Lo veía y no lo podía creer, lo juro por Dios, no lo podía creer, mi espalda estaba pegada al respaldo del sofá, mi boca y mis ojos estaban tan abiertos que dolía, en realidad aun dolía la mayor parte de mi rostro por los golpes que Asher me había dado, pero por más que quisiera cerrar aunque sea mi boca, no podía, si aún estaba procesando el hecho de ver a un hombre convertirse en lobo frente a mis ojos, ahora estaba… no sé yo cómo estaba, esto no era un lobo, o un hombre lobo, esto era aún más grande que un caballo, más grueso que un oso, pero era un lobo, un gigante lobo gris, casi blanco.
— Dios mío, ustedes también son hombres lobos, o ¡por Dios, debo irme de aquí! cuando Asher me encuentre no solo me matara a mí también a ustedes, Dios, Dios, ¿por qué a mí? —y eso fue todo, colapse como una loca desquiciada, por más que cubrí mi rostro el estúpido gimoteo de mi llanto se filtraba entre mis manos, y los temblores de mi cuerpo se hacían cada vez más violentos.
— ¿No le temes al Alpha que esta frente a ti? —pregunto alguien y podría jurar que era Vito, su voz sonaba incrédula.
— ¿Por qué le tendría miedo si no me ha hecho nada? — pregunte en medio del llanto y no, no estaba loca, desde que era una niña siempre había soñado o mejor dicho creído con que existían las hadas, las sirenas, digo, si alguien escribió de ellas, es porque existían ¿verdad? A demás aun recordaba aquel suceso de años atrás… De acuerdo, quizás si estaba loca.
— Tranquila humana, deja de llorar. — la voz de Dante sonaba profunda.
— No puedo y no me digas humana. —respondí en medio del ataque de llanto que tenía.
— Pero eres humana. —la forma tan despectiva con que hablo, ese tono de voz como si ser humano fuera un crimen, fue lo que provocó que dejara de llorar.
— Pero tú lo haces sonar como si fuera algo horrible, soy humana, nací así, mi nombre es Chloe, ¡CHLOE! ¡llámame por mi nombre y yo te llamara Dante, no hombre lobo! — siempre era mejor estar enojada a estar llorando, esa era mi mejor arma, si me enojaba, no lloraría como una loca desquiciada, ahora estaba de pie, en medio de un gigante lobo y dos hombres que me veían incrédulos, de Dilan no había ni rastro.
— No soy un lobo, ni hombre lobo, ese es mi primo Kek. — dijo sonriendo el peliblanco.
— Oh, bueno, en ese caso tú también eres huma… — mis palabras murieron en mi boca, en el momento que vi como el cabello de Dante se tornaba, rojo y no solo porque su color cambiará, aunque eso sería igual de raro, era el hecho de que se convirtió en fuego.
— Dios, dime que no estás haciendo combustión o que no termine por enloquecer. — Dante dejo salir una carcajada, este hombre se reía de mí.
— No humana, ninguna de las dos cosas, soy un brujo. — mi mente quedo en blanco, esto no era real, Dios, ¿cuándo todo se puso de esta manera?, vi a Dilan convertirse en lobo… pero bien puede ser que mi mente lo imaginara, puede ser que mi mente este imaginando todo esto, quizás la verdad era que Asher me descubrió ese día que envié el correo a la policía y me golpeo, debo estar en coma, o muerta.
— No vere más a mis padres. — dije en un susurro al tiempo que caía una vez más en el sofá, bajo la atenta mirada de dos brujos y un lobo que poco me atreví a mirar.
— ¿Qué? — pregunto Vito, y por un momento pensé si su cabello no era real, nunca había visto un negro tan sólido como ese.
— Estoy en coma, o Asher me mato… — en menos de un parpadeo el lobo estaba sobre mí, o casi, su gran cabeza era lo suficientemente grande como para dejarme inmóvil, sus dientes se lucían con molestia e incluso un poco de espuma salía de su boca.
— ¿Me mataras Kek? — por alguna razón eso me dolió, el pensar que él pudiera matarme, sin embargo, el lobo gimoteo, como si algo le doliera.
— No te hará daño, solo le molesta que nombres al cazador. — baje mi cabeza avergonzada, eso tenía sentido, mi esposo era un cazador, un asesino, temía preguntar a cuantos había atrapado o peor aún… matado.
— ¿En qué piensas? — no me atreví a levantar mi cabeza, saber que Dante era un brujo me inquietaba, en el peor de los casos Kek podría matarme, pero el brujo podría hacerme tantas cosas, ¿era como los brujos de las historias y cuentos de niños? ¿O sería bueno?
— Humana. — dijo aquello como una amenaza, un aviso de que estaba perdiendo la paciencia.
— Pienso que debería regresar a mi hogar, ya es muy tarde. — dije en un susurro, la verdad era que estaba impactada con todo esto, me llevo un mes procesar lo de Asher, o mejor dicho lo estaba procesando y ahora… tenía mucho más en que pensar.
— ¿No nos temes? — la pregunta de Vito al fin me saco de mi aturdimiento, y levante mi rostro.
— Creo que no. — respondí viéndolo a los ojos.
— ¿Por qué? — al parecer mi respuesta lo molesto.
— Se de lo que el humano es capaz de hacer, dos brujos y un lobo… si quisieran matarme ya lo hubieran hecho.
— Soy vampiro, no brujo. — ahora comprendía todo.
— ¡¿Me van a matar verdad?! Me están diciendo todo esto porqué me mataran. — Vito hizo un ruido demasiado extraño como un siseo de serpiente o algo por el estilo, mientras que Date dejaba ver más fuego en su cabello y el lobo volvía a mostrar sus dientes, estaba perdida, lo sabía, me matarían, entonces… si ellos existían… también ella. Lleve mi mano al escote de mi camiseta, y la adentre llevándola justo a donde estaba la cicatriz de mi hombro.
— ¡Kiyomi te necesitó, paga tu deuda! — grite acurrucándome en el sofá, mientras veía como sus rostros se distorsionaban mostrando su confusión y entonces todo brillo en un verde jade, que me segó por un minuto.
***
Los tres primos estaban aturdidos, la humana había desaparecido frente a sus ojos, lo peor era que ellos habían perdido el control ante los dichos de su compañera, ¿Cómo podía creer que la matarían? ¿Cómo podía ser que aun nombrara al cazador? Y lo peor ¿Cómo no lo había rechazado si el intento matarla?
El Alpha volvió a ser un humano, su furia se desvaneció igual que su mate.
—¿Que fue eso? ¿Dónde está? ¿Por qué no la huelo? — Kek estaba alterado, pidiendo explicaciones a Dante ya que este era el mayor de todos.
— No lo sé Kek, eso no fue magia de brujos. — respondió completamente exasperado el peliblanco.
— Ella nombro a Kiyomi. — dijo aun en shock Vito.
— Es imposible, Dante retrocede el tiempo. — Kek dio la orden y se transformó una vez más en lobo, pero su primo no hizo nada.
— Dante. — apremio Vito, también ansioso por no sabe dónde estaba su compañera.
— No puedo, sea donde sea que este, no puedo retroceder el tiempo y sacarla de allí.
— Imposible. — Dijo el vampiro.
La joven apareció frente a una cabaña de gran tamaño, hecha de madera sólida, en un bosque muy diferente al que rodeaba su nuevo hogar.
— Chloe. — giro asustada al escuchar su nombré, pero entonces la vio.
— Kiyomi. — dijo aturdida por la belleza de la mujer. — en verdad eres una ninfa. — continúo hablando maravillada.
— Claro, te lo dije aquel día, solo que no lo creíste.
— Ahora lo sé, los vi… hombres lobos, brujos y… vampiros. — la ninfa que no era otra que la tía de Kek, Vito y Dante, la vio con preocupación, la joven humana había pedido su ayuda, pero la ninfa no sabía que estaba escapando de seres sobre naturales.
— Bien querida, ven conmigo, creo que estas en shock, lo mejor es que descanses y te alimente, ya habrá tiempo para charlar.
— No creo que pueda descansar. – rebatió en un susurro, pero Kiyomi solo le sonrió.
La ninfa le dio un té de hiervas y Chloe cayo en un sueño reptador, con ayuda de unas enredaderas, la ninfa la llevo a uno de los cuartos y luego la arropo, mientras le sonreía. Unas horas después cuando llego su mate, Kio el delta de Anuk, con cuatro de sus niños, le dio la noticia de que Chloe estaba allí, algo que al lobo lo alegro, quería conocer a la valiente humana, su hijo Sam de 10 años estaba aún más entusiasmando que cualquiera con que la humana este allí, decidió que la sorprendería en su forma de lobo.
La noche paso, Chloe estaba muy relajada al despertar, no había tenido pesadillas, de ningún tipo y cuando ingreso al baño, descubrió con asombro que ya no tenía cardenales ni en su rostro, ni en su cuerpo, aun sorprendida bajo las escales, siguiendo las voces, y cuando llego a la cocina no lo podía creer, en aquel lugar había unos diez hombres, cuatro mujeres sin contar a Kiyomi y cuatro niños que iban del año a los 8 años, todos giraron al oler a Chloe en la entrada de la cocina.
— Buenos días, querida Chloe. — no solo la ninfa la saludo, todos los que estaban allí se presentaron, fue así como Chloe descubrió que eran los hijos de la ninfa y del lobo que ahora conocía, Kio.
La familia de la ninfa la trataba muy bien, y le agradecían cada dos palabras, sin embargo, Chloe pasaba su vista por cada uno de ellos, una y otra vez, solo en los hombres, ya que por lo que Kiyomi le había dicho, todas sus hijas eran ninfas, y los varones eran lobos como su padre.
— Se a quien buscas y no está aquí.
— ¿A no?
— No, él te espera afuera. — Chloe mordió su labio y sin pensarlo mucho salió por la puerta principal, seguida de toda la familia.
El lobo que aguardaba por ella ya no era el pequeño cachorro que ella recordaba, ahora tenía el tamaño de un lobo común, comparado con los dos hombres lobos que Chloe había conocido era muchísimo más pequeño, la joven sonrió al ver que su pelaje era el mismo que recordaba al igual que el brillo de sus ojos, esos que hace ocho años atrás a la humana le derritió el corazón, el lobo, aún era cachorro, solo tenía 10 años, corrió hasta saltar sobre ella y tirarla al césped, Chloe reía como hacía años no lo hacía, mientras el lobo color canela le daba lengüetazos. Pero ese dulce y conmovedor momento desapareció al momento que tres personas aparecieron en el prado cercano, Kek apenas vio la imagen dejo salir su lobo y rugió con furia, provocando que Chloe tomara al pequeño lobo en una pose protectora y que los hijos de Kiyomi se trasformaran, aun sabiendo que aquellos que irrumpieron en su hogar eran sus primos, las ninfas cubrieron con rocas y enredaderas a la humana y eso despertó la furia de Dante, quien lanzo la primer bola de fuego que impacto aquella fortaleza que sus primas habían generado, Kiyomi hizo un movimiento con su mano y Dante quedo preso de sus rosales, mientras Vito fue aún más osado, y quiso llegar a la humana, encontrándose en el camino con Kio, quien lo lanzo diez metros hacia atrás. Chloe escuchaba los gruñidos y gritos furiosos de la lucha, pero no podía ver que sucedía, sentía al lobo temblar en sus brazos y se dedicó a tranquilizarlo.
— Todo estará bien, no debes preocuparte, yo te cuidare. – le dijo en voz suave.
De pronto un rugido tan grande que más parecía un trueno se dejó oír, y todo quedo en calma, fue entonces cuando las paredes de roca que cubrían a la humana se desintegraron, solo para dejarla ver un lobo negro de ojos celestes y motas rojas.
— Padre. — dijo Kiyomi y Chloe abrió su boca con sorpresa, ¿Cuántos años tienen? Se pregunto, pero antes de pensar alguna cosa más, una mujer rubia de ojos celestes apareció allí.
— ¿Me pueden explicar que provoco que mis nietos pelearan en mis tierras? — Chloe trago grueso, sus nietos, los tres locos que querían matarla eran sus nietos y los lobos que la protegieron también.
— La humana. — dijo Dante mientras apretaba los puños conteniendo la furia que le provocaba ver a un lobo en los brazos de su compañera, aunque fuera su pequeño primo, claro que Chloe creyó que era odio hacia ella.
— Primero se transformarán. — la mujer que acababa de llegar y que no era otra que Aysel trono sus dedos e hizo aparecer ropa a las patas de todos los lobos y eso incluía el pequeño lobo que Chloe tenía en brazos, por lo que la humana lo libero y cerro sus ojos, no queriendo ver algo que le trajera aún más problemas.
— No es necesario querida Chloe, es ropa mágica de mamá Yunuen. — Chloe abrió sus ojos y vio maravillada como los lobos pisaban la ropa y solo cambian a su forma human ya vestidos.
— ¿Querida Chloe? — dijo el hombre moreno que era muy musculoso y desconocido para la humana.
— Ella es quien me salvo abuelo, ella es mi amiga Chloe. — al fin la joven conocía el lado humano de aquel lobo que salvo hacia 8 años atrás.
— ¡¿Qué?! — tanto Kek, como Dante y Vito exclamaron con sorpresa.
— Ella es la humana que salvo a Sam aquella vez que con dos años se extravió en su forma de lobo, Chloe estaba de vacaciones con sus padre y lo encontró cerca de nuestras tierras, justo cuando un cazador estaba a punto de matarlo, se interpuso y lo defendió, incluso dispuesta a dar su vida, el cazador le disparo justo en el momento que yo llegué, mate al cazador y le dije que mi deuda seria eterna, si algún día necesitaba que le pagara, solo debía tocar la marca que llevaría toda su vida por a ver salvado a mi Sam, ese día a llegado gran Alpha Anuk, le di mi palabra, le debo la vida de mi hijo. — Aysel veía como los ojos de sus tres nietos cambia de color, dejando a la vista el conflicto de emociones que tenían.
— ¿Por qué pediste ayuda Chloe? ¿De qué escapas? — Chloe estaba pálida, y un poco, mareada, como pudo se puso de pie, ya que se sentía ridícula al darse cuenta de que había quedado arrodillada en el suelo.
— Yo…Ellos…Él… Yo… — la joven no lograba poner en orden su mente, mucho menos decir todo lo que le había sucedido en el último mes.
— La humana es la esposa de un cazador. — escupió Kek mientras sus brazos temblaban, provocando que las lágrimas de la joven cayeran, al sentir todas las miradas sobre ella, al sentirse tan fuera de lugar, no querida, no aceptada, ya no tenía un lugar a donde regresar, ya no tenía nada.
— ¿Es verdad? — pregunto con voz profunda Anuk.
— Si. — respondió aun con la cabeza gacha.
— En ese caso, libero a mi hija de su deuda, pídeme a mí lo que deseas como pago por salvar a mi nieto y vete de mis tierras. — Chloe levanto la vista de golpe y se sorprendió al encontrar a una mujer de ojos verduscos y cabello gris, en el lugar donde la mujer rubia estaba solo unos segundos antes.
— Mi nombre es Yunuen, la suprema de todos los brujos, nada es imposible para mí, soy una de las que comparte cuerpo con Aysel, la gran luna cambiante. — la bruja se presentó de forma fría, los cazadores ya habían hecho mucho daño, y cada vez que acababan con un grupo, otro aprecia, aún más fuerte y mejor equipado que el anterior.
— Comprendo. — dijo con voz temblorosa, al darse cuenta de que allí tampoco era bien recibida por culpa de su esposo.
— Yo… quisiera… — pensó por un segundo, ¿Dónde todo comenzó a salir mal? ¿Dónde su vida dejo de ser suya?
— Yo quisiera regresar 8 años atrás, al momento donde el cazador me disparo. — dijo con la cabeza en alto, pero los ojos rojos por sostener las lágrimas.
— Así será. — la interrumpió Yunuen, creyendo que la joven se arrepentía de a ver salvado a Sam.
— Espere… una cosa más. — Yunuen levantó una de sus finas cejas y luego de un momento asintió con la cabeza.
— Que Kiyomi no quite la bala. — Yunuen estaba asombrada, Chloe pensaba salvar a Sam después de todo, mientras que Kiyomi la vio con horror y sin poder contenerse hablo.
— Si eso ocurre morirás. — dijo casi a grito.
— Así debía ser, yo quise salvar al pequeño lobo, era solo un bebé lobo, no sabía que era un ser sobre natural, si ustedes no existieran yo hubiera muerto desangrada ese día y no hubiera conocido a Asher, él me encontró en el bosque, ahora entiendo que estaba allí porque también era un cazador y no un excursionista como le dijo a mis padres, asique por favor te lo suplico suprema Yunuen, sácame de esta miseria. — las lágrimas cayeron por su rostro sin poder evitarlo.
— Tu solo eres una humana. — dijo Yunuen y le cedió su cuerpo a Aysel, provocando la sorpresa de Chloe.
— Esto es de locos. — dijo en un susurro la joven y Aysel sonrió.
— Lo es querida Chloe, ahora ven conmigo y no temas, nadie te lastimara, estas bajo la protección del gran Alpha Anuk y la mía, soy Aysel, la luna cambiante.
Chloe siguió a Aysel y las demás mujeres, sin terminar de comprender muy bien que era lo que le esperaría en un futuro cercano, mientras Anuk veía a sus nietos con molestia.
— Kek, Dante y Vito, vengan conmigo. — la voz del Alpha denotaba lo molesto que estaba, sus nietos lo siguieron alejándose de la casa de la ninfa Kiyomi y adentrándose al bosque, luego de casi una hora en silencio y continua caminata se detuvieron, frente a un lago de aguas cristalinas.
— En este lugar conocí a su abuela. — los ojos del Alpha brillaban, mientras Kek y Dante lo veía con seriedad, Vito suspiro con cansancio.
— Supongo que nos contaras como la marcaste y la unión y el celo y… — al joven vampiro le bastó con ver el rostro serio de su abuelo para saber que debía guardar silencio.
— Lo siento, continua por favor.
— La ame en el momento que su aroma llego a mí, pero ella se asustó y trato de huir. — una sonrisa burlona se posó en los labios del milenario Alpha. — claro que no tenía posibilidad de ello, no me fue muy difícil llegar a ella, ver de cerca su hermoso rostro, sus ojos…pero también pude apreciar que el color de su cabello, no se debía a ningún tinte humano, ese rubio casi blanco se debía a que ella tenía sangre de bruja y la odié por ello. — Dante se envaro, mientras sus dos primos veían a Anuk sin comprender.
— Es una larga historia, lo único que deben saber es que no la marca cuando la encontré, eso sucedió tiempo después cuando su vida estuvo en peligro, la amaba, pero era tan orgulloso y cobarde que me negaba a aceptarlo, viendo defectos en ella donde otros veían cualidades, casi la perdí y por más que tenga la eternidad para amarla, jamás podre perdonarme todo por lo que la hice sufrir, sé que esa humana es su compañera, sus ojos los delataron y si yo lo sé, Aysel también, y por lo que dijo, la encuentra apta para ustedes, su abuela no cambiara a su compañera, si son tan estúpidos como para no ver las virtudes de Chloe, deberán rechazarlas y vagar una eternidad sin compañera. — los hombres veían la seriedad con la que Anuk dijo cada palabra, no habría negociación alguna, pero…
— El problema que tenemos no es que… — Dante no podía terminar de admitir aquello con sus 300 años hablar de amor como un adolescente lo molestaba.
— No es que no la amemos. — intervino Vito, el ser el más joven con sus 50 años lo convertía en el más osado para algunas cosas.
— ¿Entonces cuál es el problema? — Anuk sabía que ya amaban a la humana, el lazo los obligaba.
— ¡¿Cuál es el problema?! Somos tres, y ella una, ¡¿Por qué?! Eso nunca sucedió. — Kek tenía los ojos rojos y Anuk dejó ver los celestes con motas rojas de él, sometiéndolo con una sola mirada.
— Tampoco había sucedido algo como lo de tus padres Kek, hasta ese entonces nunca se dio el caso de compañeros del mismo sexo, hasta que sucedió, incluso pueden procrear, porque así la Diosa luna lo decidió.
— Está marcada por un cazador. — a Vito solo le molestaba ese hecho y no el compartir su compañera con sus primos, ya tendrían tiempo para solucionar aquello.
— Los cazadores no pueden marcar a su pareja, ellos se rigen por las leyes humana, que sea su esposa para nosotros no vale nada.
— No es así, huelo al cazador en ella. — Anuk guardo silencio un segundo, pidiendo mentalmente la ayuda de su luna.
— Veo a mis nietos y me decepcionó, estos no pueden ser mis descendientes. — la voz fría de Levana hizo que los hombres voltearan, la vampiro que compartía cuerpo con Aysel era la representación del lado oscuro de la luna, los amaba, por supuesto, pero eso no quitaba que sea fría y dura cuando correspondía, incluso con los suyos.
— No es nuestra culpa que tengamos que compartir a la humana. — Kek era un lobo y los lobos son territoriales, a este Alpha la idea de compartir a su compañera lo estaba enloqueciendo a cada segundo.
— Lo es Kek, es su culpa. — los ojos de la vampiro brillaron en rojo sangre y sus nietos bajaron la cabeza.
— No comprendo. — dijo Vito, sabiendo que Levana le tendría un poco más de paciencia al ser un vampiro joven.
— Chloe es una humana especial, así como mi pequeño Pol. — Levana era el lado vampiro de Aysel, pero para ella Pol el humano gemelo de la ninfa Kiyomi, era su hijo. — y la luna se dio cuenta que uno solo de ustedes no era suficiente para ella, Chloe merece más, ustedes tres la complementan y ella los complementa a ustedes, ahora decidan que harán, porque pronto la humana sabrá la verdad.
Chole estaba recostada en la gran habitación que Aysel le había brindado, el día había pasado rápido, sin ningún hombre en la enorme casona más que el Alpha que era compañero de la luna cambiante, durante el día Aysel le conto a la humana muchas cosas, por ejemplo que tenía cinco hijos, Nisha que era un lobo y padre de Kek, Novalie una bruja y madre de Dante, Kali la vampira que era madre de Vito, Kiyomi que era una ninfa y madre de Sam y Pol un humano, uno que aún estaba vivo porque su compañero era un lobo, el beta del Alpha Anuk, si, un hombre, y no era la única unión de ese tipo, Nisha también era compañero de un hombre, solo que Travos era un brujo, tal parecía que los seres sobre naturales podían procrear sin importar nada, estaba muy sorprendida, pero también tenía miedo, nadie le dijo que sucedería cuando quisiera regresar a su vi
Una semana paso desde el incidente que ocasionó Vito, una semana donde Chloe permaneció en las tierras de la luna cambiante, conviviendo con Kiyomi, el pequeño Sam y toda su familia. La humana nunca se enteró de nada de lo sucedido aquella noche, la joven despertó sola en la habitación gracias a los rayos de luz que entraban por uno de los ventanales, por lo que creyó que todo lo que sintió la noche anterior solo se debía a un sueño, Chloe creía que había tenido un sueño erótico y muy sexual con Vito y no podía sentirse más apenada por ello, por lo que agradeció internamente cuando en la mañana se le informó que los tres hombres habían regresado al pueblo que debían liderar, fue gracias a esto que Chloe supo que muchos años atrás, las razas de seres sobrenaturales se dividían en manadas de lobos, clanes de vampiros y aquelarres de brujos, pero gracias a Aysel y Anuk todo eso había cambiado y ahora eran pequeños pueblos, donde todas las razas coexistían en paz, o casi, siempre había un
Vito:Me duele, me quema, ¿Qué mierda es esto? Fui directo a la casa de Kek, ya lo habíamos tomado como nuestro cuartel de estrategia, el lugar donde planeábamos enamorar a nuestra compañera, maldición, si solo pudiera sentir el vínculo de la misma forma que nosotros todo sería más fácil.Apenas entro a la oficina veo como Dante esta con los ojos cerrados tocando su pecho, igual que Kek, solo que este está de pie viendo por la ventaba.— ¿Qué mierda pasa? ¿Por qué duele? — mis colmillos salen sin que yo lo desee.— ¿Qué le hiciste Vito? — pregunta Kek en medio de un gruñido.— ¿Yo? Es este idiota. — Dante abre sus ojos, blancos, esta furioso.— Ella estaba contigo.— Me pregunto porque aparecí en la consulta y le dije la verdad, que tú la viste llorar porque se sentía sola.— ¡Idiota! — me gritan los dos al mismo tiempo.— No sabía que se enojaría. — trato de defenderme.— No esta enojada, esta herida, le duele a ella y es por eso por lo que nos duele a nosotros. — Dante maldito viejo
Ver el rostro sonrojado de mi vida no tiene precio, esto no se parece en nada a lo que sucedió la semana pasada entre nosotros, aun así, no cometeré el mismo error, no la marcare, aun no, aprovecho el momento en el que mi hermosa human se pierde apreciando mi musculatura y retiro esa espantosa sudadera que desde que llegué está estropeando la imagen dé sus exquisitos pechos, y por las Diosa, mi compañera no usa sostén, ya lo había sospechado, pero ahora lo estoy confirmando.— Creo que no te gusta usar sostén ¿verdad?— No, no me… Ha, Vito.Me encanta, como gime mi nombre, como se derrite cuando mi lengua recorre y juega con sus pezones, arque aún más la espalda, parece una diosa, mi diosa, no… nuestra, solo así funcionara, pero ellos no quieren al bebé, de forma inconsciente lleve mi mano a su vientre, la habichuela es tan pequeña que ni siquiera yo puedo sentir su existencia, aun es demasiado pequeño.Dejo que mis manos continúen con el recorrido, quitando el pantalón de algodón, ju
Dante desaparece con la humana bajo las quejas de Vito, su preocupación por el hijo del cazador me saca de quicio, mientras que Dante solo se preocupa por que nuestra compañera descanse correctamente, sé que la llevara a la habitación de invitados, mi molestia radica en que es el cuarto que habitualmente usa Dante cuando se queda en mi casa. Froto mi cara varias veces, tratando de buscar calmarme, como si eso fuera fácil, un maldito cazador, no solo ingreso en nuestro pueblo, también estuvo muy cerca de herir a nuestra luna… nuestra Luna...— Nunca te vi tan pensativo. — Dante me ve desde el otro lado de la sala, está tratando de darme mi espacio y eso está bien.— Creí que te quedarías con ella.— Vito está en modo posesivo, ya sabes, tuvo sexo con la humana y no la marco, por lo que su ansiedad aumento. — sus ojos brillan en blanco, ni su lado brujo y mucho menos su lado vampiro está feliz de estar lejos de la humana.— Vito en modo posesivo. — casi sonrió a ello. — Creí no vivir lo
Vito desaparece, y yo solo suspiro por no poder comprender que le sucede a mi primo, creí conocerlo, pero ahora parece un ser totalmente distinto. Me centro en Chloe, como sus lágrimas continúan saliendo y tienen una pequeña V en medio de las cejas, definitivamente tiene un mal sueño, respiro suavemente mientras tomo su mano, no es algo necesario, pero lo hago, cierro mis ojos y allí estoy.Es una finca, grande, de verde césped y el cielo esta despejado, con el sol brillando en lo más alto, Chloe está sonriendo, camina por una alfombra roja con un hermoso vestido blanco, creo que así se casan las humanas, pero poco a poco su sonrisa desaparece y el cielo se vuelve gris, la alfombra desaparece y en su lugar queda un camino de piedra.Puedo sentir el miedo y el dolor de mi compañera con cada paso que da, se dirige a una construcción alejada de la casa principal, la puerta se abre sin mucho esfuerzo y siento el corazón de Chloe latir cada vez más deprisa.— Dios mío, ¿Qué es esto?Para m
Chloe despertó gracias a los suaves besos de unos labios muy fríos, pero que eran sumamente placenteros.— Mmm, Vito. — dijo con un leve susurro y el vampiro sonrió al tempo que olía el cuello de la mujer.— Buenos días vida mía. — ¿cuándo había sido la última vez que oyó palabras tan dulces al despertar? Mucho más que meses, mucho antes de que Asher mostrara su verdadero rostro, esas dulces palabras solo eran dichas cuando hacían el amor, pero nunca al despertar por un solo beso, o así sea por oler su cuello.— Mierda esto es raro. — dijo Chloe al tiempo que se sentaba en la gran cama y fijaba su vista en un muy atractivo vampiro.— ¿Qué es lo que te resulta raro?— Esto, no sé cómo es en su mundo, pero los humanos… este tipo de relación… no sé qué nombre deba ponerle, ¿Qué somos Vito? Te conozco de días, y solo te he visto un par de veces y … tuvimos sexo, en el mundo humano se me podría catalogar como una mujer fácil, algo que no soy, yo no me voy a la cama con el primero que
— Solo debería pasar mi lengua por tu herida y esta sanaría. — Chloe veía a Vito con los ojos tan abiertos que faltaba poco para que se le cayeran.— Creo que la última vez que curaste una herida, no quedo solo en eso. —respondió en un susurro y sus mejillas adquirieron un color rojo tan fuerte que tanto Vito como Kek lamieron sus labios.— No recuerdo que te quejaras, más bien pediste un poco más. — Chloe veía a ambos primos y se preguntaba qué haría con ese par.— Bien, dejen de recordar su encuentro por un momento y permíteme curar tu corte.— ¿Tú sabes que Vito y yo…? — la voz de la humana era tan aguda que los oídos de Kek dolieron por un momento.— Huelo tu esencia humana, puedo deducir por lo que dicen que está pasando por tu mente ahora. — los ojos de Kek se tornaron rojos y Chloe no lo resistió más.— ¿Por qué cabían el color de sus ojos?, creí que era cuando se enojaban, pero ahora parece que te divierte molestarme. — bufo mientras tomaba asiento en el sofá.— Es porque esta