Alfa Ace estaba reflexionando sobre las muchas cosas que dijo Soraya a las que no hizo caso, pero no se quedó tranquilo. Sus palabras siguen resonando en su mente y siente que empieza a perder la cordura.Cuando le dio las dos prendas para oler, en efecto, una tenía el olor de la feromona tenue que siempre percibe en Mia y la otra no poseía otro olor alguno. Además, siempre notó que la ropa de Mia nunca parecía haberle quedado como debía, pero aquello no lo hizo pensar en nada. Solo imaginó que era su elección de ropa.Cuando Soraya y Mia estaban en esa habitación, la única persona cuya feromona podía obtener era Soraya. Lo atraía hacia ella. Solo la diosa de la luna sabía cuánto se resistía. En el momento en que preguntó cuál de sus nombres llamaba su lobo «compañera», Ander gritó su nombre en su cabeza, mas él no dijo nada.Ni siquiera quiere hablar de las cosas que sintió cuando la besó.Todo eso no puede estar sucediendo en vano.Cuando una loba tiene la identidad de ladrona, sign
Las pupilas de Nicolás se dilatan en estado de shock.—Oh, yo… ya lo sabía. Solo pensé que lo veías al revés.—No, yo lo veo igual que tú. El problema es que Soraya es una ladrona, y ya sabes el tipo de feromonas que emite. ¡Eso es lo que me hace dudar de ella!—Alfa, nos conocemos desde siempre y sabes muy bien que no quiero nada más que lo mejor para ti. Te ruego que confíes cuando te digo que Soraya es tu compañera y no Mia. He llevado a cabo investigaciones yo mismo antes de llegar a esta conclusión. ¡Sabes que nunca te engañaré!Ace se aleja de él y camina por la oficina, pensando en todas las posibles razones por las que lo que acaba de decir puede ser cierto o falso.—Me voy a la cama ahora mismo. Buenas noches. —Alfa Ace sale corriendo de la oficina y se dirige a sus aposentos.«¡Tengo que pensarlo dos veces antes de llegar a alguna conclusión!», reflexiona para sus adentros.Entra en su dormitorio y espera ver a Mia acostada en la cama, como siempre, pero mira a su alrededor
Dos semanas después…Soraya ha estado monitoreando a todos y cada uno de los habitantes de la casa de la manda durante semanas y ha dominado sus rutinas. Los sirvientes se retiran a descansar después de la cena, exactamente a las ocho. Se espera que todos estén en las habitaciones de la servidumbre después de eso. Luego los guardias cambian de turno. Los once que han protegido la propiedad durante el día se van a casa a descansar, mientras que otro grupo toma el relevo.También tuvo la suerte de haberse hecho una amiga la semana pasada, quien le mostró un pasaje secreto en el aposento de los sirvientes que conduce a la parte trasera de la casa de la manada. Los sirvientes lo usan como salida de emergencia en tiempos de problemas. Asimismo, le dijeron que hay otras salidas de emergencia ocultas en la casa de la manada principal.No puede evitar mirar por encima de sus hombros de vez en cuando mientras corre por el túnel que conduce a la parte trasera de la casa de la manada .Se está e
—¡Mia! —Soraya grita asustada mientras corre hacia el cuerpo sin vida de su hermana, que yace en el suelo, sin importarle el hecho de que hay dos malvados más con los que lidiar.No sabe qué le ha pasado, pero no parece importarle ese hecho. Con calma, empuja la espesa y furiosa melena de Mia con su mano, tratando de despertarla, pero no se mueve ni un poco. Está aterrorizada. Pronto, oye gruñidos detrás de ella, y cuando se da vuelta para mirar, ve a los pícaros caminando hacia ella. Gruñen y babean.El lobo que acaba de matar a su hermana tiene sangre por toda la boca y algunas partes de su pelaje también están manchadas. Deben sentirse victoriosos después de haber matado a uno de ellos.Uno de los pícaros vuela sobre su cuerpo y la muerde el brazo. Grita de dolor y lo empuja lejos de ella. Es entonces cuando se da cuenta de que no está en condiciones de luchar.Todavía está conmocionada por la muerte de Mia. No tiene loba. Si intenta pelear, esos bribones la matarán.Soraya se apre
Una vez más la acusan y la castigan por un crimen que no cometió. No mató a su hermana. Ella la encontró en el bosque y trató de convencerla de que volviera a ese castillo, pero se negó. Cuando los pícaros las atacaron, Mia fue la primera en ponerla en peligro como siempre, pero los pícaros la mataron a ella primero, y ahora Soraya asume la culpa por su muerte.¿Por qué el alfa Ace siempre le hace eso? Vio a los pícaros, incluso mató a uno de ellos. Vio las heridas sangrantes en su cuerpo, lo que significaba que también la habían atacado. No obstante, decidió hacer una suposición muy estúpida que no ayuda a nadie.¿De verdad es tan tonto? ¿O solo la odia tanto que siempre está buscando formas de echarle toda la culpa? Jura que está confundida.En ese instante, sentada una celda fría, con la espalda apoyada contra la pared y los brazos alrededor de las rodillas, abrazándolas, mientras se hunde en pensamientos profundos. Quiere irse de allí. Jura que lo necesita. Quiere irse lejos de es
Beta Nicolás deja escapar un profundo suspiro antes de estirar su mano hacia el pomo de la puerta para abrirla y entrar en la oficina de alfa Ace. Él quizá está allí después de la muerte de la chica que solía pensar que era su compañera, odiando a Soraya incluso cuando en el fondo de su corazón sabe que ella es inocente del crimen del que la acusa. No sabe qué diablos le pasa ni cuándo va a entrar en razón, pero está feliz de que las cosas hayan resultado de esa manera.«Mira, no soy un sádico».Le duele el hecho de que se haya perdido una vida. Una hermana, una hija, una amiga se ha perdido en las frías manos de la muerte, pero siente que se lo merecía.Mia perpetró un crimen atroz y lo llevó a cabo. Como si no hubiera sido suficiente haber sido una mala hermana para Soraya durante los últimos dieciocho años, se aprovechó del hecho de que Soraya no tenía una loba identificable y le robó a su pareja solo porque quería convertirse en la próxima luna.Ella mordió más de lo que podía mas
Alfa Ace se dirige hacia la mazmorra con la ira hirviendo en su corazón. Al principio no tenía idea de qué hacer para castigar a Soraya por lo que le hizo a su preciosa compañera, pero después de la pelea con Nicolás una idea brillante apareció en su mente y no está dispuesto a dejarla pasar. Sufre y sufre en ese instante por culpa de Soraya. Es justo que la castigue para que sienta ese dolor que lo destroza por dentro.—¡Soraya! —grita su nombre mientras se para frente a su celda.Ella se levanta de inmediato, temblando de miedo.«¡Sí! ¡Debería!».—Alfa Ace —gimotea.Tiene los ojos rojos, hinchados de tanto llorar, y la voz le tiembla. Parece miserable, y eso lo hace feliz.—El único e inigualable. —Se coloca en una postura atrevida frente a ella y mete ambas manos en los bolsillos de sus pantalones. Pasan unos momentos y no dice ni una palabra, y ella tampoco. Se quedan allí, mirándonos con rencor.—¿Por qué estás aquí? —Ella rompe el silencio.Se aclara la garganta y da un paso más
—¡Nicolás! —Alfa Ace llama furioso a través del vínculo mental mientras guía la salida de la mazmorra.Los guardias lo siguen detrás con Soraya, que les da muchas dificultades moviendo su cuerpo y gritando a todo pulmón para que la dejen ir. Es extremadamente enérgica.—¿Sí, alfa? ¿Qué quieres que haga?Puede notar por su voz y tono que su Beta está irritado. A él, sin embargo, no le importa. ¡Es el alfa, y las cosas saldrán como él quiera!—Me dirijo al centro de la manada ahora mismo con Soraya. —Marcha hacia delante.—¿Para qué? —curiosea.—Ya lo verás cuando llegues. Quiero que llames a todos los hombres lobo viudos y solteros. ¡Diles que se reúnan en el centro de la manada de inmediato!—¿Por qué quieres que se reúnan allí?Por una fracción de segundo Alfa Ace se plantea si decírselo o no, pero decide soltar la sopa porque, de no hacerlo, parecería que tiene miedo de poner a su Beta al corriente de las decisiones que toma con respecto a Soraya. ¡Como si le tuviera miedo, lo cual