—¿Te gusta sufrir eh?
El hombre que acaba de entrar arrastra por el suelo a una mujer rubia, desnuda, mientras otra mujer rubia, elegante, echa un tipo de liquido pegajoso en el estomago de la mujer agonizante.—No, se los suplico…—Me encanta cómo súplicas, cariño, dime más. —La rubia de pie toca el cuerpo de la otra, hundiendo sus uñas en alguna parte—. ¡Dime más!—¡Déjenme salir de aquí! —suplica en lloriqueos la víctima.¡La van a matar!, es lo que cruza por la mente de Evangeline, sin tener idea de lo que realmente es, pues es demasiado inocente en el sexo como para notarlo.No puede ver demasiado lo que hacen porque la pareja después de besarse se arrodillan para torturar a la mujer quien grita agonizando.—¿Cuál es tu último deseo, cariño?—Necesito que esto acabe de una vez, por favor…Y lo próximo que la chica ve es cómo la mujer rubia de vestido elegante alza el cuchillo y lo entierra en alguna parte haciendo que la sangre chispee en su rostro y en el del hombre.Ambos giran su rostro hasta los estantes cuando Evangeline casi grita, y sacudiendo su cuerpo por el pudor que le causa sale corriendo de allí.Corre por su vida, ¡han matado a esa pobre mujer!No sabe qué puerta abre pero pronto se encuentra en una cocina abandonada que a su vez parece tener un pasadizo hasta la sala principal, así que corre entre personas elegantes, mujeres casi desnudas y meseras.—¡Jacky!—¡Dios, Eva!Ella toma el brazo del chico y lo arrastra hasta la salida, llena de adrenalina, pánico y miedo.—¿En dónde carajos te habías metido? Te estuve buscando como loco, Eva.—Lo siento, lo siento —repite una y otra vez, temblorosa, recordando repetidas veces en su mente el momento en que la sangre chispeaba en la cara de la elegante mujer.—¿Pero qué rayos? ¿Qué es lo que tienes?Ella quiere abrir la boca, decirle lo que vio, pero rápido teme por su amigo al saber que es invitado frecuente de ese lugar.—Yo... nada.—¿Estás segura?Ella asiente pidiéndole con la mirada que se vayan.Los segundos pasan más que lentos cuando su amigo conduce para dejarla en la pequeña residencia en donde vive. Y antes de llegar, al verla un poco menos alterada, decide que es momento de hacerle saber algo.—Esta tarde en cuanto me llamaste, hablé con mi jefe para que te hiciera una entrevista de trabajo.—¿Qué? Jacky, yo no tengo un currículo para trabajar para ellos, es imposible.—No te preocupes, cariño. Él dijo que podría conseguirte algo, sabe tu situación.—No quiero que me contraten por compasión, Jack…—No lo hace, él es así, ayuda a todos. —Le sonríe un poco, animándola—. Mañana tienes que verte con él. Bueno, con él y su esposa. Es que todo lo hacen juntos.—¿Qué…?—Sí, como sea Eva. Te paso buscando a las ocho de la mañana, ¿vale? Ve bien vestida y positiva.Ella asiente solo porque necesita que él deje de hablar. Le alegra saber de una oportunidad de trabajo pero no saca de su mente la escena que hace pocos minutos ocurrió.¿Quiénes eran esos sujetos?, ¿por qué torturaban a esa mujer? Es decir, ¡la mataron! Porque ella no pudo escuchar un grito de la victima después de que le enterraran ese cuchillo.¿Debía decirle a la policía?Tal vez no era buena idea, quizás ya se habían desecho del cuerpo y cualquier evidencia.¡Casi ante los ojos de todo el Mundo!Dios, qué cosa tan maliciosa. Su pecho duele ante la maldad del mundo en manos de personas así.—Nos vemos mañana, cariño. Que descanses.Ella agita su mano despidiéndose con una media sonrisa y el pánico regresa a ella cuando se da cuenta que una de sus pulseras, una de las tantas que hizo con su madre, no está en su muñeca.Busca la pulsera en sus bolsillos, pero piensa en el momento en que su cuerpo se estremeció por el terror de lo que vio, y en la probabilidad de que la haya dejado en aquél almacén de la muerte.Con un gran peso sobre sus hombros, solo ruega al cielo jamás volverse a encontrar con la pareja asesina.…—¿Qué tienes?—Pues cómo que qué tengo, ¿estás bromeando?La rubia camina de un lado para otro, angustiada y bastante alterada.—No te preocupes más, mi amor. —El hombre se acerca a su esposa para intentar calmarla—. Pronto la tendremos frente a frente.—No puedo quedarme tranquila, ¿y si ella fue con la policía?—Amor. —Pasa sus manos por las caderas de la mujer restregándola contra su abdomen bajo y suspira en su oído—. Telma está viva, no hay crimen si no hay muerte, y no hay muerte si Telma está viva.—Sabes lo que me preocupa. —Se suelta de él y camina hasta la encimera para agarrar su teléfono—. Telma, bebé, ¿estás bien? ¿Quieres pasar la noche en nuestra casa?Su esposo toma su muñeca cortando la llamada inmediatamente, y con imponencia le susurra:—No más por hoy. Solo seremos tú y yo.Su esposa respira profundo y antes de dejarse envolver por él, piensa en todas las veces que han intentado tener un hijo y simplemente no han podido. Y lo piensa, precisamente porque siente que pronto será más paranoica si no encuentra algo más qué hacer.—Amor —dice en un gemido provocado por las caricias que le proporciona su hombre—. Quiero una familia.—Somos una familia, amor.—Hablo de un hijo; dos, tres, cuatro… tantos que solo podamos tener sexo entre duchas.Su esposo ríe ante la idea y restriega la nariz en el oído de ella.—Pasará cuando tenga que pasar, cariño...—No, sabes que no puedo —al decir eso su voz se agudiza por el sentimiento—. Quiero que lo tengas con alguien más para mí.El hombre se introduce en ella al recostarla de la pared y ella jadea profundamente sintiéndose caliente y llena por su magnitud.—¿Con Telma?—No, amor, deseo que sea con una chica buena.—¿Una chica buena?—Sí, bebé —gime con fuerza por las lentas embestidas.—Así será, cariño.La castaña había tenido noches malas, pero la que había tenido con las pesadillas de ser ella misma la mujer a la que apuñalaban sin piedad, subía al top de las peores.Jack la mira con horror, abriéndole la puerta del carro.—Santa virgen, ¿en dónde quedó tu positivismo? —En el caño. Tú ganas, no iré.Antes de que Eva salga del auto su amigo la toma por la muñeca y pone su cara seria, dándole a entender que ella debe subir.—A mi jefe nadie le queda mal. Ni siquiera su propia esposa. Nunca.—De acuerdo.Aunque no le importa demasiado molestar a una persona que no conoce realmente, sabe que debe ser responsable y agradecida con el tiempo tan limitado del jefe de su amigo.—Su tiempo es oro.—Lo sé, me lo has dicho desde que nos conocemos.Jack suelta una risita nostálgica mientras pasa una mano por su cabello, conteniendo las ganas de decirle algo que lo consume.—¿Te puedo decir...?—Dímelo ya. —Eva echa la cabeza hacia atrás.—¿No tenías algo mejor que ponerte?—¿De qué estás habla
El hombre imponente suelta a Evangeline y esta se queda paralizada, dándose cuenta que la supuesta mujer que estaba muerta no está muerta, sino que está en perfecto estado.—No somos una pareja asesina, linda. —Irina toma la mano de su esposo y ríe ante la ingenuidad de la chica—. De haber entrado antes a un lugar como en el que estuviste anoche, te habrías dado cuenta que solo era un juego de roles.—¿Juego de qué…?Eva no entiende nada, ¿cómo es que sigue viva esa mujer? ¡Ella vio el cuchillo! ¡Vio su sufrimiento! ¡Vio la sangre!—Es actuación, para obtener satisfacción sexual.En cuanto Telma se acerca a ella y la ve a los ojos, sabe que es tan pura como ella alguna vez lo fue.—No entenderá nada —le dice a los Keller—. Es virgen. Y nunca ha estado más de cinco minutos en un lugar como ese.Ante ese comentario, Eva se siente tan expuesta, que sus mejillas se ponen rojas, y eso causa una fascinación inmediata en la pareja Keller, los cuales se acercan a ella para con cautela acercar
Una semana trabajando para los Keller ha sido todo lo que Eva ha necesitado para interesarse en ellos. Bueno, al menos no de la forma en que estos desean que ella se interese; pero eso es algo que estaría a punto de cambiar.—¿Y por qué no existe la cura para el cáncer aún? Digo, es que ustedes los millonarios con sus inteligencias y… yo…Baja la cabeza apenada cuando Irina se detiene en medio del camino a su oficina y le regala una mirada que ella siente es de reproche, pero lejos de serlo, solo pura intensidad.—No eres así de preguntona con Magnus, ¿cierto?Eva se moja los labios mientras sostiene unas carpetas contra su pecho y traga saliva. Pues la verdad es que ese hombre la intimida mucho y a veces no puede ni mirarlo a la cara. Así que prefiere mil veces estar cerca de Irina.—No. Es tan…No sabe qué decir y ahora que han entrado a la oficina, Irina se ha sentado con las piernas cruzadas y ha comenzado a morder su bolígrafo como su secretaria sabe que suele hacer.—¿Caliente?
—Sabes que no podrá resistirlo, ¡es una niña!—Tú también lo eras y lo disfrutaste.—Sí, pero yo sabía en lo que estaba metiéndome. Ella no tiene ni puta idea, Irina. —¿Por qué estás tan segura de que pasará? Magnus y yo podríamos solo estar cansados de compartirnos, tal vez queramos solo ser más íntimos.—Sí claro, ¡y yo me chupo el dedo!—Bueno, técnicamente sí lo haces.—Eres una… idiota —Telma le dice, llena de ansias—. El poco respeto que me quedaba para ustedes se va a la mierda hoy. Y más vale que me deposites una buena cantidad de dinero por todo esto, si no quieren que les arruine su cochina vida.Irina solo ríe ante las palabras de Telma y aunque cuando esta se va alejando siente algo en su pecho, algo como un sentimiento de nostalgia, se para firme para salir del estacionamiento y dirigirse a su oficina.Evangeline es fácil de manipular por lo que Telma ha dicho, y es que no sabe nada de la sexualidad, quizás solo lo básico, pero es eso lo que lo hace más excitante. No tod
¿Control de calidad?—¿Por qué han tardado tanto? —le cuestiona preocupa Eva a Jack.—No lo sé, pero debo irme. No creo que vayan a parar en la otra empresa, pero prefiero prevenir.El chico se despide de su amiga y le promete que se prepare porque en la noche la llevará a un lugar bonito para conocer gente nueva, por lo que la castaña asiente.Ve a su amigo alejarse mientras sigue preocupada. Esas personas han tardado más de dos horas inspeccionando la empresa. Ella se ha mantenido al margen, casi a cinco metros de los Keller, de aquí para allá, alerta a lo que ellos puedan necesitar.Sigue a Magnus después de que pierde de vista a Irina, y este deja de caminar al lado de esos hombres para susurrarle, bastante serio y firme, que desde su propio teléfono llame al número directo de Nev Track y que le comente lo sucedido.La castaña traga hondo, nerviosa porque no sabe exactamente qué decir mas que unos tipos de trajes negros de Control de calidad están inspeccionando la empresa. Sin e
Okay. Si bien es cierto que algunos chicos le habían dicho a Eva un "Me gustas", la sensación en su cuerpo al escucharlo de la boca de Irina no se compara con nada.¿Será porque es una chica?, se pregunta. Pero no lo sabe. Lo único que puede hacer después de aquella confesión es pedir que se vayan a casa porque no se siente muy bien.Irina, ansiosa, mantiene la calma porque sabe que tal vez es demasiado para la chica, pero ya no quiere esperar más, realmente quiere corromperla.Llegan a la casa, Eva entra a su habitación, se quita la ropa, se da un baño rápido y se acuesta para tomar una siesta; sin embargo, no puede hacerlo, su cabeza no deja de repetir la cara de Irina al decirle que le gusta y al mismo tiempo sus gemidos y los de Magnus en la sala de juntas.Se pone sus airpods para escuchar música pop y su curiosidad, inocente, vaga por Internet. Relaciones entre chicas. Su dedo tienta en algunas imágenes y una de esas la envía a un video. Se mantiene sumida en la curiosidad, da
Lo había soñado todo. Bueno, casi todo. Para cuando se despierta está muerta del calor. Tiene almohadas en la cara, la cobija hasta la cabeza y sus airpods con música de Olivia Rodrigo. Sabe que fue un sueño el haberlos visto teniendo relaciones y el haberse tocado, porque lo último que vio fue a Irina pasar frente a su puerta. No quería ver aquello, y tampoco sería capaz de... tocarse por ellos. Sabe que eso está mal.Evangeline piensa que necesita salir de esa mansión. No puede creer que sean tan liberales con el sexo a sabiendas que ella está en la misma casa. Es decir, sabe que después de todo les debe el techo pero eso no les da el derecho de ser tan descarados.Ella espera que algún momento se presente la oportunidad de decirles eso, expresar su incomodidad, pero mientras más piensa en una situación en donde el matrimonio la tenga de nuevo en la mira, como anoche, sabe que no se atrevería.Quita sus auriculares y se dispone a darse una ducha, sabe que los viernes los Keller no
Cuando Magnus le sonríe a Evangeline a escondidas de su mujer, la chica siente que algo ha estado mal durante los últimos días que han compartido juntos.Un día después de aquella "cita" en el parque, Magnus salió mucho más temprano de la empresa, llevó a Evangeline con él, pero no a la otra empresa, sino que a un juego de Fútbol Americano.Evangeline decía que no entendía cómo ver a hombres golpeándose por un pelota podría causar pasión en los espectadores. A lo que Magnus respondió de forma casi automática;—El dolor acompañado de la satisfacción es el éxtasis prolongado que todo ser humano necesita experimentar. Así es como nos volvemos adictos al trabajo, porque la satisfacción del dinero se impone a las horas de agotamiento. Pasa igual con el sexo salvaje; aunque el dolor físico esté presente por su rudeza, impone la idea del clímax. El fin justifica los medios.Su guiño acompañado tras esas palabras dejó a Evangeline hipnotizada. Magnus era un hombre brillante. No podía negarse