AndrewMi molestia se hizo presente, no puedo creer que estuve a punto de morir junto a mi esposa y mis guardaespaldas no fueron capaz de traerme a la persona responsable.—¡Son hombres con experiencia! —Exclamó.—Lo siento, jefe.—Esto no puede estar pasando —Llevo mis manos a mi cabello.—Es una mujer —Murmura, uno de los guardaespaldas, lo miro— La distinguí antes que escapara.La única que me pasa por la mente es Zoe, pero no creo que esa mujer se haya vuelto tan desalmada para intentar asesinar a lo que fue su amiga. Ordenó a los guardaespaldas que se retiraran del despacho. Ana y Amelia estaban dormidas, y era lo mejor, no quería pagar mi mal humor con ellas.Me siento en uno de los muebles y me preparó un vaso de licor fuerte, necesito pensar bien para saber qué haré para solucionar esta situación. Mi celular suena y es una llamada, contesto y nadie habla.—¿Hola? —digo.—Aléjate de Angelina —La voz está distorsionada.—¿Quién eres? Cuelgan y miro el teléfono por varios segun
Angelina Guardo mi teléfono y miro a mis padres.—¿Le dijiste a Andrew que tu padre será dado de alta mañana? —niego—. ¿En qué mundo estás, Angelina? Necesitamos que nos venga a buscar mañana temprano, no podemos viajar enseguida a la hacienda y menos en la condición que está Álvaro.—No iremos a su casa, madre. Vamos a mi departamento —Mi madre abre los ojos— Está bien amoblado para que estén cómodos y tiene una recámara extra.—¿De qué estás hablando? —Mi padre se intenta levantar, pero mi madre no se lo permite.—Lo que escuchaste —Lo encaró— No estamos juntos, me fui de casa.—Esto debe ser un juego —Exclama mi madre, está roja de la rabia y no comprendo su preocupación.—Es mi realidad en este momento.—Escúchame muy bien, Angelina —Se acerca— En este momento irás a arreglar tu situación con tu esposo —Sentencia mientras me toma del brazo— No vas a arruinar todo lo que hemos logrado con este matrimonio por una malcriadez de tu parte.Me suelto bruscamente y se sorprende por mi a
Angelina —Angelina… —La voz de Armando me hace reaccionar, su rostro está pálido y lucha por su vida.—No puede ser —Llevo mi mano a mis labios— ¿Estás bien? ¿Qué hago?—Nada —susurra, mientras su boca se llena de sangre, ocasionando que se ahogue— La llave está en mi pantalón, necesito que salgas de aquí.—Debemos salir juntos.—No aguantaré, debes hacerlo sola y salvarte. Busco en su bolsillo y sacó la llave.—Lo siento —susurro.—Perdón por el daño que te hice —Toma mi mano— Sólo espero que logres ser feliz.Me levanto y abro la puerta. Al salir, no hay nadie en la casa, la luz es escasa y trato de hacer el menor ruido posible. Miro a mi alrededor y corro a la salida. La puerta está cerrada y me desespero, trato de abrirla y se me hace difícil. Busco otra salida y solo veo una ventana, agarró una silla de hierro que encuentro y la lanzó, ocasionando que se estrelle en mil pedazos, me olvido del dolor y salgo, el frío se cuela en mis huesos y no dejo que eso me detenga. Camino co
Andrew Angelina se ha quedado dormida en mis brazos. Siento una inmensa felicidad al tenerla nuevamente conmigo, las horas que pasé sin ella me hizo entender que la vida sin ella no tiene sentido y haré pagar a Zoe por cometer esta brutalidad contra mi mujer, no descansaré hasta encontrarla.La puerta se abre y Álvaro aparece con Luciana. —¿Tiene rato que se durmió? —pregunta mi suegro sin mirarme.—Sí.—¿Cuándo piensas decirle? —No estoy de humor para darle explicaciones, así que trato de ser lo más amable para responder—. Tarde o temprano se va a enterar.—No es el momento, Álvaro —digo.—¿Entonces cuándo será? —Exige.—¡Hoy no, primero está su salud! —Exclamó.—Lo que le pasó a mi hija me hizo ver cuánto daño le hice al obligarla a que se casará contigo, si decide separarse de ti, tendrá nuestro apoyo —Abraza a su esposa.—¿Ahora sí anhelan su felicidad? —me río— Jamás pensaron en ella, solo en el dinero y en la posición que nuestro matrimonio podía darle a ustedes.—Aceptamos nu
Angelina El dolor que sentía en este momento me está consumiendo por dentro y no lograba detener las lágrimas que bajan por mis mejillas. Sus mentiras están destruyendo este matrimonio y parece que no le importara lo que yo siento. ¿Una hija? Como me esconde algo tan importante por tantos años. —Te apoyaremos en lo que decidas a partir de hoy —comenta mi padre— Se que no hemos actuado de la manera correcta, y no sabes cómo me arrepiento de haberte obligado a casarte, cuando me suplicaste que no lo hiciera —Sé acerca y toma mi mano—. Imaginarme una vida sin ti, me hizo darme cuenta de que hemos sido malos padres, y queremos pedirte perdón mi pequeña —Mi madre llora— Quiero que vuelvas a casa, donde jamás debiste irte ¿Qué dices? Es una oportunidad que no pienso desaprovechar, estar lejos de aquí es lo que necesito.—Está bien —respondo sin ánimo.—Verás que todo va a mejorar —Mi padre besa mi mejilla con cariño.Mañana me darán de alta y por la tarde viajaremos a la hacienda. Carlo
AndrewAmelia se quedó dormida esperando a su madre. Ana no aparece y estoy preocupado.Agarró a mi hija en brazos y salgo del despacho. Subo las escaleras y entró en mi habitación colocándola con cuidado en la cama, besó su frente y la dejó un momento sola para ir a ver qué ha pasado con Ana. Al bajar las escaleras, aparece ella y su semblante me indica que está avergonzada de hacer todo esto a mis espaldas.—Hasta que te dignas aparecer —Cruzó los brazos— ¿Era necesario ir a verla?—Claro que sí, no puedes permitir que ella piense lo peor de ti, no lo mereces. —Me acerco y alzó su barbilla.—Te dije que no lo hicieras, lo que pase entre nosotros no es tu asunto —La suelto y le doy la espalda— No te metas en esto, yo buscaré la manera de solucionar todo con ella —murmuró.—Dejando que sus padres tomaran la decisión de alejarla de ti —Aplaude— Te admiro.—¿De qué estás hablando, Ana? —La dieron de alta hoy, me tomé el atrevimiento de ordenarle a los guardaespaldas que lo siguieran, m
AngelinaLos recuerdos junto a mis padres llegaron a mi mente al entrar a la casa que por tantos años fue mi hogar. El ama de llaves subió mi maleta a mi habitación, observaba todo de nuevo, la decoración fue cambiada y ahora es más hogareña, miro a mi madre y me dedicó una cálida sonrisa que recibo gustosa. Mi nana aparece y sus ojos se llenan de lágrimas al verme, un sollozo se escapa y me acerco, la estrecho contra mí y beso su mejilla.—Perdón por dejarte sola, mi niña.—Necesitaba pelear mis propias batallas sola, nana —Limpio sus lágrimas.Mi madre frunce el ceño y noto lo incómoda que se siente al verme así junto a mi nana. Nunca se han llevado bien a pesar de que ha trabajado con nosotros varios años y me ha criado como una hija, no estoy lista para sacar conclusiones apresuradas, así que decido dejar todo a un lado y esperar hablar con mi madre al respecto.Me separó de mi nana y subo a mi habitación. Abro la puerta y me sorprendo de que todo esté como lo deje, incluso mucho
AndrewOtro golpe llega, gimo del dolor que me causa. Mi padre está en una esquina viendo a su hijo ser golpeado y no hace nada por detener a la escoria que me mira con burla. —Levántate, parásito —Me grita— Defiéndete y sé un hombre.Me limpio la sangre que sale de mi boca y me río.—Al menos no soy el monigote de una mujer y un violador —Mi padre cerró los puños con fuerza— Cuando obtenga de ti lo que desea, te trataran como el perro que eres.Cuándo intenta golpearme de nuevo. La puerta del sótano donde me tienen, se abre.—¡Ya basta! —Le exige la escoria de mujer que me sonríe— Sal, quiero estar a solas con él.—Como ordene, preciosa.Sale y Zoe se acerca.—Eres el único que puede acabar con todo este sufrimiento —dice— Solo tienes que estar conmigo.—Prefiero soportar cada golpe que humillarme al estar con alguien como tú, no entiendes que desde el primer momento que te conocí, solo sentí repulsión hacia ti—Su mirada se oscurece— No eres nadie al lado de Angelina.Recibo una cac