Capítulo 66
Mateo observaba tranquilo cómo Alan y yo nos mirábamos.

Alan no aguantó más y le gritó:

—¡Estás loco de remate! —Luego, dijo—: ¡Mira bien, abre los ojos y pon atención!

Dicho esto, Alan me agarró del hombro y su cara se acercó lentamente. Estaba más cerca que antes, casi podía sentir su aliento. Mi corazón ya estaba acelerado.

Y lo peor era que Mateo estaba sentado justo al lado, mirándonos fijamente, lo que hacía que el ambiente fuera aún más tenso. Esto me puso más nerviosa.

El aliento de Alan se acercaba cada vez más. Ya no pude aguantar, estaba a punto de empujarlo para alejarlo. Pero, justo en ese momento, él me empujó a mí y, mirando a Mateo, le dijo:

—Estás loco, ¿cómo quieres que la bese cuando me miras así?

Mateo respondió sin cambiar su expresión:

—Con la boca.

—¡Estás loco! Si no quieres que nos besemos, dímelo directamente, ¿por qué miras así? ¿Qué te pasa?

Sentí un escalofrío en el corazón y miré sorprendida a Mateo.

¿De verdad se había acercado para e
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP