Dante no pensaba con claridad en ese momento, el dolor le impedía incluso el respirar con normalidad, fue por eso que solo pensó en el momento en el que se había encontrado con el beta de su primo, estaban fuera del mercado y la humana estaba en su interior sana y salva, un relámpago iluminó el cielo y el tiempo dio marcha atrás, de este modo ellos cambiaron lo sucedido, Vito y Dante no marcharon a la casa de su primo el Alpha Kek, en su lugar se quedaron fuera de la tienda, mientras Kek llegaba a su lado, gracias a la pulsera de teletransportación que poseía al igual que Vito regalo de su tía, pero lo más importante, su lobo estaba asustado, temeroso de que algo malo le suceda a su mate, a tal punto que no le importaba que estuviera marcada por otro.
Los tres ingresaron a la tienda justo a tiempo para ver y oír la interacción que la humana tenía con el hijo del beta.
— Tu… estas bien. — su voz sonaba llena de alivio y emoción, pero más los sorprendió el ver como la humana abrazaba a Eddie.
— Señora, creí que había muerto en manos del cazador. — esa información los conmociono y no solo a ellos, todos los que estaban en la tienda se tensaron ante las palabras del pequeño brujo. La humana libero al niño como si este fuera de fuego y quiso escapar, pero Kek no lo iba a permitir, este lobo mitad mago tenía sus trucos y uso uno con ella.
— Duerme. — dijo con voz profunda al tiempo que la tomaba en brazos para que su frágil cuerpo no golpear con la superficie dura del piso.
— ¿Conoces a la humana? — cuestiono con autoridad Dante, evitando de esta forma que sus celos se adueñaran de él ya que su media alma estaba en los brazos de Kek.
— Es la señora que nos salvó, ella nos ayudó a escapar. — dijo Eddie observado con ansiedad a la humana, el niño la admiraba, que una humana se enfrentara a un cazador solo por ayudarlos, la había convertido su heroína.
— ¿Ella los ayudo? — dijo Vito y sus ojos brillaron como el diamante, su vida era buena.
— Es ella, la mujer de la que le hable Alpha, ella es la esposa del cazador. — las palabras del beta produjo un revuelo, no solo en la mente de los tres destinados de la humana, sino que de todos los que allí se encontraban.
— Es una cazadora, debemos matarla. — dijo la empleada que minutos antes había interactuado con la humana.
— ¡No! ¡no lo harán! — el niño hizo que el aire se agitara, su poder era este elemento y lo dejaba en claro con el pequeño vendaval que arremetía contra el Alpha Kek, queriendo tomar a la humana y alejarla del lobo.
— Dilan, controla a tu hijo. — dijo Vito dejando al descubierto sus colmillos, una cosa era que su primo tocara a la humana y otra muy distinta que aquel niño escuálido se atreviera a querer llevársela.
— Disculpen… pero no lo hare, a ella le debo la vida de mi familia y la mía propia, con gusto seremos expulsados y partiremos con ella. — Dilan hizo el intento de tomar a la humana en brazos y eso casi le costó la vida, Kek entro en modo Alpha en un parpadeo, dejando ver su pelaje, hocicó y garras, además de aumentar su tamaño.
— ¡MIA! — rugió con furia y los lobos que allí estaban bajaron su cabeza con respeto.
— ¡Nuestra! — corrigieron al unísono Vito y Dante, haciendo brillar sus ojos y dejando a todos sorprendidos. Hasta ese entonces nunca, se había sabido de un caso de pareja compartida.
***
Me encontraba dentro de mi eterna pesadilla, esa donde podía ver como Asher me golpeaba una y otra vez, y no podía hacer nada más que suplicar, hasta que ya no supe más de mí. Cuando por fin pude abrir mis ojos estaba en un hospital, custodiada por muchos uniformados, tenía miedo, hasta que John hablo con conmigo y me explico que era el encargado del caso de Asher, que gracias a mi habían podido atrapar a uno de los mafiosos más buscado y despiadado del continente y quizás del mundo entero, algo que no me tranquilizo en absoluto, no dije nada, todo lo que había averiguado o por lo menos la parte razonable y creíble de lo que era la vida de mi esposo lo había enviado en ese correo, no podía decirle que sumara a todo eso la tortura y quizás posible muerte de hombres lobos, me encerrarían en un loquero, estaba segura, por lo que solo guarde silencio.
Dos semanas después al fin salí del hospital y lo primero que hice fue ir a ver a mi esposo, quería el divorció, Dios, estaba desfigurada, los médicos me aseguraron que, si no hubiera sido por la pronta intervención de la policía, estaría muerta, muerte en manos de mi esposo, ese mismo que decía amarme. De camino a la cárcel de máxima seguridad donde Asher aguardaba su juicio, recordé que la noche anterior a todo ese desastre, Asher me había hecho el amor, tan suabe y delicado, cada roce, cada beso, contenían un amor tan grande, ¿Cómo podía ser que el hombre con el que había vivido por cinco años cambiara tanto? ¿Cómo podía ser que me golpeara de esa forma?
— No solo soy un mafioso, soy un cazador, imagina que, si puedo encontrar y matar a esos seres, lo que hare contigo cuando te encuentre cariño, cortare tu cabeza como trofeo.
Aun en sueños recordaba la mirada fría y despiada que Asher me había dedicado esa última vez en la cárcel, tras un cristal blindado, que de pronto me pareció de lo más frágil ante la presencia de… mi esposo.
Abrí los ojos de sopetón, y de igual manera me senté en la cómoda y amplia cama, ¿Dónde estaba? Esta no es mi casa, no era que estaba muy acostumbrada a mi nuevo hogar, pero recordaba perfectamente que las paredes de mi habitación eran blancas y no azules, como en la que me encontraba, ¿qué había pasado? No podía recordar.
— Señora. — la voz suave de una mujer me hizo ver a la puerta, era ella…
— ¿Malala?
— Malaly señora. — era ella, está bien y su hijo también… por ahora.
— ¿Qué me sucedió? No recuerdo… no, eso no es importante, por favor ayúdame a ir a mi casa, yo debo marcharme de aquí. — mis manos temblaban ante el ataque de pánico que estaba a punto de sufrir.
— Señora, no debe preocuparse…
— No lo comprendes, ¡él me encontrará! tarde o temprano lo hará, y si estoy aquí pondré en peligro a tu familia. — la mujer que podría jurar tiene mí misma edad, aunque su hijo aparentaba unos 12 años, me toma de las manos y me da una mirada tranquilizadora, es como si todas mis preocupaciones desaparecieran con solo ver sus ojos.
— Él la lastimo, ¿verdad? — me quedo en silencio, mientras mis lagrimas caen, dejando surcos en mi maquillaje como lo hicieron las gotas de lluvia en la ventanilla del automóvil el día anterior.
— No tiene que responderme señora, y le puedo jurar que tampoco tiene nada que temer, venga, permítame ayudarla a lavar su cara y arreglar su cabello, usted se desmayó luego de ver a Eddie y uno de los encargados del pueblo la trajo a su hogar. — Malaly hace lo que dijo, me ayudo a lavar mi cara, y me peino, mientras explicaba el porque estaba en esta casa desconocida, genial, ahora los encargados del pueblo pensarán que estoy loca, ¿sabrán ellos que Malaly y su familia son hombres lobos? No lo creo, estos seres deben de vivir en el completo anonimato.
— Listo señora ahora la llevare a conocer a los encargados de este lugar.
— Chloe. — dije en un susurro, me sentía extraña, como si cualquier emoción que pudiera sentir estuviera bajo un manto que le impedía salir a flote.
— ¿Disculpe?
— Mi nombre es Chloe, nunca me gusto que me digan señora, digo, cuando tenía empleados, para mi ese término levantaba una barrera, una separación, ya sea de clase social o … de razas. — me detuve en ese pensamiento, cuando Asher tenía empleados de color y los obligaba a decirme señora, y a los de tez más clara no, lo odiaba y un día solo lo dije, no existe una diferencia racial, claro que me refería a el color de piel o procedencia, pero ahora estaba hablando con una mujer lobo, una raza distinta, realmente distinta, ¿lo era? ¿Acaso no sangraba cuando la encontré? ¿no sangre yo en manos del mismo hombre?
— Chloe. — su suave voz me trae nuevamente aquí, al ahora.
— Disculpa… no sé qué me sucede.
Malaly solo sonrió, era la primera persona de este pueblo que me sonreía, además de su hijo, la seguí, aun sintiéndome rara, quería llorar, gritar y correr, mucho, muy lejos, pero al lado de Malaly… era como estar en otro lugar, al bajar las escaleras pude ver al hombre lobo, el esposo de Malaly, su hijo y tres hombres que supongo son los que dirigen esté extraño pueblo.
En el momento que puse el ultimo pie en la sala, los ojos de los tres lideres se clavaron en mí, podía ver enojo, furia e incluso odio en ellos, estaba hiperventilando y comenzaba a marearme del mismo miedo por cómo me estaban viendo.
— ¿Quién te golpeo? — pregunto el moreno alto, Dios, debe medir dos metros, sus manos tiemblan y yo en lugar de responder solo me quedo viéndolo, cada detalle.
— Responde, ¿Quién te lastimo? — la voz suave pero fría del de cabello blanco provoca que lo mire, es el hombre con el que choque fuera del mercado.
— Malaly, deja de influenciar en ella. — un tercer hombre, también musculoso, pero de cabello negro como la misma noche habla y sus ojos celestes parecen casi irreales.
— Está muy nerviosa señor Vito, no creo…
— ¡Te lo estoy ordenando, no preguntando! — en ese momento Malaly fija sus ojos en los míos y como si fuera magia, el manto que sentía retener mis emociones desaparecen, entonces las últimas palabras del hombre que Malaly llamo Vito taladran mi mente.
— Que Malaly sea su empleada no le da derecho a hablarle de esa forma, pero… ¡¿Quién se cree que es para ordenar de esa forma?! Malditos ricos, codiciosos, de alma negra y corazones podridos. — Y sin importarme una m****a nada, salí de ese lugar, pero antes de salir por esa puerta me giré para ver a Malaly que estaba con la boca abierta.
— Malaly, no importa cuánto necesites el empleo, siempre se puede encontrar uno mejor, más que el dinero vale la dignidad, no permitas que te humillen de esta forma. — Y solo entonces abrí la puerta y salí de aquella casa, dando un portazo tan fuerte que dejé los cristales temblando.
***
Los tres compañeros de Chloe se encontraban en la sala, esperando a que su humana se despertara, por lo que Kek había informado, solo faltaban unos pocos minutos, mientras sus primos trataban de asimilar la información que Dilan les acababa de dar, la humana los había ayudado a escapar de un grupo de cazadores, esos mismos que una vez secuestraron a Aysel, esos mismos que harían cualquier cosa con tal de acabar con cada ser sobre natural.
— Mi media alma no puede ser la esposa de un cazador. — dijo entre diente Dante y su cabello por un momento se convirtió en fuego.
— Mi vida no es una cazadora, ella ayudo a los nuestros a escapar. — dijo con alegría Vito, que al fin veía un poco de esperanza, aunque no sabía porque sus primos tenían de compañera a su humana.
— Ella está marcada, y si ustedes no lo hicieron lo hizo el cazador, puede que sea todo un plan para llegar a nosotros, es demasiada coincidencia que luego de ayudar a escapar a Dilan y su familia aparezca aquí, y siendo nuestra compañera.
— ¿Qué quiere decir Alpha? — pregunto curioso Dilan, al tiempo que sus primos veían mal al lobo.
— Quizás no es nuestra compañera, podría estar usando algún truco, ya ves que los cazadores hacen eso y muchas cosas más.
Todos quedaron en silencio al percibir el aroma de su compañera, solo cuando dejaron de oír sus pasos giraron a verla. Kek estaba a punto de transformarse de la ira que lo recorría, al ver el blanco rostro de su mate con cardenales horribles y su ojo derecho con un derrame, provocando que la parte blanca del globo ocular fuera de un rojo violento, mientras que su iris era de un hermoso azul. Para Dante la situación no era distinta, la furia que sentía al ver a su dedicada y frágil compañera herida provocaba que el brujo quisiera retroceder el tiempo, aunque un solo día no bastaría, ni con su magia podría retroceder tanto como para ayudarla. Vito por su lado la veía con odio, no a ella, sino a sus heridas, quería buscar al causante y arrancar una a una sus extremidades.
El fuerte golpe que dio su compañera a la puerta de la casa del Alpha dejo a todos sorprendidos, el fuego en sus ojos al defender a Malaly por una supuesta humillación no podía ser fingido.
— ¿Qué m****a fue eso? — dijo Vito aturdido, ¿acaso le dijo alma podrida y corazón negro? ¿o fue al revés?
— Se lo dije señor Vito, ella no estaba bien. — Malaly era un vampiro y su poder eran los sentimientos, si bien no manipulo a Chloe, la puso en un letargo emocional, para que el interrogatorio de los lideres no sea tan estresante, esta mujer no olvidaba lo que la joven hizo por su familia y le seria leal, siempre.
— Cambiaremos las cosas, trata de quitar tu manto cuando lleguen al salón. — Malaly afirmo, y Dante dejo salir su poder una vez más en un mismo día, esto le costaría mucha energía al brujo mitad vampiro, tendría que beber mucha más sangre, quizás tres osos y dos pumas.
Chloe bajo el último escalón y tuvo nuevamente esa sensación de deja vu, aun confundida por tal situación, miro de inmediato a Malaly, cuando la joven toco su hombro, sus miradas chocaron por un segundo, entonces Chloe sintió el nerviosismo de estar ante personas extrañas y poderosas. Luego de negar un par de veces, tratando de aclarar su mente, observo a los hombres que estaba de pie frente a ella, se notaban serios, pero no había molestia alguna en sus miradas, solo curiosidad.
— Buenas tardes, señorita… — Dante volvió a intentar pedir su nombre y Chloe recordó lo borde que había sido unas horas antes.
— Chloe, y disculpe mi comportamiento de hoy, no estoy a costumbrada a…
— ¿Dar su nombre? — pregunto Vito haciéndose notar.
— Eso mismo. — respondió con media sonrisa y a Vito se le hizo imposible no imitarla.
— Vito, para servirla en todo lo que desee. — dijo de forma solmené, como si estuviera jurando alguna verdad divina.
— Y yo soy Kek. — Chloe giro su rostro sorprendida, al hombre de larga cabellera castaña y de una altura sin igual.
— ¿Un nombre tan corto para alguien tan grande? — preguntó sin darse cuenta de que estaba hablando en voz alta, lo que ocasionó que el lobo riera.
— Por Dios, disculpe, no sé lo que digo. — dijo apenada y dejando su piel roja por la vergüenza.
— Tómenos asiento. — dijo Dante al ver como medio rostro de la joven estaba violeta, necesitaba saber.
— Dígame Chloe, ¿ha estado en algún accidente últimamente? — pregunto cómo quien no quiere la cosa el brujo.
— No. — dijo sorprendida por la pregunta.
— Le molestaría decirnos ¿qué le sucedió en su rostro? — a ninguno de los presentes se le pasó por alto la forma en que la joven se tensó, y solo entonces Chloe recordó que Malaly había lavado su rostro, quitando de esa forma el maquillaje, como acto reflejo quiso cubrir su lado maltratado con el cabello, pero una pequeña mano la detuvo.
— No lo haga señora, usted es muy bonita para cubrir su rostro. — un gruñido se escuchó y automáticamente Chloe miro a Dilan, pero lo encontró sonriendo, ¿sería Malaly? Se pregunto la joven, pero no quería voltear, temía que la loba se enojara ante el cumplido de su hijo.
— Gracias pequeño, pero dime Chloe, eso de señora suena a esclavitud, no me gusta. — Vito comprendió que era lo que había molestado a su compañera.
— Fue el cazador, ¿verdad? – pregunto sin tapujos Dilan, viéndola con pena, mientras los ojos de Chloe se humedecían.
— ¿Ellos saben que son? — dijo en un susurro, como si aquellas personas no pudieran oír cada palabra que decía. Dilan solo asintió con la cabeza, no sabía si sus lideres informarían a Chloe que ellos también eran seres sobrenaturales o no.
— Ya veo. — respondió la joven evitando responder la pregunta del beta.
— ¿Entonces? — pregunto Kek, con voz profunda y Chloe miro por medio segundo a Eddie.
— Nosotros nos iremos a preparar una rica cena de bienvenida para Chloe, ¿verdad Eddie? — dijo de forma oportuna Malaly y Chloe tenía ganas de huir con ella, no se sentía cómoda con los ojos de esos tres hermosos hombres sobre ella, una vez que Malaly se marchó con el pequeño, Chloe respiro profundamente, tratando de darse fuerzas a ella misma.
— Ese que tu llamas cazador… es mi esposo. — dijo en un susurro mientras bajaba su vista a las manos, no quería ver como la juzgaban, por su mala elección de compañero de vida.
— Sabias lo que era y aun así te cásate con … — Dante hablaba con los dientes apretados, de solo pensar que un cazador tomo de mujer a su media alma lo estaba enloqueciendo.
— ¿Cree que sería tan insensible como para casarme con alguien que…? Dios, hizo tantas cosas… dúrate todo el tiempo que estuve a su lado y… ¿Cómo no lo vi? ¿Cómo deje que me engañara? — Chloe divagaba más para ella que para el público, sin darse cuenta del cambio de color en los ojos de cada uno de ellos.
— ¿Por qué lo sigues llamando esposo? — dijo con molestia Vito, algo que a la joven le pasó desapercibido, por el torbellino de emociones que tenía en su mente y corazón.
— No me puedo divorciar de él hasta luego del juicio…
— ¿Juicio? — para Kek las leyes del hombre no tenían valor alguno, solo las leyes de la Diosa luna eran validas, y estas decían que solo basta con que la compañera o compañero rechazara a su pareja y el lazo se rompía.
— Asher hizo muchas cosas, tano con tu familia Dilan, como con humanos, yo ayude a que lo arrestaran y ahora… debo irme de este pueblo, Asher vendrá por mí, él me encontrara. — dijo una vez que el pánico volvió a su cuerpo.
— Él te golpeo. – dijo seguro Dilan, distrayendo a la joven para que no vea como Kek había entrado en modo Alpha, al oírla decir el nombre del cazador.
— ¡Él quiso matarme! — termino admitiendo casi en un grito y eso fue suficiente para que el lobo de Kek saliera a la luz.
Lo veía y no lo podía creer, lo juro por Dios, no lo podía creer, mi espalda estaba pegada al respaldo del sofá, mi boca y mis ojos estaban tan abiertos que dolía, en realidad aun dolía la mayor parte de mi rostro por los golpes que Asher me había dado, pero por más que quisiera cerrar aunque sea mi boca, no podía, si aún estaba procesando el hecho de ver a un hombre convertirse en lobo frente a mis ojos, ahora estaba… no sé yo cómo estaba, esto no era un lobo, o un hombre lobo, esto era aún más grande que un caballo, más grueso que un oso, pero era un lobo, un gigante lobo gris, casi blanco.— Dios mío, ustedes también son hombres lobos, o ¡por Dios, debo irme de aquí! cuando Asher me encuentre no solo me matara a mí también a ustedes, Dios, Dios, ¿por qué a mí? —y eso fue todo,
Chole estaba recostada en la gran habitación que Aysel le había brindado, el día había pasado rápido, sin ningún hombre en la enorme casona más que el Alpha que era compañero de la luna cambiante, durante el día Aysel le conto a la humana muchas cosas, por ejemplo que tenía cinco hijos, Nisha que era un lobo y padre de Kek, Novalie una bruja y madre de Dante, Kali la vampira que era madre de Vito, Kiyomi que era una ninfa y madre de Sam y Pol un humano, uno que aún estaba vivo porque su compañero era un lobo, el beta del Alpha Anuk, si, un hombre, y no era la única unión de ese tipo, Nisha también era compañero de un hombre, solo que Travos era un brujo, tal parecía que los seres sobre naturales podían procrear sin importar nada, estaba muy sorprendida, pero también tenía miedo, nadie le dijo que sucedería cuando quisiera regresar a su vi
Una semana paso desde el incidente que ocasionó Vito, una semana donde Chloe permaneció en las tierras de la luna cambiante, conviviendo con Kiyomi, el pequeño Sam y toda su familia. La humana nunca se enteró de nada de lo sucedido aquella noche, la joven despertó sola en la habitación gracias a los rayos de luz que entraban por uno de los ventanales, por lo que creyó que todo lo que sintió la noche anterior solo se debía a un sueño, Chloe creía que había tenido un sueño erótico y muy sexual con Vito y no podía sentirse más apenada por ello, por lo que agradeció internamente cuando en la mañana se le informó que los tres hombres habían regresado al pueblo que debían liderar, fue gracias a esto que Chloe supo que muchos años atrás, las razas de seres sobrenaturales se dividían en manadas de lobos, clanes de vampiros y aquelarres de brujos, pero gracias a Aysel y Anuk todo eso había cambiado y ahora eran pequeños pueblos, donde todas las razas coexistían en paz, o casi, siempre había un
Vito:Me duele, me quema, ¿Qué mierda es esto? Fui directo a la casa de Kek, ya lo habíamos tomado como nuestro cuartel de estrategia, el lugar donde planeábamos enamorar a nuestra compañera, maldición, si solo pudiera sentir el vínculo de la misma forma que nosotros todo sería más fácil.Apenas entro a la oficina veo como Dante esta con los ojos cerrados tocando su pecho, igual que Kek, solo que este está de pie viendo por la ventaba.— ¿Qué mierda pasa? ¿Por qué duele? — mis colmillos salen sin que yo lo desee.— ¿Qué le hiciste Vito? — pregunta Kek en medio de un gruñido.— ¿Yo? Es este idiota. — Dante abre sus ojos, blancos, esta furioso.— Ella estaba contigo.— Me pregunto porque aparecí en la consulta y le dije la verdad, que tú la viste llorar porque se sentía sola.— ¡Idiota! — me gritan los dos al mismo tiempo.— No sabía que se enojaría. — trato de defenderme.— No esta enojada, esta herida, le duele a ella y es por eso por lo que nos duele a nosotros. — Dante maldito viejo
Ver el rostro sonrojado de mi vida no tiene precio, esto no se parece en nada a lo que sucedió la semana pasada entre nosotros, aun así, no cometeré el mismo error, no la marcare, aun no, aprovecho el momento en el que mi hermosa human se pierde apreciando mi musculatura y retiro esa espantosa sudadera que desde que llegué está estropeando la imagen dé sus exquisitos pechos, y por las Diosa, mi compañera no usa sostén, ya lo había sospechado, pero ahora lo estoy confirmando.— Creo que no te gusta usar sostén ¿verdad?— No, no me… Ha, Vito.Me encanta, como gime mi nombre, como se derrite cuando mi lengua recorre y juega con sus pezones, arque aún más la espalda, parece una diosa, mi diosa, no… nuestra, solo así funcionara, pero ellos no quieren al bebé, de forma inconsciente lleve mi mano a su vientre, la habichuela es tan pequeña que ni siquiera yo puedo sentir su existencia, aun es demasiado pequeño.Dejo que mis manos continúen con el recorrido, quitando el pantalón de algodón, ju
Dante desaparece con la humana bajo las quejas de Vito, su preocupación por el hijo del cazador me saca de quicio, mientras que Dante solo se preocupa por que nuestra compañera descanse correctamente, sé que la llevara a la habitación de invitados, mi molestia radica en que es el cuarto que habitualmente usa Dante cuando se queda en mi casa. Froto mi cara varias veces, tratando de buscar calmarme, como si eso fuera fácil, un maldito cazador, no solo ingreso en nuestro pueblo, también estuvo muy cerca de herir a nuestra luna… nuestra Luna...— Nunca te vi tan pensativo. — Dante me ve desde el otro lado de la sala, está tratando de darme mi espacio y eso está bien.— Creí que te quedarías con ella.— Vito está en modo posesivo, ya sabes, tuvo sexo con la humana y no la marco, por lo que su ansiedad aumento. — sus ojos brillan en blanco, ni su lado brujo y mucho menos su lado vampiro está feliz de estar lejos de la humana.— Vito en modo posesivo. — casi sonrió a ello. — Creí no vivir lo
Vito desaparece, y yo solo suspiro por no poder comprender que le sucede a mi primo, creí conocerlo, pero ahora parece un ser totalmente distinto. Me centro en Chloe, como sus lágrimas continúan saliendo y tienen una pequeña V en medio de las cejas, definitivamente tiene un mal sueño, respiro suavemente mientras tomo su mano, no es algo necesario, pero lo hago, cierro mis ojos y allí estoy.Es una finca, grande, de verde césped y el cielo esta despejado, con el sol brillando en lo más alto, Chloe está sonriendo, camina por una alfombra roja con un hermoso vestido blanco, creo que así se casan las humanas, pero poco a poco su sonrisa desaparece y el cielo se vuelve gris, la alfombra desaparece y en su lugar queda un camino de piedra.Puedo sentir el miedo y el dolor de mi compañera con cada paso que da, se dirige a una construcción alejada de la casa principal, la puerta se abre sin mucho esfuerzo y siento el corazón de Chloe latir cada vez más deprisa.— Dios mío, ¿Qué es esto?Para m
Chloe despertó gracias a los suaves besos de unos labios muy fríos, pero que eran sumamente placenteros.— Mmm, Vito. — dijo con un leve susurro y el vampiro sonrió al tempo que olía el cuello de la mujer.— Buenos días vida mía. — ¿cuándo había sido la última vez que oyó palabras tan dulces al despertar? Mucho más que meses, mucho antes de que Asher mostrara su verdadero rostro, esas dulces palabras solo eran dichas cuando hacían el amor, pero nunca al despertar por un solo beso, o así sea por oler su cuello.— Mierda esto es raro. — dijo Chloe al tiempo que se sentaba en la gran cama y fijaba su vista en un muy atractivo vampiro.— ¿Qué es lo que te resulta raro?— Esto, no sé cómo es en su mundo, pero los humanos… este tipo de relación… no sé qué nombre deba ponerle, ¿Qué somos Vito? Te conozco de días, y solo te he visto un par de veces y … tuvimos sexo, en el mundo humano se me podría catalogar como una mujer fácil, algo que no soy, yo no me voy a la cama con el primero que