Veo las gotas de agua caer por la ventanilla del automóvil, y como su paso por ella dejan marcas, como las que yo llevo en el alma. Respiro pesadamente, porque sé que lo arruiné, pero también sé que hice lo correcto, ¿estaré volviéndome loca? Creería que sí, lo amaba, lo amo, aunque no deba, porque más que el amor que siento por él pesa el miedo, me enamore de un monstruo, y no sé cómo no lo vi antes.— Chloe ¿estas bien? No has dicho ni media palabra desde que salimos del aeropuerto. — John despega un segundo la vista de la carretera y le sonrió con los labios cerrados, antes que regrese su atención a la carretera que está demasiado mojada para mi gusto.— Lo estoy, lo estaré… creo. — Ahora es él quien me sonríe.— Hiciste lo correcto, lo sabes ¿verdad?— Lo sé, sé muy bien que no podría con mi conciencia si hubiera guardado silencio, pero eso no evita que duela.— Asher Reggio es una de las peores personas que puede existir, aun no sé cómo te enamoraste de él.— Siempre fue diferent
Mi nuevo hogar era muy bonito y acogedor, John tenía razón, a pesar de que nunca me falto nada y que mis padres me dieron todo cuanto quise, nunca fue mi intención poseer grandes lujos, mucho menos la enorme mansión en la que vivía, eso era todo idea de Asher, yo solo quería una familia, muchos niños corriendo por todas partes, ser hija única te hace desear tener compañía, creí que mi sueño se haría realidad, pensé que Asher y yo formaríamos una gran familia, pero él primero quería disfrutar de viajar por el mundo, y así lo hicimos por tres años, creí conocer el mundo entero, aunque nunca escuche de este pueblo, creo que es demasiado aburrido para Asher, luego cuando al fin pensé que tendríamos bebés él comenzó a trabajar mucho más de lo que ya lo hacía, fui una tonta al creer que esas enormes sumas de dinero eran por su buen desempeño en la bolsa de valores, aunque creo que en el fondo lo sabía, fue por eso que comencé a investigar. Cualquier mujer en mi lugar pensaría que su esposo
Dante no pensaba con claridad en ese momento, el dolor le impedía incluso el respirar con normalidad, fue por eso que solo pensó en el momento en el que se había encontrado con el beta de su primo, estaban fuera del mercado y la humana estaba en su interior sana y salva, un relámpago iluminó el cielo y el tiempo dio marcha atrás, de este modo ellos cambiaron lo sucedido, Vito y Dante no marcharon a la casa de su primo el Alpha Kek, en su lugar se quedaron fuera de la tienda, mientras Kek llegaba a su lado, gracias a la pulsera de teletransportación que poseía al igual que Vito regalo de su tía, pero lo más importante, su lobo estaba asustado, temeroso de que algo malo le suceda a su mate, a tal punto que no le importaba que estuviera marcada por otro.Los tres ingresaron a la tienda justo a tiempo para ver y oír la interacción que la humana tenía con el hijo del beta.— Tu… estas bien. — su voz sonaba llena de alivio y emoción, pero más los sorprendió el ver como la humana abrazaba a
Lo veía y no lo podía creer, lo juro por Dios, no lo podía creer, mi espalda estaba pegada al respaldo del sofá, mi boca y mis ojos estaban tan abiertos que dolía, en realidad aun dolía la mayor parte de mi rostro por los golpes que Asher me había dado, pero por más que quisiera cerrar aunque sea mi boca, no podía, si aún estaba procesando el hecho de ver a un hombre convertirse en lobo frente a mis ojos, ahora estaba… no sé yo cómo estaba, esto no era un lobo, o un hombre lobo, esto era aún más grande que un caballo, más grueso que un oso, pero era un lobo, un gigante lobo gris, casi blanco.— Dios mío, ustedes también son hombres lobos, o ¡por Dios, debo irme de aquí! cuando Asher me encuentre no solo me matara a mí también a ustedes, Dios, Dios, ¿por qué a mí? —y eso fue todo,
Chole estaba recostada en la gran habitación que Aysel le había brindado, el día había pasado rápido, sin ningún hombre en la enorme casona más que el Alpha que era compañero de la luna cambiante, durante el día Aysel le conto a la humana muchas cosas, por ejemplo que tenía cinco hijos, Nisha que era un lobo y padre de Kek, Novalie una bruja y madre de Dante, Kali la vampira que era madre de Vito, Kiyomi que era una ninfa y madre de Sam y Pol un humano, uno que aún estaba vivo porque su compañero era un lobo, el beta del Alpha Anuk, si, un hombre, y no era la única unión de ese tipo, Nisha también era compañero de un hombre, solo que Travos era un brujo, tal parecía que los seres sobre naturales podían procrear sin importar nada, estaba muy sorprendida, pero también tenía miedo, nadie le dijo que sucedería cuando quisiera regresar a su vi
Una semana paso desde el incidente que ocasionó Vito, una semana donde Chloe permaneció en las tierras de la luna cambiante, conviviendo con Kiyomi, el pequeño Sam y toda su familia. La humana nunca se enteró de nada de lo sucedido aquella noche, la joven despertó sola en la habitación gracias a los rayos de luz que entraban por uno de los ventanales, por lo que creyó que todo lo que sintió la noche anterior solo se debía a un sueño, Chloe creía que había tenido un sueño erótico y muy sexual con Vito y no podía sentirse más apenada por ello, por lo que agradeció internamente cuando en la mañana se le informó que los tres hombres habían regresado al pueblo que debían liderar, fue gracias a esto que Chloe supo que muchos años atrás, las razas de seres sobrenaturales se dividían en manadas de lobos, clanes de vampiros y aquelarres de brujos, pero gracias a Aysel y Anuk todo eso había cambiado y ahora eran pequeños pueblos, donde todas las razas coexistían en paz, o casi, siempre había un
Vito:Me duele, me quema, ¿Qué mierda es esto? Fui directo a la casa de Kek, ya lo habíamos tomado como nuestro cuartel de estrategia, el lugar donde planeábamos enamorar a nuestra compañera, maldición, si solo pudiera sentir el vínculo de la misma forma que nosotros todo sería más fácil.Apenas entro a la oficina veo como Dante esta con los ojos cerrados tocando su pecho, igual que Kek, solo que este está de pie viendo por la ventaba.— ¿Qué mierda pasa? ¿Por qué duele? — mis colmillos salen sin que yo lo desee.— ¿Qué le hiciste Vito? — pregunta Kek en medio de un gruñido.— ¿Yo? Es este idiota. — Dante abre sus ojos, blancos, esta furioso.— Ella estaba contigo.— Me pregunto porque aparecí en la consulta y le dije la verdad, que tú la viste llorar porque se sentía sola.— ¡Idiota! — me gritan los dos al mismo tiempo.— No sabía que se enojaría. — trato de defenderme.— No esta enojada, esta herida, le duele a ella y es por eso por lo que nos duele a nosotros. — Dante maldito viejo
Ver el rostro sonrojado de mi vida no tiene precio, esto no se parece en nada a lo que sucedió la semana pasada entre nosotros, aun así, no cometeré el mismo error, no la marcare, aun no, aprovecho el momento en el que mi hermosa human se pierde apreciando mi musculatura y retiro esa espantosa sudadera que desde que llegué está estropeando la imagen dé sus exquisitos pechos, y por las Diosa, mi compañera no usa sostén, ya lo había sospechado, pero ahora lo estoy confirmando.— Creo que no te gusta usar sostén ¿verdad?— No, no me… Ha, Vito.Me encanta, como gime mi nombre, como se derrite cuando mi lengua recorre y juega con sus pezones, arque aún más la espalda, parece una diosa, mi diosa, no… nuestra, solo así funcionara, pero ellos no quieren al bebé, de forma inconsciente lleve mi mano a su vientre, la habichuela es tan pequeña que ni siquiera yo puedo sentir su existencia, aun es demasiado pequeño.Dejo que mis manos continúen con el recorrido, quitando el pantalón de algodón, ju