Jennifer Stone.Salgo con una caja con mis cosas de la oficina, al medio día como lo habíamos planificado, mis amigas se me acercan y comienzan a darme palabras de apoyo.—Sabemos que esto solo es una confusión, seguiremos investigando para encontrar al verdadero culpable. — Promete Martha. —Agradezco que confíen en mí. — Murmuro limpiándome la nariz, últimamente estoy muy sensible yo no soy así de llorona, normalmente.—Te conocemos bien, sabemos que eres incapaz de hacer algo como eso, no entiendo como el señor Samir te despidió sin antes investigar bien todo.— Se queja Marie—Confió en Dios, entre cielo y tierra no hay nada oculto, tarde o temprano la verdad saldrá a la luz— Respondo un poco desganada, este plan de Samir no me gusta, pero sé que es lo mejor que podemos hacer por ahora.En ese momento se acerca Daniella con sus aires de superioridad— Botarte es lo menos que te mereces, Samir debió enviarte a la cárcel, allí es donde deben estar las personas como tu. — Asegura, vién
Jennifer Stone Despertamos a las dos de la mañana por el sonido del celular de el —Hola. — Responde soñoliento. —Hijo tienes que venir a la clínica rápidamente, Daniella está sangrando. — Dice su madre y yo me siento muy culpable. Samir se pone pálido y yo no puedo pronunciar una palabra, si su madre descubre que está conmigo va a odiarme mucho mas. —Voy enseguida. — Dice él. —Te buscamos en el penthouse ¿Dónde estás?— Pregunta ella con voz desesperada. —En la oficina, me quede dormido. — Responde vistiéndose lo más rápido posible. —Ven, lo más rápido posible, la vida de tu hijo está en peligro. — Dice su madre y yo solo quiero que me trague la tierra, ¿En qué clase de persona me he convertido? —Voy. — Responde el, y luego corta la llamada, me mira niega con la cabeza, me abraza y sale corriendo de la habitación, yo me pongo a llorar y me prometo terminar con esto. A veces el amor no es suficiente, no puedo seguir con esto no podría tener paz, si por mi culpa le pasa algo al
Samir Soleimani Contrate a un investigador privado para ubicar a Jen, inmediatamente…Pero parece que se la trago la tierra. Entonces decido contactar a su mejor amiga Adriana y la espero fuera de su casa antes que se vaya a trabajar, si alguien sabe donde esta es ella. Apenas ella abre la puerta me mira asombrada— Samir, cuánto tiempo ¿Qué te trae por acá?— Cuestiona sin salir de su perplejidad. —¿Qué crees que me trae por acá Adriana?, tu amiga se fue, me dejo y otra vez no me dio ninguna explicación.— Le respondo frustrado. —No he hablado con ella últimamente.— Me dice ella rehuyendo la mirada. —No mientas por favor yo el amo.— Respondo con sinceridad. —Pero a veces el amor no es suficiente.— Responde ella. —¿En realidad tú crees eso?, estoy dispuesto a hacer todo por ella.— Cuestiono desesperado, —no he dormido en toda la noche buscándola.— Comienzo a balbucear. —Samir, ella lo hizo por tu bien.— Me responde —¿Mi bien? ¿Es enserio?, ¡mi felicidad esta junto a ella!— Excla
Samir Soleimani Casi tuve que comenzar de nuevo, y los comienzos no son nada fáciles, mi empresa estaba en el borde del abismo… ¡Gracias a Dios contaba con varios de mis empleados más fieles! Sin ellos no habría podido levantarme de nuevo El tiempo pasó tan rápido, me abrazo a sus recuerdos, pero ya no son suficientes para mí. Mi padre que fue la persona que mas me apoyo para que siguiera con la búsqueda de Jen, ahora me pide que siga a delante con mi vida, ella seguramente ya tiene a alguien más en su vida. —Señor el investigador quiere hablar con usted.— Me dice mi asistente. —Dile que ya cancele la búsqueda.— Respondo sin apartarme del ordenado, estoy dispuesto a renunciar si ella no quiere nada conmigo ya no puedo obligarla. —Dice que la localizo.— Dice la mujer con los ojos brillantes, es una de sus mejores amigas por lo que no puede evitar sonreír. Boqueo sin saber qué hacer, apenas hoy tome la decisión de dejarla ir y viene ese estúpido detective a poner mi vida de cabe
Jennifer Stone Cinco minutos después que Samir salió por la puerta, la tocan nuevamente, pienso que es el que olvido algo y abro estúpidamente. Su madre me ve de pie a cabeza despectivamente como siempre y pasa a la habitación sin ser invitada — Mientras la vida de mi nuera y de mi nieto corre peligro, te revuelcas con Samir sin importarte el daño que estás haciendo a una familia.— Me acusa, en el preciso momento que me siento vulnerable y culpable con ese tema —Señora le ruego se vaya de mi casa, por favor no me siento bien.— Le digo señalando la puerta, no voy a permitir que siga haciéndome sentir mal. —Tú a mi no me dices que dedo o no hacer, jamás voy a permitir que seas feliz con mi hijo, antes prefiero verlo muerto.— Dice y me toma de los hombros y los sacude. —¡Quíteme sus manos de encima!— Chillo empujándola, ella queda con la boca abierta, antes ella hacia y deshacía conmigo pero no voy a serguir tolerando sus tonterías nunca mas. —¿Cómo te atreves a tratarme de esa fo
Jennifer Stone En este momento de mi vida, todo comienza a marchar como siempre quise, pero siento que todo puede desmoronarse como un castillo de naipes al abrirle la puerta a Samir esta madrugada. No puedo comprender que es lo que quiere de mí, hasta que me dice que sabe lo de nuestro hijo. — ¿Cómo me encontraste?— Cuestiono con miedo viendo hacia las escaleras. — ¿Eso es lo único que te preocupa? ¿Cómo se llama mi hijo?—Pregunta Samir y yo todavía no salgo de la impresión de verlo frente a mí de nuevo — ¿Esta arriba?— Pregunta, siguiendo mi mirada nerviosa. — ¡Esta dormido!, por favor vamos a hablar. — Suplico, cuando veo que se dispone a subir las escaleras. — ¿Ahora si quieres hablar Jen?, el tiempo de hablar termino. — Me responde zafándose de mi agarre —Se va a asustar, no te conoce. — Gimoteo desesperada, no quiero que confunda a mi hijo, esta pequeño. — ¿Y de quien es la culpa?— Me pregunta acercándose a mí, veo tanto odio en su mirada que no puedo evitar temblar de
Samir Soleimani. Lo primero que hago al llegar a New York fue ir con mi hijo hasta la casa de mis padres, desde que está conmigo no deja de llorar por su mamá. Me duele verlo así, pero pienso que ya se acostumbrara a mi presencia y me va a querer tanto o más que a ella. —El mayordomo abre la puerta y me mira asombrado a mí y a mi hijo en mis brazos. —Avísele a mis padres que estoy aquí.— Le ordeno con una sonrisa que nadie podría borrar, tengo meses sin ver a mi madre, con mi padre es otra cosa nos vemos y hablamos todos los días pero lo de mi hijo es una sorpresa. Mi madre baja emocionada, hace meses que no piso su casa. —Hijo mío, te he extrañado tanto.— Gimotea y se queda sin palabras viendo como sostengo a mi hijo. —¿De dónde lo sacaste?— Cuestiona intentando acercarse, pero el se aferra a mi cuello para que no lo suelte, tiene miedo y su corazón late muy acelerado. —Es Oliver es mi hijo.— Lo presento con la voz quebrada y mi padre tiene que sostenerla para que no se caiga
Jennifer Stone Camino detrás de el por el pasillo temblorosa, el tema que vamos a tratar es el más importante de mi vida, Oliver. Siento que me estoy muriendo desde ayer cuando el juez le otorgo la custodia de mi hijo a Samir, siento que me rompieron en mil pedazos, que sin el ahora no podría vivir. El abre la puerta de la oficina de la casa y me invita a pasar con un movimiento de sus manos, ninguno de los dos dice nada, el cierra la puerta —Siéntate. — Ordena y yo lo hago en una silla frente a su escritorio, el se mantiene de pie y se sirve un vaso de licor — ¿Quieres?— Me pregunta —No gracias. — Titubeo, no quiero rodeos quiero que vaya al grano de una vez, el me acaba de decir que no me alejaría de mi hijo, pero lo trajo a vivir lejos de la ciudad donde vivo y al lugar que preferiría olvidar. Aquí viví los momentos más oscuros de mi vida, el encoje los hombros y se toma el vaso de un trago—Yo si lo necesito. — Admite limpiando su boca con el dorso de la mano. —Me dijiste qu