Ella se dejo llevar después de tanto tiempo sola...´¿Acaso sera tan fácil retomar las cosas donde las dejaron?
Jennifer Stone Nos bañamos juntos después de nuestra reconciliación Samir sonríe como un niño y me llena de besos haciéndome sentir que para nuestro amor nada es imposible. Después que nos vestimos el me mira queriendo decirme algo boquea sin saber cómo hacerlo.—Dime lo que tengas que decirme de una vez.— Exclamo preocupada, no puede ser nada bueno. —No sé como decírtelo.— Me explica, desordenando su cabello. —Dilo y ya.— Digo con el pulso acelerado. —Debemos mantener nuestra relación en secreto por un tiempo.— Me dice y mis ojos casi se desorbitan, ¡quiere ocultarme, le doy vergüenza! Es lo primero que pasa por mi cabeza. —No soy de las mujeres que hacen las cosas escondidas y me conoces.— Le respondo caminando de un lado a otro en la habitación, me siento usada, ¡fui tan estúpida! —Detente que no es lo que tú piensas.— Me dice sujetando uno de mis brazos para que no siga con ese ataque nervioso, tengo ganas de salir corriendo de este lugar. —¿Qué pienso según tu?— Cuestgiono
Jennifer Stone Comenzamos a trabajar en una oficina dentro de la mansión, a media mañana es una experiencia muy diferente para mi, sobre todo por la interacción entre los dos, no me quita la mirada de encima, siento que me desnuda descarada mente con la mirada. Casi no puedo concentrarme en el trabajo, me pide que le lleve cosas solo para rozar mis manos no sé si podre resistir mucho tiempo sin abrirle las piernas de nuevo Además que todo fue tan inesperado para mi, —Amor necesito que le envíes este documento a mis inversores italianos. — Me ordena colocándose detrás de mí. —Enseguida. — Respondo tensa por su cercanía, el sonríe y me da un beso en la nunca dejándome hecha un manojo de nervios y se va a su escritorio como si nada. En ese momento entra mi ex suegro en silla de ruedas con una sonrisa— ¿Como estas Jen? ¿Cómo te sientes?— Pregunta sonriente —Muy bien señor ¿usted como esta?— Cuestiono —Hija he estado mejor, honestamente pero el médico dice que en unos meses estaré de
Jennifer Stone —Ya está bien por hoy.— Me dice Samir, tomando mis manos, para que deje de trabajar son apenas las cinco de la tarde. —Falta poco para terminar.—Respondo un poco nerviosa. —Mañana es otro día, mejor ve a ponerte cómoda para la cena.— Me ordena. —Está bien.— Respondo y el aprovecha para darme un pico. —Samir, no pueden ver.— Chillo —¿Y qué importa? Quisiera poder decirles a todos que volvimos.— Me responde con los ojos entre Cerrados de forma apasionada. Me muerdo los labios—Para todo hay tiempo.— Le digo poniéndome de pie. —Un mes, vamos a mantenerlo en probado por un mes, no más de allí.— Me dice él. —Está bien.— Respondo —Me muero por hacerte el amor de nuevo.—Me dice con voz ronca, pegando su cuerpo al mío, siento que pierdo las fuerzas de mis piernas al tenerlo tan cerca... Es que despierta tantas cosas dentro de mi—Yo también.— Admito en un susurro y salgo huyendo como una cobarde a encerrarme en mi habitación, con el corazón como que se me va a escapar
Jennifer StoneEntro a mi habitación y no puedo dormir, espero que en algún momento en entre de nuevo, mi vientre se contrae de la expectativa, lo necesito.Lo de esta mañana no logra clamar en lo absoluto las ganas que le tengo a mi ex, debería haberle dado la vuelta a la hoja hace mucho pero simplemente no puedo.Como si lo estuviese invocando el entra sigiloso en la habitación oscura, me da risa como se tropieza intentando llegar hasta la cama, yo puedo verlo fácilmente, porque mis ojos están acostumbrados a la oscuridad.—Creí que ya no quería venir.— Susurro.—¿Estás loca?, muero por pasar la noche entere contigo, haciéndote el amor una y otra vez.— Me responde, y sus simples palabras hacen que me mojeMe rio cuando comienza a besarme las piernas, yo lo estaba esperando absolutamente desnuda, el aun no lo sabe.—Shiiiii.— Nos va a escuchar todos.— Susurra como si eso fuese suficiente, en el momento del sexo los dos somos un poco escandalosos, amo escucharlo gemir de placer, mient
Jennifer StoneRegreso a mi humilde morada, y a mi realidad esa misma noche, cuando entro a mi habitación todo me parece deprimente.Me siento muy sola, pero es preferible estar sola que mal acompañada, mi madre siempre me está reprochando cosas y no quiero molestar en casa de mi amiga, su segunda hermana es un grano en el trasero—Abrazo a mi almohada, deseando que pase rápidamente el tiempo para que todos sepan lo que hay entre Samir y yo…Una vecina de mi madre que jamás en la vida me ha llamado me llama a media noche.—Elisa ¿Qué sucede?— Cuestiono.—Sabía que no lo sabias, esta tarde tu mama se desmayo entregando pasteles, está en el hospital sola.— Informa.—¿Está bien?— Cuestiono temblando de miedo.—No cariño, lo siento.— Me responde, me coloco un abrigo sobre el pijama unos zapatos y salgo corriendo para allá sin importa qué hora es.Cuando llego a la sala de espera, José esta allí, no quisiera dirigirle de nuevo la palabra después de todo lo que ha hecho, pero es un caso de
Daniella MillerNo entiendo que le sucede a Samir, ¿Cómo puede ser capaz de terminar conmigo?, me miro al espejo buscando un defecto y sinceramente no lo encuentro, soy hermosa ¡es un privilegio para cualquiera casarse conmigo!Tengo muchos hombres detrás de mí, y no sé que me sucede con Samir, desde que lo conocí me trato con indiferencia y eso ¡me volvió loca!, sé que es contradictorio pero no pude dejar de pensar en el, desde que nos conocimos.Por medio de mi padre logre acercarme, pero él nunca ha demostrado gran interés en mi, ni en las mujeres en general, a veces llegue a pensar que tenia gustos diferentes, hasta que un día me pidió que fuese su novia.Sé que todo es por interés económico, la fusión de la empresa de mi padre y la suya, nos haría imparables, pero no me importo…Sin embargo de un momento a otro me dice que lo mejor es que terminemos.No pienso aceptarlo de ninguna manera, no seré el hazme reír de todos, una llamada telefónica cambia todo.—Hola querida, se que tu
Jennifer Stone El día siguiente en la oficina mis compañeros de trabajo hacen el intento de tratarme como siempre. —Buenos días Jen ¿Cómo estás?— Me saluda la recepcionista. —Muy bien gracias a Dios.— Respondo y sigo adelante viendo el reloj —Debe ser duro ver a tu ex seguir adelante.— Suelta indiscreta, sonrió de forma falsa —Le deseo lo mejor a Samir, lo de nosotros paso hace mucho tiempo.— Le respondo pidiendo el ascensor. —No tienes que apurarte, hoy tu ex llega tarde intento avisarte pero no le cayó la llamada, va con su novia a ver a la obstetra.— Dice sin quitarme la vista de encima. —¿En serio?, lo imagino, mi teléfono se me cayó ayer y se daño por completo.— Respondió tratando cambiar el tema. —La señora Daniela está muy emocionada, quiere que sea niña.— Sigue la mujer, y sé que trata de molestarme. —Sería muy lindo, creo que voy mejor por un teléfono nuevo, el jefe se va a tardar.— Respondo y salgo de allí, no sé cuánto tiempo pueda soportar situaciones como esta. T
Señora Stone —Buenos días, señor Soleimani la señora Stone ya está fuera de peligro, con los cuidados necesarios pronto estará como nueva— Informa la enfermera a Samir No sé que hace llamándola eso me molesta demasiado, ella cuelga uno una sonrisa satisfecha y da media vuelta encontrándose conmigo de frente. — ¿Qué hace usted de pie? ¡Esta de reposo absoluto!— Chilla alterada. — ¿Qué haces tú informándole de mi estado al inútil de Samir?— Cuestiono yo con las manos en la cintura, si no me mato el primer infarto, los disgustos lo harán Solo escuchar el nombre del tipo ese me revuelve las tripas.—El señor Samir es quien paga por mis servicios como enfermera, que no son nada baratos y además corrió con todos los gastos que tuvo usted en la clínica— Me informa ella. — ¿De dónde sacaría el dinero?, el no tiene donde caerse muerto...— Suelto, con la idea de devolverle cada centavo, no me gustaría deberle un favor a ese inútil — ¿Hablamos del mismo hombre? Creo que no, el señor Soleima