Capítulo 41

La temperatura del cuerpo de Fabrizio sube vertiginosamente; el juego de Gabriella está derribando una a una todas sus barreras. El oxígeno de la habitación parece que ha descendido porque cada vez le cuesta más respirar apropiadamente.

—Gabriella, detente, te lo advierto, si sigues provocándome no voy a ser capaz de contenerme y no deseo que mañana lo lamentes porque no estás en tus cinco sentidos.

—¿Crees que estoy borracha? —Ella sonrió—. Pibe, el alcohol que tomé no fue suficiente para eso, pero sabes, ahora que recuerdo, una parte de mí está enojada contigo.

Fabrizio la miró intrigado

—¿Sabes por qué? Che, hoy hice mi mejor esfuerzo en ese baile, me rompí las bolas para que fuera perfecto y tú no me has dicho nada; ni siquiera sé si te gustó.

Los ojos de Fabrizio se mostraron m&aacut

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP