_ Como queráis, pero lo que es está claro es que esta noche no los necesito Buenas noches, caballeros. El Gran Salón os espera toda la cerveza que podáis echaros al calote bebé, a mi salud y a la de mi esposa hasta que ya no soy capaz de levantar el brazo.Les dio con la puerta en las narices. Sus gritos y chanzas se fueron apagando._ ¡Uf, gracias a Dios.! Se me olvidaba los escandalosos que son. Voy a estar solo durante una semana Dolores no podía creer la buena suerte que le había tenido, ¿lo habría hecho por ella?, su consideración la conmovió y estaba claro que sus comentarios pretendía calmarle los nervios_ ¡Habéis estado magistral! ¡Y muy considerado por vuestra parte!_ Pura supervivencia podéis creerme. Cuando Nicolás comenzó a soltarse el cinturón de la espalda, Dolores se acercó rápidamente a sostenerla, y la cadena de oro. que dejó sobre la tapa de un cofre. Si es que él se dio cuenta de cómo recuperaba la confianza cuando tenían que ocupar su mente y manos no lo dijo,
Dolores se dio la vuelta y tuvo que contener las lágrimas que punzaban por brotar cuando él no la miraba, Nicolás no sabía si sentir compasión o suspirar tan profundo que tal vez se mostraban disgustos, respiro hondo con los dientes apretados._ ¡Miradme por favor mi lady!Espero a que se hubiera vuelto por completo. Antes de hablar su voz era baja, pero firme y no pudo detectar ni piedad ni repulsa, por lo cual estuvo eternamente agradecida_ Dolores no me habría dado cuenta!_ De qué?Le preguntó dolores, humedeciéndose los labios resecos y aguantándose las lágrimas que brotaban por salir._ ¡De qué estabas así!_ Creí que me habías visto, que sabías lo peor aquella primera noche cuando me bañaba en la tina?!_ Solo fue un instante en la oscuridad, describí las marcas de un látigo, pero no tenía ni idea de esto, todo esto fue en la priora de Santa Marta?!_ Sí, cada uno representaba una marca de la sagrada obediencia, la cual no me aceptaba!_ Y esto?Preguntó mirando las cicatrices
A pesar de todo, Dolores se sentía embelesada lentamente, muy lentamente, mientras que con la lengua la acariciaba y excitaba. Fue deslizando una mano por su vientre y más bajo aún el tiempo que su pie experimentaba, pequeños estremecimientos en un instante contuvo el aliento y se quedó rígida, pero poco a poco volvió a relajarse. Y al mover una pierna rozó su reacción. Entonces le tocó a él el contener el aliento, su control haciendo equilibrio sobre el filo de una navaja. Sería fácil dejarse llevar, pero se apoyó en los antebrazos para respirar hondo, Dolores se quedó de inmediato rígida en sus brazos como si fuese víctima de una mirada de medusa. _ ¿Qué ocurre? ¿He hecho algo mal? Yo, no sabía?! Había vuelto el pánico, así que sus miedos no andaban muy lejos. Nicolás la silencio con la boca, suavemente, a pesar de la necesidad que sentía de enterrarse en ella y tomar lo que era suyo. _ ¡No, nada! ¡Sois toda placer! - musito Ella permaneció un instante más sin moverse, como cal
Se estremeció de frío y se pasó las manos por la cara_ Seguramente algunos de los invitados que se habrá caído al foso, después de sobrepasarse con la cerveza!Resignado comenzó a ponerse las calzas y la túnica_ ¡Dormíos mi lady, no tardaré!Se acercó a besarla en el pelo y abrigarla con la ropa de la cama, antes de recoger su espada y manta para protegerse del frío de la noche, la puerta se cerró y volvió a reinar el silencio.Dolores se deslizó, sobre la sabana, para colocarse sobre el resto de calor, que había dejado su cuerpo y continuó durmiendo. Nicolás en marcha para ir a ver porque su soldado lo llamaban con tanto apuro. Después de una prolongada sesión preparativa en la gran mansión de los pertong, Druster declaró que estaba preparada para la velada, y al mirarse al espejo Aita, casi estuvo de acuerdo con ella.El vestido que lucia Aita para la ocasión era blanco y de seda, bordado de flores rosas y complementado con una sarta de perlas y unos pétalos de rosas. El resultad
Nicolás estaba visiblemente perturbado ante la noticia que acababa de recibir en su propio Palacio. Su mente estaba ocupada en cómo enfrentar las consecuencias de esta situación inesperada. Los guardias a su alrededor mostraban preocupación, buscando su liderazgo en este momento crítico. Nicolás se levantó con determinación, con una expresión seria e indescifrable en su rostro. A pesar de la incertidumbre, estaba decidido a tomar las riendas de la situación y afrontar lo que fuera necesario. Aunque no escuchó la pregunta de su guardia, su mente ya estaba maquinando cómo dar la noticia a los demás, especialmente a su esposa, y enfrentar las reacciones que vendrían._ ¿Le pregunté qué vamos a hacer ahora con el cuerpo mi lord?_ Vamos a vernos con calma y adecuarnos al momento.Imaginó la presencia de Dios frente a una muerte violenta e inútil. Sus instrucciones no podían ocultar la ira que le invadía ante semejante derramamiento de sangre inútil y posiblemente desastroso. Transportaron
_ La mitad de la copa contiene brandy, parecías necesitar algo más fuerte que la limonadaElla respiró hondo y apuró la mitad de un trago._ Piensa aprovecharse de mí porque no creo que le haga falta emborracharme para eso, entre mí morar, mi imprudencia innata y el deseo de mi padre por atraparlo, podría ser conmigo lo que quisiera y yo lo aceptaría encantada.Isaac se preguntó si otros hombres habían intentado aprovecharse de ella o si su padre lo había animado a hacerlo. Parecía una mujer desgraciada, vulnerable y solitaria, por lo que eligió con más cuidado sus próximas palabras._ ¿Aprovecharme de ti? Admito que me siento tentado y que no dejaré pasarlo por alto, si se presenta, pero no será esta noche. Vamos a sentarnos un momento y luego volveremos al salón de baile como buenos amigos._¿Por qué se molesta en guardar las apariencias si tiene una opinión tan pobre de mí?_ No tengo una pobre opinión de ti, pero me temo que si tú la tienes de ti misma, me molesta que te preocupe
Nicolás se encontraba completamente aturdido por lo que acababa de suceder. ¿Cómo iba a darle esa terrible noticia a su esposa en casa? No tenía forma de explicar lo que había ocurrido. Al entrar a su recámara, el dolor lo invadió por completo. Aun así, se acercó a la cama con una lámpara en mano y se sentó en el borde. Dejó la linterna y tomó las manos de su esposa._”Traigo malas noticias, Dolores”, dijo con pesar.Ella se apoyó en el codo, la alegría desapareció de su voz al ver su expresión._”Necesito que te levantes, tengo una muy mala noticia para ti, mi Lady”, continuó Nicolás.—“Dime qué ha ocurrido”, respondió Dolores con angustia._”Tu hermano David está muerto”, anunció Nicolás.Un intenso silencio llenó la habitación. Dolany de Carter, la nueva esposa de Isaac de Carter, sintió que las palabras se congelaban dentro de su pecho, impidiéndole respirar. Sus manos se aferraron a las de Nicolás y la sangre abandonó su rostro. La luz de la linterna sentía los ojos ardiendo pero
La tragedia se cernía sobre la capilla como una sombra implacable, y el silencio que la envolvía era tan denso que parecía palpable. Nicolás, atrapado entre el horror y la incredulidad, no podía asimilar lo que había sucedido. La imagen de David, el hermano de su esposa, yaciendo inerte bajo la capa que él mismo había colocado con manos temblorosas, lo perseguiría por siempre. Cada rincón del lugar parecía susurrar los ecos de una vida truncada, y el peso de la culpa se instalaba en su pecho como un yugo insoportable. Tomás, su primo, lo observaba con una mezcla de asombro y temor, incapaz de comprender cómo la felicidad que una vez prometió el amor se había transformado en un abismo de dolor. La idea de casarse, que antes le llenaba de ilusión, ahora le parecía un acto temerario, como si el destino se burlara de sus esperanzas. Mientras tanto, la figura de Dolany se dibujaba en su mente, su risa y su luz contrastaban con la oscuridad que los rodeaba. Nicolás había deseado consolarla