Charlin:
Había logrado colarme en la camioneta justo antes de que arrancara, estaba segura que sería de mucha ayuda, de todos modos debía anticiparme a lo que pudiéramos encontrar, había activado la ubicación del teléfono y el 911 estaba en marcación rápida. Me sudaban las manos y sentía los nervios en el estómago, sólo los Dioses sabían que mente perversa había maquinado todo, tenía miedo de descubrir que era mi madre con ayuda de algún asesino, creía recordar hablar de un tal Burns, ¿ellos podrían estar trabajando juntos para joderlos? De su madre lo creía todo, seguro quería venganza por como la corrió.
La camioneta avanzaba con bastante rapidez, menos mal la puerta de atrás podía abrirse apretando un pequeño botón, de lo contrario me quedaría encerrada.
Siento como pasan por un terreno desigual, quizás alguna montaña o bosque, a saber que era, no quería asomarme por temor a ser vista. Cuando se detiene la camioneta, escucho que l
Charlin: Había esquivado a los guardias que dormían en el suelo, estaba segura que permanecerían otro poco así. Rodear la cabaña había sido cardíaco para mí, me detenía cada tanto que escuchaba algún ruido, sin embargo me dieron el tiempo justo para abrir la camioneta y sonar el claxon, había dejado la puerta semi abierta y me había escondido detrás de un árbol, había visto al hombre salir corriendo y tras ver que la camioneta estaba vacía, había maldecido y vuelto a la cabaña, de verdad que el tipo no era nada inteligente, o sea, no había otra camioneta y yo no había ido corriendo a la cabaña, ¿eso no le decía que esto era una trampa? En fin, Lucille tampoco me parecía la más inteligente, quizás porque pensaba con las vísceras y no con el cerebro. De los chicos ni siquiera diría nada, estaba segura que habría hecho lo mismo, venir a la boca del lobo sin decir una palabra, así que por el momento, así lo dejaría. Comienzo a caminar al
Gregory: Me acerco a ella, parecía desorientada, cuando me ve sonríe con alivio, me acerco a ella y la abrazo con fuerza, la escucho quejarse. - Me duele el brazo y creo que esa loca me rompió algo con la rama –dice bajo, la suelto y con cuidado la cargo, con horror miro la sangre en su brazo. - Estás sangrando –digo caminando lo más rápido que puedo lejos de ahí. - Seguro fue una rama de cuando estaba corriendo, porque no recuerdo que ninguna bala me rozara –dice con calma, seguro intentaba que no me asustara, pero no me iría hasta que el doctor me asegurara que no estaba herida ni su vida corría peligro. - ¿Cómo caíste inconsciente? –pregunto suave sin despegar los ojos del camino. - Estaba mirando hacia atrás mientras corría, así que no vi la rama en el suelo y mucho menos, la pequeña zanja, creo que me pegué contra algo porque me duele la cabeza, y luego de eso no recuerdo más, salvo despertar y ver a un p
Gregory: Miraba a la puerta por donde había salido mi madre, tras unos segundos de asimilación, me giré hacia ella, Char pestañeaba intentando procesar todo. - Char, hablaré con ella, voy a convencerla de que es apresurado y que no estas lista –digo sosteniendo suave su mano, ella miraba a un punto fijo, la máquina comienza a sonar, señal de que su corazón late muy rápido–, oye, calma, ella no puede hacer esto, no se lo voy a permitir, así que calma –acaricio suave su mejilla, ella parpadea y comienza a reír, y después a llorar–, hablaré con ella, le diré que no estas lista, calma –la había abrazado y frotado suave su espalda. - Quiero casarme contigo –dice bajo–, casarme porque así lo deseamos, porque quieres pasar cada día de tu vida conmigo, verme por la mañana y saber que mi cabello tiene días malos y días peores, saber que me cuesta trabajo levantarme por las mañanas, que odio el sonido de la alarma, quiero que sepas que odio la
Charlin: - No puedo creer que estemos aquí, pero es muy emocionante al mismo tiempo –digo en el asiento mientras me remuevo nerviosa y emocionada–. He visto películas de este lugar y no se compara con verlo en primera fila –me giro a él emocionada. - Te llevaré a muchos lugares de ahora en adelante –toma suave mi mano y la besa, sonrío como idiota, que todos supieran la verdad fue algo liberador. - Si es contigo, seguro me gustará –digo abrazándolo, me sostiene con suavidad, tenía menos de una semana que había salido del hospital, aún me dolía un poco pero él seguía siendo cuidadoso. - Debemos hacer una parada cerca –besa mi cabeza y asiento. El automóvil se detuvo en un gran edificio, sin decir nada me ayuda a bajar y caminamos dentro, el lugar era muy amplio y por demás hermoso, se notaba el lujo y agradecía el vestido Dior que me había obligado Ellie a usar. - ¿Veremos alguna función especial? –lo miro aten
Charlin: Podría decir que vivimos felices por siempre, que todo fue maravilloso y sin ningún problema, pero eso no es real, si bien eres feliz y hay momentos maravillosos, también hay momentos caóticos, como este. Me estaba volviendo loca con la prensa, ahora si juraban que estaba embarazada, la verdad me preocupaba bien poco sus suposiciones, lo que me tenía harta era el constante acoso, por lo que había decidido amenazarlos con una demanda y orden de restricción si no dejaban de seguirme a todos lados. En la universidad por suerte, todo había estado en calma, una que otra persona me había hecho preguntas con respecto a mi boda fugaz, les había dado una respuesta muy vaga sobre el amor verdadero y no dejarlo ir, habían chillado como buenas fangirls y me habían dejado en paz, algo que agradecía ya que no podría soportar jueves y viernes de lo mismo. Pero si creían que lo anterior era lo peor, pues no, había otro asun
Algunos años después... - Lucian, por favor, obedece y termina tu lección –dice caminando detrás de ella, la pequeña era una copia exacta de su esposo, salvo que era igual de traviesa que sus hermanos. No es que quisiera a un pequeño robot, pero le era muy difícil con casi 8 meses de embarazo. - Haz caso a tu madre –dice su esposo sosteniendo a la pequeña de no más de 4 años, tenía lección de canto, porque la pequeña había dicho que quería ser cantante y debía prepararse, y como no, su padre no había dudado en cumplir aquel capricho. - Lu, mi vida, se buena con mami y tus hermanos –dice señalando su vientre, era gracioso que ahora fueran gemelos, aunque creía peor que fuesen 3. Uno de sus hijos tendría el nombre de su padre, había fallecido tras el nacimiento de su pequeña, había alcanzado a sostenerla en brazos, había sido un padre excelente y con más tiempo, habría sido un abuelo excepcional. - Sí mami –dice corrie
Antes que nada, muchas gracias por leer y tenerme mucha paciencia, había ocasiones en que no tenía inspiración y por eso no publicaba, en otras se presentó un problema técnico. Ahora, Lucian era el nombre del padre de Greg, Char había hecho la promesa de que nombraría a su primer hijo con ese nombre, lo bueno es que se puede usar como nombre unisex. El epílogo esta narrado en 3ra persona, para que puedan ver o leer como se sienten ambos personajes. Char es maestra de piano y violín, avalada por el señor Pierce. El padre de Char murió debido a cáncer de pulmón avanzado, un tratamiento experimental le compró unos cuantos años, pero no viviría mucho más. La tía/madre de Char vive con la madre de Greg, la cual se ha retirado, ahora pasan sus días en una pequeña casa cerca de la de ellos, porque esas mujeres adoran malcriar a Lucian, además de ayudarla cuando se le complica. Y eso es todo lo extra que les puedo comentar, mil
Dicen que todo sucede cuando menos te lo esperas, que todo tiene un porqué, que las cosas no pasan por algo, pasan para algo, aunque yo tengo mis dudas al respecto, ¿qué podría pasar con una chica huérfana como yo? Quizás lo único que pueda aprender de esta vida, es que con trabajo duro, esfuerzo y sacrificio, se puede llegar lejos cuando no se tiene el dinero, y con ello, una vida fácil. Y no malentiendan, no es que quiera ser millonaria para no tener que hacer nada por el resto de mis días, sólo digo que tienes más posibilidades de triunfar en el mundo con un poco de dinero e influencias, al menos, a mí me vendría bien , una pobre estudiante de historia de la música con especialización en música clásica, un empujón me vendría de maravilla. Último capítulo