Okay. Si bien es cierto que algunos chicos le habían dicho a Eva un "Me gustas", la sensación en su cuerpo al escucharlo de la boca de Irina no se compara con nada.¿Será porque es una chica?, se pregunta. Pero no lo sabe. Lo único que puede hacer después de aquella confesión es pedir que se vayan a casa porque no se siente muy bien.Irina, ansiosa, mantiene la calma porque sabe que tal vez es demasiado para la chica, pero ya no quiere esperar más, realmente quiere corromperla.Llegan a la casa, Eva entra a su habitación, se quita la ropa, se da un baño rápido y se acuesta para tomar una siesta; sin embargo, no puede hacerlo, su cabeza no deja de repetir la cara de Irina al decirle que le gusta y al mismo tiempo sus gemidos y los de Magnus en la sala de juntas.Se pone sus airpods para escuchar música pop y su curiosidad, inocente, vaga por Internet. Relaciones entre chicas. Su dedo tienta en algunas imágenes y una de esas la envía a un video. Se mantiene sumida en la curiosidad, da
Lo había soñado todo. Bueno, casi todo. Para cuando se despierta está muerta del calor. Tiene almohadas en la cara, la cobija hasta la cabeza y sus airpods con música de Olivia Rodrigo. Sabe que fue un sueño el haberlos visto teniendo relaciones y el haberse tocado, porque lo último que vio fue a Irina pasar frente a su puerta. No quería ver aquello, y tampoco sería capaz de... tocarse por ellos. Sabe que eso está mal.Evangeline piensa que necesita salir de esa mansión. No puede creer que sean tan liberales con el sexo a sabiendas que ella está en la misma casa. Es decir, sabe que después de todo les debe el techo pero eso no les da el derecho de ser tan descarados.Ella espera que algún momento se presente la oportunidad de decirles eso, expresar su incomodidad, pero mientras más piensa en una situación en donde el matrimonio la tenga de nuevo en la mira, como anoche, sabe que no se atrevería.Quita sus auriculares y se dispone a darse una ducha, sabe que los viernes los Keller no
Cuando Magnus le sonríe a Evangeline a escondidas de su mujer, la chica siente que algo ha estado mal durante los últimos días que han compartido juntos.Un día después de aquella "cita" en el parque, Magnus salió mucho más temprano de la empresa, llevó a Evangeline con él, pero no a la otra empresa, sino que a un juego de Fútbol Americano.Evangeline decía que no entendía cómo ver a hombres golpeándose por un pelota podría causar pasión en los espectadores. A lo que Magnus respondió de forma casi automática;—El dolor acompañado de la satisfacción es el éxtasis prolongado que todo ser humano necesita experimentar. Así es como nos volvemos adictos al trabajo, porque la satisfacción del dinero se impone a las horas de agotamiento. Pasa igual con el sexo salvaje; aunque el dolor físico esté presente por su rudeza, impone la idea del clímax. El fin justifica los medios.Su guiño acompañado tras esas palabras dejó a Evangeline hipnotizada. Magnus era un hombre brillante. No podía negarse
Su comida llega, comienzan a comer, y es Irina quien rompe el silencio de nuevo.—¿Te gusta pasar tiempo con Magnus?Evangeline la ve fijamente, su corazón entra en pánico.—Eh... sí, creo.—¿Crees? —Irina ríe—. No todas quieren conmigo, pero te aseguro, todas quieren con mi esposo.—Creí escuchar que piensa que no soy como cualquier chica.—No, Eva. No estamos hablando de eso. Es que no te culpo, que mi esposo te parezca atractivo y sensual no quiere decir que vas a quitármelo, ¿o sí?—No.Y Eva se siente abrumada. No entiende el fin de la conversación y no quiere seguir hablando realmente. No se siente cómoda. Se siente un poco tonta al pensar que después de todo podría tener una conversación normal con Irina, sin que la haga sentir como ahora.—Ay no... —Irina baja la mirada y suspira, para verla de nuevo—. Lo lamento, de nuevo, de verdad Eva. No quiero hacerte sentir incomoda... es que yo... Rara vez tengo el don de conversación.—No se preocupe.Irina se molesta con ella misma po
Al día siguiente ninguno sale de casa. Irina llama a uno de sus ex compañeros de preparatoria, quien es jefe de seguridad y por primera vez la mansión Keller es vigilada. Especialistas colocan cámaras de seguridad, y Eva no ha dejado de sentir pánico. Anoche, después de que viera así su cama, la señora Thalia, de limpieza, bajó de la habitación de los Keller tres ratas muertas junto a sabanas llenas de sangre.Ella lo había visto aquél día en los ojos de Telma cuando la tomó por los hombros. Algo oscuro había dentro de ella. Ya está comenzando a saber qué es.Aunque Evangeline sabe algunas cosas del mundo, vivir en un pueblo pequeño, tranquilo, siendo hija única y consentida, la privó de saber la capacidad que tiene el mundo para ser malvado.Se encuentra terminando de redactar un documento que Magnus le ha dicho que haga, mientras este ve televisión, y ella está sentada a unos dos metros de él. Magnus no deja de verla de vez en cuando. Le encanta la pureza que desborda y el cómo se
Magnus se remueve ante su pesadilla y lo primero que ve es a Telma conduciendo aquella camioneta.—¿Así de excitante y caliente te gusta? —Telma pasa su lengua por lo que Magnus ve son todas sus heridas llenas de sangre y despierta, agitado.—Tranquilo amor, tranquilo —la voz de su mujer lo tranquiliza.Se da cuenta que está en un hospital, le duele la cabeza y todo el cuerpo, pero sabe que no ha sufrido algo grave porque conoce su cuerpo.—Fue ella...—Shhh... —Su mujer le dice, despacio—. Descansa, no hables.Cuando Irina se da vuelta Magnus ve a los policías del otro lado del vidrio y rueda los ojos.—¿Qué tan grave fue?—Murió Dean, recibió todo el impacto.—Dios.No puede decir más, no tenía un lazo con él pero se siente furioso. Ese pudo haber sido él, Irina o Evangeline. Sabe que en cuanto salga de allí irá directamente con esa mujer.—Revisamos las cámaras de tránsito. La camioneta fue abandonada en un punto ciego. Fue comprada la semana pasada en efectivo. Intentamos ver quién
—Si algo he aprendido en esta vida, a diferencia de mi esposo, es que es uno mismo quien debe hacerle frente a sus problemas —dice con firmeza la rubia, ajustándose el blazer azul oscuro que combina con sus tacones.Lo dice para ella, decidida, mientras se dirige al apartamento de su ex sumisa, Telma.Tras tocar el timbre, coloca una mano cerca del marco, logrando una pose bastante sensual, casi natural.Telma abre y apenas la ve, se encima sobre ella para devorarla a besos.Evangeline respira profundo cuando ayuda a Magnus a levantarse del sofá. Ella está muy preocupada por él. Y él lo sabe. Le gusta que a pesar del poco tiempo que tienen conociéndose, se note que ella sea capaz de hacer cualquier cosa por él. La chica no se lo ha dicho pero, él lo sabe, sabe que en el fondo ella haría cualquier cosa.Lo ayuda a subir las escaleras. Y con bastante aprietos, aunque el mayordomo la ayuda del lado izquierdo, terminan llegando a la habitación de al lado de la de Eva.Por cuestiones de com
La castaña es arrastrada de los pies por una Telma llena de odio y furia.Evangeline no entiende por qué esta mujer quiere que ella sepa que los Keller son malos u ocultan algo prohibido. Porque sí, realmente quiso sacar esa nota de su cabeza, pero ni intentando quemarla esta mañana dio resultado.Telma es la mala de todo el cuento. Eva lo tiene claro.La escena se convierte en una verdadera pesadilla cuando entre gritos y pataleos, la chica intenta zafarse de la rubia que la ataca.Telma se encima sobre ella, desnuda, con sus pechos saltando de un lado a otro mientras golpea todo el cuerpo y cara de la chica, sin que la fuerza de Irina pueda detenerla.Evangeline grita, llora, sintiendo cómo entra en una crisis de pánico, con el corazón a punto de detenerse y la respiración faltándole.—¡Déjala en paz! —Irina grita.Luego de eso la castaña ve cómo su enemiga cae a su lado tras un golpe en la cabeza. Irina suelta los rastros del jarrón de vidrio mientras se agacha para ayudar a Evange