Antes de él su corazón estaba vacío.
Antes de ella, el no era nada.
El era simplemente perfecto para ella. Ella era todo lo que él necesitaba para ser feliz; se complementaban al unirse y brillaban más que la luz de mil soles. Allyson y Sebastián eran el ejemplo a seguir de toda pareja juvenil; eran llamados ¨La pareja ideal¨
Un sentimiento mutuo que en el futuro te puede sorprender. Dos corazones unidos que reflejaban felicidad; reflejaban eternidad. Un amor único que dejará lecciones.
Es allí donde el mundo traerá sorpresas a la vida de ambos y tendrán que aprender a vivir con eso, más bien tendrán que aprender a vivir con ese destino; con ese dolor.
Ahora solo me quedaba una duda, ¿sentiran esto siempre?
Íbamos llegando a la pizzería con Steph, Madison, Marcos y Lucas. Hoy fue nuestra graduación y como yo no soy de andar en fiestas pues aquí estamos entrando a Toscanos una de las pizzerías más reconocidas y una de mis favoritas. En estos años siempre hemos sido nosotros y Anahí la que por cierto no ha llegado aún.—Oigan ¿Anahí no ha dado señales de vida? — dije tomando asiento al lado del ventanal que había allí.—Si, hace un rato veníamos hablando de que su primo llegó hace poco de Bogotá y se quedará en casa de ella, ella está tratando de sacárselo de encima, pero sus padres le insisten en que lo traiga ¿Qué no escuchaste? —Respondió Madison haciéndose obvia.—¿Se lo dices o se lo preguntas, Mad? —Me interrumpió Steph.—¡Ya dejen de molestarla! —Gritó Lucas, causando que todas las miradas se posaran en nuestra mesa.—Ya ¿Okey? Cálmense. —Trató de controlar la situación Marcos. —¿Allyson, si
Un año después.Vamos llegando al cementerio, justamente hoy hace un año que nuestra pequeña se nos fue, un año que la alegría se nos marchito. Mi padre aun no lo supera, dice que todas las noches lamenta no poder estar con ella cuando le decía: "Papi, duele. Te necesito". Y sé que duele, sé lo que es lamentarse de no poder verla por el simple hecho de no tener una economía estable.—¿Ya nos vamos, Ally? — dijo Sebas abriéndome la puerta del co-piloto. Yo sólo asentí, entrando al auto en silencio, cuando él me tomó por el brazo y me abrazó.—Verás que todo estará bien, pequeña. — Sólo asentí y entré al coche.Sebas se había convertido en mi confidente desde esa noche; un chico atento, simpático, amistoso, chistoso; un grandísimo amigo. Cuando conoces personas como él te dan ganas de volver a confiar en el mundo, en las personas. Mis amigos a la hora de la verdad se volvieron desconocidos, después de esa noche en la
Todos los días él me sorprendía más, este chico es como una cajita de sorpresas. Ahora nos encontramos en la cafetería de la universidad, él comprándome un café y yo sentada esperando que regrese.—Jovencita, deje de pensar tanto que se le explotará la cabecita. —dijo sentándose a mi lado y besando mi frente.—Sabes que la mayoría de veces me la paso en la luna. — me encogí de hombros.—Esa es una de las cosas que me mantienen a tu lado. —me miró. Estábamos cerca, bastante cerca para decir verdad. No me había dado cuenta de la belleza de sus ojos, su cantidad de pestañas ni del hermoso rostro que tiene. Su piel me tienta a tocarla y no puedo resistirme a eso. Pongo mi mano con delicadeza en su mejilla y él se sorprende, pero de inmediato se relaja.Como todo no es color de rosa y la puta vida está en mi contra, escucho como alguien carraspea. Sebas y yo nos separamos para encontrarnos con la cara confusa de Lucas. Y
Estoy en un momento en el cual no sé cómo sentirme, en el momento que crees poder, pero hay una fuerza que quiere mantenerte en el piso. La vida parece querer deshacerse de mí, pero día por día lucho para que no sea así. El padre de Sebastián cayó en coma después de caerse por las escaleras ayer. Siento en verdad que el mundo conspira contra mí, contra mi felicidad. Sebastián no para de caminar en círculos, yo solo miro como lo hace. Estamos en la sala de espera del hospital esperando un diagnóstico que tienen más de dos horas por entregar y no se dignan a decir si estará o no bien.—Sebastián, ya para. Me estas estresando más. —lo tomé de las manos.—No puedo, Ally. Los nervios no me dejan.—Te entiendo ¿Okey? Sé que es duro, entiendo por lo que estas pasando, pero haciendo esto dañaras tu propia salud y no podrás cuidar de tu padre.—No entiendes, si él se muere no sé qué será de mí.—Serás el mis
Narra SebastiánNo sé cómo hacerle para pedirle esto a Allyson, odio quedarme estancado en momentos así, no sé cómo diablos hacer las cosas. Cuando estoy delante de ella quiero decirle tanto y no me sale ni mierda ¡Puta vida! mi nivel de desesperación llega al extremo de ponerme a hablar solo.—¿Qué pasa, Compa? — dice Michael sentándose en la silla de enfrente. Él se convirtió en una clase de mejor amigo para mí cuando llegué acá.—Necesito invitar a Ally a salir, pero cada vez que lo voy hacer mi maldita mente se pone en blanco, me pongo nervioso ¡ESO NO ME PASA CON LAS DEMÁS! — él soltó una carcajada— Maldito bastardo este, yo valiendo mierda y tu burlándote. Púdrete.—¿Sabes cómo se llama eso que tienes?—Ajá ¿Como a ver?—Se llama "Estar enamorado" Compa, piénselo y reaccione. Le gustas a esa niña, aprovéchalo. Te lo digo, ella no es de estar de chico en chico teníamos cl
Entre risa y risa anoche fué la mejor noche de mi vida, no es como que pusiera en duda que lo sería, pero él sabe como sorprenderme.—¿Qué tanto piensas, Ally? — preguntó mi padre poniendo la mesa para el almuerzo.—Nada importante, papá. — cojo los utencilios para la comida y me siento en mi puesto de la mesa.—Hija, tengo una duda y necesito que me la aclares.—Claro, papá. ¿Qué pasó?— de momento me puse nerviosa, no sabía si te pasaba algo que no me había dicho.—No es nada de que preocuparse, es sobre tí y este muchacho ¿Sebastián?—¿Qué quieres saber sobre eso, papá? — y me puse nerviosa y nisiquiera sé porque.—¿Tienen
Me moví y sentí como mi espalda me dió una punzada. Todo el cuerpo me dolía, sentía como si me hubiese arrollado un camión. Abro los ojos de a poquito y la luz es tan fuerte en la habitación que me obliga a cerrarlos de nuevo. Intenté abrirlos por segunda vez y sentí un peso en mi brazo. Miré y estaba él allí, acostado con la cabeza en mi mano y sentado en una silla. Se veía tan hermoso allí dormido. Con mi otra mano intenté acariciarle el pelo, pero estaba conectada a unas maquinas y no podía hacerlo. Al parecer el sintió mis movimientos y despertó asustado.—¿Qué pasa? ¿Qué pasó? ¿Tienes algo? ¿Te duele algo? — dijo todo bobo y medio dormido. Sonreí al verlo así, pasé mi mano suavemente por su mejilla.—Estoy bien, hermoso.—pude notar como bajó la tensión de sus hombros y besó mi mano.
Cuando las personas llegan a tu vida te da cierto miedo dejarlas entrar porque temes a que se vayan y no regresen más. Ese es mi mayor temor con Sebastián, él se ha convertido en ese "todo" que siempre busque. No eramos nada y ahora somos todo sin serlo. Es un trabalenguas que tengo en mi mente y quizá así como lo pienso de difícil así mismo es plasmarlo en la vida real. ¿Cómo seguirle el juego sin enamorarme? ¿Cómo saber si está jugando o lo está haciendo en serio? Son muchas las preguntas que pasan por mi mente en un momento como este. Es difícil descifrar lo que las personas en la actualidad quieren, pero mi pregunta es ¿Qué es lo que en verdad quiero yo? Es una de las más difíciles de responder porque sé, pero, no sé. Otro trabalenguas que solo yo entiendo.En este momento me encuentro acostada con Sebas en el sofa. Esta posición me acuerda a cuando estaba en el hospital. Él está acostado y yo con mi cabeza encima