Calli no cabía de la emoción, su corazón comenzó a saltar en su pecho con locura, su euforia era indescriptible, le hubiese gustado estar con Ares en ese momento cuando recibió la noticia, lamentablemente, no llegó a buscarla, tampoco atendió sus llamadas y eso la tenía preocupada, no obstante, ahora, saber de su embarazo, la llenó de una inmensa alegría, nunca fue tan feliz como en ese momento, su emoción era indescriptible.Salió del consultorio sintiéndose en una burbuja de felicidad, otra vez todas las miradas se posaron en ella, mas las ignoró, no tenía tiempo para preocuparse por algo insignificante como lo que pensaba la gente a su alrededor, cuando estaba caminando hacia la puerta de salida, alguien la detuvo, sus guardaespaldas se pararon frente a ella para protegerla, mientras el hombre hablaba.—¡Yo la conozco! Claro, es usted la que sale en un vídeo que se hizo viral en las redes sociales, fue publicado temprano. En la cuenta del millonario empresario, como es que se llam
Basha, observaba el resultado del examen, no podía creer esa noticia, tenía una mezcla de temor y alegría. Temor por la reacción de su padre, era un hombre de carácter muy fuerte, implacable, inmisericorde, recio, muchas veces hasta intransigente, no perdonaba los errores, le hacía honor a su nombre, él era un verdadero dios de la guerra, aunque en su defensa era extremadamente amoroso y protector con los suyos, y también alegría porque estaba esperando un bebé del hombre a quien amaba, de Dorian.Su relación empezó como una simple casualidad, ella escapó con unas amigas, quienes falsificaron sus identidades, para colarse en el antro porque todas eran menores de edad, durante un par de semanas planificaron esa huida, hasta que por fin llegó el momento de ejecutarla. Fue de esa manera como se fueron a un antro, dónde lo vio por primera vez, no le dijo ni su apellido, ni su edad y como quedó flechada de amor por él, ese mismo día terminaron en la cama, fue el momento más increíble de s
Calli bajó del avión privado de su familia sintiéndose un poco nerviosa, no era fácil para ella volver a casa y enfrentarse al mundo exterior, después de haber pasado tantos años enclaustrada, en un internado de monjas en Londres, dónde las únicas visitas recibidas durante esos seis años, fue la de su familia. Y allí se hubiese mantenido, si no es por la intervención de su hermano Dorian, quien habló con su padre para que le permitiera salir, pues este estaba empeñado en consagrar a su única hija a una vida religiosa. Por eso durante todo ese mes iba a tener la libertad que nunca tuvo, luego de ese tiempo debía regresar a su prisión, si no lograba convencer a su padre, esperaba que con la ayuda de sus hermanos, sobre todo del menor, pudiera lograrlo.Caminó con premura para chequear su llegada en la casilla de migración, sin embargo, su mirada estaba centrada en suelo, por eso no se dio cuenta cuando de repente chocó con un sólido cuerpo, ya se hacía de bruces en el suelo, si no es
Calli estaba cohibida, se sentía como una extraña en su propia casa, opinión acentuada cuando la mujer se desenvolvió como dueña y señora del lugar y ella solo se tratara de una invitada. —Calliope, no estarás en tu antigua habitación, esa es ahora de mi hija Eugenia, tú te ubicarás en el ala izquierda de la casa —habló con firmeza Elora, como para evitarse cualquier reclamo.—Yo...—empezó a decir, aunque sentía las palabras atragantadas en su garganta, y antes de agregar algo más la mujer tomó la palabra, impidiéndole hablar.—La razón es simple, tú vienes aquí de visita, solo vas a durar poco tiempo, porque tu padre me dijo que vas a regresar a Londres para tomar los votos, ¿Verdad Dion? —pregunto sin dejar de mirar a su marido, quien permanecía a su lado.El hombre se sintió un poco incómodo, no obstante, ante el pequeño golpe que recibió en el brazo de la mujer y su insistencia, no le quedó más alternativa, sino confirmar sus palabras.—Si hija, es necesario que regreses a Londr
Calli estaba demasiado aterrada, sentía sus piernas entumecidas, pensaba que podía caer desplomada en cualquier momento, no vio venir a los atracadores, a decir verdad ella no estaba acostumbrada al mundo exterior, ni a las maldades a las cuales podía estar expuesta una persona inocente, por eso caminó con confianza sin sospechar que sería objeto de ese ataque.Por más gritos emitidos, nadie acudió en su ayuda para evitarle ser despojada de sus pertenencias, incluso sus zapatos también les fueron arrebatados, por ello quedó descalza, sin dinero, estaba aún sufriendo de la impresión, cuando un hombre apareció, con el susto no lo reconoció al momento, y empezó a correr pidiendo auxilio, creyó que se trataba de otro de los atracadores quien quizás se había regresado para causarle daño, él la alcanzó y la sostuvo en sus brazos, entretanto pronunciaba palabras tranquilizadoras.La jovencita se relajó entre sus brazos, con su voz, su aroma, sus mejillas se sonrojaron, sentía su cuerpo arder
Calliope sintió la mano del hombre en su sex0 y pegó un pequeño brinco, una parte de ella quería salir corriendo, no le parecía correcto lo que estaba sucediendo, pero otra parte de ella, la curiosa, la que de cierta manera se sentía falta de afecto, añoraba sentirse querida, sentía su cuerpo arder, pero al mismo tiempo no pudo dejar de visualizar a la madre superiora."—Calli nunca dejes a un muchacho tocarte allí, si no es tu esposo, porque eso solo está reservado para cuando te unas en matrimonio con el hombre a quien amas.".Recordar esas palabras, fueron como una especie de balde de agua fría para ella, le sostuvo la mano para evitar sus caricias y con la otra mano lo empujó para apartarlo de ella.—No, por favor para esto no está bien... Apenas si lo conozco y la madre superiora siempre me ha dicho…—¿No tienes criterio? ¿Debes invocar las palabras de otra persona y dejarte influenciar por ella? Creí que eras una mujer, no una niña.La voz del hombre era dura, al mismo tiempo d
Calli no pudo evitar sus nervios ante las agresivas palabras del hombre, al punto de que producto de sus nervios terminó haciendo un desastre, sintió su corazón paralizarse súbitamente, sobre todo cuando lo vio acercarse con violencia, la tomó del brazo, la haló con fuerza y la arrojó hacia un lado, sin la mínima consideración.La joven cayó de bruces encima de una mesa, por reflejo ella quiso arrodillarse y sostenerse, pero con el impulso que llevaba, terminó partiendo también el cristal, se cortó las palmas y la muñeca de su mano derecha donde un vidrio se le clavó y la sangre comenzó a surgir a borbotones.Intentó levantarse mas era tan torpe que perdió el equilibrio y se cortó también las rodillas, la sangre empezó a surgir ahora de sus manos y piernas, cuando ella vio que estaba herida, un gemido se ahogó en su garganta.—Estoy herida —balbuceó en voz baja.No obstante, Ares no estaba interesado en Calli en ese momento, sino en las fotografías de su pequeña tiradas en el piso por
Por un momento un atisbo de culpa se abrió paso en el interior de Ares, se dio cuenta de que ella era demasiado joven, y aunque era mayor a Basha, su rostro denotaba más inocencia al de su hija.Sacó un pañuelo de su traje y lo ató con fuerza en su muñeca para evitar que la sangre siguiera fluyendo.—Hades, llama a emergencias, esto requiere de atención médica inmediata —ordenó sin ninguna expresión en su rostro.Mientras su hermano salía, se quedó viéndola por unos segundos, la alzó con cuidado y la llevó a la antigua habitación de Basha, no pudo resistir la tentación y terminó acariciándola, pasando sus nudillos con cuidado por sus mejillas, era tan suave que le daba la impresión de estar tocando copos de algodón.—Siento mucho que seas un daño colateral, en esta guerra entre los Kyriakidis y los Markou. Lamentablemente, Calli, no puedo dejarte ir, debo destruirte como Dorian lo hizo con mi hija y luego de eso, voltear para jamás volver a ver. Terminando de decir esas palabras, en