[FRANCO]Estoy completamente angustiado mientras que caminó de un lado a otro en esta sala de espera donde a lo lejos se escuchó como su padre se sigue quejando de que su hija se haya casado con un miembro de la familia San Martín, esa que según él arruinó su vida completa. En mi cabeza hay demasiadas cosas dando vueltas, sobre todo no poder entender de que es lo que está hablando ya que para mí todo ese asunto es algo completamente desconocido. Por otra parte, dejo esos pensamientos a un costado para solamente preocuparme en mi esposa, en esa mujer que se han llevado hace apenas unos momentos completamente inconsciente por un golpe en la cabeza.Me muero de la angustia con solo imaginar que la puedo perder por algo como esto. Tal vez es que mi experiencia en el amor no es la ideal, y que las perdidas forman parte de ello. No me atrevo ni siquiera a acercarme al padre de Brisa, no cuando siento que esto también es su culpa por haberme atacado de esa manera sin tener en cuenta que ella
[FRANCO]Enterarme de que Brisa y yo vamos a ser padres, ha sido sin duda alguna la mejor noticia que he recibido en muchísimo tiempo. Sin embargo, no todo es felicidad tal y como lo anticipo ella. El obstetra que ha venido a verla ha sido muy claro, el embarazo tiene grandes posibilidades de no llegar a término, no si ella no se cuida como es debido. Escucharlo decirnos estas cosas ha sido un golpe fuerte, pero al mismo tiempo sé que vamos a hacer lo imposible para que ese bebé nazca. Los dos lo deseamos con todo el alma y por supuesto que no queremos volver a vivir una desilusión como la que ya hemos pasado en nuestras vidas.El silencio se vuelve rotundo cuando el obstetra cierra la puerta y nos quedamos solos. Es difícil de comprender como se puede sentir felicidad y preocupación a la vez, todo sin contar lo que pasa cruzando aquella puerta. Brisa me mira —Lo siento, te aseguro que no sabía que las cosas serian así— Murmura con culpa y de inmediato me siento en el borde de la cama
Durante gran parte de tu vida, te preguntas muchas veces ¿Cuándo conoceré al amor de mi vida? ¿Cómo será ese hombre que me quitará el sueño? ¿Lo podré reconocer cuando aparezca o lo dejare pasar por no darme cuenta?Sueñas muchas veces con un encuentro mágico de esos que ves en las películas de Hollywood, pero la realidad es que la vida no es como las películas. No vas caminando un día por la calle y te tropiezas con un desconocido y le vuelcas una taza de café y él clava su mirada en ti mientras que de fondo suena una de esas canciones que te llevan a suspirar como una tonta. La realidad es que ese desconocido probablemente te diga que eres una idiota por no fijarte por donde caminas y te recrimine por haberle manchado su camisa favorita, y por más que tú trates de disculparte, él no entenderá que fue simplemente un accidente. Asi
La brisa del viento en este puerto hace que mi cabello se mueva al ritmo que este dictamina y si no fuera por el sombrero que llevo puesto, sería un enredo total. Miro hacia el frente después de acomodar un mechón que me lo impedía, y no puedo creer lo que estoy a punto de hacer. El inmenso crucero que tengo frente a mi será mi hospedaje por los próximos quince días, y con solo pensar que no conozco a absolutamente nadie, me pongo un poco nerviosa, pero necesito esta aventura, atreverme a cosas nuevas a disfrutar de mi libertad…Miro la tarjeta de embarque, mi pasaporte, y casi como diciéndome que esto será lo más increíble que hare por mi, me atrevo a subir por la rampa de abordaje del crucero nombrados “The Princess of the Sea.” Pacientemente voy siguiendo los pasos de los pasajeros que tengo frente a mi, hasta que llega mi turno de presentar los documentos que tengo en mi mano.
Me miro al espejo asegurándome que el corto vestido rojo que he escogido para mi primera noche en el crucero este perfectamente acomodado, y una vez que lo confirmo, voy por mi pequeño bolso, y salgo del camarote. No me voy a mentir, la verdad es que verme sola entre medio de tanta gente me resulta bastante incomodo, sobretodo cuando hay tantas parejas que de seguro la deben estar pasando de maravilla y disfrutando de la experiencia. Si tan solo hubiera venido con amigas, esto no sería tan raro, pero cuando todas están casadas y tienen hijos, estoy puede hacerse un poco complicado. Sus prioridades han cambiado y lo entiendo, pero siento que ya no hay nada más que les importe hasta el punto de que tengo la sensación de que se han olvidado de ellas mismas.Trato de sacudir todos estos pensamientos de mi cabeza y sigo caminando. Estoy indecisa, no sé si ir al casino o aun espectáculo… trato de tomar una decisió
Decir que estoy nerviosa es poco, sigo sus pasos hasta llegar a la mesa de ruleta donde están todos sus amigos y de inmediato me miran como preguntándose de donde he salido y que hago aquí —Amigos, ella es Brisa— Dice y me mira —Brisa, ellos son Martin, Carlos, Ian, Emanuel y Diego— Me los presenta uno a uno y amablemente los saludo mientras que el crupier espera a que ellos hagan sus apuestas.—Un placer— Digo y los observo uno a uno, la verdad es que todos son muy guapos, pero a mi parecer, Franco es el más guapo de todos. Él es alto, con un cuerpo fornido, pero no exagerado, cabello negro corto, y unos ojos verdes resaltan increíblemente.—¿Sabes jugar a la ruleta? — Me pregunta él y asiento.—Si, de hecho, me encanta— Respondo segura y sin que me lo espere, él agarra una cuantas fichas de cien que tenia sobre la mesa y me las entrega.
«Inhala, exhala» Me repito una y otra vez mientras que vamos entrando al lujoso bar ubicado en el ultimo piso de este crucero de 18 piso y el cual esta en el centro del mismo —¿Sabes que hay un bar muy parecido en el hotel Cosmopolitan de Las Vegas? — Cuestiono al ver la inmensa cortina de cristales Swarvoski que cuelga por todo el bar y le da un toque único.—En realidad es el mismo diseñador— Me explica tomándome por sorpresa y debo mirarlo cuando nos sentamos en una de las butacas ubicadas bajo una de las cortinas o, mejor dicho, cascada de cristales.—¿De verdad? — Inquiero y se sonríe.—De verdad— Afirma.—¡Wow! ——¿Te gusta mucho Las Vegas? — Averigua mientras me alcanza uno de los menú y asiento.—Me encanta, es uno de mis lugares favoritos de Estados Unidos— Admito y por alguna
—Vino en mal momento ¿no?— Me pregunta una vez que el camarero se va y sonrió.—Parece— Me limito a responderle y bebo un sorbo del trago que de verdad esta increíble —¡Ufff! ¡Esta buenísimo!— Exclamo y me mira fijamente.—Te lo dije, pero no trates de desviarte de tema— Comenta y bebe un sorbo de su copa.—¿De que tema?— Averiguo inocente y realmente no puedo dejar de mirarlo, tiene unos ojos que son hipnóticos, nunca me paso algo así con nadie.Él no dice nada, deja su copa sobre la mesa y sin darme tiempo a reaccionar, se inclina hacia mi y toma la mía para evitar un accidente y la deja junto a la suya —No voy a robar un beso… no suelo hacerlo— Me susurra cuando escucho el sonido del pie de mi copa apoyándose sobre la mesa y sus ojos mirándome fijamente.—¿Ah no?&mdas