Una vez más la acusan y la castigan por un crimen que no cometió. No mató a su hermana. Ella la encontró en el bosque y trató de convencerla de que volviera a ese castillo, pero se negó. Cuando los pícaros las atacaron, Mia fue la primera en ponerla en peligro como siempre, pero los pícaros la mataron a ella primero, y ahora Soraya asume la culpa por su muerte.¿Por qué el alfa Ace siempre le hace eso? Vio a los pícaros, incluso mató a uno de ellos. Vio las heridas sangrantes en su cuerpo, lo que significaba que también la habían atacado. No obstante, decidió hacer una suposición muy estúpida que no ayuda a nadie.¿De verdad es tan tonto? ¿O solo la odia tanto que siempre está buscando formas de echarle toda la culpa? Jura que está confundida.En ese instante, sentada una celda fría, con la espalda apoyada contra la pared y los brazos alrededor de las rodillas, abrazándolas, mientras se hunde en pensamientos profundos. Quiere irse de allí. Jura que lo necesita. Quiere irse lejos de es
Beta Nicolás deja escapar un profundo suspiro antes de estirar su mano hacia el pomo de la puerta para abrirla y entrar en la oficina de alfa Ace. Él quizá está allí después de la muerte de la chica que solía pensar que era su compañera, odiando a Soraya incluso cuando en el fondo de su corazón sabe que ella es inocente del crimen del que la acusa. No sabe qué diablos le pasa ni cuándo va a entrar en razón, pero está feliz de que las cosas hayan resultado de esa manera.«Mira, no soy un sádico».Le duele el hecho de que se haya perdido una vida. Una hermana, una hija, una amiga se ha perdido en las frías manos de la muerte, pero siente que se lo merecía.Mia perpetró un crimen atroz y lo llevó a cabo. Como si no hubiera sido suficiente haber sido una mala hermana para Soraya durante los últimos dieciocho años, se aprovechó del hecho de que Soraya no tenía una loba identificable y le robó a su pareja solo porque quería convertirse en la próxima luna.Ella mordió más de lo que podía mas
Alfa Ace se dirige hacia la mazmorra con la ira hirviendo en su corazón. Al principio no tenía idea de qué hacer para castigar a Soraya por lo que le hizo a su preciosa compañera, pero después de la pelea con Nicolás una idea brillante apareció en su mente y no está dispuesto a dejarla pasar. Sufre y sufre en ese instante por culpa de Soraya. Es justo que la castigue para que sienta ese dolor que lo destroza por dentro.—¡Soraya! —grita su nombre mientras se para frente a su celda.Ella se levanta de inmediato, temblando de miedo.«¡Sí! ¡Debería!».—Alfa Ace —gimotea.Tiene los ojos rojos, hinchados de tanto llorar, y la voz le tiembla. Parece miserable, y eso lo hace feliz.—El único e inigualable. —Se coloca en una postura atrevida frente a ella y mete ambas manos en los bolsillos de sus pantalones. Pasan unos momentos y no dice ni una palabra, y ella tampoco. Se quedan allí, mirándonos con rencor.—¿Por qué estás aquí? —Ella rompe el silencio.Se aclara la garganta y da un paso más
—¡Nicolás! —Alfa Ace llama furioso a través del vínculo mental mientras guía la salida de la mazmorra.Los guardias lo siguen detrás con Soraya, que les da muchas dificultades moviendo su cuerpo y gritando a todo pulmón para que la dejen ir. Es extremadamente enérgica.—¿Sí, alfa? ¿Qué quieres que haga?Puede notar por su voz y tono que su Beta está irritado. A él, sin embargo, no le importa. ¡Es el alfa, y las cosas saldrán como él quiera!—Me dirijo al centro de la manada ahora mismo con Soraya. —Marcha hacia delante.—¿Para qué? —curiosea.—Ya lo verás cuando llegues. Quiero que llames a todos los hombres lobo viudos y solteros. ¡Diles que se reúnan en el centro de la manada de inmediato!—¿Por qué quieres que se reúnan allí?Por una fracción de segundo Alfa Ace se plantea si decírselo o no, pero decide soltar la sopa porque, de no hacerlo, parecería que tiene miedo de poner a su Beta al corriente de las decisiones que toma con respecto a Soraya. ¡Como si le tuviera miedo, lo cual
Alfa Ace pensó que podría soportarlo, pero acaba de descubrir que no puede. No soporta ver a esos hombres poniéndole las manos encima.Sin previo aviso, se apresura a llegar al lugar y los empuja para alejarlos de Soraya, que yace indefensa en el suelo, sollozando y esperando su fin. No lo piensa dos veces antes de agacharse y tomarla en sus brazos. No puede quedarse y ver a otros hombres tocarla. Jura que no puede.—Nicolás, mándalos lejos —le ordena, y comienza a alejarse con Soraya a toda velocidad. Su ritmo cardíaco se acelera cuando ella se agüita y forgajea intentando solartse de su agarre.—¡Bestia! —pataela y sus puños golpea su pecho—. Suéltame, no me toques.Su rechazo quema hasta los huesos a Alfa Ace quien la sostenia con mas fuerza más cerca de sus brazos, sin importar cuando Soraya luche al final su fuerza es absolutamente nada contra el alfa.Al final solo puede llora.Llena de impotencia y odio.Alfa Ace solo vuelve a la realidad cuando deja a Soraya en una silla en la
Un silencio absoluto reinó en la habitación.Soraya y ni Alfa Ace no dijieron nada.Ella está sentada en el sillon, con la mirada perdida en el vacío, mientras Alfa Ace la mira de reojo mientras camina atropelladamente por la sala de estar. Después de regañarla, el esperaba que tomara represalias, lo que daría lugar a más regaños y a que se enfadara y pidiera a los guardias que la arrojaran de nuevo al calabozo, pero nada de eso ha sucedido. Ella está tan tranquila como el mar, y Ace está confundido porque no sabe la magnitud de la ola con la que se prepara para golpearlo.—Entonces… —por fin Soraya rompe el silencio, y él se da vuelta para mirarla— ¿cuál será mi destino, si me lo permite saberlo Alfa?—El rey alfa supremo está en camino -confiesa el mientras que ella parpadea, ni sorprendida ni asustada porque ya se esperaba esta sigtuacion, un caso de su magnitud llevaría a la precensia de rey Alfa-. Tomaremos una dedición. ¡Guardias! —grita Alfa Ace, y dos guardias entran corriendo
-No la maté —dice Soraya apenas la habitación queda sin una sola alma, intentando no tener miedo.—Hace unos momentos me vinculé con sus padres —expresa el alfa Ace con un tono demasiado tranquilo—. Estaban desconsolados. Me preguntaron cómo había permitido que eso le pasara a su hija después de que me confiaron a ustedes dos.—No maté a mi hermana —repite, y se aferra a su inocencia. Necesita aferrarse a la verdad—. No tenía intención de que nadie saliera lastimado.El alfa Ace continúa como si no hubiera hablado.—Les dije que había sido repentino y que le había pedido que se quedara con la manada, pero estaba demasiado preocupada por su hermana. —La mira con expresión de hombre condenado—. En realidad, su hermana ni siquiera era su propia hermana. Una chica que la había maltratado durante años, una chica que recientemente la había golpeado, una chica que había intentado seducir a su pareja.¿Es posible estar tan enfadado con tu pareja? Tiene que ser porque Soraya hace todo lo posib
—Llamaste… —es lo primero que dice Nicolás cuando entra a su oficina.Ace está inclinado sobre la mesa, con los brazos cruzados en el pecho. Estaba perdido en sus pensamientos hasta que entró de golpe.—Sí, lo hice. —Se yergue.—Antes de preguntar por qué llamaste, quiero que me expliques el significado de lo que hiciste allí. En un momento estabas tan decidido a dejar que los hombres lobo viudos y sin pareja lucharan para quedarse con Soraya, pero cuando comenzó la pelea te la llevaste. ¿Tienes idea de lo difícil que fue para los guardias y para mí calmar a esos hombres y enviarlos de regreso a sus respectivos hogares? Alfa Ace, a veces actúas como un cachorro hormonal. ¡Por el amor de la diosa, sé decidido! ¡Eres un maldito alfa!Ah, sí. Está enojado y tiene todo el derecho a estarlo.—¿Un cachorro hormonal? De todas las cosas que podrías haberme llamado, ¿elegiste un cachorro hormonal? —responde con furia.—¡Oh, por favor! ¡No seas tan cachorro! Ese no es el problema que tenemos en