Durante gran parte de tu vida, te preguntas muchas veces ¿Cuándo conoceré al amor de mi vida? ¿Cómo será ese hombre que me quitará el sueño? ¿Lo podré reconocer cuando aparezca o lo dejare pasar por no darme cuenta?
Sueñas muchas veces con un encuentro mágico de esos que ves en las películas de Hollywood, pero la realidad es que la vida no es como las películas. No vas caminando un día por la calle y te tropiezas con un desconocido y le vuelcas una taza de café y él clava su mirada en ti mientras que de fondo suena una de esas canciones que te llevan a suspirar como una tonta. La realidad es que ese desconocido probablemente te diga que eres una idiota por no fijarte por donde caminas y te recrimine por haberle manchado su camisa favorita, y por más que tú trates de disculparte, él no entenderá que fue simplemente un accidente. Asique inmediatamente descartas esa posibilidad y te sigues preguntando como y cuando conocerás a esa persona por la que cometerás muchas locuras.
Seguí los consejos de mis amigas, fui a bares, discotecas, me abrí un perfil en tinder, y lo único que conseguí fue encontrarme con algún que otro psicópata que quería llevarme a su cama a la primera cita, no es que tenga algo en contra de eso, pero al menos hubieran preguntado mi nombre antes de hacerme esa propuesta ¿no?
Me niego a creer que la nueva manera de conocer al amor de tu vida es a través del internet, no es que sea una mujer extremadamente cursi o que sea como Bella en la película de la Bella y la Bestia cantando esa canción en el prado mientras que soplaba las flores de diente de león, y todo parecía encantador. Solo quiero tener una historia un poco más interesante que deslizar una foto en el celular hacia la derecha o la izquierda.
De mis tres mejores amigas, dos de ellas están casadas y con dos, y tres hijos respectivamente. La tercera, simplemente tuvo un hijo con su novio, pero cada cual vive en su casa, algo extraño, lo sé, pero bueno las relaciones “modernas” son así escuche decir por ahí. A veces creo que ellas tienen razón y yo soy muy complicada o tal vez como le escuche decir por ahí a uno de esos idiotas que aparecieron en un chat “eres muy anticuada para tus 31 años.” Sinceramente ese día me dieron ganas de meterme por la pantalla del celular y aparecerme enfrente suyo para decirle que no es que fuera anticuada, sino que realmente quería encontrar a alguien especial ¿tan complicado es? Tal vez si… quizás paso de moda el amor para abrirle paso a las relaciones frías que ayuden a saciar el instinto humano… no lo sé, y quizás que por eso fue por lo que hice algo que nunca había hecho; irme de vacaciones absolutamente sola.
No tenia idea que a partir de ahí todo cambiaria, que lo que había buscado durante tanto tiempo aparecería de tal manera que no me daría tiempo a pensar ni siquiera en lo que esta pasando. Nuestro encuentro fue algo descomunal y la conexión que sentimos lo fue aun más. Había dejado de creer en los “amores bonitos” y de repente frente a mis ojos se escribía una de las historias de amor de esas que merecen ser contadas y como consecuencia, nacieron estas letras.
La brisa del viento en este puerto hace que mi cabello se mueva al ritmo que este dictamina y si no fuera por el sombrero que llevo puesto, sería un enredo total. Miro hacia el frente después de acomodar un mechón que me lo impedía, y no puedo creer lo que estoy a punto de hacer. El inmenso crucero que tengo frente a mi será mi hospedaje por los próximos quince días, y con solo pensar que no conozco a absolutamente nadie, me pongo un poco nerviosa, pero necesito esta aventura, atreverme a cosas nuevas a disfrutar de mi libertad…Miro la tarjeta de embarque, mi pasaporte, y casi como diciéndome que esto será lo más increíble que hare por mi, me atrevo a subir por la rampa de abordaje del crucero nombrados “The Princess of the Sea.” Pacientemente voy siguiendo los pasos de los pasajeros que tengo frente a mi, hasta que llega mi turno de presentar los documentos que tengo en mi mano.
Me miro al espejo asegurándome que el corto vestido rojo que he escogido para mi primera noche en el crucero este perfectamente acomodado, y una vez que lo confirmo, voy por mi pequeño bolso, y salgo del camarote. No me voy a mentir, la verdad es que verme sola entre medio de tanta gente me resulta bastante incomodo, sobretodo cuando hay tantas parejas que de seguro la deben estar pasando de maravilla y disfrutando de la experiencia. Si tan solo hubiera venido con amigas, esto no sería tan raro, pero cuando todas están casadas y tienen hijos, estoy puede hacerse un poco complicado. Sus prioridades han cambiado y lo entiendo, pero siento que ya no hay nada más que les importe hasta el punto de que tengo la sensación de que se han olvidado de ellas mismas.Trato de sacudir todos estos pensamientos de mi cabeza y sigo caminando. Estoy indecisa, no sé si ir al casino o aun espectáculo… trato de tomar una decisió
Decir que estoy nerviosa es poco, sigo sus pasos hasta llegar a la mesa de ruleta donde están todos sus amigos y de inmediato me miran como preguntándose de donde he salido y que hago aquí —Amigos, ella es Brisa— Dice y me mira —Brisa, ellos son Martin, Carlos, Ian, Emanuel y Diego— Me los presenta uno a uno y amablemente los saludo mientras que el crupier espera a que ellos hagan sus apuestas.—Un placer— Digo y los observo uno a uno, la verdad es que todos son muy guapos, pero a mi parecer, Franco es el más guapo de todos. Él es alto, con un cuerpo fornido, pero no exagerado, cabello negro corto, y unos ojos verdes resaltan increíblemente.—¿Sabes jugar a la ruleta? — Me pregunta él y asiento.—Si, de hecho, me encanta— Respondo segura y sin que me lo espere, él agarra una cuantas fichas de cien que tenia sobre la mesa y me las entrega.
«Inhala, exhala» Me repito una y otra vez mientras que vamos entrando al lujoso bar ubicado en el ultimo piso de este crucero de 18 piso y el cual esta en el centro del mismo —¿Sabes que hay un bar muy parecido en el hotel Cosmopolitan de Las Vegas? — Cuestiono al ver la inmensa cortina de cristales Swarvoski que cuelga por todo el bar y le da un toque único.—En realidad es el mismo diseñador— Me explica tomándome por sorpresa y debo mirarlo cuando nos sentamos en una de las butacas ubicadas bajo una de las cortinas o, mejor dicho, cascada de cristales.—¿De verdad? — Inquiero y se sonríe.—De verdad— Afirma.—¡Wow! ——¿Te gusta mucho Las Vegas? — Averigua mientras me alcanza uno de los menú y asiento.—Me encanta, es uno de mis lugares favoritos de Estados Unidos— Admito y por alguna
—Vino en mal momento ¿no?— Me pregunta una vez que el camarero se va y sonrió.—Parece— Me limito a responderle y bebo un sorbo del trago que de verdad esta increíble —¡Ufff! ¡Esta buenísimo!— Exclamo y me mira fijamente.—Te lo dije, pero no trates de desviarte de tema— Comenta y bebe un sorbo de su copa.—¿De que tema?— Averiguo inocente y realmente no puedo dejar de mirarlo, tiene unos ojos que son hipnóticos, nunca me paso algo así con nadie.Él no dice nada, deja su copa sobre la mesa y sin darme tiempo a reaccionar, se inclina hacia mi y toma la mía para evitar un accidente y la deja junto a la suya —No voy a robar un beso… no suelo hacerlo— Me susurra cuando escucho el sonido del pie de mi copa apoyándose sobre la mesa y sus ojos mirándome fijamente.—¿Ah no?&mdas
[FRANCO]Los labios de Brisa se me quedaron grabados a fuego en los míos y es que en verdad creía que nunca más en mi vida iba poder besar a alguien después de lo de Tamara, pero no, aquí esta ella demostrándome que la vida si te da segundas oportunidades, bueno al menos eso quiero pensar. La veo sonreír y me quedo enganchado a esa manera tan especial que tiene de ser y tengo miedo de ser el idiota que se enamora como un niño para que lo utilicen a su antojo y luego lo olviden —Es mejor que solo me acompañes hasta aquí— Me comenta cuando llegamos hasta la puerta de su camarote y reímos mientras lleva una de sus manos hacia mi pecho como deteniéndome.—No pensaba entrar, conozco este crucero a la perfección— Le dejo saber y vuelve a sonreír.—Claro… y supongo que te estás quedando en una de las mejores suites ¿no?&md
[BRISA]Estar nerviosa ante su presencia pareciera haberse convertido en algo normal, pero no sé… Franco además de ser increíblemente guapo, es diferente al resto de los hombre que conocí, o al menos eso es lo que él me esta dando a entender esta noche. Me siento mal por haberme precipitado con él, no debe haber sido fácil perder a su esposa. —Cuidado— Escucho su voz y a los pocos segundos él acerca la bandeja con lo que hemos pedido al balcón.—Creía que dejarías que lo hiciera el camarero— Comento sorprendida y niega.—No se me caerán las manos por hacer esto, además, es mejor así, los chismes se corren muy rápido entre los empleados y no te quiero meter en problemas— Explica haciéndome sonreír.—Buen punto— Murmuro y observo cada movimiento que hace con gran detenimiento.&m
[BRISA]Al día siguiente: 15 de octubreAbrir mis ojos y encontrarme abrazada a quien sigue siendo un completo desconocido para mi por más que conozca su nombre y un poco de su vida, es una locura, pero que hermosa locura… me beso hasta altas horas de la madrugada, la punta de sus dedos acariciaron mis brazos con la delicadeza que nadie nunca lo hizo y si, ardí en llamas más de una vez, y sé que él también; lo note en su pantalón, pero no fuimos más allá de lo que acordamos y es que él es así, un caballero en toda la extensión de la palabra.Lo observo detenidamente aun dormido y me pierdo en sus detalles, sus pestañas largas son envidiables, sus cejas enmarcan perfectamente esos ojos que anoche tanto me miraron y me grabe a fuego… me encanta el detalle de su leve barba muy bien cuidada y ese cabello oscuro que fue victima de mis dedos, y ni hablar de