Angelina Miro a Zoe buscando ayuda para que Leonardo se retire y poder hablar tranquila con ella, ella rueda los ojos molesta.—Primo, ¿Nos puede dejar un momento a solas? —Él me mira y sonríe.—Claro —Sube las escaleras y respiro.—¿Qué tienes? —Nos sentamos en el mueble.—Andrew quiere una oportunidad… —Zoe abre los ojos— Dice que es momento de ser felices.—¿Y tú lo piensas perdonar como si nada? —Cruza los brazos indignada—. Ese hombre ha jugado contigo, Angelina. No le ha importado tus sentimientos y te ha engañado.—Soy testigo de cómo Andrew se ha comportado todos estos años, Zoe, no tienes que recordarme que no me valoro como mujer y que sigo soportando cada una de sus humillaciones.Sé que no puedo borrar el pasado, pero si podemos construir uno nuevo, quiero ser feliz y poder salir de este infierno de matrimonio, las personas pueden cambiar y estoy segura de que la sinceridad de mi esposo es genuina y me está diciendo la verdad.—Ay amiga —Toma mis manos y se inclina un poc
Andrew Jamás pensé en dar este paso con Angelina, la situación entre los dos desde que nos casamos ha estado en la línea de fuego. Luego de varias noches pensando en toda esta situación llegué a la conclusión de que me gusta y deseo a Angelina, la quiero en mi vida y en mi cama hasta el último momento. Soy feliz, ella me hace serlo y si una mujer te hace ver la vida de una manera diferente, merece que le pongas el mundo a sus pies, y así lo hare con mi Diosa.Recibo un mensaje de Juan, quiere que vamos por unas copas hoy en la noche. Acepto, Angelina y yo jamás hemos salido como una pareja joven recién casados, las peleas y la discordia era nuestro pan de cada día y olvidamos disfrutar y salir, pero todo será diferente a partir de hoy, tocan la puerta y es la sirvienta.—Pase —La chica entra con café y bocadillos.—La señora Angelina me mando a traerle esta merienda, Señor.Llevo mis manos a mis labios y sonrió, la sirvienta coloca todo en la mesa y se retira, antes de que cierre la
AngelinaBostezo y me muevo un poco, mi cuerpo se siente sin fuerzas, un brazo lo tengo en mi estómago y mi respiración está siendo poca. Muevo su brazo y lo dejo fuera de mi cuerpo, se queja, pero no hace el más mínimo esfuerzo para levantarse.Salgo de la cama y voy directo al baño, mi vejiga me lo agradece al sentarme, espero unos minutos y escucho la voz de Andrew. Ruedo los ojos y salgo, está sentado en la cama y con el teléfono en la mano.—Alístate, Juan, me tiene con dolor de cabeza —Lanza el teléfono lejos de él y lleva su almohada a su rostro.Me rio, camino hasta sentarme a su lado y acaricio sus brazos.—Si sigues así, no me hago responsable de lo que pueda suceder en esta habitación —murmura.—No seas tonto, levántate —le exijo—. Primera vez que salimos juntos y quiero disfrutar de esta noche.No dice nada, me levanto y voy en busca de lo que me voy poner esta noche, escucho los pasos de Andrew al dirigirse al baño y sonrió, ese hombre es único.Luego de varios minutos n
Andrew—No sabes lo que quiero hacerte en este momento —Su respiración se corta al escucharme, pego mi masculinidad a ella para que sienta la manera como mi cuerpo la desea.—Andrew… —No la dejo hablar y pego mis labios a los suyos.Me olvido de todo, en donde estamos, solo somos nosotros dejándonos llevar por el deseo que sentimos esta noche. Mis manos quieren dirigirse a cada parte de su cuerpo, aunque no quiero esperar más, no quiero montar una escena en la discoteca, me separo de ella y beso su mejilla.—Te deseo, y no sabes lo que me costó separarme de ti, pero no es el lugar —Angelina asiente, todavía aturdida.Paso mi mano por su cintura y vamos en busca de Juan, necesito informarle que nos iremos, no puedo estar un segundo más sin estar perdido entre el cuerpo de mi mujer, lo encontramos junto a varias mujeres que no dejan de elogiarlo, al verme, una morena abre los ojos y me mira fijamente, no lo presto la más mínima atención, pero Angelina se intenta alejar pero no se lo per
AndrewMe levanto de la cama con la idea extraña de que alguien nos mira, y es absurdo, la casa está muy bien custodiada y mi habitación es de la más segura, pero no podía dejar a un lado esta sensación en mi pecho.Beso la mejilla de mi esposa y me dirijo al baño, lavo mi cara y cepillo mis dientes, la noche que pase con mi mujer fue la mejor, sentirla tan mía me hizo ver lo maravillosa mujer que es, escucho que tocan la puerta y salgo del baño, no quiero que despierten a Angelina. Abro y me encuentro con la sirvienta.—Señor, disculpe que lo interrumpa —Espero que sea algo urgente— La señorita Zoe desea ver a la Señora Angelina.—Ya bajo.Se retira y cierro la puerta, paso mi mano por mi cabello estresado con ver a esta mujer en mi casa, estoy harto de que solo quiera arruinar mi matrimonio con Angelina. Me visto y acomodo mi traje, me acerco a mi esposa y acaricio su mejilla, ella se queja y se acomoda del otro lado, me rio. Salgo de la habitación y bajo las escaleras, me encuentro
Angelina Tocan la puerta y Andrew se levanta para abrir, la sirvienta entra con el desayuno y mis ojos se iluminan al ver la comida. Dejan todo en la mesa por orden de mi esposo y se retira, dejándonos nuevamente en nuestra burbuja de amor, me siento y agarró un pedazo de manzana.—No quiero salir de esta habitación si me tratarán así —digo con humor.—Es lo que te mereces, ¿Cómo te sientes? —. Sé a lo que se refiere, me sonrojo y bajo la mirada.—Bien.—¿Solo eso? —Odio cuando se pone de preguntón a querer saber todo.—No hablemos de ese tema, es algo… —Me quedé callada por varios minutos, sus cejas se fruncen y me causa risa—. Incómodo.—Pero soy tu esposo —Me recuerda.—Andrew… —le riño suavemente —Está bien —Levanta las manos.El desayuno está delicioso y no dejo de probar todo con gusto, mi teléfono suena y Andrew me lo pasa, su cambio de humor cambia al ver que es Zoe.Miro por varios segundos el teléfono y dejo que suene.—Eres más importante, no quiero una discusión entre n
AndrewAngelina se quedó dormida en mis brazos, el viaje a casa era silencioso y mi mente no dejaba de pensar en lo ocurrido hace unos minutos fuera de la empresa. No tengo enemigos, no he tenido problemas con nadie y no entiendo quien en su sano juicio es capaz de hacernos tal bajeza. El auto se detiene, muevo a Angelina para que despierte. Abre los ojos y me mira.—Llegamos a casa, mi amor —Beso sus labios con delicadeza.—¿Quién crees que fue capaz? —Su pregunta me sorprende, no quiero que se preocupe por eso.—No sé —digo— Fue algo que nos tomó por sorpresa, pero… —Acaricio su mejilla— No quiero verte preocupada por esto, quiero que estés tranquila.—Está bien.Salimos del auto, y nos encontramos con una no grata sorpresa de bienvenida. Zoe está en la entrada de nuestra casa, esta mujer no se cansa de molestar. A Angelina no le agrada en absoluto que Zoe este aquí, y lo noto en la manera como cada músculo de su cuerpo se tensa. —Estaba cansada de tus desplantes ¿Me alejas por u
AngelinaMe desperté a causa de un fuerte dolor de cabeza, llevo mi mano a mi frente y así darme un poco de alivio, me levanto, voy al baño y lavo mi cara. Al salir me despojo de mi ropa y voy al closet para buscar algo más fresco para ponerme, encuentro un vestido color verde y me lo coloco, unas sandalias a juego y me hago un moño alto. Salgo de mi habitación y cuando estoy bajando las escaleras, mi celular suena.—¿Hola? —Respondo, no tengo el número agregado.—Angelina, soy Ricardo ¿Cómo estás?—Bien ¿Qué desea? —Su llamada me sorprende.—Necesito que vengas a mi casa, Andrew se sintió mal y … —No lo dejó terminar.—¿Qué tiene?—Mejor ven.—Ya salgo para allá —Cuelgo la llamada sin esperar una respuesta de su parte.Bajo las escaleras a toda prisa y salgo de la casa, uno de los guardaespaldas me observa y al verme tan preocupada se acerca a donde estoy.—¿La puedo ayudar en algo, Señora? —dice.—Llévame a la casa de mi suegro, es urgente.Subo al auto, el viaje se me hace largo, q