Capítulo 2

Todos los días él me sorprendía más, este chico es como una cajita de sorpresas. Ahora nos encontramos en la cafetería de la universidad, él comprándome un café y yo sentada esperando que regrese.

—Jovencita, deje de pensar tanto que se le explotará la cabecita. —dijo sentándose a mi lado y besando mi frente.

—Sabes que la mayoría de veces me la paso en la luna. — me encogí de hombros.

—Esa es una de las cosas que me mantienen a tu lado. —me miró. Estábamos cerca, bastante cerca para decir verdad. No me había dado cuenta de la belleza de sus ojos, su cantidad de pestañas ni del hermoso rostro que tiene. Su piel me tienta a tocarla y no puedo resistirme a eso. Pongo mi mano con delicadeza en su mejilla y él se sorprende, pero de inmediato se relaja.

Como todo no es color de rosa y la puta vida está en mi contra, escucho como alguien carraspea. Sebas y yo nos separamos para encontrarnos con la cara confusa de Lucas. Y ya sabía por dónde venía esto.

—¿Entonces cuando pensabas decirme que estas saliendo con él? — se le notaba muy enojado a Lucas.

—Lucas, cálmate. Sebas y yo no somos más que amigos.

—¡ESAS ACCIONES NO SON DE "¡SOLO SER AMIGOS", ALLYSON!  — gritó y todos voltearon a mirarnos. Vi como los puños de Sebastián se empezaron a formar, se estaba enojando y esto se pondría feo. Tomo a Sebas de las manos para relajarlo, lo hago mirarme a la fuerza.

—Cálmate, por favor. — le susurro

—No voy a permitir que ese estúpido venga a hablarte como se le da la maldita gana, Ally.

—Solo, cálmate. Por favor. —asintió y pude ver como sus hombros empezaron a relajarse, le sonreí y me paré para enfrentar a Lucas.

—Te voy a decir algo y espero que te quede claro ¿Okey?  Tú eras mi amigo hasta el momento que mi hermana murió y por estupideces te alejaste, el único que se dignó a estar, el único que me acompañó en ese momento fue él y eso que en ese momento solo era un desconocido. Si tengo o no algo con él es mi problema, porque soy yo que me lo voy a coger no tú. Ahora si me disculpas MI AMIGO y yo tenemos cosas que hacer. —Tomé la mano de Sebas y lo saqué de ahí. Ya cuando estábamos en las gradas de la universidad nos sentamos en silencio por un buen rato.

—No sabía que tuvieses ese carácter. —me miró.

—Nadie termina de conocer a nadie, niño. —sonreí

—Me encanta cuando sonríes.

—Ay por Dios, ahora vas a venir de meloso. — solté una carcajada.

—¿Por qué arruinas el momento, enana?

—Oye a mí no me digas enana, soy bien alta.

—Claro, muy alta.

—Te odio ¿Lo sabes?

—Me amas.

—Claro que no.

—Mírame a los ojos y dímelo.

—Te jodes p... — miro el reloj y ya casi empezamos la siguiente clase. —Oye, debemos irnos, ya empieza la siguiente clase y ya sabes. Vamos. —me paré y caminé delante escuchando como él soltaba una carcajada.

—¿Por qué tienes miedo a decirme que soy irresistible y que me amas?

—Por Dios te dije que no y apúrate mejor que vamos a llegar tarde a clase.

—Eres un caso, Ally.

—Hum, así me quieres, Sebas.

—Más que a mi vida, pequeña.

—JAJAJAJA así le dices a tus seguidoras y se caen rendidas a tus pies, conmigo no te sale.

—¿Celosa?

—Para nada.

—No parece, Ally, parece.

—Ay eres un caso. — entré al aula primero y tomé asiento delante. —Mira allí está tu futura novia—señale a la rubia de farmacia que estaba de fondo y él me miró mal. —Ay ¿Qué pasa?  No seas amargado. — se fue a sentar al lado de ella y empezó a susurrarle cosas en el oído y luego me sonrió. Que estúpido, me senté y me puse a atender a la clase, pero mi mente no sólo estaba en la clase, sino que también en lo que él me preguntó ¿Me gusta?  No, no y no. No me gusta y no puede gustarme. Nunca me gustaría mi mejor amigo y es aquí donde entra la frase que tanto me decía mi papá:

"Nunca digas nunca, Ally"

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo