Las lentejuelas del vestido de novia de Renata están más opacas que nunca, aun cuando es perfecto, su mirada dice todo lo contrario, el velo transparente que cubre su rostro no lo alcanza a hacer con su alma, su padre la lleva del brazo, haciendo creer a todos los presentes que es el día más soñado para ella, sus pasos cada vez se van acortando más, puesto que se dan cuenta que el novio aún no había llegado.
Luciano jala a su hija del brazo, todo con la intención de que se vaya, no piensa aguantar verla humillada, pero la terquedad de Renata es muy grande, ella sabe que por la ambición de todo el dinero que les llegara, Gael entrara por esa puerta, Renata continua caminando sola y se queda observando hacia el frente, dándole la espalda a todos, entiende muy bien que probablemente de cualquier manera será obligada, esta solo apresurando sus errores.
Thiago conduce lo más rápido posible, en su mente únicamente está la imagen de su futura esposa, sabe muy bien que lograra enamorarla, quiere ser el primero en todo lo que tenga que ver con ella, la está deseando tanto que la abraza aunque sea desde lejos y sin sentir su piel, Thiago frena en seco, antes de descender acomoda su traje, avanza con los nervios de punta bajando del auto y observa que Renata está al fondo con su cabeza agachada.
Para Thiago el salón está vacío y la única persona presente es ella, se acomoda a su lado estira su mano y le descubre el rostro a Renata, acariciando sus mejillas, secando las lágrimas que no dejan de salir, ese acto de ella es una puñalada en el corazón para Thiago, aun cuando ella no lo ama dejarla en libertad será imposible, ya que ella ya es de su propiedad.
La mirada de Renata está puesta sobre el cuello de Thiago, sus ojos se abren inmensamente por lo sorprendida que esta, sabe muy bien que el hombre que no deja de sonreírle no es Gael, es Thiago ya que esa mancha solo le hace recordar una de las características de la persona más sofocante, aparte de prepotente que ha alcanzado a conocer, ella agarra impulso para irse y Thiago se lo frena con su mano, se acerca tanto Thiago al oído de ella que parece a la vista del mundo entero estarle susurrando cosas lindas, cuando solo busca amenazarla.
—¿Qué sucede Renata? —Thiago habla, manteniendo una sonrisa con picardía.
—Que yo no me voy a casar con un mentiroso, eso es lo que es usted Thiago, no me crea tan ingenua que ya me di cuenta que busca suplantar a su hermano, este es el acto más asqueroso que hasta el momento he presenciado. —Renata aprieta sus labios, pero a Thiago le entran unas ansias por probar completamente sus labios, para poder provocarlos y jamás soltarlos.
—¿Acaso todo esto no es una farsa? Para Luciano lo único importante es casar a su hija, la única condición razonable para el señor es que sea con un Santos, mire nada más Renata él tiene una sonrisa de oreja a oreja, no creo que usted como su hija sea capaz de destruirla, simplemente hay que recordar los objetivos que existen Renata, todo es sencillo yo lo organicé más fácil, todo para que no desgaste esa hermosa voz. —Thiago guiña uno de sus ojos, su rostro tan tenso demuestra la inseguridad que está apunto de salir, pero debe aparentar no importarle nada, aún cuando solo busca ser su protector, como de lugar ella no lo valorara.
—Pues la única manera de prestarme para todo esto, es que sea con Gael, porque con usted no puedo, porque no entiende que ni lo soporto. —Renata frunce sus hombros completamente estresada, cada movimiento de los labios que emite provoca que la mirada de Thiago se centre mucho más en ella.
—Lastimosamente para usted no existe otra opción diferente, aunque no me ame está obligada a ser mi esposa. —La sonrisa de Thiago va desapareciendo, se llena tanto de celos, porque siente que ella simplemente se quería rendir por amor a su hermano, dejarle el espacio desde ya en su vida a Renata es su única opción válida, como sea tendrá que estar a su lado así sea amando a otro.
—Llegó la hora de unir a esta hermosa pareja para toda la vida, los enamorados de ahora buscan acelerar las cosas, por eso mismo llegaremos a la parte importante… los declaro marido y mujer. —Todas las personas aplauden confundidas por la ceremonia tan rapida, antes de unir sus labios Thiago le entrega a Renata unos documentos, ella sin leerlos los firma dejando marcadas sus lágrimas en el papel.
—¿Esto es lo que hacen los cobardes para no quedar en ridículo? —ella habla agitada, su voz ya está quebrada, la garganta de Thiago realiza unos sonidos e impulsivamente se le acerca hasta juntar sus labios hacia los de ella, que no deja de apretar, los aplausos de las personas hacen que Thiago de nuevo se estrelle, saliendo de sus sueños, hasta regresar a la realidad tan desastrosa que está creando —¡No me vuelva a tocar!— Renata habla en voz baja, ella gira para caminar antes de él, pero Thiago la agarra entrelazando ambas manos, pasando escalofríos por su cuerpo, lo más lindo para él.
Renata se va hasta donde su madre, buscando un consuelo que no le llegará, ella no deja de menospreciar a su hija, ya que está logrando casarse con uno de los hombres que más la obsesionan, Bárbara Vieira siempre le ha tenido envidia a su hija Renata, puesto que los admiradores le llueven, en cambio a ella aunque es una sensual modelo nada emocionante le pasa en su vida, por eso continúa casada con Luciano y aguantando las infidelidades.
—Necesito una explicación mamá ¿Por qué tengo que estar con un hombre que no amo? —Barbara acaricia el cabello de su hija, pero su mirada está fijada en Thiago, ella no tiene claro cual de los dos es, lo único que sabe es que el par de hermanos la tienen enamorada.
—Yo te podría ayudar a destruir todo hija, solo necesito que me des tu plena confianza —Barbara le dice a su hija, todo con la intención de alejarla de los Santos, ella está dispuesta a todo con tal de ser feliz, sin importarle sacrificar a su única hija, Renata asienta con su cabeza creyendo que esa es la única esperanza.
Mientras tanto, Luciano se acerca a Thiago, todo para felicitarlo por el gran negocio que acaban de hacer.
—Gael, es un placer para mí —Luciano guarda silencio.
—Los planes cambiaron Luciano, a Gael le quedó demasiado grande cumplir con la obligación, por eso mismo estoy yo aquí para que nuestros intereses continúan creciendo, su hija estará más que feliz conmigo eso yo se lo podría asegurar, solo tendrá que dejar de ser tan necia y aceptar que soy yo el que tiene la razón en todo. —El brillo de los ojos de Thiago se iluminan al saber que esa pureza de Renata que se ve por fuera, en realidad es la que existe.
Renata baja su mirada, observando el anillo que tiene en su dedo, ella tiene en su cuello colgando una cadena que le obsequió su primer amor, no deja de sentirlo con sus manos, lo que está colmando la rabia de Thiago, él le quita con delicadeza su mano pareciendo un completo caballero, ella intenta sonreírle y Thiago le arranca su recuerdo, para luego tirarlo en la basura.
—¡Miserable! —Renata grita, Thiago le cubre su boca para que nadie escuche.
—Desde hoy solo existo yo, seré el único amor que tendrá ese corazón. —Thiago le respira muy cerca del cuello a Renata, todos se están marchando hacia la celebración dejándolos a ellos de últimas.
Renata limpia sus lágrimas, ante la atenta mirada de Thiago, el cual esboza una sonrisa.
Los párpados de Thiago se van cayendo, ya está empezando a sentir ese témpano de hielo que le transmite Renata, ella se marcha llorando, para él es frustrante ser tan ignorado por ella, le da rabia pensar que sería distinta con su hermano Gael, Thiago da zancadas impaciente y llega a la recepción, por cada lado que mueve su mirada solo observa personas dobles, que únicamente le sonríen cuando lo tienen cerca, está en un mundo donde hasta su mismo hermano resultó siendo un enemigo. Suena la canción que Gael había escogido, Thiago aprieta su mano de la impotencia, todos lo voltean a ver y él se va acercando a Renata, estira su mano y ella se coloca de pie dejándolo en ridículo, se dirigen hacia la pista de baile, ella se separa y él empuja su cuerpo para que ni la respiración logre escapar, por primera vez la mujer que cada noche aparece en sus sueños ya es una realidad, si él quisiera la podría palpar con sus manos. La rustica mano de Thiago se va suavizando, todo es al rozar la espa
Thiago se quita la argolla de su mano, la aprieta con tanta fuerza perdiendo una gran parte de su razón, más desplantes no piensa permitirle a ella, él se coloca de pie y aunque sus ojos continúan vidriosos, con la manga de su camisa borra toda la sensibilidad. Thiago abre la puerta y nota que Renata ya no estaba tan cerca de él, ella está acurrucada sobre una esquina observando directamente a sus ojos. —¿Por qué me condena de esta manera? ¡Thiago responda! —ella dice con su voz pausada, todo lo que está viviendo la hace creer que está mucho más lejos de sus sueños, ya que si ella está condenada a sufrir eso mismo le ofrecerá a su esposo. —Sé que me agradecerá cuando se enamore, yo siempre obtengo lo que me propongo, espero que el proceso de convertirla en mujer no sea para nada largo, porque le juro Renata que estando a mi lado, dejará de ser una niñita consentida —él espeta con orgullo, Thiago levanta una de sus cejas, está que suplica que permanezca a su lado. Para Thiago es c
Los ojos de Thiago están tan rojos por el dolor que siente en su corazón, él se limpia con el pañuelo húmedo que carga en su bolsillo antes de entrar a el hogar que intenta construir, siente un silencio inmenso en el exterior, sin embargo, en su cabeza simplemente existen ruidos insoportables los cuales no lo dejan en paz, pero él continúa ignorandolos para lograr ser feliz. Thiago agarra una botella de licor, en el reflejo únicamente puede observar la imagen de Renata, lo que lo hace querer devorarse mucho más la bebida, para perder la conciencia por el inmenso dolor que está teniendo, solo maldice en su mente tener como hermano a Gael. Se siente vacío, puesto que Renata está tan cerca, pero con todas las barreras que impone le complica cada uno de sus planes, Thiago va agachando su cabeza para ocultar la frustración que siente en el momento, pero cada vez que recuerda a Gael su frente se le va arrugando, de tanto notar que lo prefieren a él. Un fuerte ruido suena, el cual mortifi
Renata sacude sus pestañas hasta abrir sus ojos completamente, ella se coloca de pie y sale de la recamara, percibe una fascinante fragancia que le entra por las fosas nasales y para nada le incomoda, ella baja cada escalón hasta llegar a la cocina y se queda observando; Thiago está con una sonrisa hermosa, actuando como si todo ya lo hubiera olvidado. Él corre una silla para que ella tome asiento, pero Renata la acomoda hacia un lado, mirándolo con ironía. —Este es nuestro desayuno de segundo día de casados, obviamente lo merecemos y más tú, ya que yo fui un completo grosero. —Los ojos de Thiago brillan mucho más, sin embargo, se intentan opacar al ver que para ella es lo más insignificante. —Preferiría morirme de hambre antes de aceptar algo que venga de sus manos, no entiende que me da repugnancia… Creía que todavía le quedaba algo de dignidad, pero eso es lo que usted menos tiene Thiago. —Ella se ríe con sarcasmo, es su manera de regresarle algo de todo el daño que él le produc
Renata llega a la empresa y antes de entrar observa el cielo, que cada vez se va opacando más, precisamente así es que ella siente que está su corazón, cuando está apunto de entrar por esa inmensa puerta escucha su nombre, ella conoce perfectamente esa voz, pero no es capaz de voltear para verlo al rostro. —¡Renata! ¡Renata! —ella sigue caminando, Gael corre y la abraza llegando por la espalda de ella. —¿Qué quieres? —Renata pregunta, ella está actuando a la defensiva y él se queda completamente pasmado.—¡Verte! no sabes como me emociona eso. —Gael le sonríe, con la expresión que tanto cautiva a Renata, a pesar de que ahora solo le recuerda eso tan simple a Thiago. —Bueno… No tengo nada más que hacer a tu lado Gael, es más coherente seguir mi camino que perder mi tiempo al lado de un farsante —ella habla con resentimiento, está muy dolida ya que el solo desplante de Gael le cambió completamente su destino, obligandola a estar con el hombre que menos la merece. —¿Por qué me tratas
El silencio cada vez va llegando mucho más, algo que no le incomoda a ninguno de los dos, antes para Renata es un gran avance, por lo menos puede estar unos cuantos minutos encerrada con su esposo sin tener una sola discusión, la mirada tan penetrante que tiene Thiago cada vez está saliendo más, él solo quisiera abrazar a Renata tan fuerte para que nunca se le escape, convertirse en su máximo protector, porque eso es lo que tanto intenta hacer, a pesar de todo ella no lo entiende y todo lo exagera como si fuese un demente.—¿Alguna vez te había dicho que estas muy bella? Porque por mi te lo repito cada segundo que transcurre, todos saben que soy un hombre seco con pocos sentimientos por mostrar, sin embargo, no sabes las luchas tan inmensas que hago por comportarme contigo distinto, en realidad me importas un montón. —Thiago acaricia sus labios con la lengua, Renata se queda observando y algo termina por despertar curiosidad en ella.Existen bastantes cosas que le llaman la atención a
Ya no tiene sentido que Renata se marche, puesto que el hombre con el que se casó es una caja misteriosa, posiblemente alcanzar a conocerlo terminara por ser un proceso bien tedioso, ella debería estar asustada tal cual como les sucede a muchas mujeres, que luego de un tiempo terminan por alejarse de Thiago, al enterarse de su estado tan radical de ánimo. —¿Solo quiero saber si usted se encuentra bien? —Renata indaga, tal parece que Thiago logró estabilizar sus ánimos del todo. —Perfectamente, no puedo estar mejor teniendo la mujer que amo al frente mío, estar solos eso es maravilloso, no tenemos a ningún pendejo que nos interrumpa. —Thiago suspira muchas veces, su corazón va estallar, olvido por completo lo que pasó hace un momento.—¿Es decir que ya me puedo ir? —ella habla bastante insegura.—No, Renata ¡Me estás colocando muy mal! Sabes que no dejo de delirar con tu cuerpo, yo siento que ya es hora de que te entregues a mí. —Thiago se coloca de pie, él disimuladamente acomoda el
Thiago sale de su oficina diseñando en su cabeza estrategias para convencer como sea a Renata, lo satisface saber que es una mujer de su casa, no como las mujerzuelas bastantes resbalosas con las que Gael salía, quienes luego terminaban por coquetear con Thiago haciéndolo quedar bastante mal delante de su hermano, cuando él lo único que hacía era rechazarlas precisamente por estar pensando solo en Renata. —Tal vez un ramo de flores le termine por gustar, soy tan idiota para caer en cuenta hasta ahora espero que no sea muy tarde, esos detalles a todas les fascinan mi princesa no puede ser esa excepción. —Thiago baja animado hasta el parqueadero, el señor de seguridad disimuladamente se va escondiendo, ya que él noto donde precisamente está la esposa de su jefe. Thiago está concentrado en hacer las cosas bien, tanto así que solo observa hacia adelante, aunque a sus espaldas suceda de todo no le interesa, de repente su andar se va frenando en seco, él mira hacia los lados y se esconde