Una madre no le importa ir al fin del mundo por sus hiijos, y mas si es uno tan anhelado y soñado como Oliver
Jennifer Stone Paso horas con mi hijo en la cocina y para relajarme un poco me pongo a cocinar, cocinar me relaja un poco, estoy muy nerviosa Samir me dio veinticuatro horas para que pensara lo que voy a responder. —Si me hubiese dicho eso en otro momento acepto sin pensarlo, pero ahora no solo pienso en mí, si esa vieja le hace un menosprecio a mi hijo, no podre controlarme, voy a arrancarle todos los pelos de la cabeza. A la hora de la cena, tengo comida como para veinte personas y acá solo estamos cuatro en este momento, cuando Samir baja sonríe al vernos en la mesa. —Buenas noches. — Saluda y le da un beso a Oliver en la mejilla, sentándose a su lado. — ¿Cómo estás?— Le pregunta a mi hijo que sonríe a mi lado. —Bien. — Le responde y le devuelve el beso, Oliver no se da con muchas personas pero apenas conoció a su padre sabía que podía confiar en él. —Me alegro, vamos a comer y luego te muestro tu habitación. — Le Informa Samir sentándose a comer. —Está bien. — Susurra mi h
Jennifer Stone Soy una mujer que sabe aprovechar todas las oportunidades, por lo que no me quedo tranquila, una vez Samir se va a trabajar pongo mano a la obra para abrir una nueva sucursal de mi empresa de Catering en esta ciudad. Lo primero es buscar un local con cocina para preparar todo, contratar una empresa de marketing para que promueva mi trabajo y captar nueva clientela y reclutar el personal, todo lo hago en compañía de mi hijo y una niñera que Samir contrato para su cuidado. Cuando regreso a casa son más de las ocho de la noche, y Oliver está dormido en mis brazos, Samir está sentado en la sala con un semblante sombrío. — ¿Dónde estabas hasta esta hora?— Cuestiona serio. —Trabajando. — Respondo sin detenerme para ir a acostar a Oliver que luce agotado. Mi hijo ya ceno por lo que estoy tranquila. —No necesitas trabajar yo puedo darte todo lo que necesitas. — Me Dice el caminando detrás de mí. —Nunca he dependido de nadie y no voy a comenzar ahora. — R
Jennifer Stone No voy a negar que tenga miedo, y es que con la madurez viene acompañada de algo que llama prudencia.Duermo en brazos de Samir y siento que toco el cielo con mis manos, me siento amada, el huele tan rico despierto y creo que es un sueño, nos besamos, nos decimos te amo, casi no puedo dormir emocionada.— ¿No tienes que trabajar?— Le pregunto al ver que se quedo dormido.—No quiero separarme de ti. — Me dice con los ojos cerrados abrazándome, me hace reír.—Igual yo pienso ir al médico ahora, por lo del método. — Le aclaro—Pues voy contigo. — Me responde tranquilamente.—Pues párate, que debo preparar todo antes que Oliver se despierte, después no me deja hacer mucho. — Le respondo, voy al baño hago mis necesidades y cuando estoy bañándome el entra a la regadera conmigo.Ambos nos enjabonamos, apenas pone sus manos en mi piel desnuda me olvido de la prudencia y lo beso.Nuestros cuerpos reaccionan de inmediato, el presiona su masculinidad contra mi cuerpo.Mi centro p
SIEMPRE QUISE HACER ESTOJennifer Stone Después del mal momento que viví encontrándome con mi suegra decido visitar a Samir en la empresa, y es que no sé cómo le llegara el chisme de parte de su madre.Siento que me propase un poco al lanzarle la bebida, pero es lo menos que se merece la vieja metiche, es que ya el odio es mutuo, no soporto tenerla frente a mí, y eso se lo gano ella a pulso.Tantos años de desplantes y maltratos, bastaron para que no quede dentro de mí una gota de afecto hacia ella.Apenas llego a la recepción Martha me ve y corre a abrazarme— ¡Tanto tiempo sin verte!— Exclama emocionada, cuando me fui perdi el contacto con casi todo el mundo.Me siento una terrible amiga— ¡Te ves hermosa!— Me halaga y yo sonrio—Tú también esta linda me alegra volver a verte. — Le respondo ella y las otras chicas me ayudaron tanto, que no tengo palabras para agradecer.— ¡Bianca estará feliz de volver a verte!— Me dice— ¿Y Marie?— Cuestiono porque no la nombro y eramos tres, insepa
Jennifer Stone El sábado me levanto temprano y arreglo a mi hijo lo mejor que puedo, voy a visitar a mi madre, hace casi tres años que no la veo y ella ni siquiera sabe que tuve a mi bebe. Sé que estuvo mal ocultarlo, pero no quería que ella fuese de boca floja a decírselo a Samir, fui muy tonta al hacerme a un lado por la intrigas de Daniella y de mi suegra. — ¿A dónde vas?— Cuestiona Samir desde la cama. —Voy a visitar a mi madre. — Le respondo, mi madre siempre lo ha tratado mal, pero Samir siempre ha sido un caballero. —Voy contigo. — Me responde apresurando a arreglarse. —No sé si sea buena idea. — Le respondo mordiendo mis labios. — ¿Por qué?, sabes que en algún momento me ganare su corazón. — Me responde y me hace reír. —Samir estamos juntos desde que tenía quince años, ya tengo veintisiete ¿crees que cambiara?,. —. Cuestiono incrédula. —Veras que si. — Me responde, yo no lo creo. Samir busca un traje similar al que lleva nuestro hijo, quiero llorar al verlos juntos se
Jennifer Stone. Mi empresa crece a pasos agigantados, cuento con el apoyo de Samir que me pone en contacto con todos sus ricos conocidos. Trato de ofrecer el mejor servicio, lo que me está engordando la cuenta de forma inesperada, me siento orgullosa de no depender económicamente de él. Yo no estoy con Samir por el dinero que yo misma puedo conseguir, estoy con el porqué es el amor de mi vida y hemos crecido mucho como personas estando juntos y estando separados. No tengo tiempo para preparar mi propia boda por lo que contrato una empresa de planificación, todas las parejas tienen desacuerdos y los de Samir y yo comienzan aquí precisamente. —Buenos días bienvenidos a Si acepto, soy Bianca y estaré muy feliz de darles la boda de sus sueños.— Nos dice amablemente nuestra planificadora. —Gracias por ayudarnos, somos Jen y Samir, y queremos casarnos dentro de un mes ¿’es posible que planifiques nuestra boda en ese tiempo? Cuestiono preocupada, este tipo de eventos lleva mucho tiempo.
Jennifer Stone Hoy está de cumpleaños Samir, por lo que invito a todos nuestros amigos más cercanos a darle una sorpresa en casa. Su padre y yo nos ponemos de acuerdo para fingir que olvidamos su cumpleaños, el se levanta sonriente, y no le decimos nada. —Tengo mucho trabajo hoy, no puedo creer que tenga tantos clientes, a pesar que tengo poco tiempo de haber abierto esta sucursal. — Manifiesto mientras desayunamos. —Me alegra mucho tu éxito, te lo mereces, además cocinas tan bien como tu madre. — Exclama el suspirando mientras desayuna. —No puedo negar que extrañaba mucho tu comida. — Respalda mi suegro. —Gracias. — Respondo con las mejillas rojas, viendo el desastre que hace Oliver mientras come, tendré que cambiarlo de nuevo. Se está echando comida hasta en el cabello—No hagas eso. — Me quejo. —Déjalo, lo volvemos a bañar y ya. — Dice Samir para que no me altere, Oliver esta pequeño. —Bien. — Respondo resignada, tratando de cargarme de paciencia, Oliver es la material
Jennifer Stone Cuando mi planificadora de boda me muestra todo lo que tiene preparado para mi boda estoy francamente impresionada. Cuando las personas tienen talento y pasión por algo se les nota, además coincidimos en tantas cosas que al final llegamos a un acuerdo para trabajar juntas, por lo que ahora debo contratar más personal y también ampliar la cocina del negocio casi a un nivel industrial. Todo esto con la finalidad de poder cubrir todos los pedidos, de verdad que nunca imagine preparando los banquetes para bodas —Gracias por todo lo que has hecho por mí, es maravilloso.— Murmuro viendo las fotos de todo, en la noche, la ceremonia será mañana en horas de la mañana. —Es mi trabajo, también me gusta tu forma de trabajar cocinas delicioso y los novios están felices de todo lo que has hecho para ellos.— Me devuelve el halago. —¡Me encanta!— Chillo sin dejar de ver las fotos. —Es lo que te mereces.— Me responde ella. Quería algo sencillo, pero es cierto lo que dice Samir un