Andrew Angelina se ha quedado dormida en mis brazos. Siento una inmensa felicidad al tenerla nuevamente conmigo, las horas que pasé sin ella me hizo entender que la vida sin ella no tiene sentido y haré pagar a Zoe por cometer esta brutalidad contra mi mujer, no descansaré hasta encontrarla.La puerta se abre y Álvaro aparece con Luciana. —¿Tiene rato que se durmió? —pregunta mi suegro sin mirarme.—Sí.—¿Cuándo piensas decirle? —No estoy de humor para darle explicaciones, así que trato de ser lo más amable para responder—. Tarde o temprano se va a enterar.—No es el momento, Álvaro —digo.—¿Entonces cuándo será? —Exige.—¡Hoy no, primero está su salud! —Exclamó.—Lo que le pasó a mi hija me hizo ver cuánto daño le hice al obligarla a que se casará contigo, si decide separarse de ti, tendrá nuestro apoyo —Abraza a su esposa.—¿Ahora sí anhelan su felicidad? —me río— Jamás pensaron en ella, solo en el dinero y en la posición que nuestro matrimonio podía darle a ustedes.—Aceptamos nu
Angelina El dolor que sentía en este momento me está consumiendo por dentro y no lograba detener las lágrimas que bajan por mis mejillas. Sus mentiras están destruyendo este matrimonio y parece que no le importara lo que yo siento. ¿Una hija? Como me esconde algo tan importante por tantos años. —Te apoyaremos en lo que decidas a partir de hoy —comenta mi padre— Se que no hemos actuado de la manera correcta, y no sabes cómo me arrepiento de haberte obligado a casarte, cuando me suplicaste que no lo hiciera —Sé acerca y toma mi mano—. Imaginarme una vida sin ti, me hizo darme cuenta de que hemos sido malos padres, y queremos pedirte perdón mi pequeña —Mi madre llora— Quiero que vuelvas a casa, donde jamás debiste irte ¿Qué dices? Es una oportunidad que no pienso desaprovechar, estar lejos de aquí es lo que necesito.—Está bien —respondo sin ánimo.—Verás que todo va a mejorar —Mi padre besa mi mejilla con cariño.Mañana me darán de alta y por la tarde viajaremos a la hacienda. Carlo
AndrewAmelia se quedó dormida esperando a su madre. Ana no aparece y estoy preocupado.Agarró a mi hija en brazos y salgo del despacho. Subo las escaleras y entró en mi habitación colocándola con cuidado en la cama, besó su frente y la dejó un momento sola para ir a ver qué ha pasado con Ana. Al bajar las escaleras, aparece ella y su semblante me indica que está avergonzada de hacer todo esto a mis espaldas.—Hasta que te dignas aparecer —Cruzó los brazos— ¿Era necesario ir a verla?—Claro que sí, no puedes permitir que ella piense lo peor de ti, no lo mereces. —Me acerco y alzó su barbilla.—Te dije que no lo hicieras, lo que pase entre nosotros no es tu asunto —La suelto y le doy la espalda— No te metas en esto, yo buscaré la manera de solucionar todo con ella —murmuró.—Dejando que sus padres tomaran la decisión de alejarla de ti —Aplaude— Te admiro.—¿De qué estás hablando, Ana? —La dieron de alta hoy, me tomé el atrevimiento de ordenarle a los guardaespaldas que lo siguieran, m
AngelinaLos recuerdos junto a mis padres llegaron a mi mente al entrar a la casa que por tantos años fue mi hogar. El ama de llaves subió mi maleta a mi habitación, observaba todo de nuevo, la decoración fue cambiada y ahora es más hogareña, miro a mi madre y me dedicó una cálida sonrisa que recibo gustosa. Mi nana aparece y sus ojos se llenan de lágrimas al verme, un sollozo se escapa y me acerco, la estrecho contra mí y beso su mejilla.—Perdón por dejarte sola, mi niña.—Necesitaba pelear mis propias batallas sola, nana —Limpio sus lágrimas.Mi madre frunce el ceño y noto lo incómoda que se siente al verme así junto a mi nana. Nunca se han llevado bien a pesar de que ha trabajado con nosotros varios años y me ha criado como una hija, no estoy lista para sacar conclusiones apresuradas, así que decido dejar todo a un lado y esperar hablar con mi madre al respecto.Me separó de mi nana y subo a mi habitación. Abro la puerta y me sorprendo de que todo esté como lo deje, incluso mucho
AndrewOtro golpe llega, gimo del dolor que me causa. Mi padre está en una esquina viendo a su hijo ser golpeado y no hace nada por detener a la escoria que me mira con burla. —Levántate, parásito —Me grita— Defiéndete y sé un hombre.Me limpio la sangre que sale de mi boca y me río.—Al menos no soy el monigote de una mujer y un violador —Mi padre cerró los puños con fuerza— Cuando obtenga de ti lo que desea, te trataran como el perro que eres.Cuándo intenta golpearme de nuevo. La puerta del sótano donde me tienen, se abre.—¡Ya basta! —Le exige la escoria de mujer que me sonríe— Sal, quiero estar a solas con él.—Como ordene, preciosa.Sale y Zoe se acerca.—Eres el único que puede acabar con todo este sufrimiento —dice— Solo tienes que estar conmigo.—Prefiero soportar cada golpe que humillarme al estar con alguien como tú, no entiendes que desde el primer momento que te conocí, solo sentí repulsión hacia ti—Su mirada se oscurece— No eres nadie al lado de Angelina.Recibo una cac
Angelina Lágrimas corrían por mis mejillas. Escucho los quejidos de Andrew a causa del dolor que está sintiendo en este momento y me hace querer matar con mis propias manos a Álvaro. Cómo fue capaz de hacerle tal atrocidad a su hijo. Cuando llegamos a la cabaña sentí una sensación extraña, algo malo estaba pasando dentro. Por esa razón no me detuve ante los gritos de la policía y entré al jardín. Mi mundo se derrumbó al ver a Andrew siendo lastimado por su padre.Ver cómo luchaba por su vida, cada golpe en su rostro me lastimaba. El hombre que lo tenía sujeto logró escapar. Álvaro y Zoe intentaron hacer lo mismo, pero no lo lograron, la policía entró a tiempo y los capturó. Zoe gritaba para que la soltaran, limpie mis lágrimas y me levanté. Me acerqué a dónde la tenían, mi mano impactó en su mejilla.—Pagarás por todo lo que nos has hecho —Su mirada es fría— Al final no obtuviste lo que quisiste.—Eso crees —Asegura— Dañe lo que en ustedes estaba empezando, y eso, querida, me satisf
Angelina Mi mirada se fija en las pequeñas gotas que caen por la ventana de la cafetería. Bebo el café en un silencio que, aunque para algunos puede causar incomodidad, para nosotros es un momento de paz. Ana bebé su café y suspira un par de veces.—¿Crees en las segundas oportunidades? —Me giro, centrándome en ella— No pienses mal, jamás habrá algo entre Andrew y yo, solo somos amigos —Me aclara— Pero… ¿Hay una oportunidad para ustedes?Esperó unos segundos antes de responder a su pregunta.—No es fácil, Ana —Dejé la taza en la mesa— Mi amor por él está intacto, pero dañado. Solo quería ser feliz a su lado, y pasaron tantas cosas que me lastimaron y no sé qué hacer. —Mis lágrimas luchaban por salir— ¿Qué debo hacer? Ya no quiero seguir luchando por una relación que no tiene futuro, al menos no en este momento.Ana me agarra la mano con fuerza.—Lamento que te sientas así —expresó—. Y es válido sentirse desesperada con toda esta situación que has pasado. Si para ti, lo correcto es es
Angelina El avión aterrizó, agarro mis cosas y salgo. Necesito ver a mi madre, y saber que tendré su apoyo si estoy embarazada. Esto no me puede estar pasando, ¿qué voy a hacer con un hijo y lejos del padre? No, no, no, esto tiene que ser una broma de mal gusto. El chófer me abre la puerta del auto y subo.—Pasa por una farmacia —le ordené al chófer.Necesito salir de dudas, o de lo contrario, enloqueceré esperando.Los minutos pasan y el auto se detiene. Miro por la ventanilla y un nudo se forma en mi garganta. No puedo hacerlo sola.—Lo haré después.Él chófer me mira. Apartó la mirada y suspira, encendiendo nuevamente el auto.Abro la cartera y saco mi teléfono, lo enciendo y veo miles de llamadas de Andrew y algunas de Juan. Necesito cambiar de número, no sirve de nada alejarme de él y seguir contestando cada una de sus llamadas. Lo guardo nuevamente y cierro los ojos.¿En qué momento mi vida se convirtió en una montaña rusa? ¿Qué debo hacer para lograr ser feliz de una vez por t