta el hecho de que ella todavía esté allí, y si le preguntaran, diría que no le gusta el hecho de que vaya a trabajar como empleada doméstica.Jura por la diosa de la luna que está confundido sobre qué es lo que pasa con exactitud. Siente una conexión con Soraya que no puede explicar. Cada vez que se acerca a ella no puede razonar correctamente e incluso cuando está lejos siempre está pensando en ella. Esos días sueña mucho con ella, es decir, no puede sacarla de su mente, y es frustrante porque se siente mal por hacerle eso a su compañera, Mia.Ella es su verdadera compañera, pero no hay un solo día en que piense o sueñe con Soraya. Se siente más atraído y conectado
Una cosa la ha hecho reír a Soraya toda la mañana: era que alfa Ace le parpadeó antes de marcharse después de salvarla de una tarea difícil que la obligó a hacer la criada malvada. Le hizo repetir el mismo proceso sin importar que ya habia fregado ese lugar.Sabe que no les gusta, pero ¿de verdad tienen que darle ese tipo de trato tan difícil?No puede agradecerle lo suficiente al alfa Ace por salvarla. Ya estaba a punto de derrumbarse cuando intervino. Gracias a la diosa de la luna que la haya limitado a lavar la ropa. Jura que es mucho mejor. Todo lo que tiene que hacer es caminar y recoger la ropa sucia de su habitación y la de Kai y lavarlas, y cuando están secas, las plancha, las dobla y las deja en sus habitaciones. Eso le vendría bien.Empezó con la ropa de alfa Ace. Cuando le quitó la ropa a Mia, la olió durante casi treinta minutos y fantaseó sobre su vida. Cómo habrían sido mejores las cosas para ella si no fuera una ladrona, si él la aceptara como su compañera.De verdad de
Es muy alto, musculoso y de hombros anchos. Un hombre muy atractivo, sin ningún problema con las mujeres. Tiene una nariz estructurada, un poco torcida, quizá debido a las peleas, y una sonrisa juguetona y secreta, como si supiera algo que ella no sabe.Un aura misteriosa y poderosa lo rodea, y Soraya se siente tentada a sonreír.«Ese es su alfa y su compañero».—¿Ya terminaste de mirarme con lascivia? —Su voz se escucha de pronto y la saca de sus pensamientos.Aparta su vista de él y del yeso en la pared.—Yo… yo…Lo oye reír.—¿Qué estás haciendo aquí?Por la tranquilidad de su voz puede decir que no está enojado porque está allí.—Bueno, yo… —se gira para mirarlo con la canasta todavía en su mano— vine a entregarte tu ropa. Ya terminé de lavarla y plancharla.—Está bien. Puedes guardarla en el armario —le sugiere.Sin perder más tiempo, Soraya entra al armario, donde deja la cesta en el suelo, y se da la vuelta para irse, pero se congela una vez más en su sitio cuando lo ve de pie
Ace la empuja con tanta fuerza que casi cae al suelo. Soraya se tambalea un rato antes de recuperar el equilibrio, y cuando lo logra, lo mira con la mirada más triste en sus ojos. Su corazón se rompe en mil pedazos cuando lo ve limpiarse los labios y observarlo todo aterrorizado.¿Lo que acaba de pasar no significa nada para él? ¿No sintió las chispas y la conexión? ¿Por qué eligió ser tan ciego?—¿Por qué nadie me responde? ¿Qué está pasando aquí? —inquiere Mia una vez más, y Ace se gira para mirarla.—Bebé, te lo puedo explicar.—Y me gustaría mucho escuchar la explicación que tienes que darme. ¿Cómo pudiste, Ace? ¿Cómo pudiste hacerme esto? —pregunta con voz ronca, y Soraya la contempla furiosa.Mia es la peor persona que hay en ese planeta tierra.—Te juro que no sé qué pasó. Percibí tu feromona en ella y no pude contenerme —explica, y se acerca a Mia, que tiene los brazos cruzados sobre el pecho y un ceño eterno enmascarado en su rostro—. Cariño, lo siento. Te prometo que no volv
Soraya intentó mantenerse fuerte todo el día, pero su corazón y su mente no se lo permitieron. Su mente aún repite lo que pasó por la mañana en el dormitorio del alfa Ace y su corazón todavía duele.La forma en que la apartó cuando entró Mia, la culpa en su rostro era algo que no podía comprender. Sentía que traicionaba a Mia cuando en realidad la traicionaba a ella. No sabe qué esperaba obtener de todas esas explicaciones que le dio, pero su respuesta la destrozó por completo.Cuando se besaron, pudo ver en sus ojos que podía sentir las chispas y la conexión. La manera en que la besó la hizo pensar que por fin había vuelto a la normalidad, pero las cosas que le dijo después la hicieron comprender que no hay modo de que pueda convencerse de que Mia no es su pareja.«Duele».Le duele mucho verlo defender a otra mujer, en especial a su traidora hermana. La mata cuando él la elige en lugar de a ella durante una pelea y le duele pensar que él sabe la verdad, pero se ha negado a aceptarla
Alfa Ace estaba reflexionando sobre las muchas cosas que dijo Soraya a las que no hizo caso, pero no se quedó tranquilo. Sus palabras siguen resonando en su mente y siente que empieza a perder la cordura.Cuando le dio las dos prendas para oler, en efecto, una tenía el olor de la feromona tenue que siempre percibe en Mia y la otra no poseía otro olor alguno. Además, siempre notó que la ropa de Mia nunca parecía haberle quedado como debía, pero aquello no lo hizo pensar en nada. Solo imaginó que era su elección de ropa.Cuando Soraya y Mia estaban en esa habitación, la única persona cuya feromona podía obtener era Soraya. Lo atraía hacia ella. Solo la diosa de la luna sabía cuánto se resistía. En el momento en que preguntó cuál de sus nombres llamaba su lobo «compañera», Ander gritó su nombre en su cabeza, mas él no dijo nada.Ni siquiera quiere hablar de las cosas que sintió cuando la besó.Todo eso no puede estar sucediendo en vano.Cuando una loba tiene la identidad de ladrona, sign
Las pupilas de Nicolás se dilatan en estado de shock.—Oh, yo… ya lo sabía. Solo pensé que lo veías al revés.—No, yo lo veo igual que tú. El problema es que Soraya es una ladrona, y ya sabes el tipo de feromonas que emite. ¡Eso es lo que me hace dudar de ella!—Alfa, nos conocemos desde siempre y sabes muy bien que no quiero nada más que lo mejor para ti. Te ruego que confíes cuando te digo que Soraya es tu compañera y no Mia. He llevado a cabo investigaciones yo mismo antes de llegar a esta conclusión. ¡Sabes que nunca te engañaré!Ace se aleja de él y camina por la oficina, pensando en todas las posibles razones por las que lo que acaba de decir puede ser cierto o falso.—Me voy a la cama ahora mismo. Buenas noches. —Alfa Ace sale corriendo de la oficina y se dirige a sus aposentos.«¡Tengo que pensarlo dos veces antes de llegar a alguna conclusión!», reflexiona para sus adentros.Entra en su dormitorio y espera ver a Mia acostada en la cama, como siempre, pero mira a su alrededor
Dos semanas después…Soraya ha estado monitoreando a todos y cada uno de los habitantes de la casa de la manda durante semanas y ha dominado sus rutinas. Los sirvientes se retiran a descansar después de la cena, exactamente a las ocho. Se espera que todos estén en las habitaciones de la servidumbre después de eso. Luego los guardias cambian de turno. Los once que han protegido la propiedad durante el día se van a casa a descansar, mientras que otro grupo toma el relevo.También tuvo la suerte de haberse hecho una amiga la semana pasada, quien le mostró un pasaje secreto en el aposento de los sirvientes que conduce a la parte trasera de la casa de la manada. Los sirvientes lo usan como salida de emergencia en tiempos de problemas. Asimismo, le dijeron que hay otras salidas de emergencia ocultas en la casa de la manada principal.No puede evitar mirar por encima de sus hombros de vez en cuando mientras corre por el túnel que conduce a la parte trasera de la casa de la manada .Se está e