AngelinaMe desperté a causa de un fuerte dolor de cabeza, llevo mi mano a mi frente y así darme un poco de alivio, me levanto, voy al baño y lavo mi cara. Al salir me despojo de mi ropa y voy al closet para buscar algo más fresco para ponerme, encuentro un vestido color verde y me lo coloco, unas sandalias a juego y me hago un moño alto. Salgo de mi habitación y cuando estoy bajando las escaleras, mi celular suena.—¿Hola? —Respondo, no tengo el número agregado.—Angelina, soy Ricardo ¿Cómo estás?—Bien ¿Qué desea? —Su llamada me sorprende.—Necesito que vengas a mi casa, Andrew se sintió mal y … —No lo dejó terminar.—¿Qué tiene?—Mejor ven.—Ya salgo para allá —Cuelgo la llamada sin esperar una respuesta de su parte.Bajo las escaleras a toda prisa y salgo de la casa, uno de los guardaespaldas me observa y al verme tan preocupada se acerca a donde estoy.—¿La puedo ayudar en algo, Señora? —dice.—Llévame a la casa de mi suegro, es urgente.Subo al auto, el viaje se me hace largo, q
Andrew Estoy desesperado, como sucedió todo esto. Me coloco la ropa y bajó rápidamente las escaleras, al ver a mi padre y Cecilia celebrando como si todo esto fuera un juego, me hizo odiarlos.—¿Están felices? —Mi voz los sobresalta. Cecilia me mira con miedo, y me alegra que lo sienta, porque me va a pagar cada lágrima de Angelina. —Creíste que me iba a olvidar de tu traición, estabas muy equivocado, hijo —dice con burla mi padre. —Todo esto es por una mujer que jamás te quiso, que jamás sintió amor por ti, solo asco —Le recuerdo. —¡Ella me amaba! Después de tu madre, ella me hizo sentir vivo, no te importo alejarla de mí —Sus reclamos me repugnan. —Eres un completo desgraciado, y tú… —Señalo a Cecilia— No sabes con quién te metiste —Me acerco a ella y la tomó con fuerza de la barbilla—. Siempre fuiste una cualquiera para mí, no eres nadie al lado de Angelina. Sus ojos no dejan de mirarme con terror, la suelto y salgo de la casa, necesito buscar a Angelina y saber que está bie
Angelina Carlota me comunicó que Andrew vino y preguntó por mi. Agradezco que no le haya dado la oportunidad de verme, sé lo persistente que puede llegar a ser cuando quiere algo. Tocan la puerta y me levanto para abrir, la sirvienta trae una charola con frutas y pan tostado.—La señorita Carlota me ordenó que le trajera la cena —La dejo pasar y la colocó en la mesita.—Gracias.—Se me olvidaba, esto es para usted —Me pasa un sobre y lo tomo—. Su esposo insistió en qué se lo entregará.—No debiste recibir nada, pero no es tu culpa.La sirviente se avergüenza y sale de mi habitación. Abro la carta y un nudo en la garganta se forma.No sabes cómo estoy sufriendo al tenerte lejos. Solo te quiero recordar que lucharé por nosotros y sabrás que lo que viste solo fue una trampa de mi padre y Cecilia. Te quiero, siempre lo hice y espero pronto logremos estar juntos.Las lágrimas corrían por mi mejilla sin detenerse, no soporto tener que vivir esto. Es tan difícil creerle después de todo lo
AngelinaJuan me abrazó y lloró por todo lo que está pasando en mi vida. No quiero seguir sufriendo y esperando lo bueno de personas que no darían nada por mí.—Debemos ir a la clínica —Me alejo y niego varias veces, no quiero ir —Estoy al tanto de lo que está pasando entre Andrew y tú, pero no puedes dejarlo solo en este momento, puedo jurar que él no lo haría contigo.Sus palabras me hacen sentir peor.El chófer le entrega las llaves de su auto a Juan.—¿Vamos? —Si le digo que no, estoy segura de que respetará mi decisión, pero tiene razón, quiero estar cerca de Andrew, aunque mi corazón esté lastimado por su traición, no deseo dejarlo solo.—Está bien.Me sonríe y subimos a su auto, viajamos en completo silencio, me duele la cabeza, el no probar bocado ayer ni hoy me está pasando factura.—¿Puedes pasar por la farmacia por unas pastillas para el dolor de cabeza y un jugo? —Asiente, sin dejar de mirar la carretera. Aparcamos en una y cuando estoy por bajar, su mano me detiene.—Ir
AngelinaLa tarde llegó y mis ojos se cerraban a causa del cansancio que tenía. Juan fue a comprar comida, me alegra tenerlo conmigo en este momento.Armando viene con varias enfermeras, al verme, se despide de ellas y viene hacia donde estoy.—¿Cómo está tu esposo? —Me dedicó una tierna sonrisa y se sienta.—Bien, debe quedarse esta noche aquí —digo.—Me alegro mucho —Un silencio se hace presente y me incomoda.Se levanta y me siento mal por no entablar una conversación con él, con todo lo que está pasando en mi vida, me siento sin ánimos de hablar.—Debo seguir con mi guardia, cualquier cosa que necesites no dude en buscarme y la ayudaré en lo que desee —Su amabilidad me sorprende.—Gracias.Lo veo irse y no pasa mucho tiempo cuando Juan aparece con dos bolsas, se sienta y deja una silla libre entre los dos. Abro una de las bolsas, el olor me llena y siento que estoy viviendo nuevamente, no espero mucho tiempo y lo abro, agarro el cubierto y comienzo a comer ante la atenta mirada de
AndrewEstoy impresionado por la actitud de Angelina con Zoe, estar en cama y no poder hacer nada para ver lo que está pasando me tiene molesto. Bajo la pierna y cuando intento hacer lo mismo con la otra, entran Angelina y Juan.—¿Qué crees que haces? —Me reprende Angelina.—Me tenías preocupado.—Estoy bien —Se sienta en el sillón— Solo deseo irme de esta clínica.—No eres la única —murmuró.El Doctor entra y más atrás un hombre bastante joven, mi esposa abre los ojos y no entiendo su actitud. Juan se ríe de la situación y me confunde aun más.—¿Cómo está el paciente hoy? —El Doctor deja las carpetas en una mesita que está junto a la cama.—Bien Doctor, solo un poco cansado —digo.—No es para menos, la sustancia que tenía en su organismo más el alcohol no fue una buena combinación, está vivo de milagro —Lo miró sin entender de lo que está hablando.—Puede explicarse mejor, Doctor.—Como le expliqué a su esposa cuando lo trajeron, en su sistemas se detectó una droga muy fuerte —Mi vis
AndrewLlegamos, el chófer abre la puerta y me ayuda a salir. Angelina recoge mis cosas y entramos a la casa, el ama de llaves y las sirvientas se alegran al verme mejor. Subimos las escaleras y entramos a nuestra habitación, me ayuda a sentarme y cuando está por irse a acomodar la ropa, le agarro la mano para detenerla.—Siéntate, necesito que hablemos —Sus ojos me ven con tristeza—. ¿Qué tienes?—Me voy de esta casa.—¿Cómo? —Mi cara debe ser un poema en este momento.—Lo necesito.—Jamás me acosté con Cecilia—Exclamó.—No se trata de eso… —susurra.—Explícate, porque no entiendo nada.—Te creo, no necesito pruebas —Se levanta y pasa su mano por su cabello— Pero… —Suspira—. Necesito estar sola, por primera en mi vida buscar mi rumbo y no aferrarme a un matrimonio que jamás estuvimos de acuerdo, estoy tan lastimada, por ti, por mis padres, por mis amigos, las personas que creí que me amaban, lastimaron mi corazón —La tristeza cubrió su rostro y justo en ese momento la entiendo— Solo
AngelinaMi vida carece de sentido al estar lejos de Andrew y no soporto sentir que mi corazón se destroza con cada segundo que pasa.—No puedes seguir así, Angelina —Carlota me abraza y me derrumbó en sus brazos.No quería esto para nuestro matrimonio, solo quiero ser feliz y me molesta que todo el mundo esté en contra de lo que sentimos. Carlota amablemente me ofreció quedarme unos días con ella, hasta que mi departamento esté listo, no quiero ser una carga para mi amiga que me ha ayudado mucho. Me separé de ella y limpio mis lágrimas.—Lo siento —susurre.—No tienes nada que lamentar, todo lo que has tenido que pasar estos días no ha sido fácil —Me pasa un pañuelo y se lo agradezco—. Debes ser fuerte, si ya decidiste alejarte de Andrew por un tiempo, deberías poner de tu parte y seguir con tu vida.Tiene razón, pero es tan difícil, mi celular suena y mis ojos observan el nombre de mi madre. Lo que menos deseo hablar en este momento es con ella, le doy desviar la llamada.—Alístate