AngelinaJuan me abrazó y lloró por todo lo que está pasando en mi vida. No quiero seguir sufriendo y esperando lo bueno de personas que no darían nada por mí.—Debemos ir a la clínica —Me alejo y niego varias veces, no quiero ir —Estoy al tanto de lo que está pasando entre Andrew y tú, pero no puedes dejarlo solo en este momento, puedo jurar que él no lo haría contigo.Sus palabras me hacen sentir peor.El chófer le entrega las llaves de su auto a Juan.—¿Vamos? —Si le digo que no, estoy segura de que respetará mi decisión, pero tiene razón, quiero estar cerca de Andrew, aunque mi corazón esté lastimado por su traición, no deseo dejarlo solo.—Está bien.Me sonríe y subimos a su auto, viajamos en completo silencio, me duele la cabeza, el no probar bocado ayer ni hoy me está pasando factura.—¿Puedes pasar por la farmacia por unas pastillas para el dolor de cabeza y un jugo? —Asiente, sin dejar de mirar la carretera. Aparcamos en una y cuando estoy por bajar, su mano me detiene.—Ir
AngelinaLa tarde llegó y mis ojos se cerraban a causa del cansancio que tenía. Juan fue a comprar comida, me alegra tenerlo conmigo en este momento.Armando viene con varias enfermeras, al verme, se despide de ellas y viene hacia donde estoy.—¿Cómo está tu esposo? —Me dedicó una tierna sonrisa y se sienta.—Bien, debe quedarse esta noche aquí —digo.—Me alegro mucho —Un silencio se hace presente y me incomoda.Se levanta y me siento mal por no entablar una conversación con él, con todo lo que está pasando en mi vida, me siento sin ánimos de hablar.—Debo seguir con mi guardia, cualquier cosa que necesites no dude en buscarme y la ayudaré en lo que desee —Su amabilidad me sorprende.—Gracias.Lo veo irse y no pasa mucho tiempo cuando Juan aparece con dos bolsas, se sienta y deja una silla libre entre los dos. Abro una de las bolsas, el olor me llena y siento que estoy viviendo nuevamente, no espero mucho tiempo y lo abro, agarro el cubierto y comienzo a comer ante la atenta mirada de
AndrewEstoy impresionado por la actitud de Angelina con Zoe, estar en cama y no poder hacer nada para ver lo que está pasando me tiene molesto. Bajo la pierna y cuando intento hacer lo mismo con la otra, entran Angelina y Juan.—¿Qué crees que haces? —Me reprende Angelina.—Me tenías preocupado.—Estoy bien —Se sienta en el sillón— Solo deseo irme de esta clínica.—No eres la única —murmuró.El Doctor entra y más atrás un hombre bastante joven, mi esposa abre los ojos y no entiendo su actitud. Juan se ríe de la situación y me confunde aun más.—¿Cómo está el paciente hoy? —El Doctor deja las carpetas en una mesita que está junto a la cama.—Bien Doctor, solo un poco cansado —digo.—No es para menos, la sustancia que tenía en su organismo más el alcohol no fue una buena combinación, está vivo de milagro —Lo miró sin entender de lo que está hablando.—Puede explicarse mejor, Doctor.—Como le expliqué a su esposa cuando lo trajeron, en su sistemas se detectó una droga muy fuerte —Mi vis
AndrewLlegamos, el chófer abre la puerta y me ayuda a salir. Angelina recoge mis cosas y entramos a la casa, el ama de llaves y las sirvientas se alegran al verme mejor. Subimos las escaleras y entramos a nuestra habitación, me ayuda a sentarme y cuando está por irse a acomodar la ropa, le agarro la mano para detenerla.—Siéntate, necesito que hablemos —Sus ojos me ven con tristeza—. ¿Qué tienes?—Me voy de esta casa.—¿Cómo? —Mi cara debe ser un poema en este momento.—Lo necesito.—Jamás me acosté con Cecilia—Exclamó.—No se trata de eso… —susurra.—Explícate, porque no entiendo nada.—Te creo, no necesito pruebas —Se levanta y pasa su mano por su cabello— Pero… —Suspira—. Necesito estar sola, por primera en mi vida buscar mi rumbo y no aferrarme a un matrimonio que jamás estuvimos de acuerdo, estoy tan lastimada, por ti, por mis padres, por mis amigos, las personas que creí que me amaban, lastimaron mi corazón —La tristeza cubrió su rostro y justo en ese momento la entiendo— Solo
AngelinaMi vida carece de sentido al estar lejos de Andrew y no soporto sentir que mi corazón se destroza con cada segundo que pasa.—No puedes seguir así, Angelina —Carlota me abraza y me derrumbó en sus brazos.No quería esto para nuestro matrimonio, solo quiero ser feliz y me molesta que todo el mundo esté en contra de lo que sentimos. Carlota amablemente me ofreció quedarme unos días con ella, hasta que mi departamento esté listo, no quiero ser una carga para mi amiga que me ha ayudado mucho. Me separé de ella y limpio mis lágrimas.—Lo siento —susurre.—No tienes nada que lamentar, todo lo que has tenido que pasar estos días no ha sido fácil —Me pasa un pañuelo y se lo agradezco—. Debes ser fuerte, si ya decidiste alejarte de Andrew por un tiempo, deberías poner de tu parte y seguir con tu vida.Tiene razón, pero es tan difícil, mi celular suena y mis ojos observan el nombre de mi madre. Lo que menos deseo hablar en este momento es con ella, le doy desviar la llamada.—Alístate
AndrewSoy un idiota, jamás debí permitir que se alejara de mi lado, estar sin ella es una tortura que me está destruyendo por completo. Tocan la puerta y me molesto por la interrupción, no entienden que deseo estar solo.—Adelante.La puerta se abre y entra Ana, me acomodo en mi asiento.—¿Estás ocupado? —Su voz es dulce.—No.Se sienta y comienza a mover las manos, está nerviosa.—Perdón por llegar así a tu casa, no sabía a quién acudir —dice—. Estoy cansada de esconderme de ese monstruo.—Lo sé, y te entiendo, pero hasta que no deje su obsesión contigo no podemos hacer más nada.—Lo odio tanto —Su dolor ha empeorado a lo largo de los años— ¿Angelina no se molesta que esté aquí? No quiero causarte más inconvenientes.—Ya no vive aquí, me dejó —Abre los ojos.—¿Qué pasó? Le cuento lo ocurrido con mi padre y Cecilia, todo lo que hicieron y como eso hizo estrago mi matrimonio. Ella se levanta, cierra los puños y mantiene su gesto serio.—¿Hasta cuándo? —grita— Ricardo ha destruido nue
AngelinaEl silencio se hizo presente al subir al auto. Cada palabra dicha por Andrew la tenía grababa en lo más profundo de mi corazón y me sentía mal por seguir sintiendo este amor por él, debería olvidarlo y seguir con mi vida, pero es tan difícil seguir sin él.Llegamos a un lugar que por lo que veo es algo humilde para la clase de restaurante que solemos frecuentar. El chófer abre la puerta y Andrew me ayuda a salir, miro a mi alrededor y no reconozco la zona. Miro a mi esposo y me da una cálida sonrisa, toma mi mano y entramos, última vez que critico algo sin saber cómo es realmente, el lugar es hermoso, los colores vivos que tiene lo hace ver distinto y con mucho brillo.—¿Te gusta? —Asiento—. Quise estar a solas contigo por unos minutos, y pensé en este lugar.—Es hermoso —Me siento y él hace lo mismo.El camarero aparece y nos entrega la carta. —¿Puedes pedir por los dos? —Levanta su rostro y me mira.—Claro.Ordena pollo con una ensalada, él pidió un vino, pero yo preferí u
AndrewMi molestia se hizo presente, no puedo creer que estuve a punto de morir junto a mi esposa y mis guardaespaldas no fueron capaz de traerme a la persona responsable.—¡Son hombres con experiencia! —Exclamó.—Lo siento, jefe.—Esto no puede estar pasando —Llevo mis manos a mi cabello.—Es una mujer —Murmura, uno de los guardaespaldas, lo miro— La distinguí antes que escapara.La única que me pasa por la mente es Zoe, pero no creo que esa mujer se haya vuelto tan desalmada para intentar asesinar a lo que fue su amiga. Ordenó a los guardaespaldas que se retiraran del despacho. Ana y Amelia estaban dormidas, y era lo mejor, no quería pagar mi mal humor con ellas.Me siento en uno de los muebles y me preparó un vaso de licor fuerte, necesito pensar bien para saber qué haré para solucionar esta situación. Mi celular suena y es una llamada, contesto y nadie habla.—¿Hola? —digo.—Aléjate de Angelina —La voz está distorsionada.—¿Quién eres? Cuelgan y miro el teléfono por varios segun