ADAMO/DEMON No tenía salida, probablemente esté era mi final, pero no iba a mostrar debilidad, y mucho menos voy a adelantar a mi Capo. Tal vez no tenga toda la información, sin embargo, sabía algo, y claro está que yo sé dónde se podía hallar Rosso; aun así, no iba a hablar, mi boca es una tumba. —Así que estás dispuesto a no decir nada —ha estado tratando de sacarme toda la m****a el guardia principal de Diablo, pero mi silencio lo dice todo —Si así lo quieres —concluye, y luego de eso me suelta de nuevo otro golpe, está vez en las costillas usando un tubo grueso. Parece que el imbécil ya se cansó de golpear con sus puños. Maldito anciano. Escupo la sangre que sale por mi boca, varios de los golpes los recibí en mi estómago y en la cara. Y, aun así, no me harán hablar y tampoco caeré ante ellos. Después de que Ivanna se fuera, Diablo les ordenó a sus soldados que me sacarán de mi apartamento y me arrastrarán a este maldito agujero, que es un casino abandonado y deteriorado, es
ADAMO/DEMON —¿Qué no te da gusto verme, hermanito? —inquirió Rosso con una sonrisa lobuna. —Te hacía pudriéndote bajo tierra en un agujero — responde Diablo. La sonrisa de Rosso no se borra y sus ojos no se apartan de él, es como si quisiera asesinarlo de esa manera, pero de un modo lento. Su mirada destila odio, lo conozco y puedo decir que Dante es el hombre que más odia en todo el mundo. —Lo mismo que le deseo tu padre a mi madre —replico, sin inmutarse —al final su plan no salió como espero. Y mírame aquí —se señaló —Sobreviví a su ataque. Nadie puede eliminarme, querido hermano, ni siquiera tú. —Ya veremos —dijo bruscamente Diablo. —Bien, no te cité para una charla familiar y toda esa m****a. Quiero a mi soldado devuelta. —Tenlo por seguro que te lo devolveré una vez que me entregues a mi mujer. —Entonces desátalo —exigió Rosso. —Hasta que la tenga conmigo y vea que está bien, lo soltaré. No tenía la facilidad de moverme para sacar mi cuchillo escondido que llevo en mi b
IVANNAMe sentía traicionada, usada, y la persona más estúpida del mundo. ¿Cómo es que no me di cuenta antes?Pero lo quiero, no puedo seguir mintiéndoles a mis padres y mintiéndome a mi misma.—Te creí más inteligente, no pensé que un idiota engreído como ese te enredará con facilidad, Ivanna —espeta mi hermano, con el ceño fruncido.Seguía molesto conmigo, no le voy a llevar la contra, ya que tenía razón en todo, pero tampoco lo voy a dejar que me insulte o me falte al respeto. Santino siempre había sido un chico honesto y cariñoso, ahora no sabía que estaba pasando con él, cada rato despotricaba en contra Demon y para acabarla terminaba recordarme lo tonta que había sido por caer.―Suficiente, Santino ―lo callo mi padre antes de que continuara con sus reclamos.―Pero padre…―He dicho que suficiente ―lo corta de inmediato ―No puede ser que no te des cuenta lo mal que se ve tu hermana, y tú la sigues atacando con el mismo tema. Ivanna se ha dado cuenta de su error, y está arrepentida
ADAMO/DEMON Estaba al borde de la locura, a nada de perder la cabeza por darle tantas vueltas al mismo asunto. Golpee la puta bolsa de boxeo durante más tiempo, era la única manera de sacar toda mi frustración y, aun así, no había acabado de sacar todo, no tenía suficiente, continuaba sintiéndome una m****a, ni esto estaba ayudando. Solté dos últimos golpes, lo que me hace falta es una pelea, eso es lo único que me puede ayudar. Estaba exhausto y de todas maneras no estaba funcionando, mi mente estaba en otra parte. «No, no puedo llevar su sangre, no puede ser eso posible. Esto es una broma de mal gusto». Pero las palabras de Rosso sonaron tan sinceras, no hubo ni un poco de burla en lo que confeso. Sé que debo enfrentar ese tema, pero no estaba listo para hacerlo, la verdad tampoco quería hacerlo. Estaba por comenzar mi sexta ronda de boxeo con el saco, cuando Maykel irrumpió en la sala de boxeo. ―Vamos, entrena conmigo ―dije una vez que se colocó frente al saco. May y yo tenía
IVANNANuevamente, las tres familias estaban reunidas en la misma mansión. Tenía tiempo que no miraba a todos juntos, incluso los había extrañado demasiado, pues en sí, formábamos una gran familia.Los hombres se habían reunido en el despacho de mi padrino, mientras que las mujeres estábamos charlando en el salón grande de varias cosas.Mi madre se estaba poniendo al día junto con mi madrina. Su hermana Alexa no dejaba de hablar y preguntarle cómo estaba, luego de que supo la noticia de lo que le había ocurrido, no dejaba su expresión preocupante.A pesar de ser ya adultas y ser madres, ella seguía preocupándose por su hermana, al igual mi madre que la apreciaba de la misma manera.Anto y yo, también nos pusimos al día, por supuesto que omití algunas cosas, ya que no quería que hiciera una tempestad por motivos que muy pronto se iban a solicitar.Sobre lo referente a Adamo, no había tenido la oportunidad de hablar a solas con mi madrina, tenía que hacerlo lo más pronto posible, antes
ADAMOEstar en este sitio era como si me trajera recuerdos. Recuerdos que no recordada, sin embargo, en mis pesadillas siempre estuvieron presente, era abrumador, pero una parte de mí se sentía en sereno, como el hecho de que esto era lo que estaba esperando toda mi vida.No me espere el recibimiento espontáneo de la mujer que dice ser mi madre. A pesar de que no la conocía del todo, el tiempo que la trate me di cuenta de que es cariñosa y que transmite una armonía intensamente relajante, un aura pura que a su lado me hace sentir en paz y en casa.Es como si este abrazo lo haya necesitado tanto como lo hacía para ella también.―Por fin te tengo entre mis brazos, mis plegarias al final fueron escuchadas ―su voz tiembla un poco al igual que su labio inferior, conteniendo sus lágrimas ―No sabes la felicidad que meda tenerte devuelta, hijo mío ―se apartó para verme, con sus manos pequeñas tomo mi rostro entre ellas.No estaba acostumbrado a ningún tipo de afecto, si lo que viví con Ivanna
ADAMO—Deja te explico, mi amor —intenta acercarse, sin embargo, ella lo detuvo señalando con su mano.—Explícame entonces, y nada de mentiras, Dante —dijo molesta —No estoy para soportar ni una más.—Solamente escúchame y te explicaré todo, nena.Negó retrocediendo cuando él quiso tomar su mano.—No, ni se te ocurra—dijo rotundamente —Y no te atrevas a volver a mentirme, Dante —molesta, lo señala con el dedo.No le quedó de otra que volver a su lugar y verla desde allí. Con una expresión neutral la observó.—Nunca lo he hecho y no lo haré ahora —le recuerdo —Todo lo que hago es protegerte, proteger a nuestra familia.—¿A base de mentiras? ¿Te parece que eso es proteger? —Lillie elevo su voz.—Que no maldita sea —gruño, pasó sus dedos por su cabello oscuro, suspiro profundamente antes de continuar —Si estuve en Rusia antes y después, pero no sabía lo que iba a pasar, si hubiera sabido lo que iba a pasar no me hubiese marchado.Ella apretó sus ojos y labios, tratando de calmarse mientr
IVANNAMe siento en el sofá con los ojos fijos en Adamo. Está sentado fingiendo escuchar la conversación de su madre y su hermana mientras me mira. No hemos tenido tiempo de estar solos, de hablar y arreglar las cosas.Si es que hay algo entre nosotros. Yo lo sentía de esa manera, pero no sé qué piensa él, que siente.Ha estado callado casi siempre, mayor tiempo perdido en sus propios pensamientos, y sé que después de lo que pasó y de lo que supo, está procesando todo mentalmente.Estoy feliz por él, por Anto y mi madrina, aunque no podía decir lo mismo para mi padrino y a Ale. No sé que estaba ocurriendo con ellos. Dante se había ido, tanto Leo como papá se ofrecieron a acompañarlo, sin embargo, él les ordenó que se quedarán en sus lugares.Mamá dijo que era lo mejor, pues estar solo lo iba ayudar a pensar mejor las cosas. Puede ser que sí, pero muchas veces necesitamos a esa persona que amamos a nuestro lado para superar o lidiar algo. Ahora a mi padrino le había tocado navegar solo