"Lo siento mucho señora, pero el señor Farit Montalvo ha muerto hace unos minutos. — la enfermera re retiro de la habitación donde se encontraba la rabia.Luna sintió como se sumergía en un pozo negro y profundo sin salida no sabía que hacer no podía creer en las palabras de la enfermera, todo a su alrededor se desvaneció al escuchar esas palabras. Negó como una demente no podía aceptar que Farit estaba muerto no lo podía creer, eso no podía ser posible el no podia estar muerto.—No, Farit no puede estar muerto, él no... puede estar muerto, no, no, todo esto es mi culpa todo esto lo que pasó fue mi culpa..— gritó con fuerza Y entonces despertó sentada sobre una silla mientras Jessy la sacudía al ver qué estaba teniendo una pesadilla, sus ojos se adaptaron a la luz observando su alrededor con una respiración muy agitada, estaba en el hospital y cuando recordó por qué estaba ahí se inclinó de forma rápida siendo detenida por su amiga.—Cálmate... luna tranquilizante todo esta bien.. tra
¿Le creía? Ahora que Jessy le había dicho todo, ¿Lo hacía? Pero a hora lo único que le preocupa, y le preocupa es que Farit horita este bien.—¿Qué piensan hacer ahora? —De nuevo se encontraba en una encrucijada. Quería estar con Farit, era lo que más anhelaba en ese momento, pero al mismo tiempo todos los secretos había salido a flote y con ello tantas cosas que tenía que superar, ser el resultado de una violación no era algo que se pudiera olvidar asi de fácil de la noche a la mañana, además de sobrellevar todas las heridas que le causó su mamá con su desprecio era algo que todavía no podía olvidar además de que todo su vida siempre la odio y su venganza era algo muy horrible y más porque necesitaba el amor de su padre y después de muchas años se fue enterando que su verdadero padre es su abuelo y no Benjamín fue una confesión muy fuerte para luna.De definitivamente necesitaba a Farit a su lado... sabía que podía salir adelante junto a él a hora más que nunca podía creer que ningun
1 AÑO Y 5 MESES DESPUÉS...Era un hermoso día soleado en la ciudad de Long Beach, globos de todos color se veían adornado el bello jardín de la familia Montalvo, todo estaba areglado com centro de mesas, mesas de dulces, juegos infalibles y trampolines para los invitados más pequeños, ya que ese día cumpliría años el pequeño Dave Montalvo, el único hijo de Farit y Lupna. Todos admiraban el hermosos partel, era enorme y tenía la forma de su oso de felpa favorito, a la pastelera le había costado mucha hacer ese tipo de diseño pero con la técnica adecuando pudo terminarlo. Sol río cuando el pequeño Dave quiso abrazarlo apenas lo vio sobre la mesa, estaba costumbrado a dormir con el todas las noches.—Eso es para comer Dave. —Sol le habló con ternura mientras lo cargaba, le daba unas pequeñas caricias y le daba indicaciones a los empleados. A ella le encantaba organizar fiestas, y si la fiesta era para su pequeño sobrino estaba aún más encantada.—Te ves tan tierna con un bebé en brazos.
—Vamos papá, no creo que pueda decir algo que me hiera más que todas las que ha dicho ya... —Luna dijo tratando de aparentar indiferencia, su padre la conocía tan bien, sabía que así no era su hija, le dolía aún, lo hacía.—No quiere tomar ninguna terapia, está renuente a verte a ti o su nieto, no le interesa formar parte de tu vida... e incluso me pidió el divorcio. —Arturo dijo sin mas, era mejor decirle las cosas como eran a endulzarcelas y causale esperazas que no habia. La mirada de Luna se humedeció, ya tenía más de un año que la había visto por última vez, después de todo lo que le había confesado, aún así Luna decidió perdonarla, aunque Camim jamás le hubiera pedido disculpas, sentía que merecía la oportunidad de redimirse, de nuevo se equivocó. Ella no quería saber nada de su hija.Su padre la abrazó fuertemente, no quería verla triste, a pesar de que no era su padre biológico siempre la quiso como su sangre y eso no cambiaría nunca. El siempre estaría para ella en todo momen
El sol irradiaba luz fuerte por todas partes, ese día era especialmente esplendoroso. Quería hacer muchas cosas como ir a la playa, nadar o tomar un buen baño de sol. Luna era una chica de 18 años que simplemente quería vivir la vida al máximo.Bajó las escaleras de la casa, a toda prisa. Tomó una manzana del frutero arriba de la mesa y se despidió de su papá de un beso en la mejilla, haciéndolo sonreír por la sorpresa.—¡Ey señorita! —La madre de Luna la llamó al notar que saldría sin pedir permiso. Luna se paró en seco, resopló y puso buena cara antes de dar media vuelta y sonreírle.—Voy a la playa con Paolo y sus amigos —dijo suplicante.—Déjala ir mujer, estamos de vacaciones. —La mujer soltó un mohín, nada contenta.Se suponía que las vacaciones eran para despejarse un poco y alejarse de la gentuza en la ciudad. Vaya sorpresa se encontró cuando se dio cuenta de que en realidad las vacaciones familiares que había dicho su esposo era una convención para los CEO’s importantes de Nue
Los fuertes brazos rodearon su cuerpo con una necesidad palpable, Luna percibió la desesperación al verlo, a él, su único y más grande amor, el hombre de su vida.David le dedicó una sincera, pero ahora triste sonrisa cuadrada, nada lo llenaba más de dicha que ver a su pequeña, aun sabiendo que tal vez ese día sería el último. Camil estaba siendo la culpable de su desdicha, la mujer que le dio la vida se convertiría en su verdugo, la obligaría a casarse con un hombre que no ama para salvar la empresa familiar.En cuanto se enteró de los planes de su madre, Luna corrió a los brazos de David esperando que él pudiera consolarla. Que le dijera que todo iba a estar bien porque ella no quería casarse con un desconocido.Sus labios se unieron en un fuerte frenesí, añoraba cada día para sentirse casi al final del día. En ese pequeño cuarto de 4 paredes, aquel que era el único testigo de su amor. Ambos cuerpos temblaron por la necesidad de sentirse mucho más.David descendió al cuello lechoso d
Tenía la esperanza de que Luna llegaría amarlo, con dedicación y amor lo conseguiría, así que aceptó el trato de nuevo. La rubia abrazó a su padre fuertemente, y este le respondió con el corazón en la mano, no quería que su única hija se sacrificara, pero que más podía hacer si todo estaba perdido.Tres meses atrás.Farit estaba vestido de negro junto a su hermana. El abogado de la familia estaba dando a conocer las cláusulas del testamento de su padre después de que este falleciera. Había dejado la reunión de los CEOs atrás. Ahora lo más importante era saber que pasaría con ellos, ya que su mamá había muerto hace algunos años y ahora su papá. Se habían quedado prácticamente solos.—Como primer punto, para mis hijos Farit y Sol, ellos serán mis herederos universales. —Citó el abogado—. Tanto mis propiedades como mi cuantiosa suma en los bancos serán repartidos por partes iguales entre ambos. —Era de esperarse, eran su única familia—. La empresa Montalvo será manejada por Farit, quien a
Caminó por el centro comercial, al menos se distraería viendo las tiendas. La verdad no le apetecía comprar nada, solo le gustaba observar. Estuvo a punto de entrar a una tienda cuando su celular empezó a sonar. Un número desconocido se veía en la pantalla, aun así contestó. Podía ser algo importante.—¿Luna? —La voz profunda de David sonó del otro lado del parlante provocando que detuviera sus pies al igual que su corazón. Por la sorpresa, una enorme sonrisa apareció en su rostro y su corazón comenzó a latir de manera más acelerada.—David, mi amor —susurró y escuchó un suspiró al otro lado de la línea. No podía creer que él estuviera llamándole.—Pensé que cambiarías tu número de celular. —El chico estaba con un nudo en la garganta después de enterarse de todo. Quería ir por ella, estuviera donde estuviera y rescatarla de las garras de aquel idiota.—David... —Quería decirle tantas cosas. Pero no podía, se sentía sucia, avergonzada por no luchar por su amor.—Pequeña, te ves hermosa