Capítulo 57
—¡Ahhh! ¡¿Aurora?! ¿No es Aurora?

Alan apareció, de repente, frente a mí, bloqueándome el camino.

Al levantar la vista, vi a Mateo detrás de él. No sé si es que tengo mala suerte o qué, pero siempre que no quiero ver a Mateo, es cuando me lo encuentro.

Y cuando realmente necesito pedirle dinero, parece un fantasma.

Alan me miraba, sonriendo.

—Aurora, ¿estás bien? La noche del evento de baile te fuiste de la nada, estuve preocupado por ti un buen rato.

Por dentro, me reí sarcásticamente. Este Alan tiene mala leche, aquella noche en el evento de baile, me metió en un problemón y ahora tiene las agallas de decirme esto.

Mateo, de repente, dijo, con una sonrisa en los labios, pero con una mirada que me heló la sangre:

—Aurora... Vaya, no sabía que ya eran tan cercanos.

Mateo se rio de una forma que me puso la piel de gallina. Ya sospechaba que entre yo y Alan había algo, pero, ahora, con esto, parecía más evidente.

Con esa forma en la que me miró, supe que no pensaba en nada bueno. Pens
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