Chloe daba vueltas en su cama, era cómoda, grande y de sabanas suabes, entonces ¿Por qué no podía dormir? Sabia la respuesta a eso, y le daba una enorme vergüenza así sea pensarlo, pero no podía evitarlo. Estaba a punto de llorar, cuando unos golpes en la puerta la hicieron girar una vez más en la gran cama.— Chloe, ¿puedo pasar? — la voz de Dante la hizo vibrar y tenía ganas de gritar por ello.— Si. — susurro y luego se aclaró la garganta. — Sí, puedes pasar.— ¿Necesitas algo? — la pregunta que lanzo el peliblanco apenas ingreso en el cuarto la hizo sonreír, te necesito a ti, quería decirle, pero no podía porque… ¿Por qué no podía decirlo? A si, pudor, vergüenza y prejuicios que solo estaban en su cabeza.— ¿Chloe? — cada paso que Dante daba hacia ella su corazón palpitaba con mayor fuerza, y la humedad crecía de manera desmedida entre sus piernas.— Maldición. — dijo con frustración al tiempo que se sentaba en la cama, una que era demasiado grande para ella sola.— ¿Que te sucede
Chloe caminaba de un lado a otro de la casa, bajo la vigilante mirada de Vito, se había reusado a que Malaly la ayudara a tener sus emociones bajo control, aunque la razón era que tenía miedo, sabía que sus compañeros no la dejarían marchar, ella tampoco lo deseaba, pero era lo único que se le había ocurrido, escapar, si era necesario durante toda su vida, pero lo que ella sentía también lo sentían sus compañeros, por lo que Dante, siendo el mayor, ordeno a Vito vigilarla, a Kek que pusiera a todo el pueblo a reforzar las guardias, mientras él fue a las tierras de la luna cambiante a pedir ayuda, no solo para su compañera, era para todo el pueblo, ya que la muerte de Chloe y la perdida de Kalila llevaría a Nuriel a acabar con todos.— Mi vida, si no te tranquilizas te hará mal. — dijo casi con suplica, mientras caminaba tras su compañera, quien estaba de camio a la sala.— ¿Qué me tranquilice? ¿Como me puede pedir eso? ¡moriré y Asher se llevará a mi hija! — los ojos de Vito estaban n
Vito, Dante y Kek veía a su hermosa hija en brazos de Chloe, su tez era blanca, cabello negro como su madre, mientras que sus ojos… era algo digno para ver, uno celeste y otro marrón, exóticos, raros, únicos como la misma pequeña que chupaba su mano, sin ser consciente que tenía a tres seres sobre naturales rendidos a sus pies, sin contar que su destinado era Nuriel, el primogénito del dios sol, un fénix, sin embargo, la pequeña estaba ajena a todo, sus ojos fijos en el rostro de su madre, quien con la ayuda de Vito, estaba completamente recuperada, por lo que solo pasaría una noche en el hospital, ya que la pequeña Kalila era humana, y necesitaba ser controlada por unas horas.— Felicidades luna Chloe. — las palabras de Aysel la hicieron quitar sus ojos de la pequeña niña que tenía en sus brazos, su hija, su Kalila.— Gracias luna Aysel. — respondió mostrando una enorme sonrisa.— Ve su futuro abuela, por favor, ve que será de la vida de nuestra hija. — pidió lleno de alegría Dante y
Chloe pudo respirar con tranquilidad luego de asegurarse que todos los habitantes del pueblo estaban a salvo y sus heridas curadas, solo entonces se permitió tomar un baño, y por más que sus compañeros insistieron, ella no les permitió acompañarla, primero debía procesar todo, para colocarlo en palabras y poder hablar con sus tres destinados, la pobre humana se olvidaba que ellos podían sentir cada una de sus emociones.— Estoy ansioso. — murmuro Vito al tiempo que deambulaba por el salón, con la pequeña Kalila en brazos.— Estoy molesto. — dijo Kek, dejando salir a su Alpha.— … Estoy angustiado y creo que ya todos sabemos que ninguna de estas emociones es nuestras. — el cabello blanco de Dante se convirtió en fuego, al tiempo que veía escaleras arriba.— Chloe, es humana y por más que realicen la marca nunca dejara de serlo. — la voz de Levana los hizo girar con sorpresa, nunca creyeron que la launa cambiante aun permaneciera en sus tierras.— Abuela, ¿Qué haces aun aquí? — Vito la
Los días pasaron, al igual que los años, Kalila creció aprendiendo a no enojarse, mucho menos a pelear sin importar que le dijeran los pequeños del pueblo, y es que aun con 5 años había ocasiones que su olor a pimienta despertara el lado salvaje de los habitantes, pero Kalila era solo una niña, ansiosa de tener amigos, en especial un vampiro de 8 años, Declan, la niña lo había visto un par de veces en el pueblo, le gustaba su cabello rubio y sus ojos azules brillantes, se podría decir que la pequeña humana sentía un pequeño enamoramiento por el niño vampiro.Fue una tarde que Chloe la llevo al parque, donde vio a Declan con sus dos amigos, Tahiel un niño lobo un año menor que Declan y Ukara, un brujo de su misma edad, los tres a pesar de ser niños eran hábiles, Tahiel ya se podía transformar en lobo, y era muy grande cuando eso sucedía, no parecía un cachorro, mientras Ukara manejaba el aire, creaba remolinos que Declan esquivaba con gran facilidad.— Hola. — dijo la pequeña a quien l
Kalila se había escapado del instituto, no era grato que todos se taparan la nariz cuando ella pasaba por su lado, pero no lo podía controlar, desde que su primer periodo irrumpió en su vida, su aroma estaba fuera de control y por más que deseaba ocultarlo, no podía. Fue por eso que dos semanas después de que su periodo terminará y el olor a pimienta incremento cuando estaba por llegar al colegio, opto por perder la tarde en uno de los tantos claros que habían a mitad de camino de su hogar y el instituto, estaba recostada sobre la hierba, con una mano extendida tapando el sol, pero aun así disfrutando del color rojo que se traslucía en su mano por su piel blanca y producto de la sangre que circulaba por esa extremidad, sin percatarse que un hombre con piel oliva, de cabello rojo y largo la observaba, con suma atención.— Una joven tan hermosa no debería estar sola. — su voz era profunda, provocando que el corazón de Kalila quien tenía 16 años se acelerara, pero no por miedo.— Soy una
Veo las gotas de agua caer por la ventanilla del automóvil, y como su paso por ella dejan marcas, como las que yo llevo en el alma. Respiro pesadamente, porque sé que lo arruiné, pero también sé que hice lo correcto, ¿estaré volviéndome loca? Creería que sí, lo amaba, lo amo, aunque no deba, porque más que el amor que siento por él pesa el miedo, me enamore de un monstruo, y no sé cómo no lo vi antes.— Chloe ¿estas bien? No has dicho ni media palabra desde que salimos del aeropuerto. — John despega un segundo la vista de la carretera y le sonrió con los labios cerrados, antes que regrese su atención a la carretera que está demasiado mojada para mi gusto.— Lo estoy, lo estaré… creo. — Ahora es él quien me sonríe.— Hiciste lo correcto, lo sabes ¿verdad?— Lo sé, sé muy bien que no podría con mi conciencia si hubiera guardado silencio, pero eso no evita que duela.— Asher Reggio es una de las peores personas que puede existir, aun no sé cómo te enamoraste de él.— Siempre fue diferent
Mi nuevo hogar era muy bonito y acogedor, John tenía razón, a pesar de que nunca me falto nada y que mis padres me dieron todo cuanto quise, nunca fue mi intención poseer grandes lujos, mucho menos la enorme mansión en la que vivía, eso era todo idea de Asher, yo solo quería una familia, muchos niños corriendo por todas partes, ser hija única te hace desear tener compañía, creí que mi sueño se haría realidad, pensé que Asher y yo formaríamos una gran familia, pero él primero quería disfrutar de viajar por el mundo, y así lo hicimos por tres años, creí conocer el mundo entero, aunque nunca escuche de este pueblo, creo que es demasiado aburrido para Asher, luego cuando al fin pensé que tendríamos bebés él comenzó a trabajar mucho más de lo que ya lo hacía, fui una tonta al creer que esas enormes sumas de dinero eran por su buen desempeño en la bolsa de valores, aunque creo que en el fondo lo sabía, fue por eso que comencé a investigar. Cualquier mujer en mi lugar pensaría que su esposo