Charlin:
- No puedo creer que estemos aquí, pero es muy emocionante al mismo tiempo –digo en el asiento mientras me remuevo nerviosa y emocionada–. He visto películas de este lugar y no se compara con verlo en primera fila –me giro a él emocionada.
- Te llevaré a muchos lugares de ahora en adelante –toma suave mi mano y la besa, sonrío como idiota, que todos supieran la verdad fue algo liberador.
- Si es contigo, seguro me gustará –digo abrazándolo, me sostiene con suavidad, tenía menos de una semana que había salido del hospital, aún me dolía un poco pero él seguía siendo cuidadoso.
- Debemos hacer una parada cerca –besa mi cabeza y asiento.
El automóvil se detuvo en un gran edificio, sin decir nada me ayuda a bajar y caminamos dentro, el lugar era muy amplio y por demás hermoso, se notaba el lujo y agradecía el vestido Dior que me había obligado Ellie a usar.
- ¿Veremos alguna función especial? –lo miro aten
Charlin: Podría decir que vivimos felices por siempre, que todo fue maravilloso y sin ningún problema, pero eso no es real, si bien eres feliz y hay momentos maravillosos, también hay momentos caóticos, como este. Me estaba volviendo loca con la prensa, ahora si juraban que estaba embarazada, la verdad me preocupaba bien poco sus suposiciones, lo que me tenía harta era el constante acoso, por lo que había decidido amenazarlos con una demanda y orden de restricción si no dejaban de seguirme a todos lados. En la universidad por suerte, todo había estado en calma, una que otra persona me había hecho preguntas con respecto a mi boda fugaz, les había dado una respuesta muy vaga sobre el amor verdadero y no dejarlo ir, habían chillado como buenas fangirls y me habían dejado en paz, algo que agradecía ya que no podría soportar jueves y viernes de lo mismo. Pero si creían que lo anterior era lo peor, pues no, había otro asun
Algunos años después... - Lucian, por favor, obedece y termina tu lección –dice caminando detrás de ella, la pequeña era una copia exacta de su esposo, salvo que era igual de traviesa que sus hermanos. No es que quisiera a un pequeño robot, pero le era muy difícil con casi 8 meses de embarazo. - Haz caso a tu madre –dice su esposo sosteniendo a la pequeña de no más de 4 años, tenía lección de canto, porque la pequeña había dicho que quería ser cantante y debía prepararse, y como no, su padre no había dudado en cumplir aquel capricho. - Lu, mi vida, se buena con mami y tus hermanos –dice señalando su vientre, era gracioso que ahora fueran gemelos, aunque creía peor que fuesen 3. Uno de sus hijos tendría el nombre de su padre, había fallecido tras el nacimiento de su pequeña, había alcanzado a sostenerla en brazos, había sido un padre excelente y con más tiempo, habría sido un abuelo excepcional. - Sí mami –dice corrie
Antes que nada, muchas gracias por leer y tenerme mucha paciencia, había ocasiones en que no tenía inspiración y por eso no publicaba, en otras se presentó un problema técnico. Ahora, Lucian era el nombre del padre de Greg, Char había hecho la promesa de que nombraría a su primer hijo con ese nombre, lo bueno es que se puede usar como nombre unisex. El epílogo esta narrado en 3ra persona, para que puedan ver o leer como se sienten ambos personajes. Char es maestra de piano y violín, avalada por el señor Pierce. El padre de Char murió debido a cáncer de pulmón avanzado, un tratamiento experimental le compró unos cuantos años, pero no viviría mucho más. La tía/madre de Char vive con la madre de Greg, la cual se ha retirado, ahora pasan sus días en una pequeña casa cerca de la de ellos, porque esas mujeres adoran malcriar a Lucian, además de ayudarla cuando se le complica. Y eso es todo lo extra que les puedo comentar, mil
Dicen que todo sucede cuando menos te lo esperas, que todo tiene un porqué, que las cosas no pasan por algo, pasan para algo, aunque yo tengo mis dudas al respecto, ¿qué podría pasar con una chica huérfana como yo? Quizás lo único que pueda aprender de esta vida, es que con trabajo duro, esfuerzo y sacrificio, se puede llegar lejos cuando no se tiene el dinero, y con ello, una vida fácil. Y no malentiendan, no es que quiera ser millonaria para no tener que hacer nada por el resto de mis días, sólo digo que tienes más posibilidades de triunfar en el mundo con un poco de dinero e influencias, al menos, a mí me vendría bien , una pobre estudiante de historia de la música con especialización en música clásica, un empujón me vendría de maravilla. Charlin: ¿Qué era peor que te regañaran en clase por estar hablando? Que lo hicieran sin siquiera tú ser la responsable. Me habían llamado la atención las escasas veces que le había respondido a Ellie, mi mejor amiga y fan número uno de un pianista rico, guapo, y por demás talentoso; ella me había insistido por demasiado tiempo sobre escuchar su música o ver uno de sus conciertos, había accedido a lo primero, me bastaba escuchar; en efecto era bueno. - Casi me sacan del salón por tu culpa –digo tras la salida del profesor–, sabes que el tipo no me gusta, así que la respuesta sigue siendo no –sentencio mientras guardo mi carpeta, esta materia era importante, por lo tanto, una de las más pesadas. - Por favor, no sabes todo lo que tuve que hacer para conseguir esas entradas –dice en modo dramático. - Con eso te refieres a todo lo que tuviste que fastidiar a tu padre, ¿justo cómo lo haces conmigo? –la miro alzando una ceja, su pa1. Cuidado con lo que deseas
Charlin: Acaso había oído bien, había dicho, ¿novia? Parpadeo un par de veces intentando procesar lo que dijo, seguro que escuché mal. - ¿Tú qué? –pregunto con sorpresa, esto no estaba pasando, seguro que me había desmayado y estaba teniendo una pesadilla, sí, me imaginaba que el tipo sólo fingía ser bueno frente a las cámaras y en realidad era un pedante egocéntrico, estaba desmayada, sólo así podía explicarme su actitud tan horrible y esa propuesta ridícula, debía dejar que Ellie me contara todas esas fantasías suyas. - Quiero que seas mi novia –su voz era seca, niego al tiempo que me pellizco el brazo, chillo ante el dolor. - ¿Por qué? –es todo lo que puedo decir, ¿de verdad el famoso Gregory Athens estaba pidiéndome que fuese su novia? Debía ser una broma o algo parecido. - No te confundas niña, ya te dije que no te hagas ideas –rueda los ojos con fastidio, frunzo el ceño molesta. - Entonces explícame, genio –digo en tono molesto, trago saliva cuando se gira para verme con ca
Charlin: Suspiro mientras tecleo algo rápido a mi tía, por ahora le diría que me quedaría en casa de Ellie, a ella no podía decirle que dijera que estaba ahí cuando le dije que iba a mi casa, igual mi tía confiaba en mí y no le preguntaría. Ahora, la cuestión era saber cómo demonios le haría para el resto del tiempo; los dedos me temblaban mientras le respondía a mi tía. Estaba tan angustiada que no me di cuenta cuando llegamos a la casa de Gregory, aunque casa era quedarse corto, lo suyo era una mansión enorme, algo me decía que la pasaría muy mal aquí, era todo por lo que me ponía nerviosa. El chófer abre la puerta y me ayuda a bajar, alzo mi vestido para evitar pisarlo y caerme, eso era lo último que necesitaba. - Creí que vendrías más tarde –se escucha una voz masculina a la distancia. - Surgió algo –dice restándole importancia a nuestro desastroso accidente. - Creí que –el chico se detiene tras salir de u
Gregory: Había pasado parte de la noche armando un plan, así mismo, le había pedido a mi asistente que comprara ropa para ella, no podía pasearse con ese vestido, además de que no podía permitirle andar con cualquier clase de ropa, tenía que estar a la altura de su nuevo estatus. - Buenos días –dice ella entrando en la cocina–, gracias por la ropa, prometo que no le pasará nada –dice bajo, estábamos solos así que no había problema. - Más te vale –ella se acerca al refrigerador, saca algunas cosas y las coloca en la encimera, justo en el momento en que voy a preguntarle qué cree que hace, mi insufrible hermano entra. - Buenos días, no sabía que cocinabas cuñada –dice sentándose casi junto a mí, toma una manzana mientras bebo café. - Me gusta cocinar, quiero hacer algo especial para él, antes no había tenido la oportunidad –dice bajo y se sonroja, sonrío, si actuaba así, estaba segura que mi madre no se percataría del e