AndrewMi lengua se abre paso en su boca y siento que explotó de deseo por esta mujer que me causa miles de sentimientos contradictorios. Pero todo se vuelve nada cuando me aleja de un empujón.—¿Qué te pasa? —me dice furiosa—. No vuelvas a tocarme en tu vida, Andrew.—No te dejes engañar, sabes que me deseas como yo lo hago por ti.—No puedo negar lo obvio, te deseo y quiero estar contigo —Su respuesta me gusta— Pero no lo haré, mi dignidad va por encima de todo, no soy tu juguete al que puedas desechar y volver a recoger cada vez que te dé la gana.Camino por la cabaña y me molestó conmigo por hablarle así frente a su padre.—Sé que me equivoqué, lo que pasó en el despacho… —No puedo decirle la verdad.—No me importa, no tienes que darme explicaciones porque como tú mismo dijiste solo soy una decoración más en esta casa.—No lo eres.—Tus palabras, no las mías —Abre la puerta y se queda ahí por unos minutos—. Pensé que podíamos llevarnos bien, pero me equivoqué contigo, no vales nad
Andrew Era la tercera bebida de la noche. Juan David me dio el tiempo necesario para poder explicarle lo que realmente está pasando.—Tres es más que suficiente para un desahogo, dime. —Se recuesta en el sillón de cuero y cruza las piernas.—Álvaro sabe el paradero de ellas y me tiene chantajeado con decírselo a Angelina, y sabes que nadie puede enterarse por el momento —Llevo mis manos a mi cuello— No sé qué hacer.—¿En qué te puede afectar lo que piensa tu esposa? —Su pregunta me deja perplejo— Se casaron obligados ¿O hay algo más que no sepa?—¿Qué cosa?—Como por ejemplo que te gusta, Angelina —Me río y arqueo una ceja.—Deja de beber antes que sigas diciendo más estupideces —Le digo mientras bebo.—Como digas, amigo —Se ríe—. La vida me dará la razón.Damos por finalizado el tema y seguimos bebiendo, la música está alta y varias mujeres pasan por nuestra mesa en busca de nuestra atención, pero solo lo logran con Juan, ya que mi mente está en otra parte, en la Diosa que está en c
Angelina Luciana me mira con molestia.—Debes estar feliz con nuestra partida, lo lograste —Su voz suena dura.—No sé de qué hablas, no puedo pasar por encima de las decisiones de mi esposo.—Eres una ingrata y mala hija —dice, mientras sale de la casa sin despedirse.Ruedo los ojos y cruzo mis brazos mirando a mi padre.—Nos vemos luego, Angelina —Mi padre besa mi frente y sale detrás de mi madre.Estoy cansada de todo esto, si no es Andrew son mis padres, a veces quisiera estar lejos de ellos y ser feliz.Camino a la sala y me siento en uno de los muebles, tomó la revista que está en una de las mesas y la leo. Un pequeño artículo de la empresa de mi esposo aparece en la parte de economía, nunca tuve interés de los negocios de Andrew, pero no puedo negar que la empresa es una de las más importantes de México.Mi nana me interrumpe y se sienta a mi lado.—¿Qué pasó? —La miro preocupada.—La joven Cecilia está afuera, dice que desea hablar con Andrew —Paso mi mano por mi frente y mi h
Angelina Miro a Zoe buscando ayuda para que Leonardo se retire y poder hablar tranquila con ella, ella rueda los ojos molesta.—Primo, ¿Nos puede dejar un momento a solas? —Él me mira y sonríe.—Claro —Sube las escaleras y respiro.—¿Qué tienes? —Nos sentamos en el mueble.—Andrew quiere una oportunidad… —Zoe abre los ojos— Dice que es momento de ser felices.—¿Y tú lo piensas perdonar como si nada? —Cruza los brazos indignada—. Ese hombre ha jugado contigo, Angelina. No le ha importado tus sentimientos y te ha engañado.—Soy testigo de cómo Andrew se ha comportado todos estos años, Zoe, no tienes que recordarme que no me valoro como mujer y que sigo soportando cada una de sus humillaciones.Sé que no puedo borrar el pasado, pero si podemos construir uno nuevo, quiero ser feliz y poder salir de este infierno de matrimonio, las personas pueden cambiar y estoy segura de que la sinceridad de mi esposo es genuina y me está diciendo la verdad.—Ay amiga —Toma mis manos y se inclina un poc
Andrew Jamás pensé en dar este paso con Angelina, la situación entre los dos desde que nos casamos ha estado en la línea de fuego. Luego de varias noches pensando en toda esta situación llegué a la conclusión de que me gusta y deseo a Angelina, la quiero en mi vida y en mi cama hasta el último momento. Soy feliz, ella me hace serlo y si una mujer te hace ver la vida de una manera diferente, merece que le pongas el mundo a sus pies, y así lo hare con mi Diosa.Recibo un mensaje de Juan, quiere que vamos por unas copas hoy en la noche. Acepto, Angelina y yo jamás hemos salido como una pareja joven recién casados, las peleas y la discordia era nuestro pan de cada día y olvidamos disfrutar y salir, pero todo será diferente a partir de hoy, tocan la puerta y es la sirvienta.—Pase —La chica entra con café y bocadillos.—La señora Angelina me mando a traerle esta merienda, Señor.Llevo mis manos a mis labios y sonrió, la sirvienta coloca todo en la mesa y se retira, antes de que cierre la
AngelinaBostezo y me muevo un poco, mi cuerpo se siente sin fuerzas, un brazo lo tengo en mi estómago y mi respiración está siendo poca. Muevo su brazo y lo dejo fuera de mi cuerpo, se queja, pero no hace el más mínimo esfuerzo para levantarse.Salgo de la cama y voy directo al baño, mi vejiga me lo agradece al sentarme, espero unos minutos y escucho la voz de Andrew. Ruedo los ojos y salgo, está sentado en la cama y con el teléfono en la mano.—Alístate, Juan, me tiene con dolor de cabeza —Lanza el teléfono lejos de él y lleva su almohada a su rostro.Me rio, camino hasta sentarme a su lado y acaricio sus brazos.—Si sigues así, no me hago responsable de lo que pueda suceder en esta habitación —murmura.—No seas tonto, levántate —le exijo—. Primera vez que salimos juntos y quiero disfrutar de esta noche.No dice nada, me levanto y voy en busca de lo que me voy poner esta noche, escucho los pasos de Andrew al dirigirse al baño y sonrió, ese hombre es único.Luego de varios minutos n
Andrew—No sabes lo que quiero hacerte en este momento —Su respiración se corta al escucharme, pego mi masculinidad a ella para que sienta la manera como mi cuerpo la desea.—Andrew… —No la dejo hablar y pego mis labios a los suyos.Me olvido de todo, en donde estamos, solo somos nosotros dejándonos llevar por el deseo que sentimos esta noche. Mis manos quieren dirigirse a cada parte de su cuerpo, aunque no quiero esperar más, no quiero montar una escena en la discoteca, me separo de ella y beso su mejilla.—Te deseo, y no sabes lo que me costó separarme de ti, pero no es el lugar —Angelina asiente, todavía aturdida.Paso mi mano por su cintura y vamos en busca de Juan, necesito informarle que nos iremos, no puedo estar un segundo más sin estar perdido entre el cuerpo de mi mujer, lo encontramos junto a varias mujeres que no dejan de elogiarlo, al verme, una morena abre los ojos y me mira fijamente, no lo presto la más mínima atención, pero Angelina se intenta alejar pero no se lo per
AndrewMe levanto de la cama con la idea extraña de que alguien nos mira, y es absurdo, la casa está muy bien custodiada y mi habitación es de la más segura, pero no podía dejar a un lado esta sensación en mi pecho.Beso la mejilla de mi esposa y me dirijo al baño, lavo mi cara y cepillo mis dientes, la noche que pase con mi mujer fue la mejor, sentirla tan mía me hizo ver lo maravillosa mujer que es, escucho que tocan la puerta y salgo del baño, no quiero que despierten a Angelina. Abro y me encuentro con la sirvienta.—Señor, disculpe que lo interrumpa —Espero que sea algo urgente— La señorita Zoe desea ver a la Señora Angelina.—Ya bajo.Se retira y cierro la puerta, paso mi mano por mi cabello estresado con ver a esta mujer en mi casa, estoy harto de que solo quiera arruinar mi matrimonio con Angelina. Me visto y acomodo mi traje, me acerco a mi esposa y acaricio su mejilla, ella se queja y se acomoda del otro lado, me rio. Salgo de la habitación y bajo las escaleras, me encuentro