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El fin de semana llegó y todo era un lío en casa, la ceremonia de mi abuela comenzaría en un par de horas, y según mamá todo tenía que ser tan perfecto como siempre.— Cariño, ven y ayúdame con esto — Me llamo mi madre.Yo fui y la ayude a acomodar un par de arreglos en el comedor.— ¿ mami, aun no ha llegado el señor Montanari? — Le pregunté a mi mamá.Ella me miró sorprendida.— ¿Te gusta? — Me preguntó emocionada.— Hmmm... tal vez — Le contesté sin ánimos.Mamá se veía demasiado emocionada, tal vez fue un error preguntar tan pronto por él.— Él es muy guapo, y viene de una buena familia, sería un buen esposo — Me dijo mamá.— No me quiero casar tan pronto — Le dije.Mi madre respiro profondo.— Cariño tener la protección de un buen hombre es crucial en esta vida y tu más que nadie necesitas a alguien que frene tu personalidad— Me dijo.Me dolió mucho eso que dijo, se que no soy perfecta, pero me parecía una exageración querer lanzarme al primer hombre que se cruce para deshacerse de mi.— No te preocupes por eso, pronto dejare de ser un dolor de cabeza para ustedes — Le contesté.Mamá dejo a un lado los arreglos y camino a mi, me agarró de las manos y me miró a los ojos.— Estás joven, y piensas que puedes comerte el mundo, pero allí afuera es difícil, se que me odias por no dejarte vivir la vida como quieres hacerlo, pero solo quiero protegerte, quiero que seas feliz — Me dijo.— ¿Entonces por que me obligan a comportarme como algo que no soy? — Le pregunté.— Eres la hija del hermano del duque de Norwich, así que eres lo que se te pide que seas, ahora ve a saludar a Caesar que acaba de llegar — Me dijo mamá.Yo mire sobre mi hombro y mire al rinoceronte, él estaba sonriendo, lo bueno es que esa sonrisa no le va a durar mucho.Mi madre me soltó y yo me di la vuelta inmediatamente, camine a Caesar con una enorme sonrisa en los labios, él me miró y arrugó el entrecejo.— ¿cómo estás princesita? — Me preguntó.— Estaba muy mal, pero ahora que llegaste mi día se a iluminado de una manera fantastica — Le dije con sarcasmo.Caesar sonrió de medio lado dejando a la vista uno de sus hoyuelos.— No me digas que te enamoraste de mí, me halaga mucho, pero no eres mi tipo, soy más de mujeres con buen trasero. — Me dijo con burla.— Eres tan idiota, ahora entiendo porque la cucaracha te puso el cuerno con su primo — Le dije.Caesar dejo de sonreír de inmediato.— Ahora entiendo porque tu padre quiere lanzarte al primer hombre que esté dispuesto a casarse contigo — Me dijo el bastardo.Yo respire profundo, necesitaba joderlo de alguna manera.— Y hablando de eso, allí llegó tu fanático tóxico — Me dijo.Yo mire a la puerta y allí estaba él desagradable de Félix.— ¿Te imaginas casada con ese tipo? con esa tripa tan grande que tiene es capaz de ahogarte mientras cogen — Me dijo.— Eres tan repugnante — Le dije.Caesar se agachó un poco y me miró a los ojos, sus ojos eran tan voraces, de un marron intenso, sus pestañas demasiado largas como para un hombre.— puede que lo sea, pero tú sabes que posiblemente vas a terminar con ese tipo, puedo imaginar la cara de asco que pondrás cada vez que ese tipo quiera tocarte — Me dijo.Yo mire otra vez a Félix y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, odiaba admitirlo pero el viejo verde tenía razón, si no hacía algo ahora, mi padre encontraría la manera de casarme con Félix, y yo prefería morir mil veces antes de estar con él.— Por tu expresión, creo que también lo imaginaste — Me dijo.Yo me aparte de Caesar y lo fulmine con la mirada.— tu vas a terminar solo como un perro — Le dije.— tal vez solo, pero libre y haciendo lo que se me de la gana. — Me respondió.— Eres tan... idiota, pero que se puede esperar de una persona como tú —Caesar arrugó el entrecejo y se irguió.— Te dejo princesita, iré a hablar con tu futuro esposo, espero que sus hijos se parezcan a ti, porque si se parecen a él, sería un desastre — Me dijo.Yo me mordí el labio inferior, tenía mucha rabia y de alguna manera tenía que que sacarla, pero no quería hacerlo con una persona al azar, quería hacerlo con ese infeliz viejo verde de Caesar.Félix esquivo a Caesar y empezó a caminar a mi, yo me di la vuelta para irme, pero él me alcanzó.— Buenos días hermosa — Me saludo.—¿ Lista para honrar la memoria de tu abuela? — Me preguntó.Yo respire profundo y Asentí con la cabeza.— Muy lista, y gracias por acompañarnos, es muy amable de su parte — Le dije.— aprovecharé cada oportunidad que tengo para verte — Me dijo.— Iré a ayudar a mi madre, lo dejo — Le dije.Me di la vuelta y camine rapidamente a mi madre, al menos con ella estaba a salvó de los comentarios tan desagradables de Félix.— Creo que le gustas — Me dijo mamá.— ¡Por supuesto que le gustó! estoy segura que si tiene la oportunidad de pedirle mi mano a mi papá él lo haría — Me queje.Mi madre me miró con confusión.— ¿Caesar quiere casarse contigo? — Me preguntó.¡Mierda!— No hablo de él, si no de Félix — Le dije a mamá.Mi mamá puso mala cara de inmediato.— No te preocupes por eso, yo no dejaré que algo así pase — Me dijo.Al menos ella era conciente del desastre que sería algo así.— Ve a buscarme un vaso con agua, yo me quedaré aquí terminando de arreglar esto, tu tío tiene que encontrar todo perfecto — Me dijo mamá.Yo asentí con la cabeza, en ocasiones me daba un poco de pena mi madre, siempre a la sombra de mi papá y mi tío y yo no quería terminar como ella.4Mama insistió que Caesar y yo nos sentamos en la última banca de la capilla, estábamos literal en el lugar más caluroso de todos, el vestido que yo tenía era tan sofocante, quería salir corriendo y tirarme a una piscina.aún no entiendo por qué no ponen un puto aire acondicionado en este lugar, desde que murió la abuela se hace aquí la ceremonia, pero cada año era más y más caluroso.— Dios, cuando se necesita que llueva no lo hace — se quejo Caesar.Yo saqué mi abanico de mano y empecé a abanicarlo en mi cara.Caesar volteo a verme de inmediato, yo le sonreí y seguí abanicandome.— hace algo de calor — Le dije.Caesar me quito el abanico y empezó a usarlo él.este tipo era un bruto totalmente.— Mucho mejor — Dijo.Yo respire profundo, no iba a caer en su juego.— ¿cuando se acaba esto? — Me preguntó en voz baja.— En la noche — Le dije.Caesar me miró con los ojos muy abiertos.— Apenas son las diez de la mañana — Dijo.Yo me encogi de hombros.— si no sabes de qué va algo, es mejo
5Caesar condujo en completo silencio, yo no comenté nada, no quería escuchar su voz, ahora lo único que me preocupaba era mi papá, sabía que iba a castigarme.— ¿Pequeña Chihuahua que pasa? estas muy callada — hablo Caesar.Yo voltee a verlo de inmediato, como se atrevía este infeliz.Me quite el cinturón de seguridad y empecé a golpearlo con los puños, Caesar empezó a protegerse con una de sus manos, mientras se reía.— Voy a chocar por tu culpa — Grito.Yo volví a sentarme y lo mire mal.— ¿Que? — Me preguntó.— Eres repugnante, un bastardo, viejo verde, te desprecio — Le dije con rabia.— ¿Por qué pequeña Chihuahua? — Me preguntó.Yo me quite el zapato y empecé a golpearlo en la espalda con el.— ¡No me digas así! — Le grite.— ¡Lo siento! — Dijo entre risas.— Eres peligrosa — Me dijo.Yo lo fulmine con la mirada.— No te metas conmigo o te irá muy mal — Le advertí.— ¿Mal en que sentido? Matarme dudo que lo hagas — Me dijo.Me recosté en el asiento y mire por la ventanilla, prefe
Caesar se detuvo frente al primer restaurante que se topo, era un restaurante de cadena muy conocido aquí, yo había comido en alguno un por de veces, así que sabía que la comida era buena.Yo me baje rápidamente del coche y camine al restaurante, tenía tanta hambre, desde ayer no había comido bien, mi madre me había obligado a comer solo un poco de fruta para que el vestido que usaría hoy me quedara perfecto.Entre al restaurante y me senté en una mesa que estaba vacía, Caesar se acercó y se sentó frente a mi.Un camarero se acercó a nosostros y nos tendió el menú, yo lo agarre de inmediato y ojee un poco lo que había.Caesar pidió rápidamente y le entrego el menu al camarero.— Yo voy a querer, pollo asado con salsa Peri - peri, acompañado de arroz, papas fritas y verduras, tambien quiero envoltura de pollo a la parrilla, de postre quiero el pastel de chocolate con helado — Le dije al camarero.Caesar me quedo mirando.— Tu no te podrás comer todo eso — Me dijo.Yo me rei, este tipo
Al día siguiente llegué temprano a la universidad, para mí sorpresa ya Barbie estaba allí, ¿que le habrá pasado? Camine con rapidez a ella y me senté a su lado.— ¿Y tu qué tienes? — Le pregunté.Ella me miró y después recostó su cabeza en mi hombro.— Me duele el pezón — Me dijo.Yo puse los ojos en blanco y la aparte de mi, Barbie y el anciano eran demasiado activos sexualmente.— Viviano quería hacerlo está mañana, pero te juro que ya las piernas no me daban, así que huí — Yo respire profundo.Barbie y su mala costumbre de decir ese tipo de cosas.— Se me había olvidado preguntar cómo te fue en la luna de miel — Le pregunté.— ¡Genial! Visitamos tantas playas, y en cada una hicimos el amor — Me dijo soñadora.— Que raro que Clau aún no haya venido — Le dije para cambiar de conversación.— Si, que raro — contesto Barbie.— Tal vez se le pagaron las sábanas — comento Barbie.Yo asentí sin dar importancia.— ¿Que tal te fue a ti ayer? — Me preguntó.Estaba debatiendome en decirle lo de
Las chicas y yo salimos del aula de clases, yo tenía sueño y hambre, así que me iba a ir directamente a la casa.— Chao niñas — Les dije apenas salimos del campus de la universidad.— ¿Que hace Caesar aquí? — Preguntó Barbie.Yo me detuve en seco y mire al tipo, el estaba a un lado de su coche hablando por teléfono, hoy estaba vestido con un traje a la medida color negro, la luz del sol se reflejaba en su cabello castaño haciendo notar un par de motas doradas en el.— Tal vez viene a verte a ti — Le dije.Barbie le gritó y el volteo a vernos.— Tu hermano es muy sexy — Dijo Clau.— claro que no — Respondí de inmediato.Caesar empezó a caminar a nosotros, él llegó, le dió un beso en la cabeza a Barbie y saludo a Clau.— Vámonos — Me dijo mirándome a los ojos.— ¡Estás loco! — Le dije.Caesar envolvió su brazo en mi cintura y me levanto.— Nos vemos hermanita — Le dijo él.Barbie y Clau me quedaron mirando sin comprender, pero es que yo tampoco estaba comprendiendo de qué va todo esto.
Me puse la pijama y salí de la habitación, tenía hambre.Camine a la cocina y allí estaba Caesar tomando café y leyendo algo.— ¿Que cenaremos? — Le pregunté.Él dejo de leer y me volteo a ver.— No lo sé tú, pero yo ya he comido algo, agarra lo que quieras del refri y preparate algo — Me dijo.Yo me lo quedé viendo.— No se cocinar, prepárame algo tu — Le dije descaradamente.La sonrisa de Caesar apareció lentamente.— Entonces tienes dos opciones, o pides algo o te acuestas sin comer, porque yo no voy a prepararte nada — Me dijo.Yo puse lo ojos en blanco y camine al refri.— Eres medio inútil Caesar — Le dije.— ¿Disculpa, Lo dice la chica que no sabe cocinar? — Me preguntó.— Si, lo dice esa chica — Le respondí.Saque del refri algunos ingredientes para hacer un sándwich, no es por nada pero me quedaban deliciosos.— Apartate — Le pedí.Empecé a prepararme el sándwich, Caesar me miraba con una sonrisa torcida, este tipo me ponía de los nervios.— Deja de mirarme — Le pedí.— Solo e
Caesar estaba en la puerta del apartamento esperando por mi, yo pasé sobre el y camine con rapidez al ascensor.— Te vas conmigo, ya te dije que no te harás nada estúpido — Me dijo.— No me haré nada estúpido, pero si algo lindo — Le dije.— ¡Kendall! — Me grito.Yo seguí caminando y espere el ascensor, cuando se detuvo en mi piso entre y le pique el botón para que bajara, Caesar se subió al ascensor rápidamente antes que bajara.— No te harás nada, de eso me voy a encargar yo — Me dijo.De verdad que Caesar daba mucha pereza, este tipo necesitaba una buena sacudida.— ¿Te gustan las alturas? — Le pregunté.César me miró y nego con la cabeza.— Este fin de semana me tírate de un acantilado, deberías venir — Le dije.— Prefiero mil veces que te hagas el tatuaje — Me dijo.Yo sonreí un poco, este tipo había abierto la caja de Pandora y ahora tenía que aguantar todos sus males.— ¿Eres muy anticuado, cuando fue la última vez que te divertiste? — Le pregunté.— me divierto de manera sana,
11Las chicas me estaban esperando, yo camine a ellas y me senté en la mitad de ambas, Barbie me dió un golpe en el brazo.— ¿Desde cuando tienes algo con mi hermano? — Me preguntó.Yo la mire despectivamente.— Yo no tengo nada con él, mi papá le pidió que me cuidara — Barbie levantó una ceja.— ¡te lo juro! ¿tu hermano es un dolor en el trasero, como te lo aguántate tantos años? — le pregunté.Aguantar a Caesar más tiempo de lo requerido era perjudicial, ahora entiendo porqué Barbie se fijó en Viviano.— O sea que mi hermano es como tu niñero — Me preguntó.Yo asenti con la cabeza.— si, pero no te preocupes, lo trataré bien para que no se traume — Le dije para tranquilizarla.— ¡kendall! — Me regaño.— Él está en esto por idiota, no es mi culpa, él se lo busco — Le dije.La alarma para entrar a clases sono y las tres nos levantamos para ir al aula de clases.— — — — — — — — — —Estaba estresado por esa niña, ahora no solo tenía que mantenerla con vida, también tenía qie evitar que s